Transformar
el dolor y organizar la bronca
25 de noviembre de 2016
El pasado viernes 18 de noviembre, la
Coordinadora contra la
Represión Policial e Institucional (CORREPI) presentó el
Informe de la
Situación Represiva en la zona Oeste. Convocado
por un amplio conjunto de organizaciones de la región se denunció el despliegue
represivo en las barriadas populares, que desde 1983 a la fecha se llevó la
vida de más de 400 jóvenes. Trabajadores y trabajadoras, vecinos de los
barrios, artistas populares, familiares de víctimas de la represión estatal se
dieron cita en la Plaza la Carbonera de Merlo
para dar testimonio sobre la lucha contra la
represión del Estado.
Por
ANRed.
Por tercera vez
consecutiva, se realizó en la zona oeste del conurbano bonaerense esta jornada
de denuncia donde se visibilizan los resultados de las políticas represivas
llevadas adelante en los últimos treinta y tres años de “democracia” en
barrios, cárceles, comisarías y lugares de trabajo. Moreno en 2014 y Morón en
2015 fueron las dos primeras sedes de las jornadas que echarían luz sobre el
despliegue de distintas fuerzas de seguridad, en distintas épocas y
modalidades, con distinto color y metodología pero siempre con mismos
resultados: represión y gatillo fácil para los jóvenes de los barrios
populares. Para las y los trabajadores organizados. Represión para el pueblo.
Merlo fue el territorio elegido para denunciar el alcance
de estas políticas durante todo el 2016. Por el numero altísimo de casos de
gatillo fácil y por ser uno de los distritos donde se agudizo el conflicto
social en los últimos tiempos. Desalojos y represión en tierras recuperadas por
los vecinos, para acceder al derecho a la tierra, como el caso de Rio Alegre o
los obreros de la ex
Petinari , hoy Acoplados del Oeste (ADO) recuperado por ellos
mismos o también los choferes de la línea 326 pertenecientes a la Sargento
Cabral-Metropolitana (ex Ecotrans) son ejemplos de una realidad
que se hace carne en las y los vecinos de los barrios, en las y los
trabajadores de la región.
De hecho es uno de los distritos, donde hace pocos días
ingresaron fuerzas federales por decreto del Ministerio de Seguridad Nacional a
cargo de Patricia Bulrich, para colaborar con la “seguridad interna.” Pero el
color del partido que gobierne no se distingue según el territorio que se
gobierne. Merlo, fue de hecho gobernada por Raúl Othacehè por casi veinte años
y hoy está bajo el mandato de Gustavo
Menéndez. Ambos responden al FPV e integran el Partido Justicialista.
Pero no es el único distrito que sirven como botón de
muestra para dar cuenta de esta situación: Morón, Moreno, General Rodríguez,
Ituzaingo son otros de los distritos que gobernados por distintos partidos se
ocupan de reprimir de la misma manera.
Sobre Moreno, por ejemplo, se ocuparon de dar testimonio
integrantes de la Feria del Fin del Mundo, una experiencia de economía
autogestiva que fue amenazada por oficiales de la policía local y funcionarios
municipales, al mismo tiempo que se compartió la lucha por el acceso a la
tierra en el barrio Villanueva en el año 2015, que reprimida por la policía Bonaerense
detuvo de manera arbitraria a Marcelo Costas, referente del Polo Obrero. Como
también la pelea de los integrantes del Centro Cultural La Comarca para
denunciar el asesinato de Fabián Ferreira, un pibe del barrio Marilo, a manos
de una oficial de la policía local y como se organizaron para hacer una jornada
en el barrio hace algunas semanas para hacer conocer su caso y la lucha por
esclarecerlo.
En Morón, territorio de Ramiro Tagliaferro (Cambiemos) la “Casa de Noche El
Transformador” que trabaja desde el 2012 con pibes y pibas que viven en la
calle se encuentra hoy desfinanciada y a punto de su cierre.
