En memoria de Berta
Cáceres
“Me lo dijo el río…”
4 de marzo de 2016
Por Guido Eguigure (Rebelión)
“Pobre del país
que con la violencia crea
que puede matar la idea
de su liberación…”
Rubén Blades, Prohibido olvidar
que con la violencia crea
que puede matar la idea
de su liberación…”
Rubén Blades, Prohibido olvidar
Conversé a finales de 2012 con Berta en Utopía, ese espacio donde
Berta se convirtió en una gran lideresa que
durante muchos años condujo al pueblo Lenca en su lucha por el respeto de sus
derechos ancestrales, vinculados todos con el territorio, cuyos títulos
originarios han sido desconocidos por quienes quieren apropiarse de ellos
ilegalmente. A pesar de incontables amenazas a su vida, Berta se ganó a pulso,
a fuerza de coraje y corazón, el respeto de todo su pueblo. Hace mas de dos
años fue condenada por portación ilegal de armas en un episodio confuso que
supuso un capítulo mas en la triste y tenebrosa historia de persecución de las
lideresas y lideres populares, muchos de los cuales acabaron asesinados por el
único delito de defender los derechos que le son inherentes.
Lo que ocurre en el Aguán, en San Manuel, en Tornabé, Miami, Ensenada, Punta Piedra, Triunfo de la Cruz, Santa Bárbara, Copán y tantos otros sitios más de nuestra hermosa geografía, no es casualidad, ni mucho menos. Hay un elemento en común: la voracidad de las corporaciones transnacionales y la ambición de los apátridas que nos gobiernan por entregar las riquezas que son de todas y todos. Honduras no es un país pobre, es un país empobrecido por los criminales que lo tienen secuestrado. Honduras tiene suficientes riquezas para que no haya pobreza, pero unos pocos, cuya ambición sólo se compara con su cinismo, se oponen poniendo al estado y a los cuerpos paramilitares a su servicio, sin importarles el futuro ni la vida de la población.
Hace unas semanas fueron asesinados tres miembros del pueblo originario Tolupán en Locomapa, Yoro. De nuevo, el denominador común en este caso es la lucha por la defensa del territorio, de los bienes naturales que son el vínculo con el universo, con la vida y que está siendo destruido por la ambición de políticos, funcionarios estatales y empresarios. Lo que ellos no entienden, ni entenderán nunca es la responsabilidad histórica que los pueblos originarios y las personas de bien comparten y que les motiva a la defensa de la naturaleza, de la vida y del futuro de las generaciones que continuarán nuestro legado.
El COPINH se movilizó en contra de la
construcción del proyecto hidroeléctrico “Agua Zarca” que impulsaba la empresa Desarrollos
Energéticos S.A. DESA, propiedad de Fredy Nazar, uno de los
hombres más ricos y poderosos de Honduras. Fundamentado en los derechos de los
pueblos indígenas reconocidos en diferentes instrumentos jurídicos nacionales e
internacionales, Berta Cáceres al frente del pueblo Lenca luchó incansablemente
hasta parar completamente el proyecto. Esto le valió un proceso judicial que le
llevó varios años hasta que sus derechos se impusieron.
Este caso es uno de los mejores para ejemplificar cómo el estado hondureño se ha convertido en instrumento primordial para la acumulación de capitales, por parte de la elite que tiene secuestrado el país para su propio beneficio. El proyecto hidroeléctrico “Agua Zarca” publicó enla Gaceta No. 32,588 de
ocho de agosto de 2,011, “Contrata de Aprovechamiento de Aguas Nacionales Para
Generación de Energía Eléctrica Mediante el Proyecto Hidroeléctrico Agua Zarca
Ubicado Sobre el Río Gualcarque, del Municipio de San Francisco de Ojuera,
Departamento de Santa Bárbara” firmado el 22 de enero de 2010 entre la
Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente SERNA y la empresa DESA.
Este caso es uno de los mejores para ejemplificar cómo el estado hondureño se ha convertido en instrumento primordial para la acumulación de capitales, por parte de la elite que tiene secuestrado el país para su propio beneficio. El proyecto hidroeléctrico “Agua Zarca” publicó en
Es interesante resaltar de este contrato varios aspectos. Primero, la fecha en que se firmó el contrato. Esto fue a escasos tres días de asumir el gobierno de Pepe Lobo, sucesor directo del golpe de estado. Se sabe que la SERNA recibió inmediatamente después del golpe, una avalancha de solicitudes, que incluyó la instalación física de aproximadamente treinta abogados de empresas que durante el gobierno de Mel Zelaya no pudieron obtener los permisos de explotación de RRNN por no cumplir con los requisitos, sea los de impacto ambiental o social. Así, una montaña de expedientes detenidos en base a ley, fueron tramitados y aprobados de forma expedita por los funcionarios golpistas. Es muy probable que el proyecto “Agua Zarca” fuera uno de ellos. Esto nos lleva a las razones del golpe de estado. Es de conocimiento común que un grupo de empresarios de la elite hondureña conspiraron y pagaron enormes cantidades para financiar la trama que concluyó con el golpe de estado cívico militar que terminó con el gobierno de Zelaya.
Segundo, otro dato contundente que nos aporta el contrato en su cláusula quinta es el monto que dicha empresa pagaría a la Alcaldía de San Francisco de Ojuera en concepto de canon anual por el aprovechamiento de las aguas nacionales del río Gualcarque. Este se tasó en US$
Tercero, resulta interesante resaltar cómo la institucionalidad del estado se ha convertido desde hace muchos años en instrumento al servicio de la acumulación privada de capitales. Para el caso,
Honduras sigue sorprendiéndonos, no sólo por los elevados niveles de degradación que el estado va mostrando en la tergiversación de su fin ultimo, sino en la función fiel de testaferros que los más altos cargos del estado cumplen a favor de los grupos de poder.
Más allá de los hechos ya consumados, Berta
fue una mujer excepcional, lideresa nata que condujo a su pueblo Lenca más allá
de las reivindicaciones básicas, para elevarlos a la conciencia de pueblo indígena,
de pueblo digno, de pueblo con derechos y con voluntad para defenderlos. Berta
estará siempre en el corazón de su pueblo. Se eleva con la luz de su corazón,
con la fuerza de Lempira y Etempica, con la sangre de los mártires y cómo dijo
Alí Primera, los muertos que mueren por la vida no pueden llamarse muertos.
Berta es de las imprescindibles, de las que murieron luchando. Juramos como lo
dijo Berta “vamos a ganar esta lucha… me lo dijo el río.”
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209606
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