Los tiempos de la
naturaleza no son los de la economía
¿Por qué se aplica el
glifosato a los cultivos poco antes de la cosecha?
14 de marzo de 2016
14 de marzo de 2016
Por Ken Roseboro (Ecowatch)
Traducción del inglés para Rebelión de Carlos
Riba García.
Se sabe que el glifosato, principal componente del herbicida
Roundup de Monsanto, es el desmalezador químico más utilizado en el mundo. Lo
que no se sabe tan bien es que algunos productores agrarios utilizan también el
glifosato en cultivos como el trigo, la avena, las leguminosas comestibles y
otros justo antes de la cosecha suscitando preocupaciones ante la posibilidad
de que el herbicida puede entrar en los productos alimenticios.
Uso cada vez mayor de un posible carcinógeno
En los últimos años el glifosato ha sido
objeto de un escrutinio cada día mayor. El año pasado el grupo especializado en
cáncer de la
Organización Mundial de la Salud, la Agencia Internacional
de Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), lo clasificó como
“probablemente carcinógeno”. El estado de California también se pronunció en
ese sentido y clasificó el herbicida como “probable carcinógeno”. Un creciente
conjunto de investigaciones está documentando preocupaciones sanitarias que
asocian el glifosato con problemas endocrinos y con la muerte de bacterias
intestinales beneficiosas, con daños en el ADN de embriones humanos, en las
células de la placenta y el cordón umbilical, y lo vinculan con deformaciones
fetales y con problemas reproductivos en animales de laboratorio.
Un documento publicado recientemente describe
el uso cada vez mayor del glifosato: desde su introducción en 1974, en todo el
mundo se han rociado 85.617.000 toneladas de Roundup; esto lo ha convertido en
el desmalezador más ampliamente usado en la historia de la agricultura química.
Significativamente el 74 por ciento del glifosato rociado en cultivos desde la
mitad de los setenta lo ha sido en los últimos 10 años, en coincidencia con la
expansión del maíz y la soja genéticamente modificados en Estados Unidos y en
el mundo.
El glifosato se utiliza para acelerar la cosecha
del trigo
El doctor en medicina Charles Benbrook, que
publicó el trabajo sobre la paulatina utilización del glifosato dice que la
práctica de fumigar el trigo con glifosato antes de la cosecha, conocida en
EEUU como ‘desecado’, se realizó por primera vez en Escocia, en los ochenta del
siglo pasado.
“En ese país los agricultores tenían problemas
porque no conseguían que el trigo y la cebada se secaran uniformemente como
para poder iniciar la
cosecha. Entonces se les ocurrió la idea de matar las plantas
(con glifosato) una semana o dos antes de cosechar para acelerar el secado del
grano”, dice Benbrook.
El uso del glifosato antes de la trilla
permite que los productores agrícolas cosechen hasta dos semanas antes de lo
que hacían normalmente, una ventaja en las regiones más norteñas y frías. La
práctica se extendió a las zonas trigueras de América del Norte como el norte
del Medio Oeste de Estados Unidos y las provincias canadienses de Saskatchewan
y Manitoba.
“La desecación se hace principalmente en los
años de clima húmedo, cuando el trigo seca lentamente”, dice Joel Ransom, un
ingeniero agrónomo de la Universidad del Estado de North Dakota. Ranson dice
que la desecación del trigo mediante glifosato es una herramienta útil para los
agricultores. “Ayuda a acelerar el secado del cereal y a controlar las malezas
que dificultan la labor de la trilla”, dice. “Esto es importante en las zonas
húmedas”. Ranson dice que en los últimos 15 años esta práctica se ha extendido
en North Dakota, el estado de mayor producción triguera de Estados Unidos,
debido a que el clima se ha hecho más húmedo.
Así como se ha hecho una práctica común en el
norte de los estados del Medio Oeste, donde hay más humedad, la desecación es
menos probable que se utilice en las zonas trigueras más secas como Kansas,
Oklahoma, Washington y Oregon.
Todos los agricultores convencionales de
Saskatchewan desecan el trigo
Según un productor de trigo de Saskatchewan,
la desecación del trigo con glifosato es lo más común en su región. “Yo creo
que todos los agricultores no-ecológicos de Saskatchewan utilizan el glifosato
todos los años en sus parcelas de trigo”, dijo el agricultor, que no quiso dar
su nombre. A él le alarma esta práctica. “Me parece que los productores
necesitan darse cuenta de que todos los productos químicos que usamos son
‘malos’ en alguna medida”, dice. “Monsanto ha hecho un trabajo tan eficaz
vendiendo el glifosato como un producto ‘seguro’ y ‘biodegradable’ que los
agricultores de esta zona siguen creyéndolo, aunque esos argumentos sean
falsos”.
La gran mayoría de los agricultores de
Manitoba –la tercera provincia productora de trigo de Canadá– también utilizan
el glifosato para desecar el trigo, según Gerald Wiebe, un ex productor y
consultor en agricultura. “Mi estimación es que entre el 90 y 95 por ciento de
la superficie sembrada de trigo de Manitoba se fumiga con glifosato antes de la
cosecha; la excepción sería en las zonas secas de la provincia donde el nivel
de humedad en el momento de la trilla no es un tema importante”, dice.
La política es “No preguntes, no hables”
Según Tom Ehrhardt, copropietario de Semillas
Albert Lea, de Minnesota, saber si un grano no ha sido desecado con glifosato
antes de la trilla es todo un desafío. “He hablado con molineros que trabajan
con grano producido en forma convencional; todos ellos coinciden en que es muy
difícil enterarse de si la avena, el trigo, el lino o el centeno han sido
rociados o no con glifosato antes de ser cosechados”, dice. En esta industria,
la política es “No preguntes, no hables”. Ehrhardt también dice que normalmente
los cultivos cuyo propósito es producir simientes no son rociados con glifosato
antes de la cosecha porque esto puede afectar al poder germinativo de las
semillas.
