Defensa de las territorialidades
31 de marzo de 2019
Por Raúl Prada Alcoreza
Desde las oleadas de conquistas y colonizaciones se dio
lugar como una guerra entre las territorialidades culturales, los espesores
territoriales, y las cartografías coloniales. Los espesores territoriales
corresponden a dinámicas ecológicas y culturales, en tanto que las cartografías
corresponden al control geográfico. En los Andes las territorialidades
correspondientes a los ayllus no eran controlables por el poder colonial; por
eso el Virrey Francisco Toledo tuvo que recurrir a un ordenamiento territorial
para poder imponer una administración que se basaba en la cartografía. Pero ,
a pesar de este ordenamiento territorial, los espesores territoriales de los
ayllus no dejaron de experimentar sus propias dinámicas, sus movimientos
complementarios y cíclicos. Los territorios son vitales; en otras palabras,
están vivos. La cartografía, que es un mapeo, no puede detener la vida de los
territorios. Sin embargo, la cartografía es el instrumento del poder para
controlar la geografía.
La república heredó las cartografías coloniales, la
Audiencia de Charcas es el mapa de la geografía del poder colonial que se
transfirió a la geografía política de la república. Las
comunidades cartografiadas por el ordenamiento territorial de Toledo no son
exactamente los ayllus, ni corresponden plenamente a sus territorialidades. Por
eso, después de un siglo y medio, el Virrey de la Palata tuvo que volver a
ordenar el territorio, que se había desordenado, precisamente por las propias
dinámicas de los ayllus. Durante la república hubo intentos de volver a ordenar
el territorio por la vía de la expropiación de tierras comunitarias, como la
Ley de Exvinculación. Así mismo durante los periodos liberales se amplió la
frontera de las haciendas a costa de las tierras comunitarias. Cuando se
efectuó la reforma agraria (1953) más de tres mil comunidades fueron absorbidas
e incorporadas a la cartografía liberal, que redujo el territorio a la
superficie de la tierra, adjudicada por el Estado en condición de propiedad
familiar. Pero, a pesar de estos desplazamientos de la propiedad privada en
detrimento de la propiedad comunitaria, las dinámicas de las territorialidades culturales
siguieron otorgando densidad vital a los territorios.
Durante el gobierno de Evo Morales Ayma estallaron
conflictos entre la percepción cartográfica del poder y los espesores
territoriales culturales indígenas. A pesar de que la Constitución reconoce la
condición de preexistencia a la colonia de las naciones y pueblos indígenas,
además de constitucionalizar los territorios indígenas y establecer los
derechos colectivos, entre ellos al autogobierno, el “gobierno progresista” se
ha negado sistemáticamente a acatar esta configuración político-cultural
constitucional. Ha buscado, como antes, desde la colonia, imponer el control
cartográfico del poder sobre las territorialidades indígenas. Hay una lista de
conflictos entre los derechos de las naciones y pueblos indígenas y el
gobierno; nos remitimos a ensayos anteriores, para rememorar estos
antecedentes. Nos situaremos, ahora, en el conflicto entre la Nación Qhara Qhara
y el gobierno.
La marcha de la nación Qhara Qhara
llegó a la sede de gobierno, la ciudad de La Paz, y después de reunirse con el
gobierno, con el presidente, volvieron a Sucre, en compás de espera, una vez
que el gobierno y la
Asamblea Legislativa se comprometieron tratar la modificación
del artículo 10 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional, el artículo 54 de la Ley Marco de Autonomías,
y la creación de la Ley de Restitución Territorial. La Ley de Deslinde
Jurisdiccional es una ley colonial, a decir de la defensora de los derechos de
los pueblos indígenas Raquel Yrigoyen, la Ley Marco de Autonomías es una ley
inconstitucional, porque contraviene la Constitución, tanto en lo que respecta
al entramado de competencias privativas, exclusivas, concurrentes y
compartidas, que tienen que ver con el régimen autonómico; por otra parte,
desconoce la condición territorial indígena, al reducirla a una unidad
administrativa territorial. La cuestión, entonces, no es modificar dos artículos
de estas cuestionables leyes, sino cuestionar las leyes mismas, porque
contravienen a la
Constitución. Es más, elaborar colectivamente las mencionadas
leyes, tal como establece la Constitución.
Las territorialidades son
constitutivas, son espesores ecológicos, también culturales. Ahora bien, son
constitutivas de la formación social, en tanto que las formaciones sociales
forman parte de los ecosistemas. Por eso hablamos de las formaciones sociales y
territoriales; empero, ¿qué es lo que se separa imaginariamente de la
naturaleza, ¿la sociedad, es decir la sociedad institucionalizada?
