La
necesidad de un plan de lucha: a 55 años del Plan de Ocupaciones de Fábricas de
la CGT y 50 años del Cordobazo
28 de mayo de 2019
En estos días se están cumpliendo dos
aniversarios importantes para la historia de nuestro país y las luchas del
movimiento obrero y el pueblo. Se conmemoran 55 años del Plan de Ocupaciones de
Fábricas de la CGT de 1964 y 50 años de los azos de Rosario, Córdoba,
Corrientes, Tucumán y distintos puntos del país. En tiempos de gobiernos
neoliberales y mientras la CGT llama al quinto paro general contra Macri, es
muy importante reflexionar sobre estos hechos históricos y el presente de
luchas que necesitamos.
Por Maxi miliano Arecco para ANRed.
El Plan
de Ocupaciones de Fabricas de la CGT
El Plan
de Lucha de la CGT de 1963/64 fue uno de los planes de lucha más importantes y
audaces de la historia de los trabajadores de Argentina. Reclamando, como
cuenta el historiador Alejandro Schneider, el respeto a la Constitución Nacional ,
libertad a los presos políticos, participación de los trabajadores en la
dirección de las empresas, fijación de precios máximos para los artículos de
primera necesidad, reforma agraria, salario mínimo vital y móvil y la búsqueda
de la solución a los problemas económicos y sociales que sufrían los
trabajadores y el pueblo. El plan incluyó distintas acciones en varias etapas
iniciando en 1963 con una semana de protesta con paros, movilizaciones y huelga
general.
La
segunda etapa, siguiendo con Schneider, reconocida como Plan de Ocupaciones de
Fábricas de 1964, consistió en una serie de ocupaciones de plantas fabriles y
lugares de trabajo de forma coordinada y planificadas secretamente por la CGT
que dividió el territorio nacional en ocho regiones geográficas. Las
ocupaciones se realizaron los días 21, 27 y 29 de mayo; 2, 3, 5, 18 y 24 de
junio, ocupando establecimientos de muchos distritos del país, en los que
participaron trabajadores y trabajadoras textiles, metalúrgicos, ferroviarios,
químicos, mecánicos, navales, aeronáuticos, portuarios, aceiteros, fideeros,
entre otros.
Como
rescata el historiador Daniel James, esta segunda etapa demostró una gran
capacidad de organización y disciplina del movimiento obrero que, según
información de la CGT, ocupó más de 11.000 establecimientos con la
participación de más de 3.900.000 trabajadores/as.
Luego
de esta segunda etapa continuaron la tercera y cuarta, que consistieron en
cabildos abiertos, movilizaciones, acciones de protesta y una huelga general de
48hs en diciembre.
Durante
las distintas etapas no faltaron enfrentamientos con la policía y las
patronales, denuncias penales contra los activistas y la CGT, amenazas de quita
de personería a los gremios, trabajadores detenidos, toma de rehenes, piquetes,
etc.
El plan
de lucha frenó los despidos, consiguió la ley de salario mínimo, aumentos
salariales, fijó precios máximos, frenó la posibilidad inmediata de un nuevo
golpe de estado y permitió el desarrollo de una generación de jóvenes
militantes obreros/as (en muchos casos activistas sindicales) que se pusieron
al frente de los reclamos del conjunto de la población, transformándose en
activistas políticos que reconocían la importancia de luchar y la posibilidad
de cambiar las cosas, pasando de lo gremial a lo político, generando y
construyendo esa fuerza y esa confianza que realizaría pocos años después las
gestas históricas como el Cordobazo y el Rosariazo, entre otras.
¿Por
qué un plan de lucha en la actualidad?
Hace
dos semanas, el 14 de mayo, el Consejo Directivo de la CGT convocó para el 29
del corriente, a un nuevo paro general contra las políticas de Macri.
Lamentablemente, la medida de fuerza decretada por la central no se enmarca en
un plan de lucha que le de continuidad y busque una salida a la preocupante
situación del país, los/as trabajadores/as y el pueblo.
Este
quinto paro general de la CGT se da semanas después del importante paro y
movilización (del cual la conducción de la central no participó) convocados por
la mayoría de las regionales de la CGT, el Frente Sindical, la Corriente Federal
de Trabajadores y las CTAs, con la adhesión de los sindicatos de camioneros,
bancarios, subte, curtidores, metalmecánicos, docentes, estales, peajes,
gráficos, canillitas, etc. Esta huelga fue muy importante porque además
participaron muchas corrientes internas de sindicatos que decidieron parar y
movilizarse más allá de que su conducción no adhirió.
La
medida de fuerza se dio en un marco de una gran puja con el gobierno que
previamente amenazó a quienes convocaron con multas, sanciones y hasta la quita
de personería mientras que dejaba correr el rumor, a manera de extorsión, que
en esos días iba a entregar a los sindicatos la plata que les debe de las obras
sociales.
