Siembra agronegocio, cosecha
inundación
29 de enero de 2019
Por Darío Aranda
Página12
Nueve
millones de hectáreas desmontadas en el Chaco Seco. La deforestación impide que
los árboles absorban agua. El resultado es el aumento de flujos de agua en
napas y superficie.
Inundación,
muertes, pérdidas millonarias, pedido de obras, imágenes de animales y cultivos
bajo el agua, lamentos y el empresariado del agronegocio que reclama subsidios.
Culpan a "lluvias extraordinarias" e invisibilizan a la acción del
hombre: en la región del Chaco Argentino se desmontaron desde 1976 casi nueve
millones desde hectáreas, equivalente a 440 veces la superficie de la Ciudad de
Buenos Aires. El 61 por ciento se dio a partir de fines de la década del
noventa, cuando comenzó a avanzar el modelo transgénico. El Gobierno recortó el
95 por ciento del presupuesto de protección de bosques y el presidente Macri
propuso "acostumbrarse" a las inundaciones.
Misiones, Corrientes y Entre Ríos sufrieron inundaciones en 2015. Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires en 2016. La Pampa, Córdoba, Tucumán, Formosa y Salta en 2017. En 2018, otra vez Salta y Buenos Aires. Argentina sufre cada vez más inundaciones y desde el sector empresario y político se responsabiliza al clima y a la falta de obras hidráulicas. "Sembramos soja hasta en las macetas y eso nos está afectando", sinceró en 2017 el intendente de Salto, Ricardo Alessandro, cuando su partido quedó bajo el agua.
La Red Agroforestal Chaco Argentino (Redaf) sistematizó datos estadísticos desde 1976 sobre la región del Chaco Seco (zonas de Salta, Formosa, Santiago del Estero, Chaco, Córdoba, Santa Fe, Catamarca, Tucumán, San Luis, San Juan, Jujuy y La Rioja). En base a imágenes satelitales junto al INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) y al Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección (LART) de la Facultad de Agronomía de la UBA determinó que desde 1976 hasta 2018 se desmontaron 8,9 millones de hectáreas. Desde la sanción de la Ley de Bosques (2007) se arrasaron 2,4 millones de hectáreas de esa región.
"A partir de la década de los 90 se produjo un acelerado proceso de deforestación, concentrado especialmente en la región chaqueña. Entre los años 1996 y 2006 se deforestaron casi tres millones de hectáreas en el Chaco Seco, principalmente con destino a la expansión de los cultivos de exportación, en especial la soja", explicó la Redaf en su informe "A 10 años de la Ley de Bosques".
La inundación de las últimas semanas afectó con más dureza a Chaco, Corrientes, Santiago del Estero y Santa Fe. Desde 1976 hasta 2017 se arrasaron1.420.938 hectáreas
en Chaco, 3.221.388 en Santiago del Estero y 142.233 en Santa Fe, detalla el
informe de la Redaf. En
2017, el entonces subdirector de Recursos Naturales de Santa Fe, Carlos
Chiarulli, reconoció que la provincia perdió el 82 por ciento de sus bosques en
sólo ochenta años (le quedan 1,2 millón de hectáreas). El principal motivo fue
el avance de la frontera agropecuaria.
Emilio Spataro, dela
organización Amigos de la Tierra Argentina
(ATA), denunció que Corrientes perdió el 75 por ciento (2,3 millones de
hectáreas) de su superficie forestal original. "En los 15 años que van de
la década del 90 a
la primer década del este siglo se destruyó el 25 por ciento del total",
precisó. Y aclaró que fue el
mismo periodo en el que avanzó el agronegocio de monocultivo forestal (pino y
eucaliptus), arroceras y la ganadería (desplazada de su zona tradicional por la
soja).
El Centro Nelson Mandela es un espacio de referencia en el estudio del desmonte en Chaco. Rolando Nuñez, su coordinador, no tiene dudas: "Hemos perdido el balance ambiental producto del avance de las actividades del hombre, fundamentalmente el avance de la frontera agropecuaria transgénica y de la ganadería", afirmó Nuñez. Advirtió que los funcionarios utilizan el cambio climático (que es un factor real) para desligar responsabilidades y aseguró que habrá cada vez más fenómenos extremos (sequías e inundaciones).
El informe “Desmontes S.A. La responsabilidad empresaria y gubernamental en la violación de la Ley de Bosques” (de Greenpeace) denuncia que Chaco es la provincia donde más bosques se destruyeron durante los últimos tres años (103.908 hectáreas ).
La organización alertó que el gobierno provincial pretende desmontar tres
millones de hectáreas del Impenetrable chaqueño.