Concretamente, el Estado. Tal parece que así sucede, el Estado, como síntesis
política de la sociedad plural, se constituye como el proyecto mismo de la
separación entre sociedad y naturaleza, es decir, sobre la base y los procesos
de una economía política social, sobre todo moderna. Se valoriza la sociedad
abstracta, la sociedad humana, como finalidad, y se desvaloriza el substrato
del que proviene la sociedad, la naturaleza. El Estado
es el instrumento de esta separación, por lo tanto, de esta economía política,
en consecuencia, de esta fetichización. Por eso, podemos decir que el Estado se
proyecta en el espacio de la geografía política, como un mapa abstracto. En sí
mismo el Estado no reconoce las territorialidades; lo que hace es subsumirlas a
la geografía política, hacer desaparecer sus espesores, para convertirlas en
parte del plano de las cartografías administrativas.
Sin embargo, las territorialidades no
desaparecen, salvo en el imaginario institucional; en la realidad efectiva
siguen siendo el substrato ecológico de la formación social. La economía
política social moderna requiere separar la sociedad humana de la naturaleza,
pues la finalidad es producir la humanidad como fin de la evolución, también
como fin de la historia, siendo la historia ya la narrativa de esta evolución.
En plena crisis ecológica, cuando la humanidad se encuentra
amenazada, incluso su sobrevivencia está en entredicho, hay una crisis de la
propia economía política, pues su valorización abstracta está directamente
cuestionada. El desarrollo terminó evidenciando sus grandes costos,
transferidos a la naturaleza, además de cobrar costos sociales asombrosos. Las
hendiduras de las huellas ecológicas abrazan el planeta amenazadoramente,
anunciando la desaparición de la vida, cobrando a su paso la muerte de especies
y seres orgánicos. Los ciclos vitales se encuentran alterados a tal punto que
la crisis ecológica adquiere las formas de lo que se llama eufemísticamente
“cambio climático”. En estas condiciones apocalípticas, las territorialidades
reaparecen a la mirada humana como memoria cultural, también como resistencia
ecológica. Así mismo como alternativa vital ante la civilización moderna,
patentizada como civilización de la muerte. La defensa de las territorialidades es
como defensa del hogar, del Oikos, de lo que queda como herencia vital a las
generaciones presentes y porvenir.
Tariquía
La Reserva contiene potencialidad para desarrollar programas
de manejo de vida silvestre con repercusión y aplicabilidad regional, es
indudablemente una reserva natural de una valiosa diversidad de recursos
genéticos. Las principales amenazas que enfrenta provienen del avance de la
frontera agropecuaria y el desbosque en terrenos de pronunciada pendiente,
también de la explotación maderera y del impacto del ganado, vacunos, ovinos y
caprinos. Así mismo, el establecimiento de programas de manejo turístico no
regulados, constituiría un riesgo para la estabilidad de los ecosistemas.
El clima de la región varía de templado a cálido, según la
variación altitudinal. El régimen de pluviosidad cambia de subhúmedo a
perhúmedo en las zonas de mayor exposición a las lluvias orográficas y
neblinas, en un rango aproximado de 900 a 3.000 mm anuales. El rango latitudinal oscila
entre 3.400 y 900 msnm.
Se tienen registradas 808 especies de flora y se estima la
existencia de 1500 especies de plantas superiores. La Reserva es la única Área
Protegida del país, que resguarda muestras bien conservadas del bosque del
Yungas Tucumano-Boliviano. Existen zonas de bosques nublados de ceja de monte,
además de praderas neblinosas de altura, que corresponderían a formaciones de
afinidad parámica. También se presentan en las zonas menos húmedas transiciones
al bosque seco de valles mesotérmicos y bosque seco del Chaco serrano. La
vegetación presenta una estratificación altitudinal, en la que se distinguen:
Selva pedemontana, entre 400 y 900 msnm, con una precipitación de 900 mm y una temperatura de 20°C , siendo éste el sector
más seco. La selva montana entre 900 y 1500 msnm, cubre casi el 80% de la
reserva, siendo el sector más húmedo con una precipitación entre 1500 a 3000 msnm. El bosque
montano, por encima de los 1500 msnm, en el que se encuentran bosques
oligo-específicos de pino de monte (Podocarpus parlatorei) y aliso (Alnus
acuminata). En estos bosques se pueden encontrar unas 112 especies arbóreas,
siendo las más comunes el cebil (Anadenanthera coumbrina), la tipa (Tipuana
tipu), el barroso (Brepharocalyx salicifolius), el nogal (Junglans australis),
el laurel (Cinnamomum porphyria), el cedro (Cedrela lilloi), los tajibos o
lapachos (Tabebuia spp) y muchas especies de la familia de las mirtáceas.
