La mano sucia del
capital
Estragos pasados y
presentes del
Chernóbil ecuatoriano
1 de junio de 2019
Por Alberto Acosta y John Cajas Guijarro (Rebelión)
“No se podrán celebrar tratados o instrumentos
internacionales
en los que el Estado ecuatoriano ceda
jurisdicción soberana a instancias
de arbitraje internacional, en controversias
contractuales o de índole
comercial, entre el Estado y personas
naturales o jurídicas privadas”.
Artículo 422 - Constitución de la República del
Ecuador, 2008
Para obtener una visión clara de todo este embrollo creado por la “mano sucia” del capital y la complicidad estatal, vale la pena hacer un recuento de cuál fue el desastre dejado por Texaco, cómo se han desenvuelto la lucha y la resistencia en contra de la petrolera por parte de las poblaciones afectadas y cómo se ha dado el proceso de arbitraje hasta el punto en el que nos encontramos. Como conclusión de ese recuento verificamos cuán lesivos para la soberanía de los estados y la dignidad y supervivencia de los pueblos pueden llegar a ser los Tratados Bilaterales de Inversión (TBI), piedra angular de la defensa de Chevron-Texaco. Tratados que, en el caso del Ecuador – que vive una vorágine neoliberal de orígenes correístas [1] y continuidad morenista [2] – en los próximos años podrían llegar a su máxima expresión.
El Chernóbil petrolero en la Amazonía
En 1964
Texaco Petroleum (Texpet en Ecuador) obtuvo una concesión de 1’431.450
hectáreas en el norte de la Amazonía ecuatoriana para la exploración y
extracción petroleras, luego la compañía otorgó participaciones a Gulf,
surgiendo así el consorcio Texaco-Gulf. Para 1967 el consorcio descubre
petróleo en el campo de Lago Agrio (cuyo nombre viene del inglés Sour Lake en honor a un campo petrolero en
Texas). En 1972 inicia la exportación petrolera a través del Sistema de
Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) que conecta a Lago Agrio con Balao en
Esmeraldas. En 1973 el estado ecuatoriano suscribe un nuevo contrato con
Texaco, reduciendo el área de concesión a Durante todo este período en el cual Texaco operó en el país primero en conjunto con Gulf y luego con el Estado ecuatoriano, surge un desastre ambiental enorme. Así lo evidencia la información obtenida por el Frente de Defensa de la Amazonía (FDA):
“Entre 1964 y 1990,
Texaco utiliza en Ecuador dos prácticas que ya no eran permitidas en EUA y que estaban debajo de los estándares de calidad en la industria: verter aguas de formación en lugar de reinyectarlas en el suelo y construir piscinas descubiertas, donde derramó lodo de las actividades de perforación y limpieza de sus pozos [...]
Con las prácticas obsoletas desarrolladas en Ecuador [Texaco] busca maximizar sus ganancias con la menor inversión, en una acción deliberada de contaminación que provoca enormes impactos sociales y ambientales” (Serrano, 2013, pp.23-26 ) [4] .
De hecho, “entre 1964 y 1990, Texaco utiliza en la explotación petrolera en Ecuador, prácticas de perforación y eliminación de desechos que había sido prohibidas desde 1939 en el estado de Texas en EUA” ( Serrano, 2013, p.34 ). A su vez, como señala el informe del perito Richard Cabrera Vega (2008),
“las primeras fuentes de contaminación en el área de la concesión son el petróleo crudo, lodos de perforación y otros aditivos y aguas de producción que fueron arrojadas en el ambiente desde inicios de
“Las primeras fuentes de contaminación en el área de la concesión son el petróleo crudo, lodos de perforación y otros aditivos y aguas de producción que fueron arrojadas en el ambiente desde inicios de 1967. Los contaminantes de estas fuentes están presentes en suelos, agua subterránea, sedimentos y agua superficial en el área de la concesión y persisten en el ambiente hasta la actualidad [...]
