Contundente reclamo de justicia a 11
años
sin Florencia Pennacchi
17 de marzo de 2016
En la tarde-noche de ayer, grupos feministas, organizaciones de
mujeres, colectivas trans, de lesbianas y gays, organizaciones sociales y
partidos políticos, y gran parte de la comunidad del alto valle en general, se
movilizaron por el centro de Neuquén capital para denunciar la falta de
respuestas por parte del poder político y el estancamiento de la causa que la
justicia patriarcal lleva a delante por la desaparición de Florencia Pennacchi en 2005. Además se exigió
justicia y se remarcó la necesidad de políticas públicas que generen un marco
de protección hacia las mujeres frente a la violencia machista.
Por Sin Cautivas,
Feministas por la Resistencia.
ANRed
reproduce el documento leído ayer, 16 de marzo, en la marcha que se realizó
en Neuquén capital, elaborado por la organización Sin
Cautivas , Feministas por la Resistencia.
En clave militante, feminista, para nosotras marzo es el mes de
las efemérides que nos atraviesan, de las fechas que no se festejan, de las
deudas que este Estado no cancela. Es siete, es ocho, es dieciséis, es
veinticuatro de marzo: ni olvido, ni perdón, ni reconciliación.
Once años después de una constante desaparición forzada se tornan
insoportables, inefables. Nos escucharon todos estos años todas las palabras.
Conocen las pistas, las hipótesis, las denuncias, incluso las rabias y los
temores.
Así, por ejemplo, en todo este tiempo denunciamos la responsabilidad del Estado en la permanencia de
las redes de trata: porque el poder legislativo no diseña leyes que realmente
combatan la Trata, porque el poder judicial no persigue proxenetas ni tratantes
ni busca a las desaparecidas, porque las fuerzas de seguridad siempre están
implicadas en las redes y porque los gobiernos, lejos de investigar, castigar y
condenar a estos policías, los premian y les adjudican más poderes.
Denunciamos que para el poder judicial argentino -aún después de
lxs 30.000 y aún después de tantas desapariciones en democracia-, desaparecer
personas no constituye delito, realidad que libra a la voluntad de cada
fiscalía si se investiga o no. Así, cuando las desaparecidas son mujeres
jóvenes opera además el sexismo y las explicaciones se reducen a supuestas
huidas con noviecitos, a fugas de hogar o a cualquier otra especie de
justificativo que las responsabilice.
El 1 de julio de
2010 hicimos público, mediante conferencia de prensa, el nombre de quien sería
partícipe y co-responsable de la desaparición de Florencia
por cuanto jugó un rol fundamental en la disolución de pruebas y en la generación
de información basura tendiente a dilatar la búsqueda y a generar una actuación
judicial innecesaria y no conducente. Es el comisario Jorge Cipolla y ha sido
denunciado por la propia policía como responsable del cobro de coimas que
darían libertad de acción a tratantes y regentes de prostíbulos de la Capital Federal y
de la Provincia de Bs As. Transcurrieron casi seis años desde que hicimos
pública esta información que podría haber servido de aporte y, sin embargo,
absolutamente nada se investigó. Nada.
Pasaron once años, “¿Y, qué se sabe de tu amiga?” nada, y qué
avances hay en la investigación? Nada ¿Quién sabe algo de Florencia hoy? Nadie. Aquí no pasa como en las
películas sobre trata de mujeres con final justo y feliz, ni como en el relato
norteamericano sobre tratantes, mafiosos, policías buenos y padres rescatistas
exitosos. No. Aquí no hay final ni felicidad. Porque a Yamila Cuello nadie la rescató. A Marita
Verón nadie la rescató.
Hoy tanta denuncia se nos hace silencio. Porque marzo nos atraviesa
todos los veranos, todos los otoños, todos los días y todos los años. Porque
parece mentira que un país con nuestra historia mantenga un poder judicial que
garantiza estos niveles de impunidad. Se nos hace nudo, se nos hace carne, se
nos va la vida y se llevaron a Florencia
hace once años. Y aunque la única lucha que se pierde es la que se abandona, no
nos está siendo vivible esta lucha porque en su transcurrir no encontramos
avances. No podemos más palabras porque todavía no encontramos a Florencia , porque su familia no la encuentra, sus
afectos no la encuentran, porque otras/otros que luchan no la encuentran y
porque los que tienen que encontrarla ni siquiera se molestaron en buscarla. No podemos naturalizar las desapariciones forzadas como si todos los días empezara la historia, como si no
tuviéramos memoria. No podemos desesperanzarnos ni desesperanzar. No se trata
de cerrar la causa y hacer como que no se pudo y como que aquí no ha pasado
nada. La desaparición forzada es un mecanismo de tortura, hoy y en
dictadura.
No podemos minimizar las responsabilidades: hay un fiscal de la
nación que se llama Marcelo Retes y nunca motorizó la investigación. Hay
dos comisarios acusados formalmente de involucramiento en redes de trata que
fueron parte de la causa de Florencia
y nadie los investigó por ello. No vamos a dejar de señalar las
responsabilidades. Detrás de cada desaparición hay un mundo de incomprensiones
que no sana, pero también hay expectativas y hay también convicción. Podría no
ser imposible. Porque puede no ser imposible es que vamos a seguir acá.
Durante los gobiernos kirchneristas, los funcionarios no buscaron
a las tantas mujeres desaparecidas en democracia, no tenemos ninguna
expectativa con este gobierno. La situación es mucho peor, porque la vulnerabilidad
de potenciales víctimas es directamente proporcional a la pobreza, a la
injusticia, a la impunidad.
Este es un presidente neoliberal, fascista, represor, empresarial
y machista. Sabemos que corren tiempos cada vez más hostiles y violentos, que
se está desinflando la vaca que nunca vivió, que la provincia está otra vez en
ruinas, que tenemos un gobierno provincial que se supo acomodar (casi) siempre
en sintonía con el gobierno nacional y un intendente del PRO. Si hay algo que
en estos pocos meses hemos corroborado es que estos nuevos viejos gobernantes
no van a escatimar en autoritarismo y violencia, en favorecer a los pocos de
siempre y en echar por tierra las pocas políticas públicas tendientes a achicar
la brecha de desigualdades económicas y de sexo-género.
Para finalizar,
queremos decir que aunque la causa por la desaparición de Florencia esté en Capital Federal, ella es neuquina
y esta provincia cuenta con una gran historia de lucha y organización, porque
sabemos de dictaduras, de injusticias, de represión, de desapariciones, de
saqueos, de despojos, de desplazamientos territoriales, de violencias y
violaciones, de tener que abortar en la clandestinidad, de abusos, de gatillo
fácil, de asesinatos a docentes, a niñxs, a jóvenes, sabemos de contaminación,
de corrupción, de persecución política, de apropiaciones, de vaciamientos, de
privatizaciones, de despidos, de hambre y pobreza. Hemos aprendido a luchar
porque tenemos a las madres de plaza de mayo, al pueblo mapuche, a las que son
HIJAS y fueron HIJOS, tuvimos choconazo y cutralcazo, tenemos a los y las
docentes y estatales combativas, a las lesbianas, a las feministas históricas,
a las chicas trans, a mujeres organizadas, a las y los ambientalistas, a
estudiantes, a obreras y obreros de fábricas recuperadas, a comunicadores y
comunicadoras críticas, también a los partidos políticos de izquierda y la una
larga lista que continúa.
Pero además nos queda este encuentro, este espacio, este acto de
cuerpos presentes que es un acto de resistencia. Contra el olvido, por la justicia.
Insistimos. Queremos aparición con vida.
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article11653
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