Puelmapu:
Genocidio y resistencias en la tierra del este.
27 ENERO, 2019
Por
Con la escritura, la lengua, la historia y la pólvora
propiamente dicha, el Estado Argentino durante 200 años de historia ha
perseguido e intentado borrar al pueblo mapuche. Desde las campañas previas
hasta la campaña de genocidio: Conquista del Desierto, y desde la privatización
de sus tierras ancestrales hasta el asesinato, encarcelamiento y extradición de
sus referentes actuales, el pueblo mapuche en Pulmapu ha resistido, la cultura,
la lengua, la organización política y la tradición que se supo conservar hasta
al día de hoy dan cuenta de una inmensa sabiduría ancestral que hoy sustenta la
resistencia mapuche.
Desde una perspectiva winka, el punto de partida de la
historia en Puelmapu siempre es la Conquista del Desierto, sin embargo, Roca no
fue ni el primer enemigo del mapuche ni la primera vez que estos aparecieron en
La Historia.
Es importante aclarar que las fuentes de las que provienen gran
parte de lo que conocemos hoy sobre la historia de este pueblo son crónicas de
viajeros, sacerdotes y militares europeos con una impronta etnocentrista y de
desprecio, a pesar de que a diferencia de otros pueblos como los selk’nam, este
pueblo sí cuenta con mujeres y hombres que pueden y tienen que decir sobre su
pasado. Producto de estas fuentes surgieron dos afirmaciones que predominan en
el sentido común respecto a este pueblo ancestral: “los mapuches vinieron de
Chile” y “recién luego de la Campaña al Desierto hubo mapuches al sur del río
Limay”.
Wallmapu es un territorio previo a los conceptos de división
política que convierten a las extensiones de un lado y del otro de la
cordillera en dos Estados diferentes. Una de las explicaciones a esto se basa
en uno de los conceptos base de la cultura occidental: la homogenización.
A las diferentes formas de nombrar a los lofche (forma comunitaria de vida mapuche) en
base al territorio que ocupaban -en el norte, los pikünche;
en el sur, los williche; en el llano, los wenteche;
en el este, los puelche; y, en el mar, los lafkenche–
se las fusionó en el nombre Araucano, gentilicio de los habitantes de la
península de Arauco (nombre que también fue puesto por los españoles) porque
los colonos no podían pronunciar la palabra ragkoche.
Por otro lado, no es necesario dar demasiadas explicaciones para
entender que un pueblo que realizaba intercambios comerciales y tenían sus
propias formas de organización social y política, necesitaba de un amplio
desarrollo territorial en todo lo que intencionalmente llamaron “desierto”. En
los estudios arqueológicos de Adan Hajduk se halló cerámica Pitrén (mapuche),
que datan del año 1000, en el oeste de La Pampa y en el este de Neuquén. Por
otro lado, en su investigación con fuentes originarias, Adrián Moyano,
periodista del periódico mapuche Azkintuwe, sostiene que la historia de la
resistencia mapuche debe pensarse desde 1536, sólo 44 años luego de que Colón
desembarque a más de 6.900
Km . de Furiloche (Bariloche ),
cuando Pedro de Mendoza funda el Puerto de Nuestra Señora María del Buen Ayre.
Un ejemplo de esto es la
familia Gualmes que se trasladó a las cercanías de Furiloche
en 1895 desde Colmallo, 120km. al este del río Limay, cuando Pedro Gualmes
tenía ya 43 años.
El Estado-Nación frente a las otras naciones.
En 1869, en el mapa con los límites geográficos de Argentina que
presentó Nicasio Oroño al Congreso de la Nación, la Patagonia no formaba parte
del país. Los pueblos originarios no formaron parte del primer censo nacional
debido a que no estaban sometidos al gobierno central. Tres años después parte
de este territorio fue sede de la batalla entre las huestes del cacique
Calfulcurá, quien sostenía una política de enfrentamiento con otros referentes
mapuches, y el ejercito argentino entre los que se encontraban los lonkos Coliqueo y Catriel, mapuches al mando
de una fracción originaria. Una lectura posible de esta batalla es que en esa
época las alianzas correspondían más a una necesidad política que a una
hegemonía étnica.
En 1878 el general Julio Argentino Roca, lanzó el plan base para
convertir a Argentina en el reservorio de alimento para las potencias
imperiales siguiendo los designios de la Sociedad Rural Argentina ,
creada en 1866. Para esto, era necesario controlar grandes extensiones de
tierra que en ese momento eran controladas en su gran mayoría por las
diferentes lofche. Resultado de esto fue el ya
conocido genocidio de pueblos originarios que partió y desapareció a muchas
familias mapuches. El Informe Oficial del Ejercito Argentino dice que fueron
14.000 los guerreros que resultaron muertos o prisioneros durante este período.
Hasta hace pocos años atrás el cuerpo del lonko Inacayal,
que había sido llevado al museo de Ciencias Naturales de La Plata y exhibido
vivo, era una pieza más de este museo. El mismo año en que comenzó la campaña,
se crea la gobernación de la Patagonia que no se encontraba dentro del
territorio nacional años atrás, extendiendo el límite hasta al sur de la
provincia de Tierra del Fuego.