Texpet manejó incorrectamente desechos de pozos de producción, descargó el cien por ciento del agua de producción en los arroyos y ríos, quemó gases en la atmósfera, sufrió docenas de derrames por causas diversas [...]
El ecosistema de la concesión está contaminado con hidrocarburos de petróleo y otros contaminantes relacionados con operaciones petroleras. Los suelos en estaciones y pozos de producción petrolera contienen hidrocarburos de petróleo y metales en concentraciones que son muchas veces más altas que los estándares para limpieza ambiental en Ecuador y en otros países del mundo. El agua subterránea bajo los pozos de desechos está contaminada por encima de los estándares ecuatorianos. Cuando el agua de producción fue arrojada directamente desde las estaciones durante las operaciones de Texpet, se contaminaron ríos, arroyos, pantanos y suelos con petróleo, metales y sales en concentraciones que eran mucho más elevadas que los estándares ecuatorianos [...]
La contaminación ambiental ha causado daños al sistema ecológico en el área de
La magnitud del desastre ambiental dejado por Texaco ha llevado incluso a que se lo describa como una de las mayores catástrofes ambientales asociadas a la actividad petrolera (como lo diría, por ejemplo, el New York Times) [6] , justificándose – de sobra – la caracterización de este caso como un “Chernóbil ecuatoriano”...
Aparte de los estragos ambientales, las afectaciones humanas son cruentas, resaltando la extinción de pueblos originarios como los tetete y sansahuari [7] , y afectando gravemente la vida de los pueblos siona, secoya, cofán, kichwa y waorani, junto con el prejuicio a colonos blanco-mestizos , . Asimismo, se registran múltiples afectaciones a
“Los niveles de desnutrición son de 43% frente al 21,5% en la población que habita lejos de la actividad petrolera. Las mujeres que beben agua a menos de
El agua potable de la zona está varios grados sobre los estándares de hidrocarburos policíclicos aromáticos permitidos [...]
La presencia de abortos y cáncer es significativamente superior [incluso se dice que los casos de cáncer llegan a un 31%, cuando el promedio nacional es de 12,3%, ver Acosta, 2009, p.75]
El 100% de las personas que vive cerca de estaciones de petróleo indica sufrir problemas ocasionados con la contaminación, debido a las piscinas de petróleo o aguas de formación, los pozos y la quema de gas en los mecheros [...]
Existe un elevado riesgo en la salud de animales y poblaciones humanas al estar expuestos a los diferentes tóxicos producidos por la actividad petrolera [...]
[Se registran] altas tasas de leucemia en niños que viven en zonas de explotación petrolera” ( Serrano, 2013, pp.33-34 ).
En términos psicosociales, el desastre incluye:
“violencia sexual por parte de los operadores de compañía contra mujeres adultas y menores de edad mestizas e indígenas [incluyendo violaciones y hasta explotación y esclavitud sexual en los campos petroleros], abortos espontáneos, discriminación y racismo, desplazamientos forzados, nocivo impacto cultural y ruptura de la cohesión social” (Acosta, 2009, p.75)
A estas afectaciones ambientales y humanas se suman otras como la afectación a la cultura, a la territorialidad y a la alimentación de pueblos y comunidades, la contaminación de fuentes de agua, y un sinfín de violencias y corrupción inherentes al extractivismo . Este sinfín de estragos perduraría después de la salida de Texaco del país en 1992 y sería la razón de ser de un litigio de décadas que ha puesto a prueba la tenacidad de la resistencia de las comunidades y pueblos afectados.
