Declaración Balfour
9 de noviembre de 2018
Por Pablo Jofre Leal (Rebelión)
El año 2017 el día 2 de noviembre se
conmemoraron 100 años desde el fatídico acuerdo entre el sionismo y el imperio
británico para dar rienda suelta a los objetivos de colonización de Palestina.
Un año después la situación en Palestina ha agudizado el crimen, la ocupación
el colonialismo y el apartheid contra el pueblo palestino..
Una colonización que sería llevada a cabo por
parte de colonos judíos europeos, alentados por la dirigencia sionista y bajo
el mito religioso del retorno a una tierra prometida por una divinidad, que lo
mismo exhibía títulos de dominio que exclusividad y preferencias respecto a
pueblos elegidos.
Balfour: Pieza del diseño de dominio de
Oriente Medio
Ese convenio al que hago mención se denomina
“Declaración Balfour” y refiere, en específico, a una carta enviada por el
Secretario de Relaciones Exteriores británico Arthur James Balfour al Barón Lionel Walter Rothschild, líder de la
comunidad judía de Gran Bretaña e Irlanda , el día 2 de noviembre del año 1917,
para que el contenido de esta misiva, para que fuera conocida y discutida en el
seño de la
Federación Sionista.
Una Declaración que surge como parte de un
diseño de dominio de Oriente Medio, que tiene su comienzo con el Acuerdo
Sykes-Picot entre Gran Bretaña y Francia, que incumple las promesas efectuadas
al mundo árabe de permitir la conformación de Estados Independientes, ya que el
objetivo era justamente contar con el apoyo de esos pueblos para combatir al
Imperio otomano pero luego apoderarse de los territorios bajo su dominio. Es
así que la continuación lógica de Sykes-Picot fue la Declaración Balfour ,
que tendría también a Mark Sykes, como arquitecto de esta conducta lesiva para
millones de seres humanos que vivían en Oriente Medio.
Una declaración con consecuencias hasta el día de hoy otorgando un
apoyo político en Gran Bretaña y otros gobiernos occidentales a un sionismo en
ciernes, cuestión que condujo a la creación del mandato británico en Palestina
tras el derrumbe del imperio otomano, que facilitaría la llegada de colonos
judíos a Palestina y con ello sentar las bases para construcción artificia de
la entidad sionista el año 1948, sostén del actual conflicto que sacude esta
zona del mundo.
El Sykes que refiero es el mismo que gestó una
reunión en Londres en febrero del año 1917 donde asistieron los
multimillonarios e influyentes miembros de la Federación Sionista
con Sede en Gran Bretaña, Walter Rothschild, Herbert Samuel – quien hizo un
llamado a ejercer un protectorado inglés sobre Palestina - y Chaim Weizmann –
de origen bielorruso y quien sería el primer presidente de la entidad sionista
el año 1948 - entre otros. El inicio, por tanto de una migración de judíos,
especialmente europeos, a una región donde vivían escasísimos judíos,
esencialmente religiosos, pero no sionistas como aquellos que llegaban allende
el mediterráneo.
La realidad demostró que dichos deseos eran una mera hipocresía y
un apoyo decidido al Movimiento sionista, para comenzar un proceso de
colonización de tierras en Palestina. Tal es así que el propio Balfour, el
mismo que hablaba de respeto y no perjudicar los derechos civiles y religiosos
de las comunidades no judías existentes en palestina, el día 19 de enero del
año 1919 sostuvo, en otra carta al gobierno británico "En Palestina ni siquiera nos
proponemos pasar por la formalidad de consultar los deseos de los actuales habitantes
del país... Las cuatro grandes potencias están comprometidas con el sionismo, y
el sionismo, bueno o malo, correcto o incorrecto, está anclado en antiquísimas
tradiciones, en necesidades actuales y en esperanzas futuras de mucha mayor
importancia que los deseos o preocupaciones de los 700.00 árabes que ahora
habitan esta antigua tierra".
A buen entendedor pocas palabras y esas
mostraban claramente la complicidad criminal entre un Imperio que comenzaba su
ocaso, pero capaz de ocasionar daño a millones de personas, que ignoraban, en
ese momento, los planes que se tejían tras los bastidores y encuentros entre el
imperialismo inglés y un sionismo, que a través de su apoyo financiero a un
Imperio en guerra y con sed de recursos, para llevar adelante la campaña de la Primera Guerra Mundial
compró una alianza que le serviría como credencial política para intensificar
su “aliyá” y pasar de tener 85 mil judíos en un territorio donde habitaban 600
mil palestinos el año 1915 a
tener 600 mil colonos el año 1947 frente a un millón y medio de palestinos.
Esto mediante un proceso constante de colonización protegido por el imperio
británico, hasta el último día del mandato de este sobre Palestina – a pesar de
ciertos desencuentros con grupos extremistas judíos que deseaban acelerar el
proceso de ocupación del territorio palestino –
Resulta indiscutible, por más que la hasbara
(propaganda sionista) lo presente como un documento jurídico, que Gran Bretaña
no tenía autoridad política, legal ni moral para hacer promesas de entrega o
compartir objetivos coloniales de una ideología que no conocía Palestina más
que por mapas, como lo demuestra el hecho que las discusiones para encontrar
“un hogar nacional judío” dividían las opciones entre la Patagonia
sudamericana, Uganda y el levante mediterráneo. Cuestión que obligó a los
ideólogos del sionismo a buscar las razones, líneas centrales y ejes
discursivos que le permitieran sostener con algo de solidez que Palestina era
el destino final.