Se tienen registradas 406 especies de fauna en la Reserva. La fauna del
Área se caracteriza por la presencia de especies que se encuentran amenazadas
en Bolivia como el oso jukumari (Tremarctos ornatus), el puma (Felis concolor),
la taruca o venado andino (Hippocamelus antisiensis), el yaguar (Panthera
onca), el quirquincho (Dasypodidae), el taitetú (Tayassu tajacu), el mono
silbador (Sapajus apella), aves como el papagayo militar (Ara militaris
bolivianus), el tucán (Tucán toco), el loro (Amazona tucumana), la pava del
monte (Penelope dabbenei), el tero-tero, el chajá y varias especies de aves
pequeñas, que son raras o se encuentran amenazadas. Se estima la existencia de
unas 400 especies de aves, de las cuales 241 especies están registradas 1.
El “gobierno progresista” ha decidido arrasar con Área
Protegida de Tariquía y convertirla en concesión hidrocarburífera; todo a
nombre del desarrollo nacional. Para tal efecto, como es de costumbre, hace
caso omiso de la Constitución y desecha los derechos colectivos y territoriales
consagrados en la
Carta Magna. Tramposamente alude a una “consulta” efectuada,
que obviamente no cumple con lo que exige la Constitución: Consulta con
Consentimiento, Previa Libre e informada. En respuesta el pueblo de Tarija se
ha movilizado en defensa de Tariquía; se ha lanzado a un paro departamental.
A propósito del paro, Beatriz Layme escribe:
El paro cívico en defensa de la reserva natural de Tariquía
fue contundente. Tarija amaneció ayer con sus principales vías cerradas con la
tricolor boliviana y con carteles con leyendas como “Hoy y siempre, Tariquía se
respeta”.
“Fue un éxito”, afirmó el presidente del Comité Cívico de Tarija, Juan Carlos Ramos, al hacer un balance dela
jornada. Asimismo , el dirigente anunció que los tarijeños se
mantendrán en “vigilia permanente” y que una comisión se trasladará hasta
Chiquiacá para reforzar el bloqueo, que desde hace cinco días impide el ingreso
de las petroleras a la zona.
Es la primera vez que una región paraliza sus actividades en defensa de una reserva natural. En una anterior oportunidad fueron los indígenas del TIPNIS quienes asumieron medidas de presión en contra de las políticas que impulsa el Gobierno para explotar en áreas protegidas.
“Nosotros vamos a estar de lado de nuestros hermanos chiquiaqueños, es el compromiso de todo el pueblo tarijeño, porque todos nosotros vivimos del aire que sale de la reserva”, manifestó el cívico, quien insistió en que la medida de presión “fue un éxito” en Tarija y en otros municipios. Citó como ejemplo el caso de Entre Ríos.
Diferentes sectores, como el transporte, las universidades, instituciones bancarias, el magisterio urbano y población en general instalaron diferentes puntos de bloqueo que paralizaron la ciudad de Tarija.
La Policía, desde tempranas horas, reportó bloqueos en Entre Ríos, San Lorenzo y en la ciudad de Tarija.
Las calles fueron cerradas con carteles en los que se leía: “Los maestros unidos en defensa de Tariquía”, “Respeto a la reserva natural de Tariquía”, “Hoy se vende memorias especialmente para aquellos que tanto hablan de defenderla Madre Tierra ”,
“Cuidar la naturaleza es cuidar a nosotros”, entre otras leyendas, según se
observó en fotografías.
La diputada Lorena Gareca explicó que el paro cívico fue contundente para demostrar el Gobierno que “Tarija asumió conciencia y convicción en la defensa de la reserva de Tariquía y que el único color que tiene es el medioambiente”.
Mientras que en Chiquiacá, los comunarios, que instalaron un punto de bloqueo en rechazo al proyecto de exploración petrolera, expresaron su agradecimiento por el respaldo tarijeño.
“Luchamos en defensa de Tariquía, que tiene una linda riqueza natural. Aquí sembramos maíz, criamos cerdos y gallinas”, expresó una comunaria, quien denunció que el Gobierno no cumplió con la consulta previa.
PETROBRAS y YPFB Chaco pretenden ingresar a la reserva para iniciar operaciones de exploración y explotación. Afirman que tienen el permiso de los comunarios, pues se cumplió con la consulta previa 2.
“Fue un éxito”, afirmó el presidente del Comité Cívico de Tarija, Juan Carlos Ramos, al hacer un balance de
Es la primera vez que una región paraliza sus actividades en defensa de una reserva natural. En una anterior oportunidad fueron los indígenas del TIPNIS quienes asumieron medidas de presión en contra de las políticas que impulsa el Gobierno para explotar en áreas protegidas.
“Nosotros vamos a estar de lado de nuestros hermanos chiquiaqueños, es el compromiso de todo el pueblo tarijeño, porque todos nosotros vivimos del aire que sale de la reserva”, manifestó el cívico, quien insistió en que la medida de presión “fue un éxito” en Tarija y en otros municipios. Citó como ejemplo el caso de Entre Ríos.