Una –intrincada– historia de resistencia y “estorbo estatal”
Luego de
obtener gran evidencia del desastre ambiental que acabamos de mencionar, el 3
de noviembre de 1993 un grupo de 88 indígenas y colonos presentaron una primera
demanda en contra de Texaco en la corte de White Plains en Nueva York (donde se
ubicaba la sede de la petrolera) en representación de 30 mil habitantes de la
Amazonía ecuatoriana afectados por las actividades de la empresa en Lago Agrio
agrupados en 80 comunidades. Si bien en un inicio se aceptó la competencia de
que la corte del Distrito Sur de Nueva York conozca la demanda, la presión de
Texaco logró que en 2002 se rechace la jurisdicción en los Estados Unidos; sin
embargo, la Corte de Nueva York dictaminó que la empresa se someta a las cortes
ecuatorianas y cumpla la sentencia que éstas emitan (ver Acosta, 2009, p.80; Serrano, 2013, pp.38-39 ; Sanandrés y Otálora, 2015 ) [8] .En 1995, buscando evitar dicho juicio, Texaco realizó una supuesta “remediación ambiental” de apenas 40 millones de dólares, la cual “remedió” un 16% de las 916 piscinas que la petrolera dejó abandonadas... únicamente cubriéndolas de tierra. Tal “remediación”, realizada bajo un “Contrato para la ejecución de trabajos de reparación medioambiental y liberación de obligaciones, responsabilidades y demandas” fue aceptada por el Estado ecuatoriano, al punto que en 1998 se suscribió un acta final de entrega con la cual el Estado libera de responsabilidades a Texaco (ver Acosta, 2009, p.80; Serrano, 2013, p.26 ).
Pese a la postura hasta cómplice del estado ecuatoriano en 1998 (y que tendría graves consecuencias como se menciona más adelante), los representantes de los afectados presentaron una nueva demanda esta vez contra Chevron (que ya había adquirido Texaco) el 7 de mayo de 2003, la cual fue aceptada por el presidente de
Luego, el 14 de junio de 2004, Texaco demandó al Estado ecuatoriano ante
Posteriormente, en 2006 igualmente en cortes de Nueva York el gobierno ecuatoriano acusó de fraude a Chevron en su programa de “remediación” [9] . Sin embargo, en el mismo año el gobierno retiró la acusación por “ falta de pruebas o evidencias del fraude ” [10] . Paradójicamente en el mismo 2006 Chevron entregó una notificación de arbitraje internacional ante
Sobre el pago que hizo el gobierno ecuatoriano por al caso Chevron II, vale la pena recordar que, gracias a ese pago a la petrolera, el gobierno Rafael Correa pudo colocar 2 mil millones de dólares en bonos soberanos en el mercado financiero internacional ( Acosta y Cajas Guijarro, 2018, p.80 ) [12] . Es más, el entonces presidenteCorrea presionó a los afectados por Chevron [13] para que levanten una orden de embargo que mantenían sobre los recursos de la petrolera y que legalmente les correspondía. Así, por la presión de Correa (y bajo el peregrino argumento de evitar que Chevron “quiebre” al país [14] ), en lugar de que los afectados en la Amazonía reciban su dinero, el Estado pagó a la transnacional 112 millones (96 millones de la indemnización y 16 millones de intereses) .[15] Ese dinero, por el embargo que se mantenía sobre Chevron, debió ir a los afectados, pero no fue así...
Téngase presente que, como resultado de que el Ecuador haya entrado en el proceso de arbitraje en 2006 y luego haya pagado la indemnización dispuesta en el caso Chevron II en 2016, se creó un precedente grave: el Estado ecuatoriano aceptó entrar en los procesos de arbitraje, aún cuando la Constitución de Montecristi – vigente desde 2008 – prohíbe “celebrar tratados o instrumentos internacionales en los que el Estado ecuatoriano ceda jurisdicción soberana a instancias de arbitraje internacional, en controversias contractuales o de índole comercial, entre el Estado y personas naturales o jurídicas privadas” ( Art. 422 ). Semejante aceptación del proceso de arbitraje justificado por la firma de un Tratado Bilateral de Inversiones con Estados Unidos en 1993 y que entró en vigencia desde 1997 abriría las puertas para que todo el proceso legal incurrido por las comunidades y pueblos afectados por Texaco pueda ser severamente golpeado.
