El modelo agroindustrial y los incendios amazónicos
26 agosto 2019
Por Acción Ecológica
Los múltiples incendios que azotan a la
Amazonia y otros biomas como el Chaco y el Pantanal en Brasil, Bolivia y
Paraguay, son un síntoma de los graves problemas generados por el sistema
agrícola-industrial que se ha impuesto en esta región de América del Sur, y que
forma parte del entramado en el que se sustenta el capitalismo agroalimentario
mundial.
La Amazonía brasileña ha sido escenario de incendios de
magnitud desde hace muchos años. Por ejemplo, durante el año 2016, que fue
especialmente seco, se vivió una gran cantidad de incendios en esa región… pero
en el 2019 no ha habido sequías.
Aunque las razones para que se produzcan estos incendios,
son complejas y multicausales, la expansión del agronegocio agravada por el
cambio climático, es una de las causas principales. Esta situación ha empeorado
con las políticas establecidas por el presidente de Brasil, quien desde su
campaña electoral mostró un desconocimiento de las problemáticas ambientales y
sociales de la
Amazonía. Jair Bolsonaro ha otorgado patentes de corso a los
grandes terratenientes y empresarios del sector agropecuario, para transformar
la selva en grandes zonas de pastoreo y de plantaciones comerciales tiene. Con
el nuevo presidente de Brasil ha aumentado la ocupación ilegal de tierras
amazónicas y la deforestación se ha incrementado en un 273%, lo cual permite
especular con ellas y venderlas o ampliar la frontera agroindustrial (pastos,
palma, soya principalmente).
Dentro de este modelo hay que destacar la industria ganadera
que se ha desarrollado en la zona que ahora arde. La industria de la carne es
la responsable del 14% de la deforestación global anual en Brasil, con
porcentajes similares en Paraguay. Los reyes de la carne son brasileros, y la empresa JBS-Friboi
es la mayor productora y exportadora de carne del mundo, siendo China su
principal cliente. Esta empresa controla el 10% de la producción de carne
vacuna del mundo, además de carne porcina, ovina y de pollo, y procesamiento de
cueros. Se le ha asociado con el pago de coimas a políticos, y cada día tienen
más poder con Jair Bolsonaro.
JBS-Friboi ha sido acusada de comprar ganado criado en
tierras amazónicas deforestadas para el pastoreo, mediante quema u otros
métodos cuestionados. La llegada de Bolsonaro al poder, y su apoyo a la
agroindustria por encima de la protección ambiental, disparó el poder de JBS.
Este grupo puso a la Ministra de Agricultura, Tereza Cristina Dias, conocida
como “musa del veneno”, por su apoyo a los agrotóxicos, fue acusada de eximir
de impuestos y hacer negocios personales con JBS. Mientras su poder y ganancias
crecen, el mundo mira aterrado como la Amazonía arde.
A esta situación hay que sumar los monocultivos de soya
transgénica, que obedecen a un modelo diseñado sólo para grandes extensiones de
tierra y que, por lo mismo, ha generado acaparamiento de tierras y
deforestación en los países donde se han expandido. Tres de estos países
enfrentan ahora incendios masivos: Brasil, Bolivia y Paraguay. El ex ministro
de Agricultura Blairo Maggi, conocido como “el rey de la soja” y el mayor
productor y exportador de la oleaginosa, dijo que temía un boicot a productos
brasileños (más no por la destrucción de la selva).
También en Paraguay la deforestación ha venido de la mano de
la expansión de la soya transgénica y la ganadería, a lo que se suman procesos
de criminalización de las comunidades y organizaciones que defienden sus
territorios frente a la expansión de este modelo, y que ahora son las
principales víctimas de los incendios. Hace pocos días, la Oficina del Alto
Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas llamó la atención a
Paraguay por problemas de violación de varios derechos asociados a fumigaciones
con agroquímicos y el consiguiente envenenamiento de los pueblos, incluidos los
niños, y por la contaminación del agua, el suelo y los alimentos asociados con
el agronegocio soyero y ganadero.
Mientras tanto en Bolivia, el gobierno de Evo Morales
autorizó aumentar la producción de soya transgénica para biodiésel. De acuerdo
al Ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, la frontera agrícola se
debería aumentar en unas 250 mil hectáreas, y que el país podría ampliar su
frontera agrícola hasta cuatro millones de hectáreas de soya. Esto es muy
significativo, tomando en cuenta que, de acuerdo al Censo Agropecuario, el área
total sembrada en el país es de 2.760.238,6 hectáreas ,
de las cuáles el 60,8%, se cultivan
en Santa Cruz. La ampliación de 250 mil ha significará ampliar la frontera
agrícola en un 10%, lo que ocurrirá posiblemente sobre bosques amazónicos
cruceños.
El agronegocio amazónico / chaqueño forma parte del negocio
agroalimentario global. Gran parte de la soya producida en esta región, termina
en las granjas avícolas chinas (que ahora es el primer productor mundial de
pollos, con un alto porcentaje destinado a la exportación). En un contexto de
guerra económica entre China y Estados Unidos, las relaciones entre el Cono Sur
y China se incrementan.
Por su lado, la industria de engorde y cría de cerdos y aves
en corral en toda Europa dependen en gran parte de la soya sudamericana. Se
prevé que estos problemas podrían intensificarse con la firma del Tratado de
Libre Comercio Mercosur / Unión Europea, porque el flujo de mercancías desde el
Cono Sur (en su concepción más amplia incluye Argentina, Chile, Paraguay,
Uruguay y los estados más al sur de Brasil) a Europa se acelerará.
Las redes sociales dan cuenta de esta preocupación. Se ha
dado el salto de “rezar por la amazonia” #PlayForAmazonia a “actúa por la
Amazonia” #ActForAmazonia, y las organizaciones sociales, grupos de jóvenes y
de mujeres también plantean que no es el fuego lo que destruye la Amazonía,
sino el capitalismo.
El viernes pasado, cientos de miles de personas en todo el
mundo se dieron cita frente a las Embajadas de Brasil, para reclamar por la
indolencia del gobierno brasilero frente esta catástrofe ambiental que nos
afecta a todos.
En el caso del Ecuador, llamaron la atención además al
gobierno ecuatoriano por el avance petrolero sobre el Parque Nacional Yasuní,
por la minería en Kimsacocha y Tundayme en la Cordillera del Cóndor, por la
deforestación en el Chocó-Andino ecuatoriano, y por los muchos otros lugares de
sacrificio que hay en el país.
ACCIÓN ECOLÓGICA
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Recomendamos/El-modelo-agroindustrial-y-los-incendios-amazonicos
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