Otra energía es
posible
5 de marzo de 2013
Observatorio Petrolero Sur (OPSur)
Los días 6 y 7 de diciembre
más de 30 organizaciones del país y del Cono Sur nos reunimos en Buenos Aires
para compartir, reflexionar y acordar acciones frente a las consecuencias que
genera la industria hidrocarburífera. Provenimos de diferentes orígenes
(ambientalistas, trabajadores, campesinos, comunidades de pueblos originarios,
asambleas, organizaciones sociales y cristianas) pero enfrentamos la misma
realidad común:
– La
contaminación del suelo, agua y aire que afectan la salud humana, destruye los
ecosistemas, cambia el clima y va en contramano de la vida digna presente y
futura.
– La
descalificación, negación y represión de las comunidades afectadas por parte de
las empresas y el Estado.
– La
parcialidad en el sistema judicial, que actúa con celeridad cuando las demandas
son impulsadas por empresas y gobiernos, y condena a la parálisis las promovidas
por indígenas, campesinos y comunidades afectadas; al tiempo que desestima
valiosos instrumentos jurídicos que garantizan derechos colectivos.
– La exclusión
en los mecanismos de decisión y participación de las políticas públicas.
– La ausencia
total del Estado frente a la garantía de nuestros derechos humanos
constitucionales (a la vida digna, al ambiente sano, a la consulta previa, al
acceso a la información pública, a la protesta, entre otros).
– La promoción
de industrias extractivas sin ningún tipo de reparo por parte de los Estados
provinciales y Nacional.
– La
connivencia de los gobiernos en la aprobación de acuerdos que benefician
económicamente a las empresas, en desmedro de los derechos laborales.
– Condiciones
de trabajo deshumanizantes que favorecen las adicciones, desarraigo (pérdida de
lazos familiares) y violencia. Se crean así escenarios propicios tanto para el
juego como para negocios ilegales como la trata de mujeres y niñas para la
prostitución y la venta de estupefacientes.
– La promoción
deliberada de la exploración y explotación en yacimientos no convencionales,
utilizando la técnica conocida como fractura hidráulica o fracking, sin tener en
cuenta que es experimental y ha causado graves contaminaciones de agua, tierra y
aire en los países donde se ha implantado -motivando su prohibición y
moratorias.
– La imposición
de un modelo productivo excluyente sobre nuestros conocimientos y territorios;
donde se prioriza la energía para los sectores urbanos y concentrados en
desmedro del acceso universal a los sectores populares.
– La
mercantilización de los bienes públicos naturales y comunes.
– La falta de
políticas públicas que reparen los daños ambientales causados, eviten los nuevos
y planteen una transición energética basada en tecnologías renovables y
sustentables con participación popular.
De esta manera,
se conforma el Encuentro
Por Otra Energía (EPOE)
en base a los siguientes puntos:
– Potenciar
mediante la educación, la comunicación y la unión, los esfuerzos de las
comunidades en resistencia, trabajando desde una visión integral, tanto de
nuestros derechos individuales y colectivos como de nuestros territorios.
Reivindicamos la resistencia en el freno a la expansión de la industria
hidrocarburífera como aporte concreto para el cuidado del ambiente, el clima, la
salud y el trabajo.
– Demandar al
Estado la urgente reparación ambiental de nuestros territorios dañados por esta
industria; con pasivos ambientales tan longevos como la misma actividad
hidrocarburífera.
– Demandar al
Estado la garantía de nuestros derechos humanos constitucionales.
– Demandar la
prohibición del fracking en todo el territorio nacional.
– Otro modelo
energético es posible: reclamamos la participación en un plan de transición
energética que reoriente las políticas del sector hacia un horizonte de mayor
justicia ambiental y social.
Diciembre 2012
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