Justo en ese sentido, en 2009 Chevron presentó a
Apenas un par de años luego de que iniciara el caso Chevron III, el 14 de febrero de 2011
En respuesta a ese fallo, en 2012 Chevron amplió sus demandas en contra del Ecuador en las cortes internacionales argumentando que, aparte del incumplimiento del TBI firmado con Estados Unidos, existió una “denegación de justicia”. A criterio de la petrolera, la sentencia de Nueva Loja se habría obtenido por medio de actos de corrupción cometidos por los demandantes, los jueces, los peritos y el propio Estado ecuatoriano; para sostener dicho argumento, Chevron ha presentado correos electrónicos, anotaciones, agendas, videos, entre otras supuestas evidencias. Dejando de lado la veracidad de tales evidencias – cuestión que debe esclarecerse – lo cierto es que la demanda de la petrolera penosamente coincidió con la “metida de mano a la justicia” impulsada por el gobierno correísta tanto a través de una consulta popular inconstitucional en mayo del 2011, como de intromisiones directas en el poder judicial (especialmente entre 2011 - 2013 [19] ). Solo esa “metida de mano” creo el contexto idóneo para que tambalee la sentencia de Nueva Loja contra Chevron (escenario que se volvió más turbio cuando, desde 2013, el gobierno de Correa emprendió una millonaria – pero muy poco transparente – campaña de propaganda en contra de la petrolera ).
Así, un reclamo totalmente justo de las víctimas de uno de los mayores desastres petroleros de la historia se ensució por la incapacidad del Estado de garantizar la legitimidad de un proceso judicial en el cual, seamos honestos, bien pudo ser cooptado por la “metida de mano” del gobierno correísta o bien pudo ser cooptado por
El caso es que, como resultado de las acciones de Chevron, en septiembre de 2013 la Corte de Arbitraje de La Haya se declaró competente para tratar tanto la “violación” del Tratado Bilateral de Inversiones como la “denegación de justicia” argumentadas por la petrolera, y dispuso que el Ecuador no podría seguir acciones contra ésta. Después, en 2014 el juez Kaplan del Distrito de Nueva York tomó como válido el argumento de Chevron de que la sentencia dictada en Ecuador era fraudulenta y prohibió su ejecución en Estados Unidos. Acciones similares se darían en 2017 en Canadá, donde una corte rechazó ejecutar la sentencia ecuatoriana, al igual que sucedió en cortes brasileñas y argentinas [20] .
Posteriormente, en una resolución jurídica expedida el 27 de junio y dada a conocer el 10 de julio de 2018, la Corte Constitucional del Ecuador ratificó la sentencia de la corte de Nueva Loja , rechazando una acción de protección que interpuso Chevron en 2015 [21] y cerrando así la batalla jurídica en las cortes ecuatorianas [22] . Aunque con dicha resolución parecía que la sentencia contra Chevron tomaba nuevas fuerzas, sin embargo, del desastre ambiental se pasó definitivamente al que parece ser un desastre jurídico internacional.
En concreto, el caso Chevron III que venía disputándose desde 2009 llegó a un final sombrío el 7 septiembre de 2018 cuando un tribunal internacional bajo el auspicio de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya declaró que el Estado ecuatoriano violó el Tratado Bilateral de Protección de Inversiones firmado con Estados Unidos en 1993 al “denegar el acceso a la justicia” a Chevron . [23] Para colmo, el mencionado tribunal dispuso la nulidad de la sentencia de Nueva Loja que obligaba a la petrolera a pagar la indemnización de 9.500 millones de dólares a los afectados por sus operaciones, y hasta declaró la obligación del estado ecuatoriano de pagar una millonaria indemnización – aún por definirse – a la petrolera, junto con la obligación de hacerse cargo de la remediación del desastre ambiental.
