Argentina: sojización y dengue,
una mancha más para el
complejo sojero
27 de
abril de 2009
Alberto J. Lapolla
"La
sojización mantiene una doble línea de influencia sobre la expansión del
dengue. Por un lado el complejo de agrotóxicos utilizados para el sistema de la
Siembra directa-sojaRR, se basa en el uso masivo de glifosato, endosulfán,
clorpirifos, 2-4-D, atrazina, paraquat, y otros pesticiadas. Todos poseen una
fuerte acción devastadora sobre la población de peces y anfibios, predadores
naturales de los mosquitos, transmisores del dengue y la fiebre amarilla".
En
los últimos dos años la invasión de mosquitos de las especies Aedes sp y Culex
sp. invadieron amplios espacios de nuestro país especialmente de Pampa Húmeda, extendiéndose mucho màs allá del
verano, que es la estación donde suelen aflorar masivamente. El fenómeno fue
particularmente notable en 2008 cuando la invasión duró casi hasta el mes de
mayo, pese a que la temperatura había descendido lo suficiente como para acabar
con ellos. Para quienes seguimos de cerca el desarrollo de los hechos
ambientales argentinos, el hecho no pasó desapercibido y tratamos de llamar la
atención respecto de ¿qué ocurriría si la especie a propagarse no fuera la
perteneciente al Aedes común o alCulex 'doméstico' sino el temible Aedes aegypti, vector de la Fiebre Amarilla y
el Dengue?. Incluso en 2007 y 2008 hubo casos de fiebre amarilla en Bolivia,
Paraguay, Brasil y Norte argentino, que se adjudicó a viajeros provenientes de
los países hermanos. En la oportunidad señalamos la equivalencia del mapa
correspondiente a la invasión mosquitera, con el que la multinacional Syngenta
llamaba de'la Repùblica Unida de la Soja', es decir, la
región comprendida por las zonas de Bolivia, Paraguay, Argentina, Brasil y
Uruguay sembradas con el mágico poroto transgénico forrajero producido por
Monsanto, y rociado abudantemente con su agraciado herbicida 'matatodo' glifosato, conocido como Round up,
acompañado por sus compañeros de ruta, tales como el 2-4-D, la Atrazina, el
Endosulfán, el Paraquat, el Diquuat y el Clorpirifós, entre algunos otros. En
ese momento -junto a otros ambientalistas del resto del continente- señalamos
la rara coincidencia de ambos mapas, mucho mas notable en el caso de la
expansión de la epidemia de Fiebre Amarilla de 2007-2008 y de la epidemia de
mosquitos 'domésticos' de 2008. Así las cosas, preferimos suponer, que
cualquier vinculación del raro fenómeno ambiental con la utilizaciòn masiva y
descontrolada del glifosato
y el área sojizada, no podía sino ser parte de una
conspiración antimosnantiana o de mentes calenturientas que ven catástrofes
ambientales por todos lados y no creen lo que dice la empresa multinacional o
sus repetidoras de AAPRESID, la FFA, o Clarín Rural, respecto de la 'absoluta inocuidad' de los casi trescientos millones de
litros de pesticidas arrojados por el complejo sojero sobre el ambiente
agropapeano. Pero.. que las hay, las hay..
Así
llegamos a la epidemia de dengue de 2009 y ¡oh, casualidad¡, la misma vuelve a
coincidir con gran parte del área sojera sudamericana, y se basa en una
expansión desorbitada de la población de mosquitos. Cualquier
profesor de Ecología o de Biología -no empleado en una multinacional, o en un
programa de investigación universitario financiado por ellas- preguntaría, ¿es qué habrá
desaparecido algún predador natural del mosquito? o ¿es que el mosquito habrá
aumentado su fuente de alimentaciòn de manera desorbitante? Pues la primera
es la pregunta correcta y por ende le corresponde la respuesta correcta, si es
que el docente desea hacerse la pregunta, claro está.
El
glifosato, la Atrazina, el Endosulfàn, el 2-4-D, el Clorpirifos, el Diquat y el
Paraquat, casualmente matan peces y anfibios -sapos, ranas, escuerzos, etc- es
decir a los predadores naturales de los mosquitos, a los que consumen tanto en
su estado larval como de adultos. Pero si esto es así cómo es que nadie lo
advirtió...