Finalmente
el amedrentamiento contra los sindicatos continuó con un allanamiento en las
instalaciones del sindicato de camioneros desproporcionado y sobreactuado.
Días
después, el gobierno lanzó una propuesta con diez puntos, supuestamente para un
acuerdo nacional en el que ratifica su modelo económico planteando el
cumplimiento de las obligaciones con los acreedores, equilibrio fiscal, reforma
laboral e inversiones y nada dice de la pobreza, el hambre, la desocupación y
el resto de los problemas que acechan día a día a millones de compatriotas.
El
modelo económico neoliberal aplicado por Macri y el FMI es la profundización
del plan iniciado por el golpe cívico-militar-eclesiástico-patronal de 1976.
En los
tres años que lleva este gobierno los índices económicos e industriales
empeoraron drásticamente. Según el INDEC, el uso de la capacidad instalada de
la industria está en un 57%; índice comparable con el de la crisis 2001-2002,
el desempleo llegó a dos millones de personas y se calcula que cierran entre 25
y 30 PyMES por día. El Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) pasó de u$s580 a
finales del 2015, a
los actuales u$s288. Durante el último año se perdieron más de 400 mil puestos
de trabajo, miles de trabajadores/as sufren suspensiones a diario, y aumentan
el empleo precario y subempleo. En las últimas semanas, a modo de ejemplo, se
quedaron en la calle trabajadores/as de Electrolux, Alba (Grupo Akzo Nobel), La
Campagnola, Loma Negra, Viauru, Alijor, Tsu, Hilados Platex.
A su
vez, como ya decíamos en otros artículos, no son pocas las patronales que
aprovechan la crisis para reducir costos y eliminar comisiones internas y
activistas de base, presentando falsos preventivos de crisis (PPC) como en
FATE, Coca Cola Femsa, Laboratorio Craveri, Elea, Carrefour, Molinos Rio de la
Plata, etc.
Este
contexto de cierre de fábricas, despidos y suspensiones genera un «ambiente
ideal» para la flexibilidad laboral y el empeoramiento de las condiciones de
trabajo ocasionando un aumento alarmante en las muertes laborales que llega al
escalofriante numero, ocultado por los medios de comunicación hegemónicos, de
400 trabajadores/as al año, según el espacio intersindical Basta de Asesinatos
Laborales. El caso de las 8 muertes en Vaca Muerta es ejemplo de esta
situación.
Como si
esto fuera poco, los últimos datos de inflación mostraron que la misma trepó a
una marca interanual de 55,8% (en alimentos 66%) generando una pérdida
importante en el salario real de los/as trabajadores/as y el pueblo.
¿Para
qué un plan de lucha?
A pesar
de la situación lamentable del modelo Macri-FMI, es importante rescatar los
procesos de lucha unitarios que se dan en distintos lugares y por distintos
motivos (libertad de choferes de Línea Este, reincorporación de despedidos
Frigorífico Rioplatense y la 60, condiciones edilicias y laborales de la
comunidad educativa de Moreno, entre otros) que permiten triunfos parciales
para el movimiento obrero y el pueblo.
Semanas
atrás la patronal del Frigorífico Rioplatense de Pacheco despidió a tres
trabajadores como respuesta a su participación en distintas asambleas. Ante el
despido los/as trabajadores/as junto a la comisión interna y el sindicato
pararon el frigorífico y convocaron a la comunidad obrera y vecinal a coordinar
acciones y difundir el conflicto por la reincorporación. En
estas acciones participaron el Encuentro de Trabajadores de Zona Norte
(trabajadores/as de la 60, SUTEBA Tigre, FATE-SUTNA, Frigorífico Rioplatense,
Madygraf, Praxair, Metalsa, etc.), junto a bachilleres de educación popular de
la zona y vecinos/as autoconvocados/as.
Esta
unidad (trabajadores/as, comisión interna, sindicato, organizaciones solidarias
y vecinos del barrio) logró la reincorporación de los tres despedidos
confirmando que la lucha unificada trae consecuencias positivas; pero no alcanza
con solo enunciarla sino que hay que practicarla.
No son
pocos los lugares donde se está luchando de forma coordinada, pero en tiempos
neoliberales de entrega del país no alcanza con reincorporar algún trabajador/a
despedido/a, lograr una buena paritaria o mejorar las instalaciones de una
escuela.
Necesitamos
un plan de lucha general que dé una perspectiva de triunfo a todos los y las
que pelean en sus lugares de trabajo, facultades y barrios, que unifique las
luchas, que plantee claramente las demandas de los trabajadores/as y el pueblo
para derrotar este modelo de hambre, pobreza y desocupación y para que, sea
quien sea que esté en el gobierno, sepa que el movimiento obrero y el pueblo
están de pie.
27-05-2019
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Fuente: https://www.anred.org/?p=115795
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