Los pies en la Tierra
10 de enero de 2019
Las sociedades actuales demandan cada
vez más recursos naturales, y a la hora de satisfacer estas exigencias las
ciencias geológicas ocupan un rol fundamental. Dada su importancia en el
escenario actual y futuro, la geología es considerada una carrera prioritaria y
estratégica para el desarrollo de nuestro país.
Por Mariela Lanza
Actuar científicamente en el ámbito de
la superficie y subsuelo de la Tierra, optimizar la extracción de recursos
naturales evitando el deterioro del medioambiente, y estudiar nuestro planeta
en su conformación presente y su evolución desde el pasado, no son tarea
sencilla. Sin embargo, aquellos que decidieron estudiar geología han emprendido
la aventura y el desafío de llevarla a cabo.
En la mayoría de las exigencias que se
basan en el uso del suelo y el agua, las ciencias geológicas desempeñan un
papel fundamental. En la detección de los riesgos vinculados con problemas
ambientales y la reducción de los impactos que puedan producirse, también es
una de las principales protagonistas, además de ocuparse, entre otras labores,
de estudiar los peligros naturales como volcanes, terremotos, avalanchas,
tsunamis, etc.
Existe un vínculo directo entre la
geología y el descubrimiento, la explotación y la conservación de los recursos
naturales. La minería, la energía, la geología aplicada a la ingeniería y el
ambiente, la hidrogeología y la geología ambiental, son sólo algunas de las
actividades específicas en las que pueden desempeñarse los geólogos.
Dada la importancia de éstos para las
sociedades actuales y futuras, en nuestro país la carrera de geología es
considerada estratégica y prioritaria para el desarrollo nacional. Mónica
Escayola, Coordinadora de la Licenciatura en Geología del Instituto de Ciencias
Polares, Ambiente y Recursos Naturales de la Universidad Nacional
de Tierra del Fuego (UNTDF), señala que, como los geólogos estudian algunos de
los problemas más importantes de la sociedad y nuestro planeta, “está
considerada como una ciencia prioritaria o estratégica, y es una carrera que
forma futuros profesionales en rubros de alta demanda en la sociedad.”
Si bien durante los últimos diez años
el número de estudiantes de ciencias geológicas se duplicó, aún no parece ser
suficiente. Según cifras de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) de
la Nación, casi 6 mil alumnos estudiaron la carrera de geología durante 2016,
mientras que unos 3 mil lo hicieron en 2006. A pesar de este incremento,
aún parece existir una demanda de geólogos no cubiertas por los requerimientos
actuales.
De acuerdo con Corina Risso, Directora
del Departamento de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), prácticamente toda actividad
humana necesita de un conocimiento geológico de base: “El Ingeniero para
realizar una construcción necesita de un informe del subsuelo para saber cómo
fundamentar su edificio, para sembrar se necesitan estudios del suelo y de las
aguas, la planificación urbana necesita conocer los peligros naturales
(derrumbes, flujos de lodo, sismos, erupciones volcánicas), todas incumbencias
del geólogo.”
Por un desarrollo sustentable
El nivel de concientización ambiental
que hoy existe fue provocando un aumento de las acciones de prevención y
conservación del entorno. Acciones que muchas veces se limitan a una tarea
paliativa de los efectos producidos por la contaminación del medioambiente. Por
ello, uno de los desafíos actuales en este terreno es la mayor intervención de
las distintas disciplinas científicas y técnicas, entre las cuales, las
ciencias geológicas ocupan un lugar fundamental dado que constituyen el soporte
físico sobre el que operan las acciones.
