Las búsquedas en
el árido camino de la emancipación: los procesos comunales
2 de marzo de 2019
Especial para Contrahegemonía
Desempleo estructural,
destrucción del medio ambiente, exigencias de igualdad de géneros que no
encuentran satisfacción dentro del Capital como sistema, generan un descrédito
institucional, observable con mayor nitidez en las formas y prácticas de
gobierno. La democracia representativa ha encontrado sus límites en consonancia
con el inicio del tiempo histórico de la crisis estructural del capital como
modo de reproducción metabólica social. La actual crisis sistémica pone en evidencia
las limitaciones de las instituciones políticas, económicas y sociales vigentes
para superar las condiciones de pobreza, hambre, las brechas cada vez más
acentuadas de la desigualdad social y marginación de sectores más amplios a
nivel mundial, y dar respuesta a las demandas en tal sentido de extendidos
sectores sociales.
La relación entre las condiciones de materialidad y el plano de lo
político se constituyen en un eje clave para la búsqueda de alternativas desde
diversos marcos interpretativos. Sea desde el planteo de la gobernabilidad al
interior de cada estado nación, o de un mundo “internacionalizado” o
“globalizado”, sea desde el cuestionamiento a los modelos de desarrollo, sea
desde la crítica radical al sistema capitalista, las formas actuales de la
democracia representativa son cuestionadas en su insuficiencia práctica o en su
posibilidad intrínseca para contener o controlar la creciente conflictividad
social y la violencia mundial que acompañan las crisis económica financieras
que tienen por escenario los territorios del capitalismo avanzado.
Con el paso de cada
calendario el capital va dejando una estela de la pérdida de su razón de ser:
la capacidad de producir los bienes y servicios necesarios para la reproducción
social. Y lo que es peor aún, la polarización económica-social que genera la
injusta distribución del producto.
Chris Martenson, un lúcido
economista del sistema, mira con escepticismo y preocupación el panorama de
Estados Unidos. “Hemos disfrutado de años de “recuperación” desde la Gran Crisis Financiera
al eliminar literalmente nuestros problemas con el dinero recién impreso, en
lugar de abordar sus causas fundamentales.
Pero ahora hemos llegado a
la parte incómoda de la historia, cuando todos nuestros errores anteriores
finalmente nos alcanzan, y la trama se dirige en una dirección mucho más
oscura. A pesar de más de una década de un aprovisionamiento de los mercados financieros
“todo en cubierta”, todo lo que los banqueros centrales tienen que mostrar es
la brecha de riqueza más amplia de la historia, junto con salarios estancados.
Eso, y un costo de vida que se dispara”, sostiene.
La mirada penetrante de
Martenson le permite escudriñar en la sustancia de la realidad. “Para resumir
la situación simplemente: los bancos centrales han estado imprimiendo dinero
nuevo y luego entregando la mayor parte a los ricos . Luego hicieron una
buena muestra de “preocuparse porque la inflación sea demasiado baja” cuando el
gobierno emite sus números ridículamente curtidos. Cualquiera que viva en el
mundo real (especialmente aquellos que tratan de vivir con un ingreso fijo) ya
sabe que su inflación real es mucho más alta que el 2%. Lo mismo ocurre
con cualquier persona que haya comprado un automóvil, esté pagando la matrícula
universitaria, dependa de medicamentos recetados o haya estado recientemente en
un hospital. Pero ahora hemos llegado a la parte incómoda de la
historia; cuando todos nuestros errores anteriores finalmente nos
alcanzan, y la trama se dirige en una dirección mucho más oscura.”
El temido descreimiento de
los sectores populares comienza a caminar las calles, así lo manifiesta
Martenson. “La población pierde cada vez más confianza. Y en algún punto
de inflexión – ¡bang! – Están protestando de repente por las calles
vistiendo chalecos amarillos. Puede tomar un tiempo, pero eventualmente la
gente se da cuenta de que “justicia” y Justicia” son simplemente fantasías de
la clase media. Tanto los ricos como los pobres ya saben mejor. Pero
una vez que la clase media pierde su fe en el sueño, se vuelve mucho más
difícil convencerlos de que otro beneficio fiscal masivo para las corporaciones
está realmente en su mejor interés .La inquietud crece …A medida que la
creciente preocupación se extiende a lo largo del panorama social, por razones
que van mucho más allá de los factores financieros descritos anteriormente, es
cada vez más difícil seguir las narrativas competitivas en juego.”
Las
conclusiones del economista estadounidense son un reflejo acertado de una
realidad que los apologistas del capital pretenden soslayar.“Al acecho debajo
de cada una de estas líneas de la trama de duelo se encuentra esta desagradable
e ineludible realización: toda nuestra forma de vida es
insostenible. Simplemente no es posible extraer más
materias primas año tras año, para siempre. Todos sabemos eso. No es
un concepto difícil de entender. Pero la totalidad de nuestro sistema político,
los medios de comunicación tradicionales y nuestra economía se basan en lo
contrario, siendo cierto que se avecina un crecimiento exponencial sin fin
.Como todos los delirios, esta falsa creencia tendrá un encuentro terminal con
los límites de la realidad en algún momento. Llegará un momento en que los
intentos de un mayor crecimiento son contraproducentes y causan más daño que
beneficio. De hecho, ya hemos entrado en ese período. Sabemos que el
crecimiento está matando al planeta. Sin embargo, cada día somos
bombardeados con mensajes que nos piden a todos que invirtamos y esperamos un
mayor crecimiento.
Atrapado entre una idea imposible y la estridente repetición de su
opuesto, la población se vuelve cada vez más ansiosa. Todos podemos ver y
sentir que el final de la narrativa de crecimiento está cerca, pero ni siquiera
el más mínimo atisbo de esa inevitabilidad se debate en las noticias o en las
salas de poder.”
Para desplazar sus
contradicciones el capital necesita desarrollo económico, más de lo mismo. En
cada ciclo al sistema le resulta más dificultoso munirse de los recursos
materiales y humanos que requiere para su expansión, dentro de ese marco en el
sistema alternan propuestas neokeynesianas y neoliberales, una y otra de corta
vigencia y la crisis se sume en un tiempo de permanencia. Al respecto
Martenson anuncia “la próxima recesión promete ser una
gorda. El mundo está cargado de tensiones políticas y sociales que
estuvieron ausentes en 2008. Y está cargado con muchos más trillones de
deudas de las que existían en ese entonces. Pero lo peor de todo: el
público ha perdido la fe en nuestras instituciones y cuerpos políticos después
de haber sido tan obvio, comprensivo y repetidamente mentido a lo largo de los
años. Es un poco difícil pedirle a la gente que acepte el sacrificio compartido
durante los momentos difíciles después de que las élites políticas y
financieras se llenaron de codicia a costa de todos los demás durante los días
buenos.”
La cúspide del poder no
arredra, Donald Trump se apresta a implementar una reforma tributaria que va a
posibilitar una mayor concentración de la ganancia. El
economista venezolano Manuel Sutherland analiza la propuesta de Trump. “Para el
“ciudadano de a pie” la reforma parece esconder la mayor transferencia de
riqueza del obrero común a la élite plutocrática más poderosa del orbe. Tal
metamorfosis parece traer efectos nocivos en la distribución del ingreso, sus
aristas lucen muy regresivas y su sombra ya está teniendo efectos inesperados
en la economía estadounidense, que en este febrero de 2018 vio caer a sus
principales casas bursátiles a números similares a los del crash de 1929.
