Relmu Ñanku:
“El territorio, la tierra y
nuestros cuerpos libres”
14 de febrero
de 2016
Revista Alta Llama dialogó con Relmu Ñanku. Mujer, pobre, indígena y una de las
líderes de la comunidad mapuche Winkul Newen, que hace más de 500 años viene
resistiendo y en el último período sufriendo el avance de las petroleras sobre
su territorio ancestral, expoliación que ha sido desatendida, cuando no
favorecida, por los Estados nacional y provincial.
Por
Desde el Fuego La Plata, Colectiva Disidente y
Antipatriarcal /
Foto: ANRed
“Los pueblos
originarios atraviesan por diferentes problemáticas que los estados deben
abordar, pero no desde una mirada asistencialista, sino considerándolos como
actores políticos, como sujetos de derecho. Asimismo, los movimientos feministas
deben incluir en su agenda la cuestión indígena, fundamentalmente, la situación
de las mujeres en las comunidades”.
Son las
palabras de nuestra entrevistada. Revista
Alta Llama dialogó
con Relmu Ñanku, mujer, pobre, indígena y una de las líderes de la comunidad
mapuche Winkul Newen, que hace más de 500 años viene resistiendo, y en el último
período sufriendo el avance de las petroleras sobre su territorio ancestral,
expoliación que ha sido desatendida, cuando no favorecida, por los Estados
nacional y provincial.
Sobre estos
temas conversamos con ella.
Las comunidades indígenas y la resistencia por el territorio
Alta
Llama (AL): ¿Cómo afecta a la comunidad la industria extractiva del petróleo?
Relmu Ñanku (RÑ): En
la lucha por el territorio en Neuquén y en el país, las comunidades estamos
siendo afectadas por la industria extractiva. Puntualmente la nuestra es por las
petroleras, que es una lucha muy desigual, y muy dura; porque las empresas
desembarcan en territorio indígena. Es porque hay un gobierno y un estado que le
generan todas las condiciones para poder ingresar a los territorios indígenas.
Y cuando llegan, en muchos de los casos no tienen idea, que van a llegar a
territorios donde hay comunidades, y es ahí cuando empiezan los problemas.
En nuestro
caso, hace más de 10 años que venimos en resistencia. En lucha contra la empresa
Apache, pero anteriormente fue Pioneer y anteriormente contra Alberta, y así
distintas concesiones que se fueron dando.
Cada empresa nos fue dejando las consecuencias en el territorio; no sólo la contaminación en nosotros, sino también la contaminación cultural. Este impacto tiene que ver con los lugares que no tienen posibilidad de revertir su situación de contaminación, por ejemplo nuestra medicina, que está en el territorio, y hoy está contaminada; genera que se quiebre el sistema de salud mapuche, ya que lo primero que se contamina es el campo, la tierra, el aire, el agua; esta todo contaminado. Prácticamente nuestra cultura se ve impactada y es muy difícil de revertir, porque nuestra cosmovisión también se desequilibra. Y nosotros al ser pueblos originarios y estar ligados a la tierra, sin nuestra cosmovisión, nuestra relación con la tierra está impedida, por lo tanto también está siendo atentada la vida del pueblo mapuche.
No es una simple lucha de decir no porque no, sino porque hay explotación y un
cambio, una transformación en la cultura de manera negativa.
AL:
Hablaste de la petrolera Apache ¿Cómo se fue dando esa invasión al territorio?
RÑ: Bueno,
en
el año 2012, cuando la empresa Apache pretendía avanzar sobre nuestro territorio
con más explotación; nosotros tuvimos un año muy difícil en donde hubieron
desalojos, procesamientos, enfrentamientos con la policía, patotas petroleras
que golpearon a nuestra comunidad. Y finalizando el año tuvimos un
enfrentamiento con la empresa cuando venía dispuesta a ingresar, y en el medio
del desalojo quedó herida una Oficial de Justicia, y a partir de allí se nos
arma una causa judicial caratulada como tentativa de homicidio.