Sergio Georgieff, docente e
investigador de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional
de Tucumán (UNT), declara que la geología es una parte esencial de los estudios
ambientales, “desde el sustrato que funciona como la base del ambiente hasta
los procesos naturales que intervienen”. Advierte, a su vez, que el cuidado
ambiental es un tema que las empresas han comenzado a ver de manera
responsable: “Las políticas de uso racional están equilibrándose con el
concepto de uso sustentable (…). La nueva generación de profesionales está
comprometida con el ambiente, el uso y también la deposición responsable de los
materiales derivados de la explotación. “
La geología y el medio ambiente,
entonces, están más vinculados de lo que comúnmente se cree. Así lo entiende
Escayola al anunciar que “el estudio de las condiciones ambientales del pasado
muchas veces ofrece herramientas que permiten interpretar y comprender
situaciones ambientales actuales, y la ciclicidad y la recurrencia de procesos
naturales. El conocimiento de estos procesos es fundamental para poder evaluar
problemáticas futuras y planificar las acciones necesarias.”
En este sentido, la Directora del
Departamento de Geología de la Facultad de Tecnología y Ciencias Aplicadas de la Universidad Nacional
de Catamarca (UNCA), Fátima Vilches, resalta que el propósito de la institución
de educación superior en la que trabaja es formar profesionales “con principios
éticos y socialmente responsables, para que desempeñen un papel importante en
la evaluación y la mitigación de riesgos geológicos que impactan a la sociedad,
en la prospección de minerales metálicos y no metálicos, y en la búsqueda de
agua subterránea e hidrocarburos. Todo esto bajo la premisa de una explotación
responsable de los recursos naturales no renovables y dentro del marco legal.”
El sueño del autoabastecimiento energético
La producción de los recursos
energéticos es unos de los ámbitos fundamentales donde se desarrollan los
geólogos. En nuestro país, la producción de hidrocarburos ha
experimentado un aumento a partir de la explotación del yacimiento Vaca Muerta,
una formación geológica del período jurásico ubicada unos 3000 metros bajo tierra
y que se extiende 30.000 km2 por debajo de Neuquén, parte de Río Negro, La
Pampa y Mendoza.
Fue un geólogo quien descubrió, hace
casi 90 años, la presencia de una nueva roca generadora, y en 2011 se confirmó
esta investigación. Desde entonces, los geólogos son protagonistas activos de
los estudios, la exploración y la explotación que allí se realiza.
Ahora bien, ¿cuál es el potencial que
hoy refleja Vaca Muerta para nuestro país? ¿Qué significa en términos
energéticos? En pocas palabras, Vaca Muerta tiene un enorme potencial
para la obtención de gas y cuenta con importantísimos recursos de petróleo.
Escayola analiza que, “desde el punto de vista del potencial no convencional, la formación Vaca Muerta
se destaca por su gran extensión regional (…) y excelentes indicadores
geológicos que hacen que los recursos hidrocarburíferos relacionados
manifiesten un relevante potencial para las rocas generadoras o rocas madre”.
“El potencial para desarrollar Vaca
Muerta -continúa-, dada su magnitud, ha posicionado al Gobierno Nacional ante
la posibilidad de lograr el autoabastecimiento energético, definido como aquel
país que exporta más de lo que compra a mercados extranjeros”.
La historia de nuestro país en términos
de producción de hidrocarburos no siempre ha sido igual. Carlos Falcón, docente
e investigador de la UNT, recuerda que, a partir de 2010, se descubre gas no
convencional asociado a arenas compactas en el área Aguada Toledo–Sierra Barrosa,
y luego se sumaron los descubrimientos de YPF de Estación Fernández Oro, Río
Neuquén y Rincón del Mangrullo, entre los más destacados. “A estos importantes
descubrimientos se suma recientemente el aporte de gas natural proveniente de
Vaca Muerta, con lo que se consigue un potencial de recursos de gas no
convencional que ubica a la Argentina “segunda en importancia a nivel mundial
luego de China. La producción a partir de estos reservorios no convencionales
(…), indudablemente constituye el futuro de la producción de hidrocarburos de
la Argentina, hecho inesperado e insospechado a fines del siglo pasado.”