La reforma fiscal del
Presidente Trump es considerada como el mayor recorte de impuestos para las
empresas en los últimos 30 años (desde la época de Reagan). Este drástico
cambio entró en vigencia el 1 de enero de 2018. Las modificaciones al
sistema tributario reducirán el Impuesto sobre la Renta (ISR) tanto
para las empresas como para algunas de las familias más ricas en
un sin precedente 40 % (pasando de un 35 % a un 21% ).” Las inicuas políticas
impulsadas por los gobiernos explican el incremento del patrimonio de los muy
ricos. La riqueza de los milmillonarios se incrementó en 300.000 millones de
dólares el año pasado, lo que supone 2.500 millones de dólares al día.
Contradicciones del imperio. Washington
por medio de los organismos internacionales que controla somete a los pueblos
con duras políticas de ajuste, la excusa para imponer esas conductas públicas
son la deuda externa y el déficit fiscal. ¿ Qué sucede en las fronteras
internas de Norteamérica ? Si algo resalta en la actualidad es la magnitud de
la deuda estadounidense, una cifra difícil de imaginar: 21,6 billones de
dólares (trillions); 15,8 billones de dólares de este total es
deuda pública, y 9,8 billones corresponden a bonos del Tesoro en manos de
inversores extranjeros, principalmente de China ( 1,18 billones) y Japón
(1,06 billones. El endeudamiento ha erosionado el rol del dólar como moneda
internacional de reserva y por tanto eje central de la hegemonía económica
mundial estadounidense.
El “pequeño
rincón del mundo” como llamaba Carlos Marx a Europa siente que sus viejos
cimientos ceden, quizás por viejos no crujen con estridencia. El español Diego
HERRANZ habla sobre el “viejo continente” “Europa vuelve al quirófano. Aquejada
de su mal endémico. Falta de dinamismo. Retorna a un diagnóstico que le suena
familiar. La estanflación, anemia económica con un riesgo potencial de caída de
precios, más a medio plazo, cuando el parón de actividad traslade sus efectos
sobre la competencia del comercio, las inversiones empresariales y un esperado
e indeseable repunte del desempleo. La zona del euro retorna a la inestabilidad. Su
economía revela una anemia cuyo origen se detecta en Alemania, que ha sorteado
la recesión a duras penas, e Italia, que ha entrado en ‘números rojos’. El
parón se aprecia en el sector exterior y en la industria. Pero
también en la caída de las expectativas empresariales y se agudiza por el final
de los estímulos monetarios del BCE, la menor capacidad de compra de economías
que pierden fuelle como China y las tensiones por la guerra comercial.”
El capitalismo chino se abraza a sus
pares en la hora difícil. La última radiografía de este escenario parte de las
mismas instancias europeas. El reciente informe de la
Comisión Europea dibuja un panorama de baja intensidad
económica. De ralentización. La zona del euro apenas crecerá un 1,3% este
año, seis décimas por debajo de su última revisión coyuntural. Y con dos de sus
locomotoras gripadas. Alemania, su mayor PIB, al borde de la contracción, e
Italia, la tercera economía de la unión monetaria, en números rojos. El
dictamen invernal de Bruselas advierte que el área del euro está sometida
a “substanciales riesgos”. La mayor parte de sus socios -alertan sus expertos-
“han perdido repentinamente la estela de su potencial de crecimiento, debido,
en gran medida, a un ambiente externo de bajo dinamismo global y alta incertidumbre por
las políticas proteccionistas en materia comercial y en los
flujos de inversión internacionales”. En este punto, cita expresamente el delicado
episodio por el que atraviesa la economía china. “Su actividad ha podido caer
más drásticamente que lo que preveían las predicciones privadas y anticipaban
los responsables económicos de la segunda potencia del planeta”. China también
han disminuido su carga impositiva a un moderado 27 % sobre las grandes
empresas, aparte de ofrecer importantes exenciones tributarias a empresas que
sitúan su producción en lo profundo de la zona central y oeste del gigante
asiático, lejos de la híper concurrida costa.
A los pocos años de la Revolución Francesa
el proletariado se convirtió en un sujeto social independiente, comenzaba a
desandar un largo camino de avances y retrocesos en procura de una sociedad
justa.
Con el tiempo y el desarrollo económico-social, el impulso de los
desarrollos tecnológicos, llegó la hora de la mutación y el proletariado
extendió las fronteras de su identidad, el sujeto social emancipador se
identificó con el trabajo aglutinando a su alrededor a las problemáticas
particulares: género, ecología, juventud, desempleo…En su andar los oprimidos
encontraron y crearon árboles que dieron frutos dulces y otros no tan dulces.
Es ilustrativo adentrarse en esas búsquedas, especialmente en días de crisis
sistémica y de urgencia de superar el sistema vigente.
El paisaje de oscura noche invernal que pinta el capital:
destrucción de la naturaleza; millones de estómagos de seres humanos
acicateados por el hambre; desempleados que se transforman en población
superflua; guerras de apropiación de recursos naturales; jóvenes huérfanos de
futuro; y otros aspectos de similar preocupación deberían incidir en la lógica
de la humanidad para volcarse espontáneamente a la construcción de una
alternativa superadora del sistema. Existen motivos valederos para que esa adhesión
no se produzca. Primero, los pueblos no visualizan un modelo que los convenza
de sus bondades como alternativa que permita avanzar y superar las carencias
que el capital ha dejado como tareas pendientes. Segundo, los seres humanos
reproducimos nuestras vidas dentro del marco del sistema, es desolador pensar
que ese sistema que debiera proporcionarnos lo necesario para la continuidad de
la especie ya no está en condiciones de hacerlo. Motivos sobran para ir a la
historia y a las páginas del presente en búsqueda de los esfuerzos para erigir
una sociedad democrática, de seres plenos y libres, justa sustantivamente .
Ayer
La Comuna de París
El 18 de marzo de 1871, en
la madrugada, las mujeres hacían cola frente a la puerta de las panaderías,
cuando de pronto escucharon disparos. El ruido provenía de Montmartre. Soldados
franceses bajo el mando de oficiales franceses procuraban llevar los cañones
que defendían la ciudad ante el acoso prusiano; la Guardia Nacional
resistía. Las mujeres hicieron correr la voz de alarma.
El combate se intensificó, la Guardia Nacional
y el pueblo combatían contra el ejército del gobierno, algunos efectivos de la
tropa gubernamental se negaron a disparar contra el pueblo. La insurrección se
propagó por lo barrios de París, al mediodía el pueblo había ganado la batalla. Adolfo Luis
Thiers, jefe del gobierno, dejaba la ciudad en un carro con visillos bajados.
París despertó de fiesta. Un
cálido día de sol se llenó de risas, voces alegres, canciones; a todo esto la
nobleza huía. El triunfo tenía causas, antecedentes, el proletariado fabril
había surgido con el maquinismo y crecía con celeridad pareja a la de la
industria capitalista. Los obreros vivían mal, por una jornada de 14 a 16 horas percibían un
salario misérrimo, la vida y las necesidades los impulsaban a luchar. Amasaron
experiencia en base a reveses y derrotas.
Los peligros acechaban a
Francia. Las tropas prusianas ocupaban las regiones septentrionales y
nororientales de Francia. En Versalles, el 18 de enero de 1871 se proclamó el
Imperio Alemán. Los gobernantes franceses formaron el “Gobierno de Defensa
Nacional”, cuya preocupación central era lograr el armisticio con el invasor;
se firmó un armisticio que era una capitulación.