“Sería mucho mejor no comer un pan que
contenga glifosato”
Aun así la inquietud por la presencia de
glifosato en los alimentos es lógica. “Se nos ha dicho (los restos del
glifosato) son demasiado pequeños para preocuparnos por ellos, pero ¿es creíble
esto?”, se pregunta el agricultor de Saskatchewan. “Yo creo que quienes,
incluso los agricultores que usan y aman el glifosato, preferirían no comer un
pan en el haya glifosato.”
Wiebe coincide con esta intranquilidad.
“Cuando compran los artículos producidos a partir del trigo, como harina,
galletitas o pan, los consumidores no se dan cuenta de que en ellos hay
residuos de glifosato”, dice. “Rociar lo que vamos a comer con glifosato unos
días antes de la cosecha es una barbaridad.” Wiebe cree que el empleo de
glifosato en el trigo puede estar conectado con el aumento de la enfermedad
celiaca. “Estamos viendo un crecimiento explosivo de la intolerancia al
glúten”, dice. “¿Qué está pasando en realidad?”
“¿Puede imaginar usted la respuesta de la
gente si supiera que se está rociando glifosato en la avena de su cereal
favorito para el desayuno solo unas semanas antes de su alaboración?”, preguntó
Ehrhardt.
En la harina de trigo se ha encontrado
glifosato. El año pasado, Joel Ransom informó de que el Consejo de la Calidad
del Trigo de Estados Unidos, que analiza muestras de harina provenientes de
EEUU y Canadá encontró que en todas ellas había vestigios de glifosato. Sin
embargo, Ransom dijo que los hallazgos estaban bien por debajo del límite
máximo de rastros de glifosato en la harina: 30 partes por millón, en Estados
Unidos. Aun así, Ransom dijo: “No me sorprendería si alguien repitiera las
pruebas y encontrara rastros también”.
En respuesta a la creciente inquietud por el
cada vez mayor uso de glifosato la Administración de Alimentos y Drogas de
Estados Unidos dijo recientemente que empezaría a analizar los alimentos para
comprobar su contenido de restos de glifosato.
Importantes consecuencias en el sistema
alimentario
El glifosato no sólo se usa para desecar la
avena y el trigo; esta práctica es utilizada en una gran variedad de otros
cultivos: lentejas, guisantes, soja no OGM*, maíz, lino, centeno, trigo
sarraceno, mijo, colza, remolacha azucarera y patatas. El girasol también puede
ser tratado antes de la trilla con glifosato, según la Asociación Nacional
del Girasol.
Benbrook dice que una buena parte de las
leguminosas comestibles que se cultivan
en los estados de Washington e Idaho son desecados con glifosato. Según Joel
Ransom, no hay estadísticas sobre la cantidad de hectáreas dedicadas al trigo y
otros cultivos en los que se practique la desecación mediante el glifosato.
Si bien es cierto que el uso del glifosato
para desecar vegetales antes de la cosecha es una proporción menor del
herbicida utilizado en la agricultura, Benbrook dice que de cualquier modo su
impacto es enorme. “Es posible que este uso agrícola del herbicida ronde el 2
por ciento; sin embargo, la exposición en la dieta humana supera con creces el
50 por ciento”, dice.
Más aún, dice Benbrook: “No entiendo por qué
Monsanto ni la industria de los alimentos no ponen fin voluntariamente a esta
práctica. Saben que con ella están contribuyendo a una alta exposición
alimentaria (al glifosato)”.
La visión que Wiebe tiene de la situación es
muy grave. “Lo más trágico es que la industria alienta el uso del glifosato en
el trigo, los agricultores lo están usando, los consumidores no tiene
conciencia de ello y las consecuencias en el sistema alimentario son enormes”,
dice.
Referencias
1. Romano RM, Romano MA, Bernardi MM, Furtado
PV, Oliveira CA. “Prepubertal exposure to
commercial formulation of the herbicide Glyphosate alters testosterone levels
and testicular morphology”, en Arch
Toxicol. 2010; 84: 309-317.
2. Awad A.
Shehata, Wieland Schrodl, Alaa. A. Aldin, Hafez M. Hafez, Monika Kruger. “The
Effect of Glyphosate on Potential Pathogens and Beneficial Members of Poultry
Microbiota In Vitro”, en Curr
Microbiol. 9 de diciembre de 2012.
3. Mañas F., Peralta L., Raviolo J., et al. “Genotoxicity of glyphosate assessed by the Comet assay and cytogenic
tests”, en Env Toxicol
Pharmacol. 2009; 28:37-41.
4. Antoniou M.,
Habib MEM, Howard CV, et al. “Teratogenic effects of glyphosate-based
herbicides: Divergence of regulatory decisions from scientific evidence”, en J Env Anal Toxicol. 2012;
S4:006. DOI:10.4172/2161-0525.S4-006.
5. Benbrook, C.
“Trends in glyphosate herbicide use in the United States and globally”, en Environmental Sciences Europe (2016, 28:28) DOI:
10.1186/s12302-016-0070-0.
6. Arnason,
Robert. “Oat buyer says no glyphosate pre-harvest”, en Western Producer. 22 de abril
de 2015.
7. Gillam,
Carey. “Fears Over Roundup Herbicide Prompts Testing Of Cereals, Breastmilk,
and More”, en Reuters News Service.
10 de abril de 2015.
8. Gillam,
Carey. “FDA to Start Testing for Glyphosate in Food”, en Civil Eats. 17 de febrero de
2016.
* OGM, siglas de ‘organismo genéticamente
modificado’. (N. del T.)
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209938
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