Diferentes sectores, como el transporte, las universidades, instituciones bancarias, el magisterio urbano y población en general instalaron diferentes puntos de bloqueo que paralizaron la ciudad de Tarija.
La Policía, desde tempranas horas, reportó bloqueos en Entre Ríos, San Lorenzo y en la ciudad de Tarija.
Las calles fueron cerradas con carteles en los que se leía: “Los maestros unidos en defensa de Tariquía”, “Respeto a la reserva natural de Tariquía”, “Hoy se vende memorias especialmente para aquellos que tanto hablan de defender
La diputada Lorena Gareca explicó que el paro cívico fue contundente para demostrar el Gobierno que “Tarija asumió conciencia y convicción en la defensa de la reserva de Tariquía y que el único color que tiene es el medioambiente”.
Mientras que en Chiquiacá, los comunarios, que instalaron un punto de bloqueo en rechazo al proyecto de exploración petrolera, expresaron su agradecimiento por el respaldo tarijeño.
“Luchamos en defensa de Tariquía, que tiene una linda riqueza natural. Aquí sembramos maíz, criamos cerdos y gallinas”, expresó una comunaria, quien denunció que el Gobierno no cumplió con la consulta previa.
PETROBRAS y YPFB Chaco pretenden ingresar a la reserva para iniciar operaciones de exploración y explotación. Afirman que tienen el permiso de los comunarios, pues se cumplió con la consulta previa 2.
Rafael Puente, en un artículo titulado El ejemplo de
Tariquía, dice:
Tarija como departamento, pero de manera muy especial la
zona de Tariquía, nos están dando un ejemplo que nos hacía mucha falta. Porque
la lógica predominante en nuestro país y, por supuesto, cada vez más reforzada
por nuestro actual Gobierno, es la de que la Madre Tierra tiene
nomás que sacrificarse para el supuesto “desarrollo” de las regiones que poseen
recursos que se pueden explotar y exportar.
Y eso vale principalmente —aunque no únicamente— para los
recursos petrolíferos. Queremos capital disponible, aunque sea a costa de
sacrificar a la
naturaleza. Y precisamente Tarija es el mayor exponente de
cómo después la mayor parte de esos recursos se malgastan, y, encima de
quedarnos sin naturaleza, nos quedamos sin desarrollo…
Sin embargo, ahora, para defender la reserva natural de Tariquía, la población se ha movilizado en el marco de un paro cívico —convocado por el Comité Cívico Departamental— que por lo visto fue contundente. Cierto que el presidente departamental del MAS afirma que el paro sólo se llevó a cabo en la capital y que fue un fracaso en el resto del departamento, concluyendo de ahí que el Comité Cívico “ya no existe” por su comportamiento inorgánico.
Sin embargo, el comandante de la Policía —que por su cargo está más al tanto del problema que el presidente del MAS— informó de consistentes bloqueos de caminos en San Lorenzo, Entre Ríos y en otros lugares del departamento. Además, está el dato de que precisamente en Chiquiacá hace cinco días que el bloqueo se mantiene con fuerza.
Ya es hora de que alguna región del país nos diga a todos los bolivianos que le dan más valor a la conservación de su medioambiente —a los tristemente famosos derechos dela Madre
Tierra — que a la extracción de recursos naturales exportables
y que en teoría podrían capitalizar el desarrollo de toda la región. Y así andamos,
sacrificando territorios enteros —¡y el lago Poopó! — para satisfacer la voracidad
de las empresas mineras (incluyendo a las mal llamadas cooperativas), talando
más y más bosques para cultivar soya transgénica, planificando megarrepresas
hidroeléctricas, trazando una carretera por el TIPNIS, utilizando glifosato y
otros productos tóxicos. Todo en aras del “desarrollo” y, por tanto, a costa de
renunciar al Vivir Bien.
Tal es la posición que podemos aprender de Tarija, donde además se han movilizado sectores que podríamos suponer que se sienten ajenos al problema, como es el caso del transporte, de las universidades, ¡de las instituciones bancarias! o el magisterio urbano. Los maestros y maestras están repartiendo “memorias” en las que se explica a aquellos que tanto hablan de “defenderla Madre Tierra ”, que
para defenderla hay que seguir protegiendo los parques nacionales y que cuidar
la naturaleza es cuidarnos a nosotros…
El mencionado presidente del MAS afirma que hubo una consulta previa que sí autorizaba la entrada de empresas petroleras a Tariquía. Pero los comunarios de Tariquía niegan la existencia —¿o el valor? — de esa consulta (que de todas maneras sería discutible, ya que no se puede consultar sobre principios constitucionales).
Qué bien que esta lección esperanzadora nos venga dela chura Tarija , de ese
departamento de cultura pacífica y convivencial, al que en el himno Salve oh
patria sólo se le valora “su tipo andaluz”… Pero está claro que sus valores son
muchos más. Gracias, hermanos chiquiaqueños y tarijeños en general, a ver si
los otros ocho departamentos también nos reconocemos como hijos de esa Madre
Tierra y asumimos la responsabilidad de defender lo que queda de esa madre,
hasta ahora cada vez más contaminada y más destruida.
