“Muchos indígenas son discriminados y no atendidos
por la situación de la pandemia”
17 de abril de 2020
La angustiante situación generada por la pandemia en argentina
no debe hacer olvidar a las comunidades indígenas de nuestro país. En la
provincia de Chaco las necesidades están muy latentes. Son 110 las
comunidades originarias de la provincia y, según el censo de 2010, la
cifra de indígenas asciende a 42 mil. Éste número creció mucho más en los
últimos años. El Instituto de Cultura popular (INCUPO) trabaja hace 50
años en las comunidades de la provincia del norte. Susana Sotelo es
responsable del programa de Derecho Indígena en la organización y habló
con ANCAP de la situación que viven hoy tres naciones indígenas del
lugar como son: Moqoit, Wichi y Qom. “No puede ser que hasta el dia de
hoy haya familias indígenas sin agua en sus casas”, destacó Sotelo.
Por Federico Paterno (ANCAP).
El gobierno encabezado por Jorge Capitanich esta abocado hoy al virus del Covid-19. La salud y las enfermedades de las naciones indígenas ya mencionadas también deben ser prioridad y no postergarlas. “Son discriminados y no atendidos por esta situación de la pandemia, en cada lugar esperamos que tanto la municipalidad, como la provincia esté atento también a estas situaciones que atraviesan las comunidades.”
INCUPO coordina el trabajo con las naciones indígenas Wichi, Moqoit y Toba, bajo el nombre de MoWiTob, en defensa de sus derechos ancestrales y del cumplimiento de los derechos indígenas de cada nación. Con 50 años de trabajo en los territorios de Corrientes, Chaco, Formosa, Santiago del Estero, y el norte de Santa Fe esta organización busca focalizar sus trabajos. Acompañan a más de 2322 familias campesinas y 1500 indígenas. El trabajo esta también en coordinación con agricultores familiares de cada provincia y las comunidades originarias del Gran Chaco.
En los cordones periféricos del Gran resistencia la pobreza y las pésimas condiciones sanitarias hacen que la situación de prevención de la pandemia y el Quedate En Casa, no se pueda cumplir, esto es porque las necesidades básicas no están cubiertas, ni las alimentarias ni sanitarias. La búsqueda de sustento económico dentro de las comunidades hace que les pobladores deban salir a buscar la formas de ver como sostener las familias, desde Incupo se pide que no se criminalice, ni se discrimine. Las facilidades de subsistencia y de comodidad para pasar la cuarentena en algunos barrios del Chaco, no es la misma que la que padecen las comunidades.
Es fundamental que se atienda el desalojo de los territorios indígenas, que se advierta y se busque también variantes para solucionarlo. “Sigue habiendo ingreso a los territorios de gente no indígena, sobre todo vinculado a la intencionalidad de arrebatarles sus tierras, por no tener también las familias indígenas regularizadas la situación de los títulos de éstas. Es una deuda pendiente del Gobierno y de la Nación con las comunidades, aunque haya muchos ante proyectos de ley, no hay una ley de propiedad comunitaria indígena.” También agregó: “A pesar de que esta la ley 26.160 vigente, aún sigue habiendo desalojos en las comunidades en el chaco por ejemplo, y también en otras provincias. Invaden territorios indígenas, por parte de empresarios que buscan apropiarse de sus tierras para cultivos de soja. Abusan de las comunidades porque no tienen ese titulo de propiedad comunitaria”.
Es importante destacar que hace pocos días la Corte Interamericana de Derechos Humanos hizo pública su sentencia en el caso “Comunidades indígenas miembros de la Asociación Lhaka Honhat (Nuestra Tierra) Vs. Argentina”. Esto significa que los pueblos Wichí (Mataco), Iyjwaja (Chorote), Komlek (Toba), Niwackle (Chulupí) y Tapy’y (Tapiete) tienen reconocimiento del derecho ancestral en el norte de Salta, y el acceso a un título único para las 400 mil hectáreas que abarcan los ex lotes fiscales 55 y 14 del departamento Rivadavia dentro de la provincia. No es dato menor que éste reclamo viene desde 1984, son 36 a;os de lucha para ser escuchados. El derecho ancestral indígena es un factor que los gobiernos no toman como política de estado. Las comunidades originarias tienen que dejar de ser los invisibles de siempre, los nadies. Éste fallo de la CIDH es el ejemplo de la resistencia y la insistencia de los pueblos. El trabajo de INCUPO hace medio siglo también, es una herramienta de gran importancia para que respeten los derechos indígenas y su cosmovisión.
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