La vida enjaulada por un ideal
14 de septiembre
de 2019
“La lucha mapuche continuará, la
lucha que siempre hemos planteado”, así nos habla el Lonko Facundo Jones Huala cuando nos recibe en la cárcel
de la ciudad de Temuco, distante a casi 700 kilómetros de
Santiago de Chile.
Entrevista de Antimafia Dos Mil y Our Voice al Lonko Facundo Jones Huala en el Penal de Temuco, Chile.
“Con
qué ley me juzgaron, por culpable de qué
de ser
libre en mi tierra, o ser indio tal vez,
qué
conquista festejan, que no puedo entender”
Nos recibe porque gestionamos la
entrevista con anticipación, cumpliendo con todos los protocolos y las formalidades
de rigor para encontrarlo, pero no tenemos autorización ni para grabar en audio
el encuentro ni tampoco para registrarlo gráficamente. Un encuentro exclusivo
con Antimafia Dos Mil y el Movimiento Our Voice. Un encuentro que demandó
cuatro horas y que nos permitió profundizar en los aspectos más salientes y
poco conocidos de la lucha de las comunidades mapuches de Argentina y de Chile,
la historia política de ambos países y las principales problemáticas actuales
de los territorios, entre otras cosas.
Un encuentro en un escenario de
encierro. Un encierro después de haber sido condenado a 9 años de prisión (6
por incendio y 3 por portación de armas)*. Un encierro que para él no ha sido
obstáculo para su militancia. Una militancia ancestral (y de hoy) que compartió
con nosotros, en una muy prolija sala de visita que inesperadamente nos
reservaron para el encuentro. Un encuentro que nos atrevemos a decir que fue
esperanzador en el sentido de la divulgación y la expansión de las ideas, la
metodología y la esencia de la causa mapuche en ambos lados de la cordillera
andina, después de recibir tanta manipulación por los medios hegemónicos de
comunicación. Un encuentro enriquecedor y de alto valor testimonial.
A poco de internarnos en las
instalaciones carcelarias, donde los enrejados y la presencia policial nos dan
una clara idea de que estamos en las entrañas de una cárcel de mediana
seguridad (en la que se encuentran recluidos delincuentes comunes, muchos de
ellos con cadena perpetua, y nueve presos políticos mapuches: cuatro condenados
y cinco imputados), la guardia que nos ha sido asignada nos lleva a una sala en
la que hay una mesa con sillas. Tras unos minutos de espera vemos ingresar a Facundo , luciendo su inconfundible vincha azul, que
lo distingue como Lonko. Trae en ambas manos dos enormes bolsos. Los deja en el
suelo y nos abraza con el saludo mapuche “Mari Mari”. Después, gira sobre sí
mismo y comienza a hurguetear en las bolsas: saca dos frazadas y saca un termo
y una vasija a modo de mate. Nosotros le entregamos una bolsa con queso, panes,
fiambre y un paquete de yerba. Agradece nuestro regalo y nos brinda
hospitalidad (la hospitalidad entre comillas que un preso puede brindar a la
visita, en un establecimiento carcelario). Los minutos siguientes se transformaron
en horas.
“Acá estoy hace un año. Yo estaba
en Valdivia donde el régimen de prisión es mucho más duro y por eso pedí el
traslado a este penal, donde las condiciones de vida son mucho mejores. Hoy,
para la visita de ustedes pensé que nos iban a llevar a un sector con pocas
comodidades, por eso traje frazadas para darles un poco de confort. Pero
felizmente eso no ocurrió”.
-Estás condenado, preso… pero ¿la
lucha mapuche continúa, no?
“La lucha mapuche continúa y
continuará, es la lucha que nos hemos planteado desde siempre. Hay que entender
nuestra lucha en Argentina y en Chile con un neoliberalismo tremendo y
transnacionales que nos están matando. Estamos en una urgencia. Pero esto viene
desde mucho antes, desde “La conquista del desierto” que hizo Roca junto con la familia Bullrich. En
aquellos años Adolfo Jorge Bullrich era intendente de la ciudad de Buenos
Aires. Y con la ayuda de los ingleses que le dan armas y dinero a cambio de
tierras en nuestros territorios, producen la masacre más grande. Mismas tierras
que después prácticamente regalan en el 92’ con Menem como presidente. En este proceso
podemos encontrar una estrecha relación con las familias del jefe de Gabinete
de Ministros de la
Nación Argentina , Marcos Peña y el actual Secretario de
Política Económica del Ministerio de Hacienda de la Nación, Miguel Braun. Pero
la verdad es que esas tierras robadas por los Estados nunca dejaron de ser
nuestras.”
