En 10 meses de 2018,
se produjeron casi mil incidentes ambientales
Los derrames de Vaca
Muerta
20 de noviembre de 2018
“Fracking seguro” y “Vaca Muerta no va a contaminar” fueron los eslogan empresario y mediático en 2013, cuando comenzó a explotarse la formación petrolera Vaca Muerta (Neuquén). La técnica (llamada “fractura hidráulica”) era ya muy cuestionada en el mundo por sus impactos ambientales. A cinco años del acuerdo YPF-Chevron que dio inicio a la explotación, se cumplió lo que alertaban comunidades mapuches y organizaciones socioambientales: decenas de derrames, explosión de pozos e incendios. La provincia reconoce que se producen dos derrames por día y Naciones Unidas llamó a detener Vaca Muerta.
El 19 de octubre se produjo un derrame de petróleo que afectó entre 40 y
El último derrame de YPF es sólo una muestra de algo mayor: en la cuenca neuquina se produce un promedio de dos derrames por día. Publicado por el periodista Matías del Pozzi (en el Diario Río Negro), en los últimos cuatro años las petroleras admitieron 3368 “incidentes ambientales”, eufemismo de las empresas y el Gobierno para los hechos de contaminación.
En base a información oficial de la Secretaría de Ambiente de Neuquén se detalla que en sólo diez meses de 2018 (enero a octubre) se registraron 934 hechos de contaminación. En 2017 fueron 703, en 2016 se trató de 868 y en 2015 fueron 863.
El
Observatorio Petrolero Sur (Opsur) es un espacio de referencia en la
investigación del accionar de las petroleras y sus impactos. “En Vaca Muerta se
está produciendo un desastre ambiental y social. De continuar la explotación
será aún peor y no afecta sólo a quienes viven allí, la contaminación del aire
y el agua nos llegará a todos”, afirmó Fernando Cabrera, del Opsur. Recordó que
en el derrame de YPF-Schlumberger no dieron información oficial durante diez
días. “Estos eventos se producen porque son los propios vecinos, campesinos o
trabajadores los que denuncian. Otra muestra de que no se puede confiar en
empresas ni en los gobiernos”, destacó.
El
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) de Naciones Unidas
emitió en octubre su “Cuarto Informe Periódico de Argentina”. Remarcó los
impactos negativos de Vaca Muerta y resaltó su preocupación para su incidencia
en el clima mundial. “La explotación total de todas las reservas de gas de
esquisto (de Vaca Muerta) consumiría un porcentaje significativo del
presupuesto mundial de carbono para alcanzar el objetivo de un calentamiento de
1,5 grados, estipulado en el Acuerdo de París”. Y recomendó “reconsiderar la
explotación a gran escala de combustibles fósiles no convencionales mediante el
fracking en la región de Vaca Muerta” para garantizar el cumplimiento de los
compromisos climáticos asumidos por el Estado argentino.
El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) había emitido, dos semanas antes, un informe con tono advertencia: si la temperatura del planeta sigue en aumento y supera el 1,5 grados para 2030 se producirán “impactos catastróficos” en la vida de las personas y el medioambiente. Para alcanzar el objetivo (para 2030) se debe reducir a la mitad el uso de petróleo y el de gas a un tercio. La explotación de Vaca Muerta va en sentido opuesto.
En Vaca Muerta están presente, además de YPF y Chevron, las
grandes multinacionales Shell, Wintershall, ExxonMobil, Total, PAEG
(Bulgheroni, CNNOC, BP), Equinor, Schlumberger, Pluspetrol, Pampa Energía y
Mercuria.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=249220
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