Entrevista a Joao Pedro
Stédile, fundador y dirigente del Movimiento Sin Tierra
“Sólo con la candidatura de Lula no
alcanza,
tenemos que presentar al país
un nuevo proyecto que
supere al
neodesarrollismo que ya se agotó”
3 de agosto de 2016
3 de agosto de 2016
Por Carlos Aznárez (Resumen Latinoamericano )
Hablar con Joao Pedro Stédile, es hacerlo con
uno de los referentes más lúcidos de la izquierda brasileña que no baja los
brazos frente a las dificultades planteadas por el golpe de Estado neoliberal.
Fundador y dirigente del Movimiento Sin Tierra desde hace más de tres décadas y
uno de los tantos hombres y mujeres que empujan la lucha desde el Frente Brasil
Popular, está convencido que sólo la movilización popular en las calles es la
única receta para desgastar y tumbar al gobierno de Temer, si es que no se
produce el regreso a su cargo de Dilma Rousseff.
-¿A pocos días del 29 de agosto, de qué
depende que Dilma pueda tener posibilidades de volver al gobierno en las
actuales circunstancias? ¿Tiene alguna viabilidad pensar que “sólo se trata de
convencer a seis senadores” para que ello se produzca?
-Dilma tiene posibilidades reales de regresar.
Pero todavia es una incógnita, porque hay muchos factores que influenciaran al
Senado. Primero, hay una posibilidad real que algunos senadores cambien el
voto, o simplemente no comparezcan al juicio. Segundo, el desempeño desastroso
del gobierno golpista. Tercero, las denuncias que muchos senadores están
involucrados en procesos de corrupción, cuarto el ánimo producido por la fuerza
de las movilizaciones populares y quinto, las articulaciones locales de las
perspectivas electorales en cada uno de los Estados de los senadores, que
siempre van a reelección o disputan los gobiernos estatales, y la fama de
golpistas, puede restarles muchos votos.
-¿Si el impeachment siguiera adelante y Dilma
fuera destituida definitivamente, hay otra salida posible para los sectores
populares que no sea esperar las elecciones venideras? ¿Es Lula la única gran
esperanza?
-Si se consolida el golpe, habrian entonces
varias formas de seguir la lucha contra Temer. Por un lado, ingresar un reclamo
en el STF (Supremo Tribunal Federal) porque Dilma seria alejada del gobierno
sin cometer delito alguno y entonces no hay base legal para ello. Además,
continuar las movilizaciones contra el gobierno, para disputarle las calles.
Tercero, es posible que si el gobierno Temer se desgasta mucho ante la opinión
pública la propia burguesía lo cambiaría. Para eso basta impugnarlo, ya que hay
un proceso en el Tribunal Superior Electoral y eso lo alejaría del gobierno en
enero o febrero próximo. El reemplazo sería por elecciones indirectas en el
Congreso. Y en ese caso, la burguesía ya tiene el candidato, que es el ministro
golpista de Hacienda, el banquero Henrique Meirelles. De no concretarse nada de
eso, los movimientos populares seguiremos en la lucha para tumbar el gobierno
de Temer y exigir un plebiscito popular, para que el pueblo pueda decidir sobre
temas temas requeridos por los diferentes movimientos populares: a) si está de
acuerdo con anticipar las elecciones presidenciales (que son en octubre de
2018) b) si está de acuerdo en realizar elecciones generales; y c) si está de
acuerdo que se convoque una Asamblea Constituyente exclusiva para realizar una
reforma politica, en el sistema electoral brasileño.
-En este período en que Temer se ha hecho
con el gobierno a través de un golpe palaciego, ¿ cuáles son a su entender los
retrocesos más grandes producidos para los sectores populares?