La ocupación acarreaba
hambre, frío y todo tipo de pesares al pueblo francés, sin embargo los
franceses de a pie resistían; el 1 de marzo los alemanes invadieron París,
entraron en una ciudad de calles abandonadas, puertas y ventanas cerradas,
visillos corridos; al cabo de 3 días los alemanes abandonaron una ciudad cuyos
muros respiraban odio. La burguesía francesa decidió desarmar a su propio
pueblo, para la burguesía el enemigo principal no era el ejército de ocupación
alemán. El pueblo sublevado resistió y triunfó, el poder pasó a manos del
Comité Central de la
Guardia Nacional. Es interesante recordar los nombres, origen
social y profesiones de los miembros del Comité Central, personas desconocidas
en los salones parisinos, aunque muy conocidos en los suburbios y barriadas
parisinas:
Luis Eugenio Varlin,
encuadernador, inteligente autodidacta; Duval, fundidor, participante de varias
insurrecciones, dirigía la prefectura de policía y posteriormente fue ascendido
a general; Emilio Eudes, estudiante de medicina, también fue ascendido a
general; Charles Amouroux, obrero sombrerero; Grenier, dueño de una modesta
lavandería, Ministro de Asuntos Interiores; Francisco Jourde, antiguo miembro
de la Internacional; Eduardo Roulier, zapatero, Ministro de Enseñanza. El
Comité Central reflejaba la variedad de la población trabajadora y el
pluralismo político: proudhonianos, neojacobinos, blanquistas.
El gobierno revolucionario
tomó importantísimas medidas. Disolvió el ejército regular permanente, medida
dictada para destruir el “despotismo militar”. El 19 de marzo el Comité Central
declaró: “El nuevo gobierno de la República se ha hecho cargo de todos los
ministerios y organismos administrativos”, procuraba superar el sabotaje
implementado por la burocracia que abandonó sus lugares de trabajo. Se anhelaba
dejar de lado la máquina castrense-burocrática-burguesa e implantar un Estado
de nuevo tipo.
El Comité Central desarrolló
una labor prolífica y continuada en la Comuna de París. Convocó a elecciones;
éstas se efectuaron por sufragio universal y hubo una gran concurrencia
popular. El gobierno contrarrevolucionario instalado en Versalles procuró
boicotear el acto electoral. Se dio la situación novedosa que la Comuna dictaba
las leyes y ella misma las aplicaba como Poder Ejecutivo, uno de los rasgos que
tuvo como Estado de nuevo tipo. Fue cancelada la vieja burocracia que percibía
altos salarios y se fijó para los funcionarios un sueldo máximo semejante a la
remuneración de un obrero calificado. Los funcionarios públicos pasaron a ser
elegidos por el pueblo, ante quien respondían; podían ser revocados. En su
corta vida, 72 días, la Comuna mostró su preocupación social procurando
contribuir al bienestar de los trabajadores y los desfavorecidos. Decretó una
amnistía para los reclusos políticos condenados; se suspendió la venta de los
objetos pignorados en las casas de empeño; se prohibieron los desahucios por
morosidad en el pago de la renta; se transfirieron las empresas abandonadas a
manos de los trabajadores; se entregaron las casas y departamentos abandonados
por los burgueses que huyeron a Versalles, a los defensores de la ciudad; se
mostró solicitud por la instrucción y cultura del pueblo; se prohibió el
trabajo nocturno de los panaderos.
A pesar de todos sus
aciertos y virtudes, la Comuna se mostró dubitativa en aspectos que le
acarrearon su derrota. Se permitió salir libremente de París a los efectivos
del gobierno; quedó a la expectativa, en una posición defensiva, cuando podía
avanzar sobre Versalles y derrotar a la reacción. El gobierno se reorganizó, armó una
fuerza poderosa y derrotó a todos los focos insurrectos en el interior de
Francia. París quedó aislado, obreros y campesinos no pudieron unirse. Otro
error de los comuneros: el Banco estaba en sus manos y en lugar de
nacionalizarlo solicitaban pequeñas sumas al gobernador del banco, mientras
tanto la burguesía extraía grandes sumas. No aprovecharon una herramienta
fundamental para el impulso de un proyecto emancipador.
El gobierno de Thiers se
cubrió de oprobio cuando solicitó ayuda al gobierno alemán para aplastar al
pueblo parisino. La Comuna fue derrotada, nunca se pudo averiguar cuántos
patriotas franceses fueron asesinados, los cálculos oscilan entre 17 a 30 mil. El gobierno
francés firmó un paz vergonzosa con Alemania, perdió dos provincias: Alsacia y
Lorena y erogó una contribución de 5 mil millones de francos.(Manfred, 1983)
Los soviets
La derrota del zarismo en la
guerra contra Japón, 1904, enturbiaba aún más el panorama político para la
elite gobernante. Rusia vivía una época de ebullición social. Apenas despuntaba
1905 y en San Petersburgo las grandes fábricas se paralizaban por el accionar
huelguístico. El sacerdote Gueorgui Gapón estimó que era oportuno que los
obreros marcharan en procesión al palacio del Zar a peticionar. El Zar Nicolás
II tenía otros planes, se marchó a su residencia campestre y la ciudad quedó
bajo el mando militar. Los 150.000 obreros que se habían congregado frente al
palacio fueran duramente reprimidos, 1.000 obreros asesinados dejó como saldo
el “domingo sangriento”. La indignación corrió como una mancha de aceite, los
obreros se armaron y levantaron barricadas. Entre avances y retrocesos continuó
la lucha insurgente. Los obreros textiles de Ivánovo-Voznesensk, hallándose en
plena huelga, eligieron un Soviet, Consejo de delegados, que más adelante se
convertiría en órgano de poder popular.
El instinto creativo de los
trabajadores los llevó a la creación de este órgano de gobierno y poder. El
soviet se distinguió por obrar desde sus primeros días como si fuese el poder,
se apoderaba de las imprentas para garantizar la publicación de los escritos de
la insurrección; detenían a los policías que eran connotados represores;
confiscaba fondos del gobierno, con los cuales satisfacían necesidades del
pueblo. Los trabajadores consideraban que el soviet era su propio gobierno, el
prestigio de la organización era inmenso. Las asambleas plenarias se llevaban a
cabo todas las mañanas a las nueve. Una vez terminada la sesión empezaba la
Asamblea general de los obreros, que examinaba todas las cuestiones
relacionadas con la
huelga. Después de la discusión, eran sometidas a la Asamblea
las proposiciones preparadas por el soviet.
Petersburgo concentraba a
los trabajadores más activos y dotados para la lucha. Cuando el
enfrentamiento era más agudo entre el capital y el trabajo, se creó el 12 de
octubre de 1905 el soviet de Petersburgo. “No se puede permitir que las huelgas
surjan y se extingan de un modo esporádico. Por esto hemos decidido concentrar
la dirección del movimiento en manos de un Comité Obrero. Proponemos a cada
fábrica, a cada taller y a cada profesión que elija diputados a razón de 1 por
cada 500 obreros. Los diputados de cada fábrica o taller constituyen el Comité
de Fábrica o de taller. La reunión de los diputados de todas las fábricas
constituyen el Comité General de Petersburgo”. Firmaba el pedido el Soviet de
diputados de las fábricas y talleres de Petersburgo y se publicó en Izvestias,
órgano de prensa del soviet.
