Greta, los efectos y
sus causas
30 de septiembre de 2019
Por Atilio
Borón (Rebelión)
La conmovedora defensa del
medio ambiente y la denuncia de los estragos producidos por el cambio climático
hecha por Greta Thunberg así como su durísima crítica a la dirigencia política
mundial, esa que por su ineptitud, inconsciencia o corrupción ha defraudado a
los niños y jóvenes al dejar como herencia un medio ambiente contaminado,
semidestruido (y, para muchas especies, invivible), adquirió en tiempos recientes
una resonancia verdaderamente excepcional. Esto provocó la respuesta o la
repulsa de personajes tan siniestros como Donald Trump o Jair Bolsonaro, para
mencionar apenas a los más notorios, así como de otros bufones y paniaguados de
la derecha y el imperialismo cuyo oficio es reproducir las barbaridades de sus
jefes y alabarlos sin cesar. Pero las burlas y los sarcasmos de aquellos
homínidos lejos de desmerecer la crítica de la jovencita sueca no hicieron sino
ratificar la verdad y la justicia de la causa que Greta defiende con tanto
ardor.
Claro
está que sus planteamientos serían mucho más sólidos si tomaran en cuenta lo
que una vez sentenciara Chico Mendes -el recolector de caucho, ambientalista y
sindicalista brasileño asesinado en 1988 por quienes hoy incendian la Amazonía-
cuando dijo que “la ecología sin lucha social, es solo jardinería.” En otras
palabras, la defensa del medio ambiente y la denuncia del cambio climático y
sus estragos requiere atacar las causas del holocausto ecológico en marcha. El
origen de esta tragedia no puede atribuirse a “los hombres” o al “género
humano” y su maldad o inconsciencia sino que se encuentra en la esencia misma
del capitalismo, un régimen de producción que incesante e inexorablemente trata
a mujeres, hombres y la naturaleza como simples mercancías sólo merecedoras de
ser cuidadas y preservadas en la medida en que sean fuentes de ganancias.
Por
consiguiente, sería importantísimo que los jóvenes que se nuclean tras el
liderazgo de Greta sepan que su lucha estará destinada al fracaso en la medida
en que se limiten a combatir los efectos predatorios del capitalismo en el
medio ambiente (y en la sociedad) y no se lancen, con el mismo ardor, a luchar
contra el origen o las causas del desastre ambiental que no es otro que el
capitalismo. Mientras este subsista, mientras la dinámica de la acumulación
siga su carrera hacia el abismo y la barbarie, el deterioro ecológico seguirá
su marcha hasta su cataclísmico final. Por eso hay que acabar con el
capitalismo antes de que éste haga lo propio con la naturaleza y la humanidad. Ojalá Greta
y los millones de jóvenes que la siguen en todo el mundo comprendan este
mensaje.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=260982
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