Y puestos a desear, desearemos también que nuestro Presidente y su gobierno recuerden que entre las grandes novedades dela nueva Constitución
están la defensa de los derechos de la Madre Tierra y la sustitución del horizonte del
Desarrollo por el horizonte del Vivir Bien. ¡Ukhamau! 3
Sin embargo, ahora, para defender la reserva natural de Tariquía, la población se ha movilizado en el marco de un paro cívico —convocado por el Comité Cívico Departamental— que por lo visto fue contundente. Cierto que el presidente departamental del MAS afirma que el paro sólo se llevó a cabo en la capital y que fue un fracaso en el resto del departamento, concluyendo de ahí que el Comité Cívico “ya no existe” por su comportamiento inorgánico.
Sin embargo, el comandante de la Policía —que por su cargo está más al tanto del problema que el presidente del MAS— informó de consistentes bloqueos de caminos en San Lorenzo, Entre Ríos y en otros lugares del departamento. Además, está el dato de que precisamente en Chiquiacá hace cinco días que el bloqueo se mantiene con fuerza.
Ya es hora de que alguna región del país nos diga a todos los bolivianos que le dan más valor a la conservación de su medioambiente —a los tristemente famosos derechos de
Tal es la posición que podemos aprender de Tarija, donde además se han movilizado sectores que podríamos suponer que se sienten ajenos al problema, como es el caso del transporte, de las universidades, ¡de las instituciones bancarias! o el magisterio urbano. Los maestros y maestras están repartiendo “memorias” en las que se explica a aquellos que tanto hablan de “defender
El mencionado presidente del MAS afirma que hubo una consulta previa que sí autorizaba la entrada de empresas petroleras a Tariquía. Pero los comunarios de Tariquía niegan la existencia —¿o el valor? — de esa consulta (que de todas maneras sería discutible, ya que no se puede consultar sobre principios constitucionales).
Qué bien que esta lección esperanzadora nos venga de
Y puestos a desear, desearemos también que nuestro Presidente y su gobierno recuerden que entre las grandes novedades de
Reflexiones en torno a Tariquía
Hay que situarse en una perspectiva histórica y mundial,
combinándola con las perspectivas locales, que son las que le dan contenido y
materialidad. Lo primero que hay que anotar es que lo que está en cuestión son
los logros de la civilización moderna, caracterizada por el economicismo como
la civilización del desarrollo. Como dijimos antes, el desarrollo tiene un
costo muy grande en lo que respecta a las dinámicas vitales, que son dinámicas
eclógicas. La que ha pagado los costos del desarrollo, transferidos a la
naturaleza, es la vida, los ciclos vitales del planeta, los ecosistemas, es
decir, el substrato vital de las sociedades orgánicas, no solo de las
sociedades humanas. Haciendo un balance, este costo no se justifica porque se
ha producido muerte, correlato empírico de la ilusión del desarrollo. Lo
segundo que hay que anotar es que las versiones, aparentemente opuestas, sobre
todo ideológicas y políticas, no son antagónicas, incluso no son
contradictorias, sino resultan, mas bien, complementarias. El liberalismo ha
perseguido el desarrollo mediante el libre albedrío de la mano invisible del
mercado. El socialismo ha perseguido el desarrollo mediante la intervención del
Estado y la socialización de los medios de producción. Ambas versiones tienen
como utopía la modernidad, la vertiginosa e insaciable modernidad. El resultado
histórico de las dos versiones es complementario y a la vez paradójico; el
liberalismo logró el desarrollo mediante la economía de la abundancia, vale
decir de la sobreproducción; el socialismo logró el desarrollo mediante la
economía de la escasez, vale decir de la subproducción.
Paradójicamente abundancia y escasez se complementan en la
economía-mundo capitalista. Ambas versiones políticas e ideológicas diferentes
se desenvolvieron en el mismo sistema-mundo capitalista; es más el socialismo
no fue otra cosa que un capitalismo de cuartel 4.
En consecuencia, ambas versiones ideológicas y políticas
transfirieron los costos a la naturaleza; compartieron el mismo prejuicio
religioso monoteísta de la dominación del hombre sobre la naturaleza. Este
común principio evidencia que forman parte del mismo paradigma civilizatorio,
que cosifica a la naturaleza, convirtiéndola en recurso natural subsumible a
procesos de acumulación, que unos denominan de capital y otros denominan
socialista. La valorización abstracta fue el postulado de ambas versiones; por
lo tanto, ambas versiones histórico-políticas forman parte de la marcha
desbordante de la economía política generalizada.