Gran Bretaña, en un absurdo histórico, en una
decisión abusiva y criminal prometió entregar un territorio que no era de su
propiedad a terceros – judíos europeos – cuyo vínculo con la región era
inexistente- Ello implicó avalar un plan de colonización, que en esencia
llevaba el signo del racismo pues implica poblar con extranjeros una tierra
habitada, expulsando a la población nativa residente y creando las bases del
actual sistema de apartheid que rige en la Palestina histórica para los
palestinos que allí residen y brutalmente en los territorios palestinos
ocupados y bloqueados del West Bank y la Franja de Gaza.
Del requerimiento de palacios rubio al
requerimiento sionista
Es justamente, por ese aval perverso que
otorga el imperio británico al sionismo a través de la Declaración Balfour ,
que se ha levantado con fuerza la exigencia que Gran Bretaña pida perdón por
esa acción política y los males causados. Una declaración usada como eje de las
exigencias legales y políticas sionistas que exhibía esta declaración como
aquellos conquistadores españoles que mostraban el denominado Requerimiento de
Palacios Rubio a indígenas que nada sabían de estos extranjeros que venían
allende los mares a sostener que esas nuevas tierras – les pertenecía por
derecho divino a la Monarquía española.
En este caso el requerimiento sionista exhibía
las ideas imperiales, de generosidad con lo ajeno, contenida en una carta
usurpadora de derechos ajenos. De los deseos y objetivos estratégicos de
funcionarios de un imperio que tenía como propósito dominar un territorio y
utilizar a estos europeos dotados de una ideología racista, que nada tenían que
ver con los judíos que habitaban palestina en un número que no superaba las
veinte mil personas en un universo de 550 mil palestinos, antes de la primera Aliyá
sionista a fines del siglo XIX, como colonizadores y avanzada de la
civilización occidental. La Declaración Balfour es responsable, por ende, de
avalar el establecimiento de las bases políticas, militares, económicas,
demográficas y culturales de lo que sería el nacimiento de la entidad sionista
el año 1948.
Por esa responsabilidad histórica, Gran
Bretaña, no sólo debe pedir perdón por el daño causado, sino también ejecutar
las políticas que permitan reparar el daño causado y una de ellas es,
claramente, reconocer al Estado palestino y exigir el fin de la ocupación
sionista de los territorios palestinos ¿Está dispuesta Gran Bretaña a hacerlo?
No!!! a estas alturas es una pregunta retórica, una simple quimera pues los
vínculos políticos, militares y financieros entre el sionismo internacional y
Londres son profundos. Gran Bretaña, Estados unidos y Francia tienen en sus
sociedades grupos de poder y lobistas del sionismo que hacen difícil separar
los intereses colonialistas de Israel con los intereses de esas potencias. Es
una asociación creada para delinquir, una asociación ilícita que en el seno del
Consejo de Seguridad blindan a la entidad más criminal del planeta. Ello, en el
marco del accionar del Club Bildenberg, convertido en la reunión de poderes
políticos, económicos, mediáticos y económicos más poderosos del mundo bajo la
égida sionista, convertidos en fieles escuderos y avales de los crímenes del
sionismo
En ocasiones el parecer equilibrado, como
aparenta Londres frente a ciertas condenas a Israel en el plano internacional:
Resoluciones de la ONU, Dictámenes de la UNESCO u otras, no significa que se
olvide su compromiso con los gobiernos israelíes. Es la sociedad británica
la que debe exigirles a sus gobiernos que cese el apoyo a la política
colonialista, racista y criminal de Israel, hay una responsabilidad histórica
que Gran Bretaña no puede desmentir por más amnesia que ofrezca. Como también
es responsable la sociedad palestina la llamada a combatir al ocupante y para
ello el apoyo del Eje de la Resistencia es fundamental, para cambiar la actual
correlación de fuerzas. Sólo la combinación de todas las formas de lucha
otorgará la autodeterminación al pueblo palestino, nada se puede esperar de
aquellos poderes que han sostenido al sionismo.
La alianza británica-sionista – y con ella el
papel cumplido por Washington y sus aliados regionales - ha tenido un impacto
catastrófico sobre la vida de millones de personas, no sólo en Palestina, sino
en el conjunto del Levante mediterráneo. Gran Bretaña debe una reparación en
los más amplios aspectos al pueblo palestino, pues no sólo es culpable quien
dispara a quemarropa a hombres y mujeres desarmados, quien usurpa territorios,
destruye aldeas, demuele casas, construye muros. Es responsable también el que
con su silencio permite estos crímenes y Gran Bretaña con su silencio
obsequioso es responsable de la declaración Balfour y de los padecimientos de un
pueblo sometido al salvajismo colonial del sionismo.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=248837&titular=declaracion-balfour-
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