Santiago
Maldonado:
la
encrucijada de una llama frente a los estamentos bajo cero
30 de julio de 2018
Por Lea Ross*
Un aniversario de la desaparición seguida de muerte del joven artesano. Un escenario de dudas sobre lo ocurrido. Un pesar ancestral frente a un Estado nacido en una patria financiada. Los dilemas de
El 01 de agosto de 2017, alrededor de las 11:30hs., decenas de gendarmes entran al puesto del Pu Lof en Resistencia Cushamen. Uno de ellos saca una fotografía. Allí aparece Santiago Maldonado, con una campera celeste y la cara tapada, al costado del puesto mientras veía el avance de los gendarmes. Inmediatamente corre hacia donde está el río.
Lucas Pilquiman y Santiago se sumergen en las heladas aguas del río Chubut. Pilquiman lo agarra del brazo, sabiendo que “El Brujo” no sabe nadar y le tiene fobia al agua. “No puedo, peñi”. Y retrocede. Pilquiman sigue adelante y nada hasta llegar a la otra orilla. Mientras los gendarmes bajan, uno de ellos grita: “Tenemos a uno”.
Matías Santana, desde arriba de una colina, al otro lado del río, asegura haber sostenido con sus binoculares una figura celeste siendo capturado por los gendarmes y su cuerpo llevado al interior de un vehículo.
Minutos después, los gendarmes salen del río. El subalférez Emmanuel Echazú sube ensangrentado y con una escopeta Bataan en
Entre los vehículos presentes en la zona, se encuentra una camioneta blanca Ford Ranger, con patente OLW 237, que ingresó al puesto de
El cuerpo de Santiago aparecerá 78 días después.
Hasta el día de hoy, la causa a cargo del juez
Pasó un año que Santiago Andrés Maldonado perdió su vida y hasta el momento no hemos podido descifrar lo que le pasó. Detrás de su rostro de frente, de ojos cálidos, émulo de un Jesucristo, nos lleva a sumergirnos a las corrientes heladas de un transcurrir ancestral que nos deja helados.
La pesada herencia
La sangre indígena lleva derramada desde que la patria no existía. Cuando comenzó a existir, vimos que el comienzo de la historia nacional del presidencialismo fue también el comienzo de la historia nacional del remate. El empréstito de
Faltaba
Tal como señala el historiador Ramón Minieri en su libro Ese ajeno sur: un dominio británico de un millón de hectáreas en la Patagonia, distintas empresas británicas se apoderaban de las tierras patagónicas, con la curiosidad que varios de sus directorios estaban conformadas por las mismas personas. De a poquito, las empresas se unificarían y conformarían la Compañía de Tierras del Sud Argentino S.A. o simplemente “La Compañía”. Para los años noventa del siglo XX, las acciones de La Compañía se venderían al magnate textil italiano
Hoy se estima que hay una treintena de pueblos indígenas u originarios en el actual territorio argentino, divididos en más de 1.600 comunidades. La quinta parte vive en zonas rurales, que abarcaría un total de 14 millones de hectáreas.
Cuando Mauricio Macri asumió la presidencia recibió como “pesada herencia” unos 185 conflictos indígenas en todo el país, según un relevamiento de Amnistía Internacional, mediante el aporte del periodista Darío Aranda. Hablamos de casos referidos a disputas de tierras, hechos represivos, contaminación en los territorios y causas judiciales, entre otros.
La tercera parte de ese mapa, se concentra en el suelo neuquino y sus alrededores, donde hay una fuerte presencia mapuche. Un caso judicial muy recordado, además del proceso de extradicción contra
Las razones de por qué tanta saña contra la comunidad mapuche lo podemos encontrar desde tres variantes:
- A) Desde lo geopolítico: el territorio mapuche
llamado Wallmapu se divide entre el Gulumapu (región chilena) y Puelmapu
(argentina). Este mismo abarca como media docena de provincias, desde el
sur de Buenos Aires hasta Santa Cruz. Es decir, que la reivindicación
mapuche como Nación propia es profetizada por distintas comunidades que
ocupan una gran extensión. Desde el Estado moderno, eso genera mayor
preocupación por su compostura liberal de competencia. Tratándose de un
territorio transfronterizo, se permite al aparato estatal ser más
plausible en la aplicación de fuerzas represivas fronterizas, tal como es
el caso de Gendarmería, con lo cual la presencia del Estado por esos
lugares termina siendo su faceta más violenta.