El programa político del
soviet incluía: el derrumbamiento de la autocracia, Asamblea Constituyente,
República democrática, jornada laboral de 8 horas. A la vez, dirigió tres
huelgas, lanzó medio millón de proclamas, llevó a la práctica la jornada de 8
horas, proclamó la libertad de prensa y la ejerció confiscando imprentas. Las
fábricas eran la nutriente de los soviets, las normas de elección variaban según
las poblaciones, todos los trabajadores participaban en la elección de
delegados, sin excepciones, ni restricciones. En Petersburgo y Rostov se
elegían inmediatamente soviets generales, en Moscú y Odesa se procedía a elegir
soviets de barriada. Por regla general se designaba un Comité o Comisión
Ejecutiva. El presidente, el secretario y otros cargos importantes eran
elegidos por la
Asamblea General del Soviet. Se creaban órganos auxiliares,
comisiones de ayuda a los desempleados, comisiones de prensa, de hacienda, etc.
En las aldeas rusas existían
organizaciones que sin llevar el nombre de soviets funcionaban como tales: los
Comités Agrarios. En principio estaban dirigidos por la intelectualidad rural;
posteriormente fue creciendo la influencia de los campesinos, quienes llegaron
a imponer sus leyes a los propietarios, a expropiar tierra, suspender el pago
de los arriendos; depositaban el dinero hasta que se resolviese el problema de
la propiedad de la tierra. A
medida que se desarrollaba el proceso revolucionario los soviets rurales se
consolidaban, incrementaban su prestigio y delimitaban sus funciones: 1) llevar
a la práctica y controlar la ejecución de todas las resoluciones de los órganos
superiores del poder popular. 2) Tomar medidas para elevar nivel económico y
cultural de la población. 3) Luchar contra la reacción y el bandolerismo. 4)
Contribuir a la conservación de los bosques, sembrados, ferrocarriles. 5)
Asegurar el usufructo de la tierra y organizar las reservas de semillas. 6)
Apoyar la cooperación agraria y contribuir a la liquidación del analfabetismo.
A su vez, en los soviets de
soldados predominaban los miembros de origen campesino. Los delegados a los
soviets de soldados eran elegidos en cada regimiento y fue muy importante su
participación, especialmente en Moscú donde los combates se extendieron durante
una semana cuando la revolución tomó el poder.
Los soviets fueron
protagonistas de hechos políticos cruciales. Los trabajadores de Rusia,
apoyados por los soldados, derrocaron al poder zarista instalado en
Petersburgo, en febrero de 1917. Con el respaldo de los obreros y los soldados
los soviets hubieran podido constituir gobierno en solitario, fueron
convencidos por la prédica de partidos reformistas para instituir un gobierno
provisional. Se inició una época de poder dual, en palabras del presidente del
gobierno provisional G. Lvov: “el gobierno provisional era un poder sin fuerza,
mientras el soviet de diputados obreros era una fuerza sin poder.” El gobierno
provisional defraudó las escasas expectativas puestas en él, continuó la guerra
contra Alemania, no decretó la jornada laboral de 8 horas, no repartió tierras,
el 60 % estaban hipotecadas por los bancos, y menos aún pudo terminar con el
desbarajuste económico. En reiteradas oportunidades las consignas enarboladas
por expresiones políticas populares exigían: “Todo el poder a los soviets”.
Hasta que el 25 de octubre de 1917 se lanzó y triunfó una insurrección popular
en Petersburgo que derrotó al gobierno provisional. El II Congreso de los
Soviets de toda Rusia, que inauguró sus reuniones la tarde de aquel día y cuyos
delegados habían sido elegidos por más de 20 millones de personas, proclamó la
transferencia de todo el poder a los soviets de diputados soldados obreros y
campesinos. El Congreso eligió un Gobierno, el Consejo de Comisarios del
Pueblo, presidido por Lenin. Los soviets cumplieron una fecunda labor, como
órganos de poder popular, hasta que la autocracia stalinista los eliminó para
instaurar la dictadura del partido-estado.
Los Consejos obreros
El bienio 1919-1920 fue una
época de fuerte agitación social en Italia, los empresarios procuraban reducir
costos disminuyendo los salarios. ¿Quién pagaría los gastos originados por la
guerra? Allí estaba la clave de la puja. Menudearon las huelgas, en 1920 el número
de huelguistas se elevó a 2.200.000.
En Sicilia, grupos de
campesinos armados ocupaban las haciendas y se repartían la tierra. Las acciones
de mayor envergadura tuvieron por escenario a Milán y Torino, aunque la marea
rebelde se extendía por todo el norte de Italia. Las empresas más importantes
estuvieron tres semanas bajo la dirección obrera.
Se crearon los Consejos
Obreros, una asamblea deliberativa de la clase trabajadora, que se proponía
facilitar la autogestión o control obrero dentro de una empresa. Un grupo de
trabajadores de la empresa actúa como “gerente”, a pesar de que el Consejo es
el que controla. Los Consejos se unen para elegir organismos superiores, con la
función de coordinar al conjunto. El Consejo Nacional debe tener delegados de
todas las ciudades, se constituye diferenciándose de los centralizados
gobiernos tradicionales.
En otoño de 1920 la lucha
obrera llegaba a su cenit, la toma del poder daba la impresión de estar
instalada en el horizonte próximo; un fenómeno recurrente: la división entre
los trabajadores causó su derrota. Antonio Gramsci había sido el impulsor de
los Consejos. En octubre de 1922 Benito Mussolini, liderando al movimiento
fascista, se instalaba en el poder. .(Manfred, 1983)
El sistema de delegados
La Yugoslavia gobernada por
el mariscal Tito trascendió a la consideración pública mundial por haber
implantado un sistema autogestionario en la producción; sin embargo, una faceta
igualmente importante, el sistema político conformado por delegados, no tuvo
igual reconocimiento.
“El concepto de sistema de
delegados no es originario de Yugoslavia. Este concepto ha sido desarrollado
teóricamente desde mediados del siglo XIX y ha sido puesto en práctica desde el
tiempo de la comuna en París en 1871, los comienzos de la revolución rusa de
octubre de 1917, en la Italia de Antonio Gramsci y en la propia Yugoslavia
a partir de la guerra de liberación nacional. Sin embargo, fue sólo en
Yugoslavia, especialmente a partir de la Constitución de 1974, que el sistema
de delegados logró ser el principio universal de organización del estado en
todos sus niveles”, sostienen Marta Harnecker y Leonardo Salas.
La democracia socialista no
hace hincapié en el individuo aislado, como sucede en las estructuras
implantadas por la democracia burguesa, sino en el ser social, en la clase
trabajadora asumiendo el protagonismo, el control y sentido de su propia vida.
De acuerdo con Miofrag Zecevic, citado por Marta Harnecker, el punto de partida
de la nueva sociedad que queremos construir “es el ser humano, no como un ser
abstracto, sino el ser humano asociado, organizado y autogestionario, vinculado
a su vez con otras personas en varias comunidades y organizaciones en las
cuales y por medio de las cuales realiza sus intereses, sus derechos y sus
deberes.”
Cuando se habla del ser
social no se niega la individualidad, sino que se enfatiza que el hombre es un
ser social, que al comportarse de acuerdo a valores sociales como la
solidaridad se va conformando como un ser humano más pleno; por el contrario el
igualitarismo, el colectivismo, es un concepto, y en algunas circunstancias una
práctica, que distorsiona lo que se pregona desde corrientes que enfatizan el
desarrollo social de la persona en armonía con sus congéneres y el entorno. El
colectivismo no atiende a las necesidades diferenciadas de los seres humanos.
