sábado, 19 de noviembre de 2016

Veamos el dilema en Ecuador: "la Alianza con China conduce de algún modo al Buen Vivir (o al socialismo), o es una necesidad para sostener una forma de neo desarrollismo que finalmente beneficia a los grupos capitalistas y a la profundización de un tipo de economía que ahonda la explotación cada vez más intensa de los trabajadores y de la naturaleza".

CONAIE frente a la llegada del 
presidente Chino a Ecuador
19 de noviembre de 2016
Por CONAIE


Boletín de Prensa

D.M. Quito, 18 de noviembre de 2016

La presencia del presidente de China Xi Jinping en el Ecuador es un síntoma de cómo se profundiza la dependencia del Ecuador, como proveedor de materias primas y bienes primarios para el principal productor industrial del planeta en esta nueva etapa de colonización con el imperio chino.

La “alianza estratégica” que el gobierno de Rafael Correa festeja expresando “eterna gratitud” al mandatario chino es presentada aisladamente como un mecanismo para concretar líneas de financiamiento para proyectos como la Refinería del Pacífico y dar nuevo impulso a ámbitos tradicionales de cooperación; sin embargo, la evidencia de los resultados de esta alianza estratégica en la década de la revolución ciudadana, es un alza en el endeudamiento externo atada a la venta de recursos naturales, que no ha resultado en un cambio de la matriz productiva, sino en una insoslayable avanzada del Estado sobre los territorios para la expansión extractivista –donde evidentemente nos encontramos en franca contradicción-.

Lo que está en debate es si la estrategia de desarrollo que promueve el gobierno a partir de la Alianza con China conduce de algún modo al Buen Vivir (o al socialismo), o es una necesidad para sostener una forma de neo desarrollismo que finalmente beneficia a los grupos capitalistas y a la profundización de un tipo de economía que ahonda la explotación cada vez más intensa de los trabajadores y de la naturaleza.

En el seno de esta discusión está la vida de los pueblos indígenas, los derechos sociales y laborales, y la subsistencia de la diversidad como base a una economía no capitalista entre muchas otras dimensiones que determinan nuestro futuro. La ceguera del presidente por el desarrollo no le permite dimensionar las consecuencias de hipotecar nuestros territorios a la China. Por ello rechazamos la visita de Xi Jinping al país, peor sobre todo, rechazamos lo que ésta implica.

Como pueblos indígenas nos mantendremos firmes en defensa de nuestros territorios, de los derechos de nuestra gente, de un Estado Plurinacional y del Sumak Kawsay.

Por el Consejo de Gobierno Jorge Herrera PRESIDENTE CONAIE
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=219350

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