La estrategia que utilizó en esta campaña el Ejercito Argentino
no fue la de los grandes combates a campo abierto sino que mandaban pequeños
grupos que se desprendían del grupo principal y así saqueaban, asesinaban y tomaban
posesión de las tierras. Esta campaña abatió a nombres importantes para la
política mapuche, muchos fueron asesinados pero otros fueron tomados
prisioneros y llevados a la isla Martín García , en ella Los primeros
desaparecidos del Estado Argentino.
No siguió el mismo destino el lonko Saygüeque, hijo de Chocorí, un
importante cacique manzanero, quien murió de viejo en unas tierras negociadas
con Roca a cambio de su rendición. Su nombre cristian o,
Valentín, proviene del pacto de su familia con el entonces gobernador de Buenos
Aires, Valentín Alsina. Sin embargo, según las costumbres mapuche esto no
otorga el lugar de lonko, para serlo es necesario demostrar ciertas virtudes.
La suya fue la utilización de una estrategia diplomática para entablar pactos y
acuerdos con los fortines criollos. El archivo de la Gobernación Indígena
de las Manzanas, proyecto de autonomía que lleva a cabo, que tenía los
documentos sobre la diplomacia y la economía de la región fueron saqueados por
la Campaña de Roca en 1881.
En 1883 en el territorio de lo que
hoy es la provincia de Neuquén se produce el “Combate de Apeleg” conocido como
uno de los últimos enfrentamientos entre la resistencia al mando de Saygüeque e
Inacayal y el Ejercito Argentino. El resultado de esta sangrienta persecución
fue de treinta muertos y 3200 personas que se entregaron en el fortín de Junín
de los Andes. Luego de esto se produce en el paraje Súnica el último gran
parlamento de lonkos que aún resistían sin entregarse y
finaliza con la captura de prisioneros producto de la Campaña de Lino Oris de
Roa.
Otra de las estrategias que tomó la Organización Nacional
fue de corte cultural e histórica. Para erradicar la historia mapuche y
originaria convirtieron al cristian ismo
a todos los sobrevivientes cambiándoles el nombre, signo de identidad
originaria, por nombre españoles.
Ciertos desiertos desiertos.
Como una premonición, el nombre de la
campaña encabezada por Julio A. Roca, dejó las antes tierras pobladas por
distintos pueblos originarios en su mayoría vinculados a los mapuches,
despobladas y despojadas de todo indicio de cultura y organización política.
Este nuevo panorama dio la posibilidad de conformar grandes latifundios en
Neuquén, Río Negro y Chubut que fueron entregados y apropiados por capitales ingleses
como la
Argentine Southern Land Co.
Esta compañía llegó a poseer antes
del siglo XX más de 585.000
ha . lo que le dio la posibilidad de manejar negocios en
gran parte del territorio patagónico en asociación con otras empresas
británicas. Este despojo se hace evidente cuando se observan los nombres de
algunos de los territorios concedidos: Canu Lafquen, Rucu Luan, Pilcañeu, Epu
Lafquen, Huanu Luan, Maquinchao, Fofo-Cahuel, Cholila y Leleque, entre otros.
Hoy en día la gran mayoría de esas tierras son, según el Estado Argentino,
propiedad del grupo Benetton.
Entre 1911 y 1914 se crean las Policías Fronterizas, fuerzas
represivas especiales con jurisdicción sobre las zonas cercanas a la cordillera. Su
objetivo eran las poblaciones mapuches y se las atacaba en pequeñas partidas
que daban golpes con el fin de aterrorizar, capturar personas y recursos y
mantener el control del territorio.
Pero en la vida de los que no tienen
nada, empezar de nuevo se vuelve una competencia que se hereda de generación en
generación. Es así que muchos pueblos lograron establecerse y desarrollar la
ganadería exitosamente a pesar del constante boicot del estado. Algunas de
estos pueblos lograron ser reconocidos legalmente como colonias, como la Colonia Pastoril Aborigen
Cushamen, como “reservas” o con permisos precarios. En 1937 en Nahuelpan,
producto de la presión de los terratenientes en el marco de la crisis económica
se produjo un desalojo que expulsó a 360 personas.
Mantener la esencia.
El comienzo del nuevo siglo no trajo para los pobladores de
Puelmapu una visión de expansión y esperanza, las comunidades que se lograron
asentar y recuperar territorios son constantemente atacadas por la Gendarmería,
la Prefectura, el Ejercito, los jueces y el ejecutivo. En los últimos años
comunidades como Vuelta del Río, Paichil Antriao o las Puf Lof en Resistencia
del Departamento Cushamen han sido constantemente atacadas y resistidas.
La
desaparición forzada de Santiago Maldonado en Cushamen y el asesinato a sangre
fría del weichafe Rafael Nahuel en la comunidad Lafken Winkul
Mapu, como al persecución política seguida de extradición al lonko Facundo Jones Huala dan cuenta de que el Estado
Argentino no piensa reconocer los derechos del pueblo mapuche sobre estas
tierras ancestrales. Hoy en día algunos de los territorios libres controlados
por el pueblo mapuche son: Newwnkura, Kaxi Payiñ, Campo Maripe, Wirkalew,
Motoco Cárdenas, Cahsun, Pulgar, Pu Lof en resistencia de Cushamen,
Calfullanca, Prane, Pillan Mahuiza, Vuelta del Río y Lafken Winkul Mapu.
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