El proceso de autogestión
yugoslava nace con la guerra de liberación durante la II Guerra Mundial ,
bajo la conducción de Josif Broz —más conocido simplemente como Tito— donde se
dio uno de los más interesantes esfuerzos por distanciarse del modelo
estalinista soviético y transitar por un camino propio. El modelo yugoslavo
puso desde el comienzo el acento en el tema de la autogestión como el camino
hacia el autogobierno del pueblo, ilustra Harnecker.
El mariscal Tito se propuso
recuperar las formas de autogestión y gobierno popular elaboradas por el
ingenio popular durante la guerra, consideraba que no era suficiente la
propiedad y control del Estado para que los campesinos tuvieran su tierra y los
obreros las fábricas. La herramienta política para esa construcción la llamó Liga Comunista ;
dejó de lado la clásica nomenclatura, Partido Comunista, en consonancia con su
deseo de no impulsar desde arriba, desde la dirigencia, los cambios anhelados,
sino y por el contrario dar cauce a la acción transformadora del pueblo.
“De lo que se trataba era de
impulsar un proceso de toma de decisiones por parte de la sociedad en todas las
esferas de la vida social, es decir, de un proceso de socialización de la toma
de decisiones en la que los representantes populares o delegados fueran electos
a partir de las asambleas de las comunidades y centros de trabajo. Este proceso
de autogestión empezó por las fábricas y luego se fue extendiendo paulatinamente
a todas las comunidades y organizaciones sociales y políticas, hasta llegar a
su máxima expresión, formal y constitucionalmente, en la Constitución de la República Socialista
Federal de Yugoslavia”, recuerda M. Harnecker.
Algunas características de
este sistema que se diferenció del Estado Stalinista y de la democracia
burguesa:
§
Los
delegados eran electos en lugares donde trabajaban o residían
§
Directamente
ligados a la base que los eligió: todos los delegados deben formar parte de
alguna organización de base o comunidad local organizada, éstos viven en carne
propia los problemas de su comunidad o centro de trabajo. Están directamente
ligados a la base que los eligió, la cual debe supervisar y guiar su trabajo y
prevenir su burocratización y su separación de esa base.
§
Los
electores no les transfieren derechos: Los derechos, como derechos originales,
permanecen en manos de aquellos que los eligen. Pero si bien los electores
retienen todos sus derechos y poderes, no todos son ejercitados por ellos
directamente, sino que varios de ellos se realizan a través de la gestión de
sus delegados.
§
No
son políticos profesionales: Los delgados no reciben salario, continúan
trabajando en sus respectivos puestos de trabajo y, por lo tanto, no se
transforman en profesionales de la política.
§
No
reciben de sus electores un mandato libre: Deben guiarse por las indicaciones y
decisiones adoptadas por sus electores, quienes deben evaluar su desempeño en
función de las tareas que les van asignando.
Un pasado cercano
Brasil, presupuesto participativo
En medio de entusiastas y
generalizadas expectativas asumieron en 1989 en Porto Alegre los alcaldes del
Partido de los Trabajadores ( PT ), sostenían que anhelaban gobernar de
manera diferente : con transparencia y favoreciendo a los más desvalidos. Se
esfuerzan por lograr la participación popular; el presupuesto participativo
estiman que sería una buena herramienta para el éxito de la convocatoria .
Sería la población quien decida ingresos fiscales, gastos, inversiones (
prioridades, obras, acciones ). A través de esta propuesta el PT acreció sus
simpatías; se descentralizaba en alguna medida el poder , la palabra y deseos de
la gente era escuchada y convertida en obras sin distinciones partidarias .
El presupuesto participativo
implementado en Porto Alegre se revistió de ejemplaridad, otros municipios
siguieron por la misma senda. Además se avanzó en la equidad presupuestaria,
los municipios con mayores carencias recibieron más recursos . Se crean dos
instancias de funcionamiento . Primero: el Consejo de Representantes o
Consejo del Presupuesto Participativo, dos representantes por cada micro
región, treinta y dos en total . Segundo: un Foro de Delegados, escogidos
en asambleas populares, un delegado cada diez personas presentes en la asamblea. En la
reunión del Consejo los delegados tienen voz pero no votan . Los representantes
son auxiliados en su labor por el Gabinete de Planificación, que coordina y
elabora los proyectos y la propuesta presupuestaria de acuerdo con los
lineamientos trazados por el Consejo .
Apenas comenzaron a andar el
camino cuando los proyectos desbordaron la capacidad económica de los
municipios, el desajuste (propuestas/posibilidades) abarcó todo el primer
año . Las necesidades venían de lejos, Porto Alegre era una ciudad con precaria
infraestructura; los vecinos, a su vez, no quedaban a la zaga en cuanto a
problemas a resolver: regularización de la propiedad, saneamiento básico,
puestos de atención sanitaria, transporte, escuelas . Cuatrocientas mil
personas vivían en Porto Alegre sin ser registradas, en una acentuada
marginalidad . Y hubo que sincerar la situación; se concluyó que se debía
informar a la población sobre los recursos con que se contaba para la
realización de obras, en Porto Alegre sólo el dos por ciento del presupuesto
general se podía destinar a obras . Fue al hora de la negociación y del
establecimiento de prioridades. Se confeccionó un mapa en el que constaba
el equipamiento de cada área : escuelas, puestos de salud, etc. ; se otorgaba
un puntaje de acuerdo a la cobertura . Las áreas de menor puntaje, las
más desfavorecidas recibieron una esmerada atención.
Los delegados recorrieron en
caravanas la ciudad procurando tener una información y visión más directa de
las necesidades, carencias y urgencias . Con datos de la realidad se pudo
establecer un cronograma de actividades y obras ajustado a los apremios . Los
sectores medios, clase media, se habían mostrado remisos a participar, con la
intención de incluirlos se desarrollaron los Foros Temáticos, que se enfocaron
en el tratamiento de los problemas de la ciudad como un todo y en la
sugerencia de realización de obras de mayor envergadura a erigirse en varias
regiones e incluidas en el Plan Nacional de Desarrollo. Los Foros versaron
sobre: Educación, Cultura, Desarrollo Económico y Tributación, Medio Ambiente,
Vivienda, Transporte y Vialidad , etc. . Se concluyó que era necesario diseñar
un plan plurianual de desarrollo en base a lo trabajado en los Foros .
El presupuesto participativo
mostró sus bondades como matriz de planificación Otro aspecto rescatable es el
de haber despertado la práctica del control, de la ejecución y calidad de la
obra, del uso de los recursos. Corrupción , clientelismo e intercambio de
favores, prácticas y conductas propias de la burocracia se vieron
obstaculizadas por la participación ciudadana. La experiencia resultó
alentadora desde varios ángulos: agilizó la máquina administrativa e hizo
más competente a la burocracia, dio una mirada más holística sobre los
problemas a la población ( observó y actuó más allá de lo inmediato ), se
politizaron los vecinos, se alentaron procederes transparentes y no
corruptos Como suele decir el cineasta sueco I. Bermang a veces la
mejor de las intenciones navega en aguas procelosas y naufraga, con la
decadencia del PT el presupuesto participativo fue perdiendo entidad y en el
presente con J. Bolsonaro en la presidencia resulta utópico esperar su
restablecimiento.