“En Chile, por lo menos hubo un
mínimo reconocimiento y devolución de tierras, aunque la persecución se da de
igual manera. En la presidencia de Salvador Allende, dentro del proceso de
reforma agraria vivimos devoluciones de tierras. De Allende no tenemos nada
para decir, desde un punto de vista negativo. Y después del 11 de setiembre los
peñis pelearon contra la
dictadura. Sin embargo, el mismo Pinochet, también devolvió
tierras. Pero en Argentina nada, ni en dictadura ni en democracia. Ni con
Perón. Entonces en materia de devolución de tierras hay diferencias muy
marcadas entre Chile y Argentina. En la región de la PuelMapu, de Argentina,
fuimos abandonados. Y no es por una diferencia de presencia. Solo en la Lof Cushamen hay unos
7.000 mapuches. Solo en las zonas de Esquel, Bariloche
y Chubut. Nucleados por otros Lonkos también”.
En ese confortable salón
parecíamos estar en una isla solitaria. Aislados por una puerta vidriada (que
circunstancialmente nos permitía visualizar policías, abogados y presos)
nuestro diálogo se hizo mucho más distendido.
Y cuando Facundo
Jones Huala demostró interés por el Movimiento Our Voice, recibió todas las
respuestas habidas y por haber, con la misma sinceridad con la que nos historió
su vida de Lonko.
“No me gusta ser líder, no me
gusta ser caudillo, pero ser Lonko es una realidad que no puedo eludir. Uno es
hijo de su propia historia, de su propia cultura. Una sumatoria de situaciones
me llevaron a ser Lonko, a la edad de 22 años. Yo ahora tengo 33 años. Solo
quería ser un weichafe (un guerrero). Pero ahora soy un Lonko.”
-¿La espiritualidad tiene un
estrecho vínculo con el rol de Lonko?
“Mucho que ver. El Lonko recibe la
fuerza espiritual y actúa en base a la fuerza espiritual. Porque es una misión
espiritual”.
“Nosotros soñamos con un proceso
de liberación nacional. En Chile hay mapuches universitarios, son pocos, pero
hay. Los mapuches son en su mayoría, peones, albañiles. Yo mismo no he
terminado la secundaria, pero me formé como autodidacta. Nací en Bariloche , mi padre trabajaba en el rubro de los
caballos. Después, nos fuimos cerca de la ciudad de Comodoro Rivadavia. A mis
siete, ocho años yo vendía alfalfa que mi padre sembraba en un stud. Y hasta
llegue a trabajar de caddie en un campo de golf. Y allí me fui plegando a las
diferentes luchas de la ciudad y además fui participando de los ceremoniales de
la comunidad. En
aquellos tiempos la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) ya existía. Y quiero
decir, que en Argentina el kirchenismo nos atacaba, nos tiroteaba cuando
luchábamos por la devolución de nuestros territorios, como también ahora nos
dispara el macrismo. Pero lamentablemente muchos integrantes de nuestras
comunidades han sido coptados, han sido colonizados por grupos políticos y
politizaron sus luchas, vendiéndose a las políticas del winka. Producto muchas
veces del embrutecimiento de las comunidades”.
“Nosotros no planteamos nada
nuevo. Estamos en contra del capitalismo, que es la expresión de la dominación. Los
gobiernos de turno no nos interesan, estamos en contra del sistema mismo, si
este sistema no nos deja vivir en nuestros territorios como nación. Como era al
principio. Claro que los tiempos no son los mismos y lo que estamos viviendo
ahora es una etapa intermedia, donde las comunidades no viven ni como vivíamos
en nuestros orígenes ni como vive el mundo occidental. Pero queremos luchar
para volver a esa forma de vida original Mapuche. Buscamos nuestros planteos
con nuestra lógica. El sistema se construyó como resultado de un proceso
revolucionario, de hecho el capitalismo actual se generó a partir de la
revolución francesa y los grandes cambios se dieron con revoluciones de igual
manera. Y eso es el ejemplo de que las revoluciones funcionan y sirven.
Nosotros estamos planteando una nueva revolución contra este sistema.”
-¿Los han infiltrado a ustedes?
“Sí, nos infiltraron pero nunca en
profundidad. Muchas veces pasó con parejas de Peñis, que se acercan y dan
información. Yo lamentablemente hice conocer el territorio a un chico que se
hacía pasar por comprometido con nuestra causa y después salió en todos lados
que era un agente infiltrado. Sabemos que desde siempre se usó la infiltración
y la misma
Patricia Bullrich creo que trabajaba de infiltrada en el
grupo montonero. Casualmente todos sus compañeros desaparecieron o terminaron
presos y a ella no le pasó nada, es raro. Y nuestra lucha no quedó ajena de ese
método para golpearnos.”
“Quedó muy en evidencia con el
caso de Operación Huracán. Que pueden buscar en los medios. Intentaron
culparnos de sus tráficos de arma entre Argentina y Chile con Whatsapp falsos,
y ese caso, que evidenció la corrupción del poder político, judicial y de las
fuerzas de seguridad, hizo saltar también la estrategia de infiltración que
llaman ahora Operación Tarzán.”
-¿Puedes hablarnos de tu recaptura
en Argentina? ¿Cómo se concretó?