Pero
hay más, pues la cosa no es tan directa, sino multivariada y compleja como
todos los fenómenos ambientales. Si bien la epidemia de dengue que
sorpresivamente ha atacado a nuestro país, tiene su origen en la propagación de
la epidemia que afecta a la hermana República de Bolivia, la misma tiene su
causa principal en el calentamiento
global que
afecta a nuestro planeta, que al producir el aumento de las temperaturas
mínimas y medias extiende las enfermedades llamadas tropicales, (paludismo,
fiebre, amarilla, dengue, malaria y otras) hacia las regiones templadas, es
decir la Argentina. Esa
es la razón principal de porqué volvió el dengue a nuestro país, el cual había
sido eliminado durante los años cincuenta gracias a la encomiable labor del
Dr., Ramón Carrillo. Sin embargo, cabe ubicar algunas otras relaciones causales
del múltiple complejo ambiental que afecta a la expansión de una enfermedad
como el dengue.
A
las políticas de destrucción del Estado y sus controles aplicadas durante los
noventa, que cesaron las fumigaciones preventivas, y a la falta de nuevos
productos químicos para combatir al insecto vector Aedes aegypty, que las multinacionales del negocio
agrotóxico no desarrollan debido a que según ellas ‘no es negocio, pues los países
tropicales, principales destinatarios de los productos son malos pagadores’, debemos en el
caso argentino sumar la tremenda expansión del área sojizada en Pampa Húmeda y
extensas regiones del NEA y del NOA, lindantes con Bolivia, Brasil y Paraguay.
Así,
la sojización mantiene una doble línea de influencia sobre la expansión del
dengue. Por un lado el complejo de agrotóxicos utilizados para el sistema de la Siembra
directa-sojaRR, se
basa en el uso masivo de glifosato, endosulfán, clorpirifos, 2-4-D, atrazina,
paraquat, y otros pesticiadas. Todos poseen una fuerte acción devastadora sobre
la población de peces y anfibios, predadores naturales de los mosquitos,
transmisores del dengue y la fiebre amarilla.
Esto
puede comprobarse por la casi desaparición de la población de anfibios en
pradera pampeana y en sus cursos de agua principales, ríos, arroyos, lagunas y
bosques en galería, así como el elevado número de peces que aparecen muertos en
los mismos o por la aparición de los mismos con fuertes deformaciones físicas y
con graves afectaciones en su capacidad reproductiva, como han informado
reiterados estudios e investigaciones de diversas instituciones de Pampa
Húmeda. Podríamos
señalar sin exagerar que los anfibios –principales predadores de mosquitos y
otros insectos- son cosa del pasado en el territorio sojizado, arrasado por el
cocktail de agrotóxicos utilizados por los productores en el sistema de Siembra
Directa.
Un
segundo elemento del relación entre la sojización y la epidemia de dengue, se
ubica en la enorme deforestación producida en las áreas boscosas y de monte de
las regiones del NEA y del NOA, lo cual destruye el equilibrio ambiental de esas
regiones, liquidando el refugio y hábitat natural de los predadores de otros
predadores de los mosquitos, permitiendo el aumento descontrolado de su
población, tal como se viene comprobando en los últimos años, sólo que en este
último correspondió a la población de Aedes
aegypty y no al Aedes común o al Culex, como en años anteriores. El crecimiento
desusado de la población de mosquitos es la causa principal de la expansión de
la epidemia del dengue según señalan la mayoría de los especialistas y su relación
con los agrotòxicos de la soja es casi directa.
Esta
relación no es una relación causa-efecto simple, sino parte de las cadenas
concatenadas de fenómenos que caracterizan a los procesos ambientales, y que
por lo mismo son en general difíciles de estudiar o de señalar, mediante una
mirada simplista de la relación causa-efecto, sin embargo es imposible negar la
relación entre la destrucción de los predadores de los mosquitos que provoca la
sojización por vía de los venenos que se usan para su cultivo, como por obra de
la depredación de los montes y bosques nativos que produce su cultivo
descontrolado, y por ende su responsabilidad central en la existencia de la
actual epidemia de dengue. Una mancha más a cargar en el disparate sojero.
*Ingeniero
Agrónomo genetista e Historiador. Director del Instituto de Formación de la CMP
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Argentina_sojizacion_y_dengue_una_mancha_mas_para_el_complejo_sojero
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