México, los caracoles zapatistas
Los Municipios
Autónomos Rebeldes Zapatistas son iniciativas de reagrupamiento territorial en
base a la afinidad entre sus pobladores, la pertenencia a una misma etnia, los
trabajos en común, la situación geográfica, las relaciones de intercambio . Los
caseríos y pueblos constituyen las unidades de base. Tradiciones
autogestionarias ancestrales cimentan el autogobierno, asambleas que congregan
a todos los habitantes, los consejos de responsables y representantes, las
autoridades tradicionales, los consejos de ancianos, son las distintas
instancias de discusión y toma de decisiones . No existe una profesionalización
del rol de representante, el cargo es rotativo y mientras dura la colectividad
colabora en la manutención, ya que está realizando un trabajo en beneficio del
colectivo . Es interesante como denominan el vínculo que se establece,
“encargo” es lo que la colectividad le da al representante, no lo reviste de
“autoridad” y debe “mandar obedeciendo” es decir siguiendo las orientaciones
que le proporcionara la comunidad . “Pasa la voz” es la expresión indicativa
del control que ejerce el colectivo sobre el representante, la corrupción
desciende hasta casi la inexistencia y cuando excepcionalmente se produce el
culpable debe realizar un trabajo comunitario y reponer lo que ha tomado
indebidamente .
Democracia directa en las
asambleas y representación en los Consejos Comunales . Los representantes
participan en algunas de las comisiones o comités de tareas específicas:
justicia, salud, asuntos agrarios, educación, cultura, etc. . Además, el
Consejo cuenta con sus propias autoridades: presidente, vicepresidente,
secretario, tesorero, esta instancia colegiada dio vida a los Municipios
Autónomos . Las “prácticas de buen gobierno” utilizan como metodología
preferida para resolver situaciones el “consenso” y de acuerdo con el derecho
consuetudinario optan por la reparación del daño antes que la mera sanción.
Desde los Municipios Autónomos se ha procurado atraer a pobladores y fuerzas
sociales no zapatistas alentando una dinámica de gobierno abierta y
participativa a todas las personas que comparten el territorio. Con esta
estrategia los Municipios Autónomos se constituyeron en una alternativa a las
autoridades oficiales .
Defraudados por el contenido
de la Ley Indígena
( soslayó los acuerdos previos entre gobierno y zapatistas ), en marzo de 2001
el Ejército Zapatista de Liberación Nacional rompe toda relación con el
gobierno y crea los Caracoles y las Juntas de Buen Gobierno. Los
Caracoles son las sedes de las Juntas , que constituyen nuevas instancias
de coordinación regional y lugares de encuentro de las comunidades zapatistas y
la sociedad civil nacional e internacional. Para preservar la ligazón con las
comunidades las Juntas están integradas con delegados de los Consejos Comunales
y agrupan a regiones más extensas . Se estableció una tajante separación
entre el ejército zapatista y el gobierno comunal, prohibiendo a los mandos
militares o miembros del Comité Clandestino Revolucionario ocupar cargos de
autoridad en la comunidad, en caso contrario deben renunciar a integrar la
estructura organizativa del EZLN . Con la creación de las Juntas se
procuró mejorar las relaciones entre las comunidades zapatistas y con la
sociedad civil nacional e internacional , la nueva instancia gubernamental no
ocasionó una centralización del poder ya que los Municipios Rebeldes siguieron
cumpliendo las funciones decisivas para la reproducción de la vida comunitaria.
Al igual que los Consejos, las Juntas obedecen los mandatos de las comunidades
y están sujetas a los mismos mecanismos de control .
El estilo de gobierno
zapatista ha demostrado que se puede actuar unitariamente sin suprimir las
diversidades , que es preciso apostar a la multiplicación de actores en la
transformación social , que se requiere ampliar los espacios y las formas de
intervención en el proceso emancipador . Se ha afirmado que la propuesta
zapatista encierra serios interrogantes sobre su viabilidad en sociedades más
complejas, de especialización e individualización.(Harnecker,2010,
p.p.163-169)
India, Kerala, planificación descentralizada
El ordenamiento legal
estimula la transferencia de poderes a los gobiernos locales y les otorga el
treinta y cinco a cuarenta por ciento de los recursos a estas instancias. Un
principio estructura la gestión, todo lo que se pueda hacer en el nivel
más bajo se debe hacer allí. El espíritu unitario ha prevalecido en los
gobernantes keralíes, con ese talante han logrado involucrar a la oposición en
sus labores, crearon el Consejo Guía de Alto Nivel para posibilitar la
incorporación de políticos de partidos rivales. Dirigentes de organizaciones de
masas, artistas, escritores, líderes culturales, ex primeros ministros de
gobiernos anteriores, ocuparon cargos en el Consejo.
Paralelamente funcionaban
las Asambleas Comunitarias en circunscripciones electorales de mil quinientos a
dos mil personas en edad de votar, estudiaban e identificaban los problemas más
sensibles y mensuraban los recursos materiales y humanos de que disponían.
Luego de efectuado el análisis aconsejaban las medidas a aplicar. Las
asambleas suministraron experiencia y cultura para el desarrollo de la
planificación participativa, en cada una de ellas se elegían veinte
personas que se incorporaban al Consejo de la aldea rural o al municipio
urbano. Siempre con la idea de ampliar la participación se instituyeron grupos
barriales de cuarenta a cincuenta hogares en los que se profundizaba y
complementaba lo discutido en asamblea. A iniciativa de estos grupos surgieron
los fondos rotativos de ahorro que evolucionaron para convertirse en
cooperativas de micro-créditos.
La planificación
participativa seguía varios pasos: Identificación de las necesidades que
revisten mayor urgencia, tarea a cargo de la asamblea comunitaria (procurando
una participación masiva, especialmente de mujeres ). De inmediato se ponderan
los recursos humanos y materiales, cuando se han realizado estas operaciones
emergen las propuestas o ideas/proyectos . Se crean grupos de trabajo, por
sector de actividad, compuestos por representantes electos, funcionarios
expertos y activistas, y se diseña el proyecto. Posteriormente los
representantes eligen los proyectos que serán incluidos en el Plan. Finalmente
se realiza una evaluación técnica y financiera de los planes por un equipo de
funcionarios antes de que el Comité de Planificación del Distrito los apruebe.
Estos pasos consumieron un año de trabajo colectivo, participaron tres millones
de ciudadanos, cien mil voluntarios encargados de dar soporte organizacional a
la campaña, numerosas organizaciones de masa. Se debe destacar la participación
de los voluntarios que visitaron los hogares explicando los objetivos de la
campaña y alentando a la población a inmiscuirse en el hacer comunal.
Otro tipo de voluntarios fueron los técnicos voluntarios ( ingenieros, médicos,
profesores y otros profesionales, muchos de ellos jubilados), era tan grande la
cantidad de proyectos a evaluar que la estructura administrativa fue
desbordada, y por consiguiente recurrieron a la ayuda de la población civil.
Resultaron muy interesantes los seminarios, convocados al finalizar la
campaña; del intercambio de experiencias surgieron manuales de formación,
cursos .
Los opositores a la
planificación participativa sostenían que el involucramiento de la población en
tareas públicas tendría como correlato la generalización de la corrupción
instalada en sectores de la administración nacional ; sin embargo el método
colectivo de elaboración de los planes resultó ser un eficaz antídoto contra
los vicios políticos .
Se dejó de lado cualquier
atisbo de ingenuidad y se tomaron diversas medidas. La transparencia cobró
rango de ley, todos los documentos del Plan fueron considerados documentos
públicos a los cuales podría tener acceso todo ciudadano. En el lugar donde se
realizaba una obra se colocó un mural con los datos de la misma y se señalaban
las penalidades que correspondían por el incumplimiento de alguna de las
cláusulas establecidas. En la India la selección de personas que resultarían
beneficiadas con la ejecución de una obra ha sido causa permanente de
corrupción y alianzas espurias entre contratistas y funcionarios; para
contrarrestar estas prácticas se implementaron procedimientos de selección de
beneficiarios según criterios objetivos y bajo la fiscalización popular. Hasta
las propias asambleas fueron controladas mediante la auditoria social regular,
se esforzaron para erradicar influencias nocivas en las reuniones colectivas.