La tercera anotación tiene que ver con las versiones
ideologías y políticas posteriores; por ejemplo, el neoliberalismo y el
neopopulismo. A diferencia de las versiones anteriores, que hacen como su
referente inaugural, incluso matriz histórico-política, se trata de formaciones
discursivas menos elaboradas, incluso más restringidas en sus pretensiones. Se
puede decir, haciendo paráfrasis, que se trata de comedias respecto a las
tragedias iniciales. De todas maneras, con estas versiones ocurre algo
parecido; a pesar de presentarse como proyectos antagónicos, se trata de
tendencias histórico-políticas complementarias. Por otra parte, ambas versiones
siguen el paradigma de desarrollo, aunque lo hacen con discursos distintos y
hasta guiones diferentes. El neoliberalismo propone la competencia como
mecanismo dinámico de la economía, en tanto que el neopopulismo se propone
mediante la redistribución como aproximaciones tibias a la igualación social.
Sin embargo, ambas versiones contemporáneas ideológicas y políticas siguen
obsesionadas con la finalidad del desarrollo. Lo que habrían cambiado son las
condiciones históricas-económicas del sistema-mundo capitalista y, por ende,
las condiciones singulares de las economías nacionales. Bajo la dominancia del
capitalismo financiero y especulativo ya no se apunta a la industrialización,
propiamente dicha, sino a la tasa de retorno rápida, por lo tanto, a la
especulación financiera. Esto se ajusta plenamente al rubro de inversión en
expansión, por excelencia, en esta etapa del ciclo del capitalismo vigente: la
inversión en el extractivismo. Incluso los avances tecnológicos son destinados
a mejorar la explotación extractivista, cada vez más demoledora, intensiva y
expansiva.
La cuarta anotación corresponde a la intervención del
“gobierno progresista” en el Área Protegida de Tariquía. Desde la perspectiva
de la historia reciente, se puede decir que el “gobierno progresista” continua
el sendero abierto por los gobiernos anteriores en lo que respecta al modelo
colonial extractivista del capitalismo dependiente.
David Maygua escribe:
No será la primera vez que la transnacional brasileña
Petrobras y la
subsidiaria YPFB Chaco ingresen a la Reserva Nacional
de Flora y Fauna de Tariquía (Rnfft) para realizar trabajos de exploración en
las áreas petroleras de San Telmo Norte y Astillero.
En 1968, según datos del proyecto de “Gestión de Pasivos Ambientales en Áreas Protegidas y su Influencia en el Recurso Hídrico”, y del Sernap, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) perforó el pozo Cambarí y actualmente tiene una filtración de petróleo que emana con destino al río.
Siete años después perforaron el pozo Churumas X1 y en 1991 el pozo Domo que se encuentra a unos5
kilómetros del campamento ecoturístico El Cajón, en la
margen del río Grande de Tarija.
La actividad exploratoria no se detuvo en la Reserva de Tariquía y en 1992 YPFB realizó la perforación del pozo Churumas X2.
Estos pozos petroleros abandonados figuran como pasivos ambientales en el informe del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) debido a que contaminan algunos cursos de agua en el área protegida que contienen varias fuentes del líquido vital y es generadora de3.000 milímetros
(mm) de lluvias al año.
La intervención petrolera se realizó antes de que el gobierno de Víctor Paz Estenssoro en 1988 emitiera el Decreto Supremo 22277 que establece la creación dela Reserva
Nacional de Flora y Fauna de Tariquía (Rnfft).
El exgeólogo de campo de YPFB,Gustavo
Navarro, admitió que la petrolera estatal ingresó al área protegida para
perforar pozos en Churumas y que por problemas técnicos se tuvieron que
abandonarlos.
Según Navarro, se perforó el pozo Churumas X2 hasta la formación geológica Los Monos y no se llegó a Huamampampa, pero es una reserva con un potencial de gas natural que puede ser explotado en caso de que el pozo Bermejo X44 tenga problemas de abastecimiento.
“Antes la gente no hacía problemas, YPFB ingresaba y salía como en su casa, no tenían inquietud ni pedían nada y seguían viviendo enla miseria. Ahora
ponen a la naturaleza para exigir compensaciones económicas por el impacto
ambiental”, dijo el extécnico de la petrolera estatal.
Para el asesor ambiental del Ministerio de Hidrocarburos, Jorge Ríos, antes no había Ley del Medio Ambiente y las empresas petroleras hacían lo que querían sin control alguno, pero ahora el escenario ha cambiado totalmente porque se tienen una cantidad de normas ambientales que garantizan la protección del medio ambiente.
El pozo Cambarí, que es el más antiguo dentro de la Reserva de Tariquía y contamina una afluente que lleva el mismo nombre, está a55 kilómetros de la
carretera entre Tarija y Bermejo ingresando por la comunidad El Salado.
Lo s pozos Churumas X1 y X2 están situados aproximadamente a
unos 30 kilómetros
del camino Bermejo – San Antonio, en el límite fronterizo con la Argentina.