Pero enla Plaza La
Carbonera , al lado de una de las salidas del Ferrocarril
Sarmiento y cercana a las paradas de colectivos de La Perlita, es donde se
monta el espacio para realizar la actividad. Carteles ,
banderas, mesas de materiales de organizaciones políticas y partidos son
acompañadas de mates y música antirepresiva. A través del micrófono y a simple
vista se puede dar cuenta de la amplitud de la convocatoria.
Pero en
Organizaciones populares, sindicales, de derechos humanos,
estudiantiles, políticas, culturales y medios
de la región se acercaron para respaldar las cifras que CORREPI, año a año
sistematiza para que sean un reflejo de alcance de los métodos represivos del
Estado. No simples cifras, sino también historias y realidades que se sufren
cotidianamente en las que espaldas de los que luchan. Según denuncia parte de
su declaración: “En la zona oeste del conurbano bonaerense, el
hostigamiento, las detenciones arbitrarias y las torturas por parte de las
fuerzas represivas, crecieron exponencialmente con el pasar de los meses de la
gestión de Maria Eugenia Vidal. A las ya “400” víctimas del aparato represivo estatal en
la zona oeste, asesinadas en comisarías, cárceles o por el gatillo fácil, éste
año tenemos que sumar “25”
nuevos nombres, “25”
nuevas historias de jóvenes, laburantes, muertos bajo la tortura y las balas
policiales en los barrios de nuestra zona oeste.
A los reclamos por tierra y vivienda, la
respuesta fue el envío de infantería y cuadrillas de topadoras para desalojar y
destruir a su paso los asentamientos precarios donde familias y trabajadores le
hacían frente a la ausencia de un techo dónde vivir. La represión a la toma en la localidad Agustín Ferrari ,
de Merlo a principios de año; las familias desalojadas en Agosto en el barrio
25 de Mayo, donde la policía utilizó balas de plomo; las topadoras que
avanzaron junto a Infantería sobre el barrio el Vivero de González Catán a
principios de Octubre, dan cuenta de la brutal respuesta política que ofrecen
Vidal y los Intendentes del conurbano.”
Secundados por un sonido que reproducía canciones antirepresivas, entre banderas, mates y rostros conocidos, se fueron compartiendo los testimonios de trabajadores organizados que relataban las situaciones de precariedad laboral, que en algunos casos se llevaron la vida de obreros u obreras. Una trabajadora del INTA Castelar, que además integrala Agrupación Víctor Choque
contó la historia de Diego Sorayre, un trabajador que falleció el 9 de
septiembre pasado, producto de graves quemaduras producidas por el estallido de
un biodigestor que estaba en malas condiciones, al igual que la situación en la
que este obrero desempeñaba sus tareas. Ante el cerco informativo construido
alrededor de este tema, las y los trabajadores se organizaron para conformar
una comisión investigadora independiente y denunciar las precarias condiciones
laborales, además de las maniobras del INTA para ocultar el caso y perpetuar la
precariedad de sus obreros. Realizaron un primer informe que está disponible en
las redes y que será presentado en la justicia para echar luz, no solo en este
caso sino también en el caso de Melisa Bogarin, obrera del Chaco que en febrero
de este año también falleció producto de las malas condiciones de trabajo.
Secundados por un sonido que reproducía canciones antirepresivas, entre banderas, mates y rostros conocidos, se fueron compartiendo los testimonios de trabajadores organizados que relataban las situaciones de precariedad laboral, que en algunos casos se llevaron la vida de obreros u obreras. Una trabajadora del INTA Castelar, que además integra
Luego tomo la posta,
una vecina que forma parte de la comisión barrial que impulsa la creación de un
barrio en Rio Alegre en Merlo, que relató cómo resistieron desalojos sin
órdenes judiciales y como se organizaron para enfrentar a las policías: “Hace
un año que estamos luchando contra esto. Hasta ahora somos gente muy pacifica,
no sé cómo vamos a seguir porque nos están cansando. La única respuesta cuando
pedimos que nos den un plan de pagos, es que después del desalojo, a los que
quedemos nos van a llevar al hospital. ”
Un pibe. Todos los pibes.