En pocas palabras, la acción cómplice del gobierno ecuatoriano en 1998 – con Jamil Mahuad a la cabeza – al aceptar la fraudulenta “remediación” hecha por Texaco, la firma entre Ecuador y Estados Unidos del Tratado Bilateral de Inversiones en 1993 (y su entrada en vigencia en 1997, cinco años después de la salida de Texaco del país), la aceptación del arbitraje sobre ese tratado de inversiones en la Corte de Arbitraje de La Haya en todo el caso Chevron II desde 2006 (que concluyó en la aceptación por parte del gobierno correísta del pago de la indemnización de 96 millones a la petrolera en 2016), la intromisión del gobierno en el sistema judicial desde 2011 y la nueva aceptación de arbitraje en el caso Chevron III desde 2009, crearon las condiciones idóneas para bloquear las posibilidades de que la transnacional pague por el Chernóbil que dejó tanto en términos ambientales como sociales en el norte de la Amazonía ecuatoriana.
Y por si no bastara esta nefasta combinación entre la “mano sucia” del capital transnacional y el estorbo y complicidad estatal, resulta que en vez de exigir que Chevron realice una verdadera remediación ambiental, el gobierno de Lenín Moreno ha aceptado de forma explícita – y sumisa – hacerse cargo de dicha remediación [24] . Si a todo esto añadimos la posibilidad (casi certeza) de que el gobierno morenista estaría cumpliendo con un potencial acuerdo al que habría llegado con el vicepresidente norteamericano Mike Pence en 2018 de dejar en paz a Chevron , y recordamos que el propio correísmo cedió a las presiones de Chevron al acatar el dictamen de la Corte de Arbitraje de La Haya en 2016, terminamos concluyendo que la propia soberanía nacional terminó volviéndose un mero adorno discursivo. En todo este atropello a la soberanía, reiteremos hasta el cansancio, el Tratado Bilateral de Inversión de 1993 sin duda fue una pieza medular...
Cruel corolario: los Tratados de Inversión como mecanismos de
dominación
A más de los
estragos ambientales y legales dejados por Chevron-Texaco con sus operaciones
petroleras y sus argucias legales, hay estragos presentes que van mucho más
allá de la indemnización y la obligación de que el Estado ecuatoriano se
encargue de la remediación ambiental: se refuerza la tesis de que los Tratados Bilaterales de Inversión son mecanismos de dominación capaces
de atropellar la soberanía de los estados y la dignidad y supervivencia de los
pueblos con tal de defender los intereses de los capitales transnacionales,
incluso en condiciones legales muy turbias. Tal es así la cuestión que un caso
como el de Chevron, que involucra la clara violación de Derechos Humanos y
Derechos de la Naturaleza en el norte de la Amazonía ecuatoriana, termina resolviéndose
en una corte arbitral que decide sobre empresas e inversiones.Pero lo más tóxico en todo este proceso es el grave precedente que va quedando: si el gobierno morenista acepta el fallo de
Para colmo, como sugerimos al inicio de este texto, el Ecuador vive una vorágine neoliberal que anhela insertar al país definitivamente en una globalización/modernización capitalista de forma sumisa y dependiente; una globalización/modernización en donde los Tratados Bilaterales de Inversión (TBI) – que comúnmente suelen venir de la mano de otros mecanismos de dominación como los Tratados de Libre Comercio (TLC) – se volverán la norma[26] (pasando por encima incluso de
Ante esta realidad en donde capital y Estado interactúan de tal forma que terminan irrespetando los Derechos Humanos de comunidades y pueblos y los Derechos de la Naturaleza, las respuestas deben ser contundentes. En el caso concreto de Chevron, es urgente crear una Comisión de la Verdad que revise todo lo actuado por la petrolera, por los diferentes gobiernos que – de una u otra forma – crearon el contexto perfecto para justificar el dictamen de la Corte de Arbitraje de La Haya, por el poder judicial, y por todos los actores que han interrumpido el justo reclamo de indemnización y remediación por parte de los afectados (en este sentido nos sumamos a la propuesta planteada por Montecristi Vive [28] ).