"El árbol es una bomba extractora de agua”, explicó Ernesto Viglizzo, del INTALa Pampa. Con
más de treinta años de trabajo en la institución, remarcó las consecuencias de
eliminar el monte. Su testimonio aparece el documental-científico encabezado
por el investigador Esteban Jobbágy ("Río nuevo"), que revela la
aparición de nuevos cursos de agua en San Luis.
El documental confirma el vínculo entre el ascenso de napas, los excesos hídricos y el modelo agropecuario. Detallaron que las pasturas transpiran ("evaporan")1075
milímetros al año, mientras que cultivos como soja y
maíz sólo transpiran 680
milímetros . La diferencia de agua permanece en la
tierra, eleva la napa y facilita la inundación.
Misiones, Corrientes y Entre Ríos sufrieron inundaciones en 2015. Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires en 2016. La Pampa, Córdoba, Tucumán, Formosa y Salta en 2017. En 2018, otra vez Salta y Buenos Aires. Argentina sufre cada vez más inundaciones y desde el sector empresario y político se responsabiliza al clima y a la falta de obras hidráulicas. "Sembramos soja hasta en las macetas y eso nos está afectando", sinceró en 2017 el intendente de Salto, Ricardo Alessandro, cuando su partido quedó bajo el agua.
La Red Agroforestal Chaco Argentino (Redaf) sistematizó datos estadísticos desde 1976 sobre la región del Chaco Seco (zonas de Salta, Formosa, Santiago del Estero, Chaco, Córdoba, Santa Fe, Catamarca, Tucumán, San Luis, San Juan, Jujuy y La Rioja). En base a imágenes satelitales junto al INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) y al Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección (LART) de la Facultad de Agronomía de la UBA determinó que desde 1976 hasta 2018 se desmontaron 8,9 millones de hectáreas. Desde la sanción de la Ley de Bosques (2007) se arrasaron 2,4 millones de hectáreas de esa región.
"A partir de la década de los 90 se produjo un acelerado proceso de deforestación, concentrado especialmente en la región chaqueña. Entre los años 1996 y 2006 se deforestaron casi tres millones de hectáreas en el Chaco Seco, principalmente con destino a la expansión de los cultivos de exportación, en especial la soja", explicó la Redaf en su informe "A 10 años de la Ley de Bosques".
La inundación de las últimas semanas afectó con más dureza a Chaco, Corrientes, Santiago del Estero y Santa Fe. Desde 1976 hasta 2017 se arrasaron
Emilio Spataro, de
El Centro Nelson Mandela es un espacio de referencia en el estudio del desmonte en Chaco. Rolando Nuñez, su coordinador, no tiene dudas: "Hemos perdido el balance ambiental producto del avance de las actividades del hombre, fundamentalmente el avance de la frontera agropecuaria transgénica y de la ganadería", afirmó Nuñez. Advirtió que los funcionarios utilizan el cambio climático (que es un factor real) para desligar responsabilidades y aseguró que habrá cada vez más fenómenos extremos (sequías e inundaciones).
El informe “Desmontes S.A. La responsabilidad empresaria y gubernamental en la violación de la Ley de Bosques” (de Greenpeace) denuncia que Chaco es la provincia donde más bosques se destruyeron durante los últimos tres años (
"El árbol es una bomba extractora de agua”, explicó Ernesto Viglizzo, del INTA
El documental confirma el vínculo entre el ascenso de napas, los excesos hídricos y el modelo agropecuario. Detallaron que las pasturas transpiran ("evaporan")
El presidente Mauricio Macri afirmó el 17 de enero: "Tendremos
que acostumbrarnos a que esto (las inundaciones) va a pasar en distintos
lugares del país”. El 25 de enero, el secretario de Agroindustria y ex
presidente de la
Sociedad Rural , Luis Miguel Etchevehere firmó la declaración
del "estado de emergencia y/o desastre" para Santa Fe, Corrientes,
Chaco y Santiago del Estero por "los fenómenos meteorológicos de lluvias
intensas y excesos hídricos de este mes". En la gacetilla de prensa no
apareció la palabra "desmontes".
Sin presupuesto para bosques
La Ley de Bosques establece que el gobierno nacional debe destinar
cada año el 0,3 por ciento del presupuesto al "Fondo Nacional para el
Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos". La Redaf
denunció que en 2010 se asignó sólo el 36,5 por ciento de lo que correspondía.
En 2012 el 17,8 por ciento. En 2015 sólo se asignó el 6,1 del presupuesto
obligatorio para cuidar el monte nativo. En 2016, ya durante el gobierno de
Mauricio Macri, sólo se asignó el 5,2 del presupuesto que correspondía. Para 2019,
según información de la
ONG Vida Silvestre se asignó sólo el 4,75 por ciento de lo
que establece la Ley. Otra
forma de verlo: el gobierno nacional recortó el 95 por ciento de los fondos
para el cuidado de los bosques.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=251884
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