- B) Desde lo social: el mapuche en general se
abstiene de mostrarse como víctima y se posiciona bajo un trato
igualitario frente al no-mapuche. En algunos casos, con un trabajo más
aguerrido y de acción directa a la hora de no claudicar por sus reclamos.
Sin mencionar que varios de sus dirigentes tienen formación política y
académica; lo cual no sorprende que eso reaviva el recelo racista que hay
en el argentino blanco. Y más aún si se trata de alguien que ejerce la
actividad represiva en zona fronteriza, que llevan a tener una mayor carga
chauvinista xenófoba.
- C) Desde lo económico: en todo ese territorio
donde habitan los mapuches, hay una gran cantidad de bienes comunes que son
apropiables para ciertos intereses sectoriales y estatales. El agua es el
más fundamental, como también el menos atendible, aún con los casos
evidentes como la apropiación de Lago Escondido por parte de Joe Lewis.
Pero a su vez, están los recursos energéticos y gasíferos, donde el
acceso a esas reservas se han elevado a partir del acceso en
estado no convencional que se extraen mediante el fracking, cuyo eje
central es el grandoradísmode Vaca Muerta. A esto se le suma
la gran extensión de tierras en manos de terratenientes extranjeros. Con
lo cual, las tensiones que se generan entre estos propietarios y los
indígenas, pueden generar un ambiente dificultoso en la seguridad jurídica
financiera para el Estado, al asustar las inversiones de afuera.
Y precisamente, la única fuente que cuenta el gobierno para paliar esa deuda eterna son las ganancias que se generan en Vaca Muerta, cuyo funcionamiento de infraestructura solo puede llevarse con un paquete de medidas como son la flexibilización laboral, los planes de Participación Público-Privadas (PPP) y los tarifazos de gas y combustible. Es decir, un megacanje para la emisión de petrodólares para paliar la deuda a costa de la población.
En particular, de las distintas comunidades mapuches, que liberan sus luchas contra las petroleras y sus derrames, sin mencionar el incertidumbre paquete de impactos que acompaña la extracción de recursos no convencionales conocida como fracking.
Billiken
Santiago Maldonado sería el último personaje de portada para
En el caso de Santiago, es curioso que gran parte de los que levantan su bandera por él, son los mismos que rechazan el uso de la capucha y las piedras en las marchas. ¡Pucha, che, qué mala la capucha! O que, directamente, el que tira piedras es un infiltrado. Como si el tira-piedra no merece ser una toma de discusión estratégica política, y se opta más por salir a “policializar” el caso y denunciarlo como un servicio.
Así también pasa por la figura del indígena como sujeto político. Tanto por derecha como por izquierda, el asunto indígena es leído por dos variantes: “la folclórica” y “la miserabilista”. Si no son los vecinos blancos o el mismísimo Presidente realizando la ceremonia de
Todo a contramano con los acontecimientos actuales que se libran en Latinoamérica, desde el ascenso de Evo Morales y todas polémicas que hay en su figura, como la organización y discusiones internas que se libran las comunidades indígenas en nuestro propio país. A tal punto que han emergido dirigentes que representan propuestas de los más disimiles. Desde el más confrontativo lonko
De todas maneras, queda presente el planteo sobre la contraposición entre las figuras de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, donde supuestamente el segundo permanece siempre en un segundo plano, al no contemplar los requisitos antropológicos que fascinan a los sectores blancos organizados (y
Quizás pocos lo recuerden. Pero el día que salió la noticia de su homicidio, en manos de Prefectura, la versión de que los mapuches llevaban armas se había disparado dentro de los canales apegados al Gobierno Nacional. En medio de eso, salió a responder una fotografía de “Rafita” trabajando en un taller de oficio. La imagen fue subida por un referente social, a cargo de los cursos de capacitación para los jóvenes, señalando que no era ni un “delincuente” o un “violento”.