Y en términos más generales, la respuesta sigue siendo la lucha popular. Una lucha que, por un lado, haga respetar lo que señala
Notas:
[1] Ver
el artículo de Alberto Acosta y John Cajas Guijarro en Rebelion.org: “Correa, un
neo-neoliberal”, febrero 7 de 2017. Disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=222604
[2] Ver
el artículo de Alberto Acosta y John Cajas Guijarro en Rebelion.org: “Moreno, un
neoliberal más”, septiembre 1 de 2018. Disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=245958
[3] Para
una breve reseña de estos movimientos de Texaco ver el artículo de Fernando
Villavicencio y Belén Palma en Plan
V: “El expediente Chevron”, octubre 3 de 2013. Disponible en:https://www.planv.com.ec/investigacion/investigacion/el-expediente-chevron
[4] Ver
el libro de Helga Serrano (2013). Caso
Chevron-Texaco: cuando los pueblos toman la palabra.
Quito : Universidad
Andina Simón Bolívar. Disponible en: http://repositorio.uasb.edu.ec/bitstream/10644/4023/1/SM151-Serrano-Caso.pdf
[5] Ver
el libro de Alberto Acosta (2009). La
maldición de la
abundancia. Quito : Abya-Yala.
[6] Ver
el artículo del New York Times:
“Disaster in the Amazon”, junio 4 de 2010. Disponible en:https://www.nytimes.com/2010/06/05/opinion/05herbert.html
[7] Se
suele hablar también de la extinción de los Sansahuari sin embargo, existen polémicas sobre
la existencia de tal pueblo originario (tema que merece un estudio más
profundo).
[8] Ver
el artículo de Eliana Sanandrés y Juan Sebastián Otálora (2015). “Una aplicación
de topic modeling para el estudio del trauma: el caso de Chevron-Texaco en
Ecuador”. Investigación &
Desarrollo, 23(2). Disponible en:http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/investigacion/article/viewArticle/6810/8142
[9] Ver
el artículo de Ecuador
Inmediato: “Texaco dice: “Carecen de sustento acusaciones de fraude””,
julio 22 de 2006. Disponible en:http://www.ecuadorinmediato.com/Noticias/news_user_view/texaco_dice_quotcarecen_de_sustento_acusaciones_de_fraude_quot--37959
[10] Ver
el artículo de Ecuador
Inmediato: “Texaco: "Estado ecuatoriano retiró demanda de
fraude"”, diciembre 27 de 2006. Disponible en:http://www.ecuadorinmediato.com/Noticias/news_user_view/texaco_estado_ecuatoriano_retiro_demanda_de_fraude--46240
[11] Ver
el artículo de El Comercio:
“Banco Central de Ecuador confirmó pago de USD 112 millones a Chevron”, julio
22 de 2016. Disponible en: https://www.elcomercio.com/actualidad/negocios-ecuador-bancocentral-pago-chevron.html
[12] Ver
el libro de Alberto Acosta y John Cajas-Guijarro (2018). Una década desperdiciada. Las
sombras del correísmo. Quito: Centro Andino de Acción Popular. Disponible
en:https://lalineadefuego.files.wordpress.com/2018/06/libro_la_decada_desperdiciada.pdf
[13] Ver
el artículo de El Universo:
“Levantamiento de embargo contra Chevron no habría sido de consenso”, agosto 4
de 2016. Disponible en: https://www.eluniverso.com/noticias/2016/08/04/nota/5724567/levantamiento-embargo-no-habria-sido-consenso
[14] Ver
el artículo de El Universo:
“Rafael Correa: Pago de $ 112 millones a Chevron fue para evitar que petrolera
"quiebre" al país”, agosto 3 de 2016. Disponible en:https://www.eluniverso.com/noticias/2016/08/03/nota/5723829/rafael-correa-pago-chevron-112-millones-fue-evitar-que-petrolera
[15] Ver
el artículo de El Universo:
“Ecuador paga 112 millones de dólares a petrolera Chevron”, julio 22 de 2016.
