El virus de la minería
28 de marzo de 2020
Por Gioia Claro
El coronavirus, ese fantasma que acecha a todas las
regiones del mundo y que definitivamente se convirtió en el principal tema de
agenda en Argentina, ya está metido en la Patagonia. Y hasta se
adentró en las profundidades de las minas. Una
mujer de 39 años, trabajadora de la mina Cerro Vanguardia ,
es uno de los nueve casos confirmados como positivos (hasta el viernes 27 de
marzo) en la provincia de Santa Cruz.
Ella, junto a aproximadamente 400 trabajadores y
trabajadoras, han estado en contacto con colegas provenientes de países
calificados como “zona de riesgo”, sin que la empresa AngloGold Ashanti
tomara ningún tipo de precaución o hiciera controles a quienes ingresan y
egresan de los yacimientos. Las
directivas del Gobierno nacional, que desde el 12 de marzo declaró la
emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus COVID-19, no afectan
a las empreas extractivas que operan en el Sur.
"Aun hoy, en plena cuarentena obligatoria, hay más de 700 trabajadores y
trabajadoras que siguen cumpliendo sus turnos en los distintos yacimientos y
muchos otros que están varados en la provincia sin poder regresar a sus casas",
cuenta Javier Balcazar, delegado de base de Cerro Vanguardia. El panorama
general es que "muchos que se fueron a sus casas, de distintas provincias,
y no se les ha hecho ningún estudio ni seguimiento”.
Balcazar habla de la preocupación que reina entre
sus pares: "Aquí convivimos y trabajamos muchos obreros de distintas
ciudades del país y de la provincia, por lo cual vemos que las mineras son un
foco importante de posibilidad de propagación del virus debido a que cada 7, 14
o 20 días hay recambio de trabajadores que regresan a sus provincias o
localidades”.
"La
empresa priorizó producir hasta último momento y no tomar medidas preventivas
de aislamiento.”
Presos de la mina
Cerro Vanguardia está ubicado en la meseta
patagónica. El
primer caso sospechoso de coronavirus apareció el mismo 12 de marzo, cuando un
trabajador se presentó en el servicio médico del yacimiento porque sus
compañeros advirtieron que había estado de viaje por “zonas de riesgo”(llegó
desde Tailandia, con escala en Londres). De allí lo derivaron al hospital de
Puerto San Julián, a 150
kilómetros del yacimiento.
Cuando llegó allí, no lo dejaron bajar de la
ambulancia. Le hicieron algunas pruebas rutinarias, le
miraron la garganta, le tomaron la temperatura y lo indagaron brevemente. Fue
desestimado como caso sospechoso y regresó a la mina. Recién al otro día, se fue para su
casa en Río Gallegos, a unos 400 kilómetros de Cerro Vanguardia.
"La compañera que dio positivo había estado en
contacto con esta persona, al igual que todos los compañeros que compartieron
ese turno, y recién el 18 fue puesta en cuarentena por orden médica, y el 24 se
conoció el resultado positivo", explica Pablo Salazar, otro trabajador del
yacimiento. Como la mujer afectada presentaba síntomas (dolor de garganta), fue
la única a la que le realizaron estudios.
"La
empresa priorizó producir hasta último momento y no tomar medidas preventivas
de aislamiento", dice
Salazar, uno de los referentes de la Agrupación 27 de Julio AOMA, que nuclea a
trabajadores mineros de toda la provincia. Las bases sindicales vienen
denunciando estas situaciones y alertando a la comunidad a través de
comunicados por redes sociales.
El rol de la jerarquía de la AOMA (Asociación Obrera
Minera Argentina), señala Salazar, es bien distinto: "El dirigente máximo
de la provincia, Javier Castro, sabía que se venía el decreto a partir de las
cero horas del 20 de marzo y aun así se permitió que los compañeros que
ingresaban al turno noche hasta las 7 de la mañana, hicieran su turno normal,
siendo que ya estábamos sobre la cuarentena obligatoria. Al otro día estos
compañeros quedaron presos de la situación que se daba por decreto nacional. No
había colectivos ni medios de transporte. Quedaron dos días presos allá
arriba”.