“Primero me agarraron porque
torturaron a Gonzalo Cabrera y él dijo hasta lo que no sabía. Esa captura al
final no duró mucho porque se declara la nulidad del informe por el Juez Guido
Otranto, de aquel entonces, aunque después lo apretaron, matándole un perro y
disparándole en la casa.
Otranto se dio vuelta y fue uno de los que me persiguió
despiadadamente. Después, me agarraron con la PDI (Policía De Investigaciones)
de Chile, aunque eso también fue ilegal porque no tenían permiso para estar en
Argentina y estuvieron. Y hacía un mes que me venían filmando los francotiradores
camuflados con sus miras. Los videos los tiene mi abogada. Después de eso acá
estoy.”
-¿Qué te inspira el narcotráfico?
¿El consumo de drogas, de alcohol?
“La droga y el narcotráfico es una
herramienta más del capitalismo a la cual también nos oponemos. A mí me
ofrecieron varias veces negocios con el narcotráfico, para hacer con las
comunidades. Me ofrecieron cruzar toneladas de droga por la frontera de Perú y
siempre rechacé eso. Pero lamentablemente la droga llegó hasta los lugares más
Inhóspitos de los territorios. Marihuana, LSD y Cocaína. Y algunos líderes de
comunidades también se corrompieron con esto. Con el discurso de que con esa
plata se puede financiar las luchas. Por este motivo nos alejamos de los grupos
New Age e Hippies que se la pasaban consumiendo estas sustancias. En nuestras
comunidades, aunque nos cuesta, estamos en contra hasta del consumo de
alcohol”.
“Incluso dentro de la cárcel misma
pude entender cómo funcionaba este negocio del narcotráfico. Las fuerzas de
seguridad que nos reprimen están metidas en esos negocios, los sindicatos, las
barras bravas de fútbol y obviamente la política. Fíjate
que en esto el Macrismo y el Kirchnerismo en esto se llevan bien y se unen,
porque están metidos en el mismo negocio. Son las mismas mafias que están atrás
de los Estados. Por eso nosotros no personalizamos la lucha contra un gobierno
o el otro. Nos enfrentamos al sistema. Y de los partidos políticos no nos
importan los discursos que den sino los hechos.”
-¿Qué te inspira la joven
activista palestina AhedTamimi?
“Es admirable lo que hace esta
joven. La valoro y la respeto mucho. Valoro el proceso revolucionario por la
libertad del pueblo palestino. Lo siento muy cercano y me siento muy empático
por ella y por su lucha, pero claramente son luchas distintas en contextos
diferentes, aunque buscando un objetivo muy similar.»
-¿Cómo ves el mundo? ¿Cómo ves a
los jóvenes?
“La civilización occidental está
al borde del colapso. Los jóvenes son semillas que necesitan una propuesta
clara e independiente de todo lo anterior, porque si no van a ser llevados a lo
mismo que antes. El gran problema de las luchas occidentales es que carecen de
propuestas concretas. Es difícil luchar, pero se hace. Es difícil ganar la
revolución pero se hace. Pero lo más difícil es presentar la propuesta después
de haber ganado. Yo apoyo las luchas de los jóvenes y trabajadores y otros
sectores, pero tienen que pensar bien la propuesta. La
nuestra ya la tenemos, es la de siempre como Nación. Y no pretendemos que todos
vivan como Mapuches, si les sirve
para inspirarse esta bien, pero cada pueblo de acuerdo a su cultura y contexto
tiene que pensar su propuesta y todos vivir en libertad, si estas propuestas se
basan en valores que defienden la vida.”
La antesala del epílogo del encuentro,
se tradujo en una reflexión del Lonko, sobre las comunidades mapuches. Sobre su
mundo. Sobre su presencia en un sistema capitalista, siendo que ellos como
pueblo originario tienen una cosmovisión muy diferente.
“El mundo mapuche es muy complejo.
Somos muy espirituales, en la vida cotidiana. Pero somos muy espirituales con
hechos prácticos. Y pedimos la continuidad para expresarnos con nuestra
espiritualidad, cultura y cosmovisión que es humanista. La lucha seguirá
radicalizando como todo proceso de revolución. Los mapuches estamos al borde de
la extinción, pero estamos más vivos que nunca”.
(*) La condena se redujo, por los
1178 días que estuvo preso de forma ininterrumpida en Argentina y Chile, desde
el año 2013. La reducción de la condena significaría un poco más de tres años;
su pena sería entonces de 5 años y medio, y por buena conducta se reduciría a
la mitad, con la posibilidad de obtener la libertad condicional.
Las fotografías fueron tomadas
por Mauro V. Rizzi en la cárcel de Esquel
Ilustración alusiva al encuentro:
“Xilotrópico” de Santiago de Chile
Producción operativa Mariana Trejo
* Publicado originalmente en Antimafia Dos Mil
Fuente: https://www.anred.org/2019/09/14/la-vida-enjaulada-por-un-ideal/
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