Disponible en: https://www.eluniverso.com/noticias/2016/07/22/nota/5703621/ecuador-paga-112-millones-dolares-petrolera-chevron
[16] Para
una revisión de los detalles de los casos Chevron I, II y III se recomienda ver
el artículo de El Telégrafo:
“¿Chevron abusa de los TBI?”, diciembre 2 de 2013. Disponible en:https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/politica/3/chevron-abusa-de-tbi
[17] Para
una reseña al respecto, junto con una copia del fallo de la Corte de Nueva
Loja, ver el artículo de Alberto Acosta en Política
y Economía: “Sentencia a la Chevron-Texaco, un triunfo de la Humanidad”,
febrero 16 de 2011. Disponible en: http://www.politicayeconomia.com/2011/02/sentencia-a-la-chevron-texaco-un-triunfo-de-la-humanidad/
[18] Ver
el artículo de Plan V: “8
claves para entender el laudo a favor de Chevron”, septiembre 11 de 2018.
Disponible en: https://www.planv.com.ec/historias/sociedad/8-claves-entender-el-laudo-favor-chevron
[19] Sobre
la “metida de mano” del correísmo en la justicia se pueden revisar los
artículos de Ecuador Chequea:
“Así metió el Gobierno de Correa la mano en la justicia: primera parte”,
disponible en:http://www.ecuadorchequea.com/2017/12/11/investigacion-rafaelcorrea-gobierno-justicia-ecuador/ y de Plan V: “Así metió el gobierno
de Correa la mano en la Justicia (parte 2)”, diciembre 18 de 2017, disponible
en:https://www.planv.com.ec/historias/sociedad/asi-metio-el-gobierno-correa-la-mano-la-justicia-segunda-parte
[20] Ver
el artículo de Plan V ya citado de septiembre 11 de 2018.
[21] Ver
el artículo de El Universo:
“Chevron presenta recurso final ante Corte Constitucional de Ecuador”, julio 16
de 2015. Disponible en: https://www.eluniverso.com/noticias/2015/07/16/nota/5022064/chevron-presenta-recurso-final-ante-corte-constitucional-ecuador
[22] Ver
el artículo de El Universo:
“Corte Constitucional del Ecuador ratifica la sentencia contra petrolera
Chevron”, julio 11 de 2018. Disponible en: https://www.eluniverso.com/noticias/2018/07/11/nota/6853205/cc-ratifica-sentencia-contra-petrolera-chevron
[23] Ver
el artículo de El Universo:
“Revés jurídico para el Ecuador en el caso Chevron”, septiembre 7 de 2018.
Disponible en: https://www.eluniverso.com/noticias/2018/09/07/nota/6942275/haya-falla-contra-ecuador-caso-chevron-anuncia-procurador
[24] Ver
el artículo de El Universo:
“Ecuador remediará pasivos ambientales dejados por Chevron, anuncia ministro”,
febrero 26 de 2019. Disponible en:https://www.eluniverso.com/noticias/2019/02/26/nota/7209359/ecuador-remediara-pasivos-ambientales-dejados-chevron-anuncio
[25] Ver
el artículo de Alberto Acosta y John Cajas Guijarro en Plan V: “Petrobras, Odebrecht,
OXY: Recordando un billar a tres bandas… en contra del país”, abril 29 de 2019.
Disponible en:https://www.planv.com.ec/historias/sociedad/petrobras-odebrecht-oxy-recordando-un-billar-tres-bandas-contra-del-pais
[26] Ver
el artículo de El Telégrafo:
“Ecuador está en proceso para suscribir nuevos TBI”, febrero 16 de 2018.
Disponible en: https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/politica/3/ecuador-esta-en-proceso-para-suscribir-nuevos-tbi
[27] Ver
el libro de John Cajas Guijarro (2018). Los
capos del comercio. Quito:
Plataforma por el Derecho a la Salud/Fundación Donum/FOS. Disponible en: https://saludyderechos.fundaciondonum.org/wp-content/uploads/2018/10/Los-capos-del-comercio.pdf
[28] Ver
el artículo de Alberto Acosta y Juan Cuvi en Rebelion.org:
“Justicia y verdad ante el atropello petrolero transnacional”, septiembre 14 de
2018. Disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=246494&titular=justicia-y-verdad-ante-el-atropello-petrolero-transnacional-
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=256680
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