German Gómez, era un
joven que vivía junto con su familia en el barrio El Sol , en el partido de Merlo.
En abril de este año, murió a manos del gendarme Felipe Villalba. Una discusión
entre vecinos: el represor decidió terminarla con balazos, amparado por el
uniforme y la chapa.
Emilia , su hermana compartió con los presentes en la jornada,
todo el camino en el que pudieron transformar el dolor en lucha.
“Mi hermano estaba discutiendo con un pibe cuando alguien va a
buscar al gendarme, que viene de la casa, vestido de civil. Directamente no
pregunta nada, viene con un revolver calibre 9mm, (el arma reglamentaria que
sigue usando, porque sigue trabajando como gendarme para el Estado) y le pega
un tiro en el pecho a German. Mi hermano Braian, se le tira arriba al gendarme
para defenderlo. Este le dispara por detrás un tiro en la pierna y así también
le pega un tiro a un vecino. Como no pudo matarlo a Braian, vuelve hacia donde
estaba German y le pega un tiro en el pómulo izquierdo. Leyendo el expediente
estos días, me entere que este tipo mató a mi hermano y se fue a cambiar a la
casa para que lo lleven al destacamento de Pompeya. Son todos cómplices, porque
Felipe Villalba tiene hermanos y padre policías. Un hermano es jefe de calle de
Morón y la Fiscal del Tribunal Nro. 4, Paula Peronne, quiere tapar este asesinato
diciendo que fue en “defensa propia y de terceros”, siendo que los “terceros”
lo quisieron linchar al gendarme, porque eran todos vecinos de nosotros. Todos
mienten y el Estado se tiene que hacer responsable. El sigue trabajando en
Campo de Mayo y le notifican de todo lo que va sucediendo. Esto se tiene que
terminar, Felipe Villalba tiene que ir preso porque mató.”
Mauro Vareyro, Víctor Ávila, Cristian Núñez,
Fabián Ferreira, Ismael Sosa, Cristian Marcelo Bogado, Ariel Gervasi, Javier
Alejandro Zambrana, Germán Gómez, Nicolás Romero, Pablo Alcorta, Cristopher
Torres, Sergio “Checho” Casal, Carlos Abregù, Emanuel Ojeda, Rodrigo Corzo,
Matías Lobos son varios de los nombres de pibes jóvenes del oeste del conurbano
bonaerense, que el Estado asesinó a través de sus “fuerzas de seguridad.” Cada
uno de ellos, cada historia, pudo ser recuperada a través de la lucha de sus familiares,
con sus rostros hoy reflejados en un mural o hechos estandartes en alguna que
otra murga de barrio. Historias que durante una tarde de primavera calurosa, en
una plaza del oeste, se compartieron a través de palabras, que transmitieron
bronca y dolor. Palabras que transformadas, se convirtieron en un grito de
lucha contra la represión del Estado.
La jornada realizada
en Merlo, se suma a otras realizadas por CORREPI en zona norte, sur y La Plata
(esta última realizada hace pocos días) como actividades de denuncia y
visibilización que precederán al acto central de la organización, a concretarse
el próximo viernes 2 de diciembre desde las 15hs en plaza de Mayo. En su
edición número 20, El Informe de la Situación Represiva
a Nivel Nacional, será el nombre que enmarque una nueva jornada de lucha, donde
se expondrán los resultados de las políticas represivas a lo largo y ancho del
país implementadas en el último año, bajo el gobierno de CAMBIEMOS y en otras
provincias gobernadas por coaliciones variopintas, entre ellas del Frente para
la Victoria .
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