Aquel mensaje fotográfico, de un pibe laburante y dispuesto a capacitarse para obtener un cargo laboral fue quizás lo que ha encandilado a una parte de ese pueblo de apoyo organizado. Curiosamente, una actitud distante a
Producciones
Hasta el momento, existen dos producciones literarias y dos fílmicas que giran en torno al caso de Santiago. Un primer libro, El caso Maldonado escrito por Marcos Novaro, apunta en duros términos a los organismos de Derechos Humanos al postular que el hallazgo del cuerpo “desarmó la fábula”; y, en menor medida al Gobierno, solo por no saber actuar con prevención o por fallas en comunicación (curiosamente, la misma crítica que se inculca así mismo el Gobierno en distintos ámbitos como la Economía). Según la conclusión del propio autor, esto demuestra que se vive en una sociedad donde los hechos no importan (posverdad).
Y un segundo libro, que acaba de publicarse, con una mirada crítica a la cobertura de los
En cuanto a películas, ambas documentales, se espera a estrenarse El camino de Santiago: desaparición y muerte de Santiago Maldonado, dirigida por Tristan Bauer, co-escrita por
A partir de los respectivos trailers, podemos visualizar que la versión de Bauer, recolecta los registros realizados por una serie de documentales que filmaron Daniel Tognetti y el propio Alonso para el canal C5N. En estos trabajos, se observa la secuencia de la represión, a partir de los registros de celulares, con un montaje vertiginoso que emula un desorden, semejante a otras producciones audiovisuales, apegados al kirchnerismo, a la hora de analizar las jornadas represivas de 2001 y la Masacre de Avellaneda de 2002: una pesadilla donde no se logra dilucidar un ordenamiento entre toma y toma por causa y efecto. Esa proclama de orden (y progresismo, fórmula que caracterizó el periodista Martín Rodríguez al proyecto kirchnerista), se hace denotar por la ausencia de la figura del encapuchado o de los que habitan en el puesto de
En cuanto a Lechu Vive, es un proyecto más colectivo, que se financia por aportes solidarios mediante plataformas virtuales y sin financiamiento del INCAA (o sea del Estado). Está basado en el artículo de
“Seguimos sosteniendo la veracidad de los testimonios”
Según la resolución de levantamientos de medidas cautelares 2/2018, de
Dos semanas
después, el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, denunció a
ocho testigos (siete mapuches y un amigo de Santiago Maldonado) por falso
testimonio. Otras dos semanas después, Gendarmería denunció a los dos abogados,
junto a los mapuches, que presentaron la denuncia por desaparición forzada ante
la CIDH por “asociación ilícita”. Y un mes después, la propia Bullrich
denunció a los dos abogados por distintos delitos penales: propiciar
fraudulentamente sanciones políticas contra el Estado argentino, inducir a
sufragar en contra del gobierno nacional, falsa denuncia, estafa procesal,
asociación ilícita y usurpación de títulos y honores.
Carlos González Quintana es uno
de esos letrados que se presentó ante la CIDH y denunciado por el Estado
Nacional. Reconocido interviniente de distintos conflictos socio-ambientales de
la provincia de Córdoba, asegura creer todavía en el testimonio de los mapuches
y que la autopsia no ha podido revelar el momento y el marco en que murió
Santiago. Además, afirma que hubo una operación mediática para ayudar al
Gobierno Nacional para desprender toda responsabilidad a los gendarmes.“Yo creo que no han sido contradictorios los testimonios dados entre Santana y Pilquiman, y entre lo que nos dijeron a nosotros y lo que finalmente se incluyó en
“Lo que
consigue responder puntualmente la autopsia son solo unas pocas de la cantidad
de preguntas que tiene esta causa. Una es la causa eficiente de muerte: que
Santiago ha muerto por inmersión, coadyuvado por un cuadro de hipotermia. El
otro es el tiempo en que ha estado bajo el agua, con tres fórmulas que dan
distintos días, que dan desde los 56 días hasta los 73 días. Y después, la
cuestión de las diatomeas como factor determinante para ésta conclusión
pericial de que Santiago murió ahogado. Pero hay algo que la pericia no
determina que es cuándo murió Santiago. Acá se determina de qué murió pero no
cuándo. Tampoco consigue esclarecer en qué contexto murió Santiago. Eso lo
tenemos más o menores reconstruido a partir de los testimonios de Lucas Pilquiman
y Matías Santana, en ese intento por cruzar el río y no conseguirlo, y regresar
a la costa”, señala el abogado González Quintana, en algún lugar del monte
cordobés.
