Presentación
de La tarea americana de
José Carlos
Mariátegui*
Por Héctor Alimonda
(…)La crítica al modelo de desarrollo seguido por el Perú
y la desconfianza en relación con sus posibilidades futuras, la incorporación
de valores éticos como organizadores de la crítica económica y social de lo
realmente existente y como predicados esenciales para la formulación de modelos
alternativos de modernidad, el enraizamiento del
socialismo en tierras americanas a partir del pasado indígena, la recuperación
de formas comunitarias de vida y de organización de la producción como parte
sustancial de ese socialismo latinoamericano a ser inventado: creemos
que hay allí delineados temas absolutamente contemporáneos, abiertos para el
diálogo con nuestros desafíos de los días actuales.
Es
claro que en la aceptación de la modernidad como valor y la crítica de sus
configuraciones y procesos en el Perú, la identificación con las luchas y
objetivos de los sectores populares, incluyendo la participación en sus
procesos organizativos y el registro de sus experiencias, o en la recuperación
del pasado y del presente indígena como componente central de un proyecto de
reconstrucción social, está implícita una disposición epistemológica y política
que tiene estrecha afinidad, aunque diferenciada en su discursividad, con las
preocupaciones del pensamiento social latinoamericano contemporáneo que se
ubica en la resistencia a los procesos de mercantilización de los seres humanos
y de la naturaleza.
Entre tantos pionerismos de José Carlos Mariátegui, no fue
el menor su desconfianza en que las condiciones
políticas y sociales peruanas fuesen revolucionadas apenas en función del
desarrollo económico. Hubo en él una percepción crítica de lo que hoy
denominamos «modelo de desarrollo», incomparable en su época, y que tiene total
correspondencia con la crítica al crecimiento económico insustentable como
paradigma de modernidad. Mariátegui advirtió que el desarrollo de las fuerzas
productivas no implicará automáticamente en la evolución de las condiciones
políticas y sociales en un sentido favorable a las clases populares. Será
necesaria la crítica a los modelos productivistas de organización de la
sociedad, teniendo como centro una concepción ética de la modernidad, que
subordine a las consideraciones del lucro y de la tecnología. La
definición de esos modelos de desarrollo y de sus opciones estratégicas es
función de conflictos de poder, y es por eso que la ecología humana, que es
social, es también política. Para Mariátegui, no hay determinaciones estructurales
que establezcan unívocamente las identidades políticas de los sujetos sociales,
ni la potencia y dirección de sus trayectorias. Un proceso revolucionario, en
todo caso, se vincula con la posibilidad de articulación de actores
diferenciados, especialmente en presencia de situaciones geo-sociales altamente
heterogéneas, como en la región andina. La
transformación profunda del Perú pasaría, para Mariátegui, por la conformación
de una amplia confluencia de sectores populares enfrentados con las consecuencias
del modelo de desarrollo. Allí tendría un papel preponderante el campesinado
indígena, dada su importancia cuantitativa en relación con el reducido
proletariado, poniendo en primer plano la cuestión de la tierra. Pero también
participarían sectores medios
urbanos, portadores del nuevo proyecto de modernidad.
Esto suponía, entonces, que el problema de la constitución de un
sujeto revolucionario plural sólo podía resolverse mediante una intensa actividad hegemónica, la
reforma intelectual y moral que Mariátegui se propuso desarrollar, y donde
Amauta y sus publicaciones conexas eran herramientas estratégicas. El sentido
oculto pero decisivo del proceso revolucionario estará entonces en su carácter
molecular, en una operación cuidadosa sobre corazones y mentes (lo que Gramsci
llamaba «el momento ético-político»), que permite acumular fuerzas y sostener
posiciones críticas, al mismo tiempo que se elaboran alternativas. Por otro
lado, si esa combinación hegemónica se fundamenta y debe dar cuenta de las condiciones
extremas de heterogeneidad de la formación social (que es
histórico-estructural, pero es también territorial), debe constituirse como un
espacio posible de inter-discursividad, y al mismo tiempo como una articulación
entre diferentes temporalidades. Ya no se trata, como en el marxismo
«normatizado», de un transcurrir lineal de la historia según el guión de un
progreso inexorable y sobrehumano.
En la propuesta de Mariátegui, el pasado tiene sentido y
potencialidad crítica en relación con las perspectivas utópicas del orden
presente. Vinculado sin saberlo a una tradición crítica que viene desde Herzen
y los populistas rusos, Mariátegui percibió la posibilidad de una combinación
de historicidades diversas, ante el bloqueo de alternativas transformadoras en
el orden periférico. El socialismo, la forma social del futuro, tiene raíces en
la tradición americana, y es viable justamente a partir de la identidad
indígena, asentada en la experiencia vital real de formas comunitarias de
relaciones sociales, inclusive en territorios urbanos. No se recupera el pasado
por el pasado mismo, sino en articulación con proyectos alternativos de
modernidad. La crítica de Mariátegui se instala en el lugar fronterizo de una
«transmodernidad» (Dussel, 1995), que no reniega de las posibilidades
emancipatorias de la modernidad, pero que impugna sus resultados concretos
desde el punto de vista ético. A lo largo de los años, la figura de José Carlos
Mariátegui se fue transformando en un mito. Es cierto que varios factores se combinaron
para que eso sucediera: su muerte en plena actividad, la vitalidad entusiasta
que transmiten sus escritos, su activa militancia y su compromiso político, la
desmoralización y el desprestigio de sus críticos. Quizás la única forma de
aprovechar integralmente su herencia sea proceder a una lectura crítica y
selectiva de su obra, sin erigirla, a su vez, en un texto sagrado.
Río de Janeiro/Lima, septiembre de 2008.
*Mariátegui, José Carlos La tarea americana. - 1a ed. - Buenos Aires : Prometeo Libros: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales - CLACSO, 2010
*Mariátegui, José Carlos La tarea americana. - 1a ed. - Buenos Aires : Prometeo Libros: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales - CLACSO, 2010
Fuente: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/coediciones/20120611115450/Mariategui.pdf
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