México: El “jaque” de los pueblos indígenas
y el EZLN
16 de diciembre de 2016
Por Zósimo Camacho (Rebelión)
"Ahora el EZLN y el CNI se asoman de
nuevo al tablero de los políticos profesionales. La propuesta de formar un
Concejo Indígena de Gobierno con una candidata a la Presidencia que irrumpa en
el próximo proceso electoral es congruente con las búsquedas de los zapatistas.
Quienes los tachan de “inconsecuentes” o, peor, de “hacerle el juego a la
derecha” no han sabido o no han querido leer la propuesta".
Hace más de 15 años el
entonces vocero y jefe militar del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
(EZLN), subcomandante insurgente Marcos, leyó un cuento en el sur de la Ciudad
de México. Fue en el deportivo Villa Olímpica, durante un encuentro organizado
por estudiantes de la
Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).
Entonces al sup lo escucharon, entre muchos otros,
José Saramago, Alain Touraine, Manuel Vázquez Montalbán, Bernard Cassen, Carlos
Monsiváis, Elena Poniatowska, Carlos Montemayor y Pablo González Casanova
(aparte: ¿qué partido político o candidato puede convocar a intelectuales de
tal nivel?).
Era el lunes 12 de marzo de 2001. La Marcha
del Color de la Tierra (o de la Dignidad Indígena ) había parado un día antes en
el zócalo de la capital de la República. Todavía el ambiente era de fiesta
ante, primero, el cerco popular e indígena sobre la capital del país y, luego,
la toma pacífica del corazón político de la nación, la antigua Tenochtitlan. Y
todavía faltaban varios días de actividades para los delegados del Comité
Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN y del Congreso
Nacional Indígena (CNI) en la gran urbe. Su voz llegaría el día 28 a la tribuna del Congreso
de la Unión, en la persona de la comandanta Esther.
El cuento narrado por el sup ese lunes 12 se titula El otro
jugador. Lo tuve siempre presente. Es muy corto, aunque no lo suficiente para
que lo retuviera literalmente. Gracias al gran archivo que es la web, lo puedo
transcribir:
“Un grupo de jugadores se encuentra enfrascado
en un importante juego de ajedrez de alta escuela. Un indígena se acerca,
observa y pregunta que qué es lo que están jugando. Nadie le responde. El
indígena se acerca al tablero y contempla la posición de las piezas, el rostro
serio y ceñudo de los jugadores, la actitud expectante de quienes los rodean.
Repite su pregunta. Alguno de los jugadores se toma la molestia de responder:
‘Es algo que no podrías entender, es un juego para gente importante y sabia’.
El indígena guarda silencio y continúa observando el tablero y los movimientos
de los contrincantes. Después de un tiempo, aventura otra pregunta: ‘¿Y para
qué juegan si ya saben quién va a ganar?’. El mismo jugador que le respondió
antes le dice: ‘Nunca entenderás, esto es para especialistas, está fuera de tu
alcance intelectual’. El indígena no dice nada. Sigue mirando y se va. Al poco
tiempo regresa trayendo algo consigo. Sin decir más se acerca a la mesa de
juego y pone en medio del tablero una bota vieja y llena de lodo. Los jugadores
se desconciertan y lo miran con enojo. El indígena sonríe maliciosamente
mientras pregunta:
“¿Jaque?”
En aquella Marcha del Color de la Tierra los
indígenas del EZLN y el CNI salieron a hablar con obreros, amas de casa,
empleados, estudiantes, campesinos… y con los políticos profesionales, sus
partidos y sus órganos de gobierno. Vaya discurso de la comandanta Esther
en la Cámara de Diputados: sencillo, rebelde, firme y, también, respetuoso.
“Algunos habrán pensado que esta tribuna sería
ocupada por el sup Marcos y que sería él quien daría el mensaje central de los
zapatistas. Ya ven que no es así. El subcomandante insurgente Marcos es eso, un
subcomandante. Nosotros somos los comandantes, los que mandamos en común, los
que mandamos obedeciendo a nuestros pueblos. Al sup y a quien comparte con él
esperanzas y anhelos les dimos la misión de traernos a esta tribuna. Ellos,
nuestros guerreros y guerreras, han cumplido gracias al apoyo de la
movilización popular en México y en el mundo. Ahora es nuestra hora.
“El respeto que ofrecemos al Congreso de la
Unión es de fondo pero también de forma. No está en esta tribuna el jefe
militar de un ejército rebelde. Está quien representa a la parte civil del
EZLN, la dirección política y organizativa de un movimiento legítimo, honesto y
consecuente, y, además, legal por gracia de la Ley para el Diálogo, la
Conciliación y la Paz Digna
en Chiapas. Así demostramos que no tenemos ningún interés en provocar
resentimientos ni resquemores en nadie. Así que aquí estoy yo, una mujer
indígena.”
Fueron menospreciados por los políticos de
todos los partidos. Los indígenas buscaron un diálogo franco y directo con la
casta gobernante. Tal vez pecaron de inocentes. No sólo la derecha les cerró
las puertas. La considerada por sí misma “izquierda” política los traicionó de
manera vergonzosa. Y todavía hay quien acusa de sectarios al EZLN y al CNI por
no ponerse a la cola de candidatos y partidos de la “izquierda” electoral.
Luego vino, casi 5 años después, la Sexta Declaración
de la Selva Lacandona
y La Otra Campaña.
Otro intento de los indígenas por entablar diálogo, ahora
sólo con la sociedad, con las personas y organizaciones que los quisieran
escuchar. Decían en ese entonces querer “echar trato” con quienes padecen el
capitalismo para construir una rebelión nacional –civil y pacífica– y derrocar
al actual sistema político mexicano. Fue otra interpelación a los jugadores de
ajedrez.
Ahora el EZLN y el CNI se asoman de nuevo al
tablero de los políticos profesionales. La propuesta de formar un Concejo
Indígena de Gobierno con una candidata a la Presidencia que irrumpa en el
próximo proceso electoral es congruente con las búsquedas de los zapatistas.
Quienes los tachan de “inconsecuentes” o, peor, de “hacerle el juego a la
derecha” no han sabido o no han querido leer la propuesta. Y en su
soliloquio, no han escuchado ni a los zapatistas ni a los indígenas ni a las
personas, colectivos y movimientos populares que no caben en los partidos
políticos con registro.
El zapatismo ya se mueve, se levanta. El
pasado miércoles 23 de noviembre, en el local de Uníos, se dieron cita
representantes de decenas de colectivos y organizaciones adherentes a la Selva Lacandona en
la Ciudad de México. Se escuchó la propuesta del EZLN y el CNI y la respuesta
de los concurrentes. Quedó claro: la consulta y la candidatura independiente,
van. Ahí, Sergio Rodríguez Lascano recordó el cuento. Él sí lo relató de
memoria. Y propuso en pequeño cambio al final, tan pequeño, como intercambiar
un par de signos de puntuación.
Luego de que el indígena colocara sobre el
tablero la bota vieja y lodosa, no preguntaría: “¿Jaque?”, sino que afirmaría:
“¡Jaque!”
ServindiFuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Mexico_El_jaque_de_los_pueblos_indigenas_y_el_EZLN
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