Así, el crecimiento de la producción de
los recursos energéticos está ligado, sin duda, al desarrollo del yacimiento
Vaca Muerta, que, según relata Falcón, en junio último “mostró un incremento
del 162% en la explotación de gas y del 54% en petróleo, contra igual mes de
2017. El incremento de la producción nacional de gas y petróleo a partir de
Vaca Muerta es una realidad, y constituye una alternativa real y concreta para
alcanzar el tan necesario y anhelado autoabastecimiento energético del país.”
Sin embargo, Falcón advierte que aún resta vincular el “gas producido a partir
de Vaca Muerta con la generación de energía en plantas térmicas, para
reemplazar las importaciones de gas y combustibles líquidos actuales.”
Energías alternativas
La exploración minera es otro de los
ámbitos donde intervienen los geólogos. En esta actividad, el litio ha ganado
protagonismo durante los últimos años por su amplio uso en diversas áreas
tecnológicas, como las baterías de muchos dispositivos electrónicos:
computadoras, celulares y tablets.
Vilches explica que “la escasez de los
combustibles fósiles, el vertiginoso incremento demográfico a nivel mundial y
la necesidad de incluir prácticas y tecnologías más limpias para desacelerar el
proceso de calentamiento global, hacen que el mundo deba incluir energías
alternativas que permitan el normal desarrollo de los pueblos. En este sentido,
la acumulación de energía resulta clave en cualquier proyecto energético y
también en el contexto tecnológico que demanda baterías de mayor duración para
los dispositivos electrónicos”.
La Directora del Departamento de
Geología de la UNCA resalta, además, que el litio tiene diversas aplicaciones
prácticas: “Es empleado en los reactores nucleares, las bombas de hidrógeno, la
metalurgia, los submarinos y las naves espaciales para la purificación del aire
ambiente eliminando los residuos de la respiración humana. También tiene
importantes usos medicinales, entre otros.”
En cuanto al lugar que ocupa nuestro
país en la producción de este mineral, Risso señala que, en el año 2015, “el
49% de la producción de litio mundial vino de Sudamérica. Australia es, al
momento, el mayor productor mundial, le siguen Chile, China y Argentina, y
Bolivia aún no explota el salar de Uyini. La Directora de la UBA agrega que
“Argentina, Bolivia y Chile –el denominado Triángulo de litio- concentran el
85% de las reservas mundiales, y Catamarca y Jujuy son las provincias que más
lo producen”.
Roberto Lencina, geólogo investigador y
docente de la
cátedra Evaluación Económica de Proyectos de la UNT,
especifica que el litio tiene la capacidad de almacenar energía, hecho que lo
convierte en “un elemento estratégico con relación a la actual demanda que
existe a nivel global, debido al cambio de paradigma en cuanto a las energías,
de no renovables (gas-petróleo) a las renovables, las cuales requieren de
sistemas de almacenaje ya que no se producen de manera continua.”
“Si en el inicio, las baterías de litio
respondían por el 6% de su demanda, hoy bordea el 35% del total. Para 2021 se
espera que el 59% de la demanda se destine a baterías de automóviles y
dispositivos electrónicos. Cada teléfono inteligente requiere entre dos y tres
gramos de litio, un computador portátil 30 gramos , mientras que
una tableta necesita unos 18
gramos de litio. Para la fabricación de autos, el uso de
litio varía de entre 1,6 a
22,6 kilos. La tasa de crecimiento anual de las ventas de vehículos eléctricos
se estima en 12,6%, los cuales podrían alcanzar los 4,5 millones de unidades al
2021” ,
concluye Lencina.
Así las cosas, el litio se ha
convertido en un recurso fuertemente solicitado a partir del desarrollo de
energías renovables, y la explotación de las reservas del mismo es uno de los
ejes de la agenda minera actual, ámbito protagonizado, sin duda, por los
geólogos.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/167305-los-pies-en-la-tierra
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