Desertificación, sobrepastoreo y
pérdida de la biodiversidad en la Patagonia
Mediante el empleo de un modelo de simulación, investigadores
argentinos encuentran que la extinción de especies de plantas debida al
sobrepastoreo ovino en la estepa patagónica, incide en la disponibilidad de
agua y genera sistemas ecológicos menos productivos.
(Agencia CyTA – Instituto Leloir)-. Los procesos de degradación de la vegetación involucran cambios
en la abundancia y composición de especies que eventualmente pueden determinar
la pérdida o extinción local de especies. Un estudio, publicado en la edición
del 24 de septiembre de la revista científica Oecologia, apunta a determinar el
impacto de la perdida de especies de plantas sobre la transpiración de la
estepa occidental patagónica.
En los ecosistemas áridos de la
Patagonia, el sobrepastoreo ligado a la ganadería ovina es el principal factor
responsable de la degradación de la vegetacion, indicó a la Agencia CyTA el
doctor Santiago Verón del Instituto de Clima y Agua (INTA) y del CONICET. Junto
con los investigadores José Paruelo y Martín Oesterheld – del Laboratorio de
Análisis Regional y Teledetección de la Facultad de Agronomía de la UBA y
también del CONICET-, Verón realizó una investigación que sugiere que en la
estepa occidental patagónica, “la extinción de especies de
plantas debida al sobrepastoreo ovino genera sistemas que son establemente
menos productivos, es decir, no sólo disminuye la productividad promedio de la
vegetación sino que estos sistemas degradados también pierden capacidad para
responder a cambios interanuales en la disponibilidad de agua”.
Los investigadores llegaron a esta
conclusión a partir de resultados obtenidos mediante numerosas corridas de un
modelo de simulación realizadas en varias computadoras. “Un modelo es
básicamente una simplificación de un sistema. Un modelo se construye a partir
de un conjunto de hipótesis sobre cuáles son y cómo interactúan los principales
componentes del sistema ecológico en el que conviven diferentes especies. En
nuestro trabajo utilizamos el modelo DINAQUA desarrollado por José Paruelo y Osvaldo
Sala –actualmente en la Universidad de Brown, Estados Unidos– para simular la
dinámica del agua en la estepa patagónica. DINAQUA simula la evaporación desde
el suelo, el drenaje profundo y la transpiración de hasta 10 especies de
plantas de manera diaria”, explicó Verón. Y agregó que el modelo utiliza
información del suelo y datos de temperatura, precipitación y radiación solar a
escala diaria, entre otros factores.
Cada especie esta caracterizada por una
serie de parámetros como tasa de transpiración, y distribución vertical de
raíces, entre otras características, destacó Verón. Y continuó: “El modelo de
simulación permite estimar la proporción de la precipitación que se pierde
debido a la evaporación desde el suelo, a la transpiración de las plantas, o al
drenaje profundo (fuera del alcance de las raíces). En sistemas limitados por
agua conocer estos flujos de pérdida de agua resulta fundamental ya que están
asociados a procesos clave como la recarga de acuíferos (drenaje) a la
productividad de la vegetación (transpiración) o a la partición de la energía
solar en calor sensible y calor latente (evaporación) ”.
El uso de un modelo de simulación “nos
permitió además investigar la importancia relativa de diversos factores como la
capacidad de las especies remanentes (no extinguidas) de compensar la biomasa
perdida debido a la extinción de especies por sobrepastoreo, y la diversidad
funcional, un estimador de cuan distintas son las especies en término de los
atributos que afectan su desempeño tales como tasa de fotosíntesis, resistencia
a la sequía, y momento del año en el que están activas”, puntualizó Verón. Y
agregó: “Asimismo en este trabajo nuestra intención fue aplicar el marco
conceptual desarrollado para el estudio de la relación diversidad, funcionamiento
y estabilidad del ecosistema con una situación más realista y, desde el punto
de vista ambiental, diferente a la comúnmente estudiada.”
Ya lo decía Darwin
La noción de que la biodiversidad puede
afectar el funcionamiento, por ejemplo el intercambio de materia y energía con
el medio y la estabilidad del funcionamiento de un ecosistema se remonta a
observaciones de Charles Darwin en “El origen de las especies por medio de la
selección natural”, destacó Verón.
Desde que Darwin
formulara su teoría, “se han acumulado evidencias que sugieren que a mayor
diversidad de plantas aumenta tanto el funcionamiento del ecosistema como su
estabilidad”, explicó Verón. Y agregó: “La noción de que la diversidad de
especies podría aumentar la productividad y la estabilidad de los ecosistemas
posee enormes implicancias en la relación del hombre con la naturaleza.
Históricamente las actividades humanas han simplificando los
ecosistemas con el objetivo de satisfacer la demanda de alimento, fibras y más
recientemente combustibles líquidos. Estas alteraciones implican una
disminución de la biodiversidad que ha sido objetada debido a consideraciones
éticas (visión biocéntrica) o estéticas. Sin embargo el hallazgo de una
relación positiva entre biodiversidad, productividad y estabilidad ha colocado a la biodiversidad como un elemento fundamental en si
mismo para satisfacer los requerimientos humanos.”
En la naturaleza el proceso de
extinción de especies raramente ocurre de manera aleatoria sino que sigue un
patrón determinado, indicó Verón. “Debido a ello los fundamentos de la relación
positiva entre biodiversidad, productividad y estabilidad del ecosistema fueron
recientemente puestos en duda. Nosotros utilizamos un modelo de simulación de
la dinámica del agua para comparar cómo cambia la tasa de transpiración (y su
estabilidad interanual) de la comunidad vegetal de la estepa patagónica a
medida que se extinguen las especies siguiendo el orden observado por
sobrepastoreo con respeto a cualquier otro orden posible”, destacó el investigador
del CONICET.
Según la bibliografía y observaciones
de expertos en la estepa occidental patagónica el orden de extinción de
especies por sobrepastoreo sería la siguiente: Adesmia lotoides (Hierba
perenne), Gilia lacinata (Hierba anual), Callandrina patagonica (Hierba
perenne), Hordeum comosum (pasto), Bromus pictus (pasto), Poa ligularis
(pasto), Adesmia volckmanni (arbusto), Mulinum spinosum (arbusto), Stipa
speciosa (pasto) y Senecio filaginoides (arbusto).
“Estos resultados no sólo mejoran
nuestra comprensión del fenómeno de desertificación de la estepa patagónica
sino que además tienen implicancias para el manejo de estos sistemas”, concluyó
Verón.
Fuente: http://www.oei.es/historico/divulgacioncientifica/reportajes_443.htm
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