Más allá del accionar de los comunarios de Chiquiacá, que se oponen a la exploración, y el apoyo de la institución cívica y plataformas ambientalistas, el área protegida ya fue intervenida por la petrolera estatal a finales del60, a mediados de la década
del 70 y principios del 90 5.
En 1968, según datos del proyecto de “Gestión de Pasivos Ambientales en Áreas Protegidas y su Influencia en el Recurso Hídrico”, y del Sernap, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) perforó el pozo Cambarí y actualmente tiene una filtración de petróleo que emana con destino al río.
Siete años después perforaron el pozo Churumas X1 y en 1991 el pozo Domo que se encuentra a unos
La actividad exploratoria no se detuvo en la Reserva de Tariquía y en 1992 YPFB realizó la perforación del pozo Churumas X2.
Estos pozos petroleros abandonados figuran como pasivos ambientales en el informe del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) debido a que contaminan algunos cursos de agua en el área protegida que contienen varias fuentes del líquido vital y es generadora de
La intervención petrolera se realizó antes de que el gobierno de Víctor Paz Estenssoro en 1988 emitiera el Decreto Supremo 22277 que establece la creación de
El exgeólogo de campo de YPFB,
Según Navarro, se perforó el pozo Churumas X2 hasta la formación geológica Los Monos y no se llegó a Huamampampa, pero es una reserva con un potencial de gas natural que puede ser explotado en caso de que el pozo Bermejo X44 tenga problemas de abastecimiento.
“Antes la gente no hacía problemas, YPFB ingresaba y salía como en su casa, no tenían inquietud ni pedían nada y seguían viviendo en
Para el asesor ambiental del Ministerio de Hidrocarburos, Jorge Ríos, antes no había Ley del Medio Ambiente y las empresas petroleras hacían lo que querían sin control alguno, pero ahora el escenario ha cambiado totalmente porque se tienen una cantidad de normas ambientales que garantizan la protección del medio ambiente.
El pozo Cambarí, que es el más antiguo dentro de la Reserva de Tariquía y contamina una afluente que lleva el mismo nombre, está a
Lo
Más allá del accionar de los comunarios de Chiquiacá, que se oponen a la exploración, y el apoyo de la institución cívica y plataformas ambientalistas, el área protegida ya fue intervenida por la petrolera estatal a finales del
Ante la movilización social en defensa de Tariquía y el
pedido de acción de cumplimiento de los comunarios, la Sala Constitucional
Primera del Tribunal Departamental de Justicia (TDJ) de
Tarija rechazó ayer la acción de cumplimiento presentada por los comunarios del
área de influencia de la
Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía.
Con este recurso jurídico, los pobladores del área protegida buscaban que se realice la consulta previa para autorizar o no el ingreso de las petroleras a la zona.
El vocal del TDJ, Ernesto Mour, señaló que la decisión se la asumió debido a que los denunciantes equivocaron los términos “informar” con “pedir” una consulta previa, por lo tanto, la competencia del TDJ no fue abierta.
La asambleísta María Lourdes Vaca, una de las que acompañó la presentación del recurso, dijo al diario El País de Tarija que los comunarios tienen tres días para impugnar la resolución mediante la corrección de las observaciones del tribunal.
“Mediante una notificación hicieron conocer el rechazo ‘in limine’. Eso refleja una incapacidad de resolver un tema muy claro y con fundamentos jurídicos para actuar en consecuencia”, expresó Vaca.
Un rechazo “in limine” significa que la decisión se sustentó en aspectos de forma y no de fondo, por lo que se realizará una verificación para enmendar las observaciones y volver a presentar la acción de cumplimiento, explicó Vaca.
Así también, dijo que “cuando uno sabe que está actuando dentro del marco de la legalidad y del derecho, no hay que perder la esperanza yla fe. Tenemos todos los
fundamentos y pruebas para demostrar la violación que hubo”.
Con este recurso jurídico, los pobladores del área protegida buscaban que se realice la consulta previa para autorizar o no el ingreso de las petroleras a la zona.
El vocal del TDJ, Ernesto Mour, señaló que la decisión se la asumió debido a que los denunciantes equivocaron los términos “informar” con “pedir” una consulta previa, por lo tanto, la competencia del TDJ no fue abierta.
La asambleísta María Lourdes Vaca, una de las que acompañó la presentación del recurso, dijo al diario El País de Tarija que los comunarios tienen tres días para impugnar la resolución mediante la corrección de las observaciones del tribunal.
“Mediante una notificación hicieron conocer el rechazo ‘in limine’. Eso refleja una incapacidad de resolver un tema muy claro y con fundamentos jurídicos para actuar en consecuencia”, expresó Vaca.
Un rechazo “in limine” significa que la decisión se sustentó en aspectos de forma y no de fondo, por lo que se realizará una verificación para enmendar las observaciones y volver a presentar la acción de cumplimiento, explicó Vaca.