Se instrumentó un Comité de
siete miembros integrado por un juez de la Corte del Estado de Kerala, dos
jueces de distrito, dos secretarios de gobierno y dos reconocidas
personalidades públicas seleccionadas en consulta a los líderes de la
oposición; el comité estaba facultado para dictar medidas correctivas y
establecer castigos si fuesen necesarios. A la par, funcionaron Comités de
Monitoreo, conformados por ciudadanos de a pie que vigilaron los procesos de
selección, ejecución y evaluación de proyectos .
En la extensa y superpoblada
India, el estado de Kerala es uno de los que ha alcanzado el nivel más alto de
desarrollo social; paradójicamente su nivel de desarrollo económico ( en
comparación con otros estados ) no es de los más elevados . La pregunta brota
espontáneamente : ¿Desarrollo sin atender a las manifiestas desigualdades
sociales? o ¿Destinar una parte importante del producto bruto interno a
resolver problemas sociales aunque se afecte al crecimiento económico?
Hoy ¿y mañana ?
La riqueza minera de
Venezuela consiste en petróleo, gas, coltán, oro; la riqueza política estriba
en Las Comunas el proyecto más avanzado en la historia institucional de la humanidad
. Entre los varios deseos inconfesados de Washington está la destrucción de las
comunas, terminar con la alternativa de mayor nivel ante el decadente capital.
En la última reunión de ministros
presidida por el Comandante Hugo Chávez la denominada Golpe
de Timón, el mandatario puso énfasis en la creación de Comunas . En
un momento del encuentro dijo: “Nicolás ( Maduro) te encomiendo esto como
te encomendaría mi vida: Las Comunas, el estado social de derecho y
justicia”. En el Altiplano se escucharon voces similares. Ante el
Parlamento de su país, en una sesión trasmitida por televisión a un auditorio
de 200.000 personas, el presidente Evo Morales, levantando un ejemplar de la
nueva constitución, sostuvo : “Proclamo el Socialismo Comunitario, y
ahora pueden matarme”. En igual sentido el vicepresidente García Linera
expresó : “Estas son las fuentes de nuestro socialismo: por un lado la
clase obrera, ciencia y tecnología contemporánea y por el otro lado,
comunitarismo, distribución comunitaria; la suma de mundo obrero y mundo
comunitario, de ciencia y tecnología contemporánea y de trabajo y propiedad
comunitaria, son las fuentes del Socialismo Comunitario”.
“Hay que tener
en mente las características definitorias del sistema comunal que Marx puso en
relieve si se quiere tomar en serio la idea de que el proyecto socialista puede
ofrecer una solución para las contradicciones de nuestros sistemas
reproductivos contemporáneos”, afirma I. Mészáros. Los principios orientadores
cuando se aspira una vida digna, equitativa, justa, honesta, inducen hacia el
Sistema Comunal como una forma idónea de organizar la reproducción
socioeconómica. El producto es general desde el momento mismo de la producción,
no requiere del dinero como mediación para adquirir cierta mediación ; cada
uno/a de los miembros de la comunidad adquiere con su trabajo una cuota del
producto social; la sociedad se torna absolutamente democrática, ya que
colectivamente se organiza el uso del tiempo y se planifica lo que se va
a producir teniendo como guía las necesidades humanas crecientes a
satisfacer ; es condición imperativa el eliminar la división jerárquica
social del trabajo .
Los principios
orientadores señalados por Marx- Mészáros requieren de una “traducción” a la
situación concreta, coyuntural, a estrategias mediadoras, históricamente
específicas y por ende cambiantes. El camino hacia la sociedad propuesta puede
requerir en su andadura un tiempo muy largo o unas pocas décadas. Se trata de
una tarea ciclópea que se debe llevar a cabo en un período de transición bajo
la hegemonía de la producción capitalista, y en la cual el Estado va cediendo
facultades pero debe lidiar con las resistencias que alza el sistema, el Estado
cumple su función “positiva” (desplazar los residuales del antiguo
régimen).
Los principios orientadores
no sólo se deben proclamar, no sólo deben enumerar las condiciones futuras de
la producción y el consumo comunal, deben demostrar la esencia positiva de la
propuesta mediante la puesta en práctica de mediaciones materiales concretas y
adaptables para ser utilizadas por las agencias emancipatorias para la
elaboración de sus programas de acción, en la práctica demostrar la
superioridad de la nueva forma de organización social.
Las características del
Sistema Comunal, citadas por Mészáros en su obra, son:
* La determinación de la actividad de vida de los sujetos que
trabajan como un vínculo necesario e individualistamente significativo con la
producción directamente general, y de la correspondiente participación directa
de ellos en el mundo de los productos asequibles.
* La determinación del producto social mismo como un producto
general, de partida inherentemente comunal, en relación con las necesidades y
propósitos comunales. No se requiere del dinero para darle cierta generalidad
al producto.
* La plena participación de los miembros de la sociedad en el
consumo comunal propiamente dicho: una circunstancia que resulta tener extrema
importancia en vista de la interrelación dialéctica entre la producción y el
consumo, sobre cuya base este último es caracterizado legítimamente bajo el
sistema comunal como positivamente `consumo productivo´.
* La organización planificada del trabajo (en lugar de su
alienante división, determinada por los imperativos autoafirmadores del valor
de cambio en la sociedad mercantil), de manera tal que la actividad productiva
de los sujetos particulares que trabajan es mediada no en una forma
cosificada/objetivada, a través del intercambio de mercancías, sino a través de
las condiciones intrínsecamente sociales del propio modo de producción
establecido dentro del cual los individuos están en actividad.
Un punto de suma importancia
es el establecimiento de un modo históricamente nuevo de mediar el intercambio
metabólico de la humanidad con la naturaleza y las actividades productivas; no
se trata de proyectar sobre la sociedad un conjunto de imperativos morales, lo
que se requiere es la articulación de prácticas materiales y formas
institucionales bien tangibles, la viabilidad de la propuesta urge ser
expresada en tareas concretas e instrumentos que le puedan servir.
El aspecto más importante
concierne a la naturaleza del intercambio en el sistema comunal de producción y
consumo. La relación de intercambio comunal implica intercambio de actividades
determinadas por las necesidades comunales y los propósitos comunales, lo cual
requiere de una democratización radical de la sociedad en todos los aspectos.
Las actividades genuinamente planificadas desde abajo no son factibles sin una
democratización profunda del modo de tomar decisiones.
Sostiene I. Mészáros
“ninguna sociedad puede funcionar sin concederle la debida atención a la
“economía del tiempo”, sin embargo se debe hacer una distinción: a) puede ser
impuesta a la sociedad y a espaldas de los trabajadores, estableciéndola de
acuerdo a los imperativos objetivos de la relación de intercambio capitalista o
pos capitalista. b) puede ser determinada por los individuos sociales
distribuyendo el tiempo disponible total de su sociedad en cumplimiento de sus
propias necesidades y aspiraciones, tal lo que ocurre en el sistema comunal.
“En las que el principio operativo es una “organización del trabajo
planificada” (planificada según las necesidades y aspiraciones de los sujetos
que trabajan), “en lugar de una división del trabajo” (que debe ser determinada
tiránicamente por las metas materiales proyectadas)- sólo puede provenir de los
individuos implicados. Porque les corresponde a ellos producir y ejercitar sus
propias destrezas para el trabajo, a la plenitud de sus habilidades, dentro del
escenario de una autogestión societaria apropiadamente medida y coordinada.