AOMA
Santa Cruz dilató el cese de las actividades, incluso una vez dictada la
cuarentena obligatoria. Esta actitud se contradice incluso con la postura
del secretario general del gremio a nivel nacional, Héctor Laplace, quien había
exigido el 17 de marzo el “cierre de los yacimientos”. Lo mismo sucede con los
trabajadores y las trabajadoras, que siguen reclamando que les dejen irse a sus
casas.
Certificados
médicos al por mayor
Las “guardias mínimas” de personal que argumentan
las empresas no se pueden corroborar. La información siempre es hermética en
estos casos y solo a través de los controles viales de acceso a los yacimientos
se podría confirmar cuántas personas entran y salen cotidianamente.
Las
denuncias de falta de seguridad y vulneración de los derechos de les
trabajadores se dan en Cerro Vanguardia, pero también en Cerro Negro (operado
por Newmont), que hace “guardias mínimas” con 200 trabajadores por turno.
Cítrica tuvo acceso a uno de esos certificados, que
no son exhibidos para preservar la identidad del profesional. Allí se lee: "Se
deja constancia de que el paciente _ _ _ _ _ de _ _ años, DNI _ _ _ ha sido
evaluado acorde al protocolo sanitario COVID-19 (coronavirus) vigente y no
presenta al momento criterios de riesgo de caso sospechoso". La intención era que el personal
de la mina completara luego el certificado para evitar así demoras en los
controles de sus desplazamientos. Ningún control sanitario real.
Salazar: "Se ha puesto en juego la seguridad
de las personas, no solo de nuestros compañeros, sino de la sociedad toda.
Estamos exigiendo que el sindicato exija que la empresa se haga cargo de los
costos para hacer los test a esas personas. Eso lógicamente no está pasando.
Imaginate, ¿dónde metés 400 personas en cuarentena si no es en sus propias
casas? Nosotros
tenemos compañeros que han llamado al hospital con síntomas de resfrío o gripe
y solo le dijeron que si se agudizaba volvieran a llamar. O sea que se siguen desestimando
posibles casos, lo que habla de la gravedad absoluta del sistema sanitario, por
lo menos acá a nivel provincial”.
"Acá
es hermética la
información. Conocemos este caso porque salió en los medios y
el pueblo es chico."
La salud de los bolsillos empresarios
El caso positivo de la trabajadora de Cerro
Vanguardia fue confirmado a Cítrica por un
médico de la
empresa AngloGold Ashanti que prefiere resguardar su nombre.Dice
que hoy en día, en la mina, se realizan controles de rutina y "solo a las
personas que presenten síntomas".
También
intenta desligar a la empresa del foco de atención al sugerir que la
trabajadora se contagió "fuera de la mina", sumando peso a una versión que circuló localmente
que aseguraba que la mujer había viajado a Canadá con su supuesta pareja,
también relacionada a la minera.
Esto fue
desmentido hace unos días por la propia trabajadora en una entrevista que le
hicieron en FM Tiempo de Puerto San Julián, donde también
aclaró que luego de "bajar" de la mina al terminar su turno, se fue a
su casa y días después comenzó a tener síntomas. Luego de llamar al 107, una neumonóloga se alertó y tomó
cartas en el asunto para realizarle el hisopado.
"La medida concreta que debería haber hecho la
empresa era hacer el hisopado masivo para todos los trabajadores que estuvieron
desde antes y hasta el 13 con la primera persona sospechosa que fue desestimada
entonces, más los compañeros de la mujer que dio positivo hace pocos días y los
contactos que hayan tenido éstos con los amigos y familiares", dice
Salazar.
Hasta el momento no han recibido respuesta alguna
ni de la empresa ni de la conducción de AOMA a nivel provincial: "Acá
es hermética la
información. Conocemos este caso porque salió en los medios y
el pueblo es chico".
El trabajador minero tiene claro que no se trata
únicamente de una cuestión de salud: "Para las mineras somos
mano de obra barata. Ellos pueden vender su producto a altos costos y con
probabilidades de ascenso de la onza de oro por todo lo que está pasando. El mercado internacional se está
inclinando a la compra de oro como refugio financiero estable a raíz de que las
economías mundiales se desploman a pedazos”.
El modelo extractivo también fue infectado por el
coronavirus. Adivinar quiénes serán las prendas de sacrificio no es demasiado
difícil.
Fuente: https://www.revistacitrica.com/el-coronavirus-llego-a-las-minas.html
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