Así también, dijo que “cuando uno sabe que está actuando dentro del marco de la legalidad y del derecho, no hay que perder la esperanza y
Falta la conminatoria
Por su parte, el
asambleísta Mauricio Lea Plaza, quien también asesora en este recurso jurídico
a los comunarios, dijo al diario cruceño El Deber que la demanda fue rechazada
debido a que todavía no se agotaron las instancias de conminatoria ante las
autoridades recurridas y lo que corresponde es subsanar para volver a
presentarlo.
“Ellos dicen que faltaría la conminatoria o exigencia específica al ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, y de la autoridad de Medio Ambiente, para que se pronuncien. Se hará el requerimiento para lograr ese pronunciamiento y así cumplir lo que planteala Sala Constitucional del Tribunal”, indicó Lea
Plaza.
A las autoridades gubernamentales se les dará un plazo de10 a 15 días para que se
pronuncien al respecto.
“En mérito a los fundamentos expuestos, las normas citadas y los razonamientos jurisprudenciales vinculantes en estricta observancia del artículo 203 de la CPE (Constitución Política del Estado),la Sala Constitucional
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija
declara la improcedencia ‘in limine’ de la presente Acción de
Cumplimiento”, dice textualmente el fallo del tribunal tarijeño que lleva la
firma de los vocales Ernesto Mur y Heidy Calderón.
Por
“Ellos dicen que faltaría la conminatoria o exigencia específica al ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, y de la autoridad de Medio Ambiente, para que se pronuncien. Se hará el requerimiento para lograr ese pronunciamiento y así cumplir lo que plantea
A las autoridades gubernamentales se les dará un plazo de
“En mérito a los fundamentos expuestos, las normas citadas y los razonamientos jurisprudenciales vinculantes en estricta observancia del artículo 203 de la CPE (Constitución Política del Estado),
Reclaman una consulta previa
La Acción de Cumplimiento fue presentada por un grupo de comunarios el pasado miércoles, cuando se llevaba adelante el paro cívico movilizado de 24 horas decretado en defensa del área protegida.
La Acción de Cumplimiento “tiene el objetivo de conminar a las autoridades a que cumplanla
Constitución Política del Estado. Se debe ejecutar una
consulta previa antes y no siete meses después. Se debe respetar la normativa
vigente”, declaró en ese entonces María Lourdes Vaca, asambleísta de Tarija 6.
La Acción de Cumplimiento fue presentada por un grupo de comunarios el pasado miércoles, cuando se llevaba adelante el paro cívico movilizado de 24 horas decretado en defensa del área protegida.
La Acción de Cumplimiento “tiene el objetivo de conminar a las autoridades a que cumplan
Como se puede observar, el “gobierno
progresista” persiste en el mismo modelo económico, que ya siguieron los
anteriores gobiernos, sean los inmediatamente antecesores, los neoliberales,
sean los nacionalistas, los liberales y conservadores, ni hablar de las
dictaduras militares, que se comportaron mecánicamente con relación a lo que
tenían a mano. Lo que cambia es el discurso, quizás también el guion, pero, lo
que persiste es la misma trama, también, por lo tanto, el mismo entramado de la
dependencia.
Sergio Almaraz Paz escribió sobre los cementerios mineros
que nos dejó la explotación minera; esa es la “riqueza” que quedó para el país,
esa es la huella de muerte que dejó esta obsesión del progreso, perseguida
mediante el procedimiento de la explotación extractivista. Ahora, también
podemos hablar de los cementerios hidrocarburíferos, que nos deja la
explotación extractivista del petróleo y el gas. El “gobierno progresista” ha
expandido intensivamente el modelo colonial extractivista del capitalismo
dependiente; paradójicamente, ahora somos más dependientes, bajo la expresión
de un discurso político que pretende, precisamente, la independencia nacional.
La ironía de esta política y de esta ideología populista es que se usan los
símbolos culturales indígenas, la referencia a la Pachamama, la demagogia
nacionalista, para precisamente, por el contrario, llevar a cabo, de manera
desmesurada, el saqueo de los recursos naturales y la explotación y marginación
de su población y los pueblos.
[1] Reserva nacional
de flora y fauna de Tariquía. https://es.wikipedia.org/wiki/Reserva_nacional_de_flora_y_fauna_de_Tariqu%C3%ADa.
[2] Ver
de Beatriz Layme Paro contundente en Tarija por la reserva de Tariquía. Página
Siete; La Paz.
[4] Leer de Robert Kurz El colapso de la modernización. Editorial Marat.
[5] Ver de David Maygua YPFB perforó pozos en
Tariquía y los abandonó como pasivos.
[6] Leer de la redacción central del
periódico Los Tiempos Tribunal rechaza por “errores de forma” el recurso por Tariquía.
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