Y esta causa duró tres años de proceso, primero se inició por lesiones, después
con el correr del tiempo se fue transformando a tentativa de homicidio,
obviamente que la pena por lesiones es muy diferente a la tentativa de
homicidio; entonces ya la Fiscalía, la Justicia avanzó sobre un pedido de
condena de 15 años de prisión. Se convocó a un jurado popular, justamente el año
pasado, 2015, en el mes de octubre; en los primeros días de noviembre se
desarrolló el juicio, lo importante fue que era un jurado de composición plural,
la mitad de ese jurado era mapuche. Creemos que los hermanos siguieron toda la
situación, si bien nosotros no los conocíamos, más de uno de ellos creemos que
han vivido la situación que venimos viviendo; de despojo, de avasallamiento, de
violencia.
Producto de todos nuestros relatos fuimos encontrados “no culpables”, y creo que marcó algo importante no sólo para nuestra comunidad, ni para nosotros que éramos los procesados, sino para todos los movimientos sociales del país, porque detrás de la criminalización nuestra, si hubiese habido una condena, vendrían todos los otros movimientos, pueblos indígenas que hoy estamos en resistencia.
Después del Juicio
AL:
¿El objetivo del Juicio era disciplinar al pueblo mapuche, a través de la ley
antiterrorista?
RÑ: Por
eso es que nosotros decíamos que si había una condena iba a ser el inicio de la
aplicación de la ley antiterrorista, por suerte no fue y hoy podemos seguir
militando la causa de los pueblos originarios de otra manera con mucha más
organización, con otra visibilidad de las causas, en un contexto de país en
donde también hubo un acampe del pueblo Qom de la organización Qu.Pi.Wi.Ni, que
estuvieron diez meses en buenos aires y también mostraron la situación de los
pueblos originarios a otro nivel. Creo que eso fue algo positivo a pesar de la
situación que tenemos en los territorios para mostrar un país, la Argentina, que
realmente tiene población indígena y que a nivel internacional es mirado como un
país europeo, y en realidad es que los pueblos originarios existimos, tenemos
diferentes problemáticas y hoy es necesario que los estados aborden la situación
de los pueblos indígenas pero no desde una mirada asistencialista sino de una
mirada como actores políticos, como sujetos de derechos, que somos preexistentes
a los Estados, en este caso al Estado nacional.
AL:
En este sentido. ¿Es un avance la reunión con Macri?
RÑ: Si
es o no un avance lo vamos a ir viendo en el transcurso, creemos que nosotros
como pueblos indígenas no nos podemos negar nunca al diálogo, porque el diálogo
es el tren para resolver los conflictos. Ahora vamos a ver si estamos dialogando
con alguien, con un Estado que quiere realmente cambiar la realidad o que
estamos hablando con una pared. Eso lo vamos a ir viendo en el transcurso, lo
que sí nosotros no nos podemos negar al diálogo porque creemos siempre que todas
las acciones que hacemos en el territorio es porque no tenemos diálogo.
Entonces, si hoy podemos tener un espacio para plantear cuál es la situación de
los pueblos originarios en el país y hacer una propuesta, lo vamos a hacer
porque creemos que siempre hemos estado relegados, de hecho venimos de un
gobierno que se va, que mantuvo a Félix Díaz diez meses, sin posibilidad de
diálogo alguno. En ese contexto vamos a aprovechar siempre la instancia de
diálogo, pero el diálogo va a durar hasta que se avance sobre nuestros
territorios, el día que se avance sobre nuestros territorios hasta ahí llegó el
diálogo.
En este sentido siempre
decimos que vamos a estar con esa apertura, que para nosotros no es difícil
estar en la lucha permanente, en la resistencia, porque es lo que conocemos hace
más de quinientos años. Por eso no es ningún ejercicio, como sí para muchos que
fueron funcionales a un gobierno durante doce años, y que ahora volver a la
militancia les va a costar mucho, porque se han achanchado dentro de un
Gobierno, ¿y vamos a ver quién vuelve a la calle? Pero para nosotros no, porque
siempre estuvimos en la calle, siempre excluidos, nunca tuvimos un espacio
dentro del Estado, entonces no es algo nuevo para nosotros la lucha. Lamentamos
que sí, producto de no tener diálogo, tantos hermanos indígenas muertos, eso sí
que es un problema porque está en juego la vida y creo que ningún Estado debería
generar políticas para seguir contaminándonos.
