Más de cien ongs denuncian fumigaciones prohibidas
La
pandemia de los agrotóxicos
21 de abril de 2020
Por Darío Aranda (Página 12)
Más de cien organizaciones campesinas y
socioambientales apoyan los cuidados de cuarentena, coinciden en la importancia
de la salud por sobre los negocios –como sucede con el coronavirus–, pero
reclaman que se actúe de forma similar ante los agrotóxicos.
“¿De la pandemia del agronegocio quién nos
cuida?”, es el título del comunicado de más de cien organizaciones sociales,
ambientales y rurales que denuncian las fumigaciones con agrotóxicos. Santiago
del Estero, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires son algunas de las provincias
donde el agronegocio arrojó venenos sobre la población durante
“Mientras
millones de argentinos y argentinas nos quedamos en nuestras casas para
preservar nuestra salud ante la pandemia global, el agronegocio continúa
regando nuestros territorios con agrotóxicos que comprometen la capacidad de
nuestro organismo para hacer frente al virus”, comienza el texto firmado por la Coordinadora Basta
es Basta (Entre Ríos), la
Red Federal de Docentes por la Vida, las ONG Naturaleza de
Derechos y Acción por la Biodiversidad, el colectivo de comunicación Huerquen, la Asamblea Río Cuarto
Sin Agrotóxicos y la
Campaña Paren de Fumigar las Escuelas, entre otras.
Entre las
actividades “esenciales” y exceptuadas durante la cuarentena figura “la
producción agropecuaria”, donde no se diferenció entre quiénes producen
alimentos sanos, sin venenos, de los que producen transgénicos para
exportación.
Desde el agronegocio, donde sobresale la
Mesa de Enlace y Aapresid (Asociación de Productores de Siembra Directa)
comenzaron una campaña publicitaria donde se muestran “preocupadas por la
salud”: ofrecen máquinas fumigadoras para combatir el dengue, regalan
silos-bolsa (plásticos gigantes donde acopian los granos) para fabricar ropa de
protección de hospitales y clínicas, productores de Villa María (Córdoba)
publicitaron la donación de maíz transgénico en comedores comunitarios. La
empresa cordobesa Porta Hermanos, en juicio por contaminar y enfermar al barrio
San Antonio, publicita una campaña de donación de “alcohol en gel solidario”.
La Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), donde participan
todas las grandes empresas de agrotóxicos y transgénicos, envió una gacetilla
el 7 de abril, Día Mundial de la Salud, con un llamado a lavarse las manos y
cuidarse del coronavirus.“Si realmente queremos privilegiar la salud de la población, hay que prohibir que nos sigan contaminando y enfermando con venenos, es urgente cambiar el modelo agropecuario”, afirmó Eugenia Boccio, una de las impulsoras del escrito. Forma parte del Colectivo Cultura Orgánica de San Jorge (Santa Fe), ciudad que acumula denuncias y luchas contras las fumigaciones. Llamó a tener una mirada amplía frente a la pandemia: “Está muy bien aplaudir a los médicos, pero sin los campesinos que producen alimentos no podemos vivir”.
En Argentina existes numerosas pruebas de los efectos de los agrotóxicos. Desde las denuncias de los pueblos afectados (Madres de Ituzaingó de Córdoba, vecinos de Avia Terai en Chaco y de San Salvador en Entre Ríos, entre otros) hasta las pruebas científicas. En
El escrito de las organizaciones cita el libro “Transformaciones en los modos de enfermar y morir en la región agroindustrial de Argentina”, del Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Rosario. Sistematizaron información de más de treinta relevamientos sanitarios en pueblos y ciudades (en el marco de
“Sabemos que toda crisis es una oportunidad. Mientras las organizaciones del agronegocio la usan para lavarse la cara frente a la sociedad a la que envenenan cotidianamente; quienes firmamos esta carta les pedimos a nuestros gobernantes, una vez más, que defiendan nuestra salud”, resalta el final del escrito. Afirman que es tiempo de impulsar la agroecología, con alimentos sanos y a precios justos.
Como
muestra de ese otro modelo, Productores Independientes de Piray (organización
de El Dorado, Misiones, parte de la UTT) donó 5000 kilos de mandioca, poroto,
maíz y frutas a familias humildes. En la misma sintonía, cuatro organizaciones
de la agricultura familiar lanzaron la campaña “compromiso social de
abastecimiento”, para que no falten alimentos durante la pandemia. Consiste
en mantener el nivel de producción y a los mismos precios que estaban antes de la cuarentena. Se
trata de la UTT, el Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI-Somos Tierra),
la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe) y el Frente Nacional Campesino
(FNC).
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