Prosapia de un país bajo ceroSantiago Maldonado habría cumplido recientemente 29 años de edad. Entre los múltiples apodos que tenía, desde Lechuga por su peinado, o El Brujo por sus conocimientos sobre medicina natural, se dice que le gustaría ser recordado como LHT: Las Hice Todas. Anarquista, vegano y antiespecista, experimentador musical y tatuador por profesión, Santiago Maldonado renegaba las imposturas dadas de su lugar de crianza, donde el agronegocio era la envidia emprendedora y la labor urbana como un pasar de sustento vital.
Tal como lo
sintetiza María Florencia Alcaraz:
“Santiago Maldonado no quería tener hijos, ni pasar los días encerrado en una
fábrica como todos sus amigos; tampoco quiso terminar una carrera universitaria
porque no quería nada del Estado. Desertó de ese futuro preestablecido.
Sustituyó la ética capitalista del trabajo productivo por una búsqueda personal
que desbordaba vitalidad. En 25 de Mayo no tenía lugar para ser joven: los
niños se vuelven viejos sin intervalos”.
Y allí, a mil kilómetros y medio de
distancia, por las heladas aguas del Río Chubut, su cuerpo sin ingesta de la
cantidad y calidad de nutrientes requeridas, con temperaturas nunca antes
expuestas, padeció el inicio de su martirio corporal. Quizás lo suficiente como
para retornar a la orilla y, en caso de ser capturado, recibir los golpes necesarios
para ser tumbado y ser aprestado a la eternidad.Escribía Mijaíl Bakunin, autor que Santiago habrá leído muy seguido, en su libro Dios y el Estado, en épocas en donde la Argentina ya tenía conformado su Estado bajo las arriendas de la Oligarquía: “La rebelión del individuo contra la sociedad es más difícil que su rebelión contra el Estado. El Estado es una institución histórica, transitoria, una forma pasajera de la sociedad, como la iglesia misma de la cual no es sino el hermano menor, pero no tiene el carácter fatal e inmutable de la sociedad, que es anterior a todos los desenvolvimientos de la humanidad y que, participando plenamente de la omnipotencia de las leyes, de la acción y de las manifestaciones naturales, constituye la base misma de toda existencia humana. El hombre, al menos desde que dio su primer paso hacia la humanidad, desde que ha comenzado a ser un ente humano, es decir un ser que habla y que piensa más o menos, nace en la sociedad como la hormiga nace en el hormiguero y como la abeja en su colmena; no la elige, al contrario, es producto de ella, y está fatalmente sometido a las leyes naturales que presiden sus desenvolvimientos necesarios, como a todas las otras leyes naturales”.
Es en esa
rebelión contra la dichosa sociedad que Santiago mantiene aún después de su
fatal desenlace. En plena disputa e interpelaciones que nos lleva su
figura, imagen, rebeldía y coraje, donde se va mutando y dando forma nuestros
pesares a pensares. Y de allí, tomar en nuestras manos el fuego de una rebeldía
que siempre persiste en nosotros, frente a los helados estamentos de los
poderes que pretenden mantenernos bajo cero. Pero que siempre le costará opacar
esas llamas tan presentes y tanto se requieren para cambiar(nos) a un mundo
mejor.
Dossier Santiago Maldonado, elaboración colectiva de La luna con gatillo, *Periodista. Columnista de cine en el portal y programa radial La luna con gatillo. Integrante de Radio Panamericana FM 99.3 (Huerta Grande, Córdoba). Columnista del portal Striptease del Poder.
Fuente: http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/07/30/santiago-maldonado-la-encrucijada-de-una-llama-frente-a-los-estamentos-bajo-cero/
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