Brasil. Arde el Amazonas:
la avaricia capitalista lo
ocasiona
Desde
la visión corporativista del gobierno de Brasil, solo son tierras que no están
produciendo.
Más de veinte (20) días lleva ardiendo
la región amazónica, fuego incontrolable la está devorando, las llamas se
centran en su mayoría en Brasil, en donde el gobierno presidido por Jair
Bolsonaro le resta importancia a la deforestación.
La Amazonía pierde su selva, se han
detectado sesenta y tres mil focos de incendio (63.000) durante las últimas
tres semanas, y desde la posesión de Bolsonaro se han arrasado aproximadamente
tres mil kilómetros (3.000), un abrupto incremento respecto a los seis primeros
meses del año anterior, lo que se equipara a un territorio destruido similar al
departamento del Atlántico en Colombia.
Esta reciente locura infernal no es
responsabilidad únicamente del cambio climático, situación importante que al
mundo hoy atañe y producida por el modo de producción capitalista, sino a la
política impartida por el actual presidente de Brasil, quien privilegia el
interés minero y agroindustrial sobre la preservación del ambiente y las
reservas aborígenes. Ello ocasionó, por una parte, la legalización de extensas
zonas para la minería; y por otra, el avance de colonos a zonas de reserva
indígena, lo cual ha generado luchas entre las comunidades indígenas y los
colonos, llegando a ocasionar en los últimos días, el asesinato de un líder
ancestral indígena.
Es de resaltar la frialdad con que
Bolsonaro se refirió a este hecho, en un evento militar. Según la cadena AFP , dijo que,
«no hay ningún indicio fuerte de que fuera asesinado», de igual manera,
respaldó la legalización minera en el Amazonas y atribuyó la culpa del bloqueo
al progreso económico nacional a las reservas aborígenes por oponerse a sus
políticas.
El discurso gubernamental es que los
pequeños hacendados quemen la selva para asentar posteriormente a
multinacionales expertas en la extracción minera y expansión agroindustrial.
El
Mundo Se Opone a las Políticas Ambientales de Brasil
Según la cadena RT «El aumento de la deforestación en la Amazonía provocó que Alemania
y Noruega anunciasen la semana pasada el congelamiento de ayudas destinadas a
la preservación de la selva«, como también el gobierno francés
determinó revisar la posible aprobación de los acuerdos económicos con Mercosur
si Brasil no cumple con la legislación en cuanto protección ambiental
internacional.
Para la economía brasilera el agro
representa el 25% del PIB, razón por la cual este gremio apoyó fuertemente a
Bolsonaro en su camino a la
presidencia. Ya de presidente los compensó nombrando de
ministra a la persona designada por ellos, lo que ha ocasionado la
liberalización e impulso de nuevas carreteras, la expansión de territorios
antes vetados para la agroindustria y el ganado. Brasil es el principal
exportador de carne, café, soya y azúcar del mundo. Impulsados por el gobierno,
los grandes inversores de estos sectores han incrementado aún más sus
ganancias.
La Amazonía es el principal pulmón del
mundo, su destrucción es hoy incremento económico, pero para el futuro, es el
decrecimiento de la vida para el planeta. Detener su destrucción debe ser una
tarea principal para mantener la vida en el planeta.
Trochando Sin Fronteras
Fuente: http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/08/22/brasil-arde-el-amazonas-la-avaricia-capitalista-lo-ocasiona/
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