Una mirada de género. La cuestión indígena en la agenda feminista
AL:
Luego de unos meses de la finalización del Juicio y pensándolo desde una
perspectiva de género ¿Cuál es tu balance?
RÑ: Creemos
que fue un logro no sólo de nuestra comunidad, sino porque hubo diversas
organizaciones que se movilizaron, y una de ellas fueron las organizaciones
feministas, que también entendieron que ésta era una causa que también tenía que
ver con el género porque junto a mí estaban acusadas dos personas más que eran
varones y que, las pruebas que existían tanto para mí como para ellos eran las
mismas, pero sin embargo se me acusaba con los peores cargos. Por eso es que
nosotros empezamos a avanzar, a convocar la solidaridad de las organizaciones
feministas para que puedan acompañarnos y también ayudarnos a difundir nuestra
causa. Y bueno creo que eso fue muy bueno, muy positivo, porque pudimos
acompañar a otras mujeres, como por ejemplo el caso de Reina Maraz e ir a otros
espacios de organizaciones sociales para difundir lo que estábamos viviendo,
como una antesala a lo que podría vivir cualquier organización si avanzaba a una
condena.
AL:
¿Cómo abordar y qué importancia tiene incluir a las mujeres indígenas en la
agenda feminista?
RÑ: Nosotros
sostenemos siempre que actualmente la agenda feminista no incorpora la situación
de las mujeres indígenas, o que las incorpora como un sector más, y que las
mujeres
no somos solamente un sector, sino que somos parte de un pueblo que al
tener sus derechos vulnerados y como mujeres vamos a seguir estando bajo
situaciones de violencia, violencia que no queremos. Consideramos que dentro de
la escala de violencia, las mujeres indígenas son las que más violencias
sufrimos, porque somos las que estamos invisibilizadas, ni siquiera se habla de
las mujeres indígenas, ni siquiera existimos; entonces como no existimos es algo
que vos directamente no ves, el no verlo es una forma también de entender que
somos las más vulnerables o las más violentadas a la hora de saber que hay
violencia de género no solo desde un Estado sino desde la sociedad que ni
siquiera sabe que hay indígenas en el país.
Para
nosotros también es un desafío todo el trabajo que hacemos también para que
dentro de los movimientos feministas se incorpore en la agenda, porque también
hay que incorporar una visión distinta de atender la problemática. Se tiene que
entender de que nosotras como pueblos originarios tenemos una cosmovisión y
tienen que respetarla, y saber que vivimos en un país plurinacional y que los
pueblos originarios tenemos derechos. Creo que hay todo un ejercicio y es por
eso que llamamos a que los movimientos feministas incorporen en sus agendas la
cuestión indígena.
Lo que sabemos es que con todos los riesgos que hay al ser mujer, no es lo mismo, las posibilidades y las condiciones que tiene una mujer indígena a una mujer que no lo es, por ser la propia condición indígena, por ejemplo, para buscar un laburo tenés un montón de imposibilidades, entonces es que por eso sostenemos que hay todo un desconocimiento y es que por eso es que hay que tratar de meterlo en agenda de las mujeres porque es una deuda pendiente, no se conoce el tema, y a veces cuando se quiere abordar el tema se lo aborda desde una visión muy occidental, que no es la visión nuestra que tiene que ver con otras pautas, con otras formas, no quiere decir que una sea mejor que la otra, pero hay que tratar de ampliar el conocimiento y el respeto de la diversidad cultural.
La Resistencia
El pueblo
mapuche resiste cada día el avance de las petroleras sobre el territorio, el
cual es afectado y contaminado de manera negativa, influyendo directamente sobre
ellos y su cultura; generando daños irreversibles. En este sentido, hay que
evidenciar la complicidad del Estado nacional y provincial, acompañado de la
persecución política y judicial.
Se vuelve
necesario también tomar desde los movimientos feministas, la lucha de las
mujeres de las comunidades, quienes son también invisibilizadas, violentadas y
criminalizadas por el hecho de ser mujeres. Pero resisten y su rebeldía no pudo
ni será callada por la violencia patriarcal y colonial. ¡Arriba el pueblo
Mapuche!
*Nota que
se publicará en la próxima edición de "Revista Alta Llama"
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