Marta Harnecker da su
concepto de lo que ella entiende por comuna:
“La comuna es un territorio
poblado en el que coexisten varias comunidades que comparten tradiciones
histórico-culturales, problemas, aspiraciones y vocación económica comunes, que
usan los mismos servicios, que tiene condiciones de auto sustentabilidad y auto
gobernabilidad y cuyas comunidades están dispuestas a articularse en un
proyecto común construido en forma participativa y constantemente evaluado y
readecuado a las nuevas circunstancias que se van creando.”
No se debe cometer el error
de fijar los límites del territorio comunal en base al número de habitantes, o
tomando en consideración la afinidad entre dirigentes, o las meras buenas
relaciones, y mucho menos aún establecerlos de forma arbitraria. Los límites se
deben fijar en base a criterios objetivos:
1.
Tradiciones
histórico-culturales comunes
2.
Problemas
y aspiraciones compartidas.
3.
Uso
de los mismos servicios (escuelas, universidades, centro de atención médica,
instalaciones deportivas, centros culturales, mercados, cines, etc.)
4.
Condiciones
de auto sustentabilidad.
5.
Condiciones
para avanzar hacia el autogobierno.
6.
Disposición
de las comunidades a articularse en un proyecto común.
Preocupación central de los
integrantes de la comuna debe ser la auto sustentabilidad, lograr disponer de
fondos propios para ir prescindiendo cada vez más de las ayudas externas,
satisfacer sus propias necesidades y sufragar sus gastos.
“ Cada comuna debería encaminarse a la construcción de un sistema
comunal de producción y de consumo con la participación de las comunidades, a
través de las organizaciones comunitarias, cooperativas, empresas de propiedad
social con orientación socialista, procesos de intercambio no mercantil y
muchas otras formas innovadoras que conduzcan a la creación de ese nuevo modelo
productivo, como expresión del poder y control popular sobre la producción,”
sostiene Harnecker.
Es imperioso elaborar un
plan de desarrollo comunal mediante un proceso de planificación participativa.
Para el trazado del plan se debe tener en consideración las características,
necesidades e intereses de la comunidad; además, se debe contemplar la
articulación entre actividades del sector primario, la transformación de la
materia prima y la comercialización de la producción a fin de generar
excedentes. Un objetivo perseguido es la creación de empresas de propiedad
comunal que empleen mano de obra afincada en el territorio comunal. Hasta que
la comuna sea autosustentable es conveniente que perciba ayuda externa.
“En cada comuna debería constituirse un parlamento comunal o poder
legislativo comunal, que sería la instancia de toma de decisiones de los
habitantes de la comuna, quienes podrían llamarse comuneras y comuneros. Este
parlamento estaría compuesto por las voceras y voceros de los diferentes
consejos comunales, de los consejos de los trabajadores y de los consejos
temáticos situados en su territorio y dispuestos a participar en la
construcción de la comuna y no sería otra cosa que la asamblea del poder
popular de la comuna,”
afirma Harnecker.
Por su parte el municipio va
transfiriendo a las comunas una parte importante de sus funciones: cobro de
impuestos, aseo comunal, mantenimiento del servicio eléctrico, mantenimiento de
los locales públicos comunales. Progresivamente la asamblea del poder popular
de la comuna deberá ir ejerciendo el gobierno comunal, los servidores públicos
que integran el gobierno podrán ser revocados.
Es importante la tarea de
apoyo que puede y debe realizar una entidad financiera de la comuna, desde el
Estado Nacional se establece un fondo de sostenimiento de la comuna hasta que
esta concrete su despegue.
Institucionalizar los
órganos y prácticas del poder popular conlleva una prédica y acción constante.
En la elaboración de la ley de los Consejos Locales de Planificación Pública,
se requiere que el sector comunitario sea un actor excluyente, aquí no debe
participar ninguna organización civil de fines capitalistas .La participación
debe ser por las áreas de trabajo social comunitarios. Ejemplo: Comité de
Educación, Salud, Ambiente, Deporte, Tierra, Cultura, Transporte,
Infraestructura, Agua potable, Energía, Seguridad Integral, Alimentación,
Economía social, Comunicación y todos los que trabajen en una área Social, que
a nivel nacional tenga un Ministerio, por ejemplo, el Ministerio del poder
popular de Educación. Igualmente se debe trabajar en la elaboración de la ley
de Participación Ciudadana y la ley de Contraloría Social. Y las Asambleas
Municipales Constituyentes, donde basados en el artículo 168 de la Carta Magna (CRBV) el
Municipio (entendido como pueblo) debe elaborar los parámetros que rigen el
funcionamiento administrativo del Municipio; es una idea manejada por los
miembros de las Comunas existentes.
Es constante el llamado a
enriquecer el proceso democrático con el involucramiento popular en la toma de
decisiones. “Debemos incrementar nuestra participación democrática, pero con
sentido revolucionario, donde los encuentros de Consejos Comunales, se
conviertan en el pan de cada día, encuentros para revolucionar ideas y
propuestas, que nos conduzcan a la creación de proyectos productivos, sociales
y políticos”, afirman voceros comunitarios.
Otras definiciones:
Consejos Comunales: conjunto de familias que viven en un espacio geográfico
específico, que se conocen entre sí y pueden relacionarse fácilmente, que
pueden reunirse sin depender del transporte y que, por supuesto, comparten una historia
común, usan los mismos servicios públicos y comparten problemas similares tanto
económicos como sociales y urbanísticos.
Consejo de Trabajadores: para hacer oír su voz y participar en la toma de
decisiones en sus centros de trabajo, los trabajadores deben organizarse no
sólo para defender sus intereses más inmediatos en sus respectivas empresas,
función fundamental de los sindicatos, sino para elevar su condición de simple
asalariado a la condición de “productor”. Como asalariados su objetivo es negociar
mejores precios para la mercancía que ellos pueden vender que es su fuerza de
trabajo. Como “productores” los trabajadores deben poder opinar y sugerir ideas
acerca de la forma en que debe llevarse adelante, de una manera más eficiente y
útil a la sociedad, la marcha de la fábrica o del servicio donde trabajan; pero
no sólo eso, deben interesarse también en discutir y tener iniciativas para que
los productos o servicios que ellos generen respondan a las necesidades de las
personas a los que están destinados y, por lo tanto, será muy importante que su
voz esté presente en las discusiones acerca de los planes locales o nacionales
más generales en relación con su área de trabajo.
Consejos Temáticos: llamamos Consejos Temáticos a las voceras y voceros de las
organizaciones que se agrupan en torno a una línea de interés o temática. Por
ejemplo, organizaciones de mujeres, de estudiantes, de la juventud, de la
tercera edad, de las personas con discapacidad, grupos en defensa del medio
ambiente, contra la discriminación racial; organizaciones que agrupan a
personas en torno a temas como: salud, educación, deportes, cultura.
Voceras, voceros: se diferencian de los clásicos representantes en el sistema
representativo. Se diferencian en que son representaciones generalmente no
rentadas, por lo que continúan ejerciendo sus tareas habituales.
En estos días de amenaza
imperial de invadir la tierra de Bolívar y Chávez el proceso bolivariano
encuentra sus raíces más sólidas en las comunas y el poder popular que de ellas
emanan.
Fuente: http://contrahegemoniaweb.com.ar/las-busquedas-en-el-arido-camino-de-la-emancipacion-los-procesos-comunales/
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