Temer cerró el Ministerio de Desarrollo
Agrario, por donde pasaban todos las políticas públicas hacia la agricultura
familiar y campesina. Cerró los tres ministerios que protegían los derechos
humanos, a las mujeres y a la comunidad negra. Implementó una política
económica tipicamente neoliberal. La crisis económica se profundizó y la tasa
de desempleo en la industria es del 15%, llegando a 30% entre los jóvenes.
Además, Temer ha puesto en marcha una ley que
rompe la ley actual del petróleo, y permitirá la privatización de las reservas
del pre-sal.
De hecho la Petrobras, bajo su comando ya
vendió activos y privatizó uno de los pozos de petróleo más ricos de hidrocarburos.
Un pozo que valía 80 mil millones de dólares lo vendieron a las trasnacionales
por 8 mil millones de dólares. Ahora amenaza con que culminado el golpe, va
hacer la reforma provisional, aumentando en diez años la edad mínima para
jubilarse. Va a hacer una reforma en las leyes laborales, que prevé incluso
aumentar la jornada de trabajo. Va a imponer que las reglas del trabajo serán
firmadas solo entre las dos partes, obreros y patrones. Y promete aprobar una
ley en el Congreso que libera la venta de tierras al capital extranjero.
-¿Temer y su gobierno están débiles como
cuando comenzaron o se han ido consolidando en estos meses? ¿Siguen siendo los
“preferidos” de quienes los impusieron desde el exterior o también pueden estar
esos sectores pensando en un recambio?
-Creo que el gobierno Temer, ademas de
golpista e ilegitimo, es totalmente provisorio. Por eso esta tratando de hacer,
de la forma más rápida. los cambios neoliberales que ningún gobierno con base
electoral haría. Además su gabinete está totalmente involucrado con la corrupción. Asi ,
creo que aunque tumbe a Dilma el dia 29 de agosto, la burguesia no mantendrá a
Temer hasta diciembre del 2018. Él solo esta haciendo el trabajo sucio, para
después abrir espacio para un candidato mas potable de la derecha en las
próximas elecciones.
-¿Está la izquierda popular brasileña en la
cual tú y el MST están integrados, satisfechos con lo hecho hasta ahora a nivel
de resistencia? ¿Qué se plantean a futuro para confrontar con el gobierno
Temer?
-Claro que no estamos satisfechos. Tenemos
muchos retos de corto plazo para poder enfrentar a los golpistas. La clase
trabajadora sigue en casa, no se movilizó. Quien sí lo hizo fueron los
militantes, los sectores más organizados. Pero el 85% de la clase sigue viendo
novelas.
Para eso, tenemos que redoblar los esfuerzos
como movimientos populares para llegar hasta la clase obrera, demostrar los
graves riesgos que tenemos, y estimular su participación en la calle.
Estamos discutiendo la viabilidad de una
huelga general, contra el golpe. Pero hace 28 años que no se hace huelgas
políticas. La clase obrera no ha estado educada para eso.
Seguiremos con movilizaciones a corto plazo,
como por ejemplo ahora, el 5 de agosto en la apertura de las Olimpiadas, y
después en la semana de la votación.
A medio plazo, el reto principal es que
debemos seguir organizados en el Frente Brasil Popular como un nuevo espacio de
unidad popular, y debatir la necesidad de construir un nuevo proyecto de país
que por ahora la izquierda no tiene. Por eso, aparte que la derecha hará todo
lo posible para inviabilizar una candidatura de Lula, sólo su presencia en el
pleito no será suficiente. Tenemos que presentar al país un nuevo proyecto que
supere lo que fue el neodesarrollismo, que ya se agotó.
De todos modos, veo el futuro con optimismo, a
pesar de las dificultades actuales y de las derrotas que sufrimos. La crisis
abre un nuevo tiempo de cambios. Y para eso, las fuerzas populares necesitan
redoblar sus esfuerzos para recuperar el trabajo popular y debatir un nuevo
proyecto para el país, que represente cambios estructurales en la sociedad. Así que
tendremos dos años de mucha disputa, de lucha de clases, de batalla de ideas.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215143
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