Modelos de desarrollo
y extractivismo en América Latina:
“La alternativa
está nuevamente desde abajo”.
29
de enero de 2015
En octubre del año
pasado pasó por Córdoba el profesor ecuatoriano y colaborador de movimientos
sociales Napoleón Saltos Galarza, quien trabajó en las cátedras de Teoría
Política, Sociología Agraria, Ecología y Desarrollo, en la Universidad Central
de Ecuador. Dialogó en la UCC (Universidad Católica de Córdoba), en el marco de
la charla “Política y Sociedad sobre Modelos de desarrollo y extractivismo en América
Latina”.
“Los
gobiernos llamados progresistas han cumplido su ciclo y el peligro es que
pueden retornar gobiernos de derecha y represivos por lo tanto la alternativa
está nuevamente desde abajo, la alternativa está en los que podemos hacer en
una gran alianza los sectores indígenas, los movimientos sociales, las
universidades críticas, creo que esto puede abrir una esperanza para detener
esta voracidad que tiene el capital de explotar y sobre explotar a la
naturaleza que es lo que implica el extractivismo”.
ECOS
Córdoba- Hace minutos culminó una conferencia en donde se ha abordado el tema
del extractivismo de diversas formas y miradas. ¿Cuál es la mirada que nos
puede aportar desde su experiencia?
Napoleón
Saltos Galarza- El extractivismo se ha convertido en uno de los problemas
centrales para la vida de los pueblos y para la vida de los propios países,
porque éste extractivismo que se está operando ahora, implica no sólo una sobre
explotación de la naturaleza sino que implica una des acumulación de los países.
Además que afecta a la naturaleza, la riqueza resultante no se queda en los
países sino que es acumulada, hacia afuera. Y el otro problema que tenemos es
que el extractivismo está ligado a nuevas formas de conocimiento y tecnologías
cada vez más agresivas, contra la sociedad y contra la naturaleza. Los
transgénicos, el restablecimiento de formas tecnológicas como la gran minería a
cielo abierto o formas tecnológica del petróleo terminan por destruir, la
propia fuente de producción de la humanidad.
EC-
También se ha hablado de colonialismo y mucha gente piensa que ésta es una fase
de colonialismo en nuestras tierras.
NSG-
Si, el colonialismo adopta ahora una nueva forma sobre todo lo que ahora se
denomina la renta tecnológica, es decir el conocimiento y aquí hay una
superposición. Tradicionalmente América Latina ha cumplido el rol de
proveedores de materia prima, de metales, de alimentos, petróleo, etc. Pero
ahora, esa renta tradicional se combina con la renta tecnológica, la renta del
conocimiento. Ahora, por ejemplo si hablamos de la renta de la soja ya no es la
soja natural, ya no es como el banano o antes el café sino que ahora se le
añade el conocimiento, entonces ahora tenemos soja transgénica y allí se
combina las transnacionales y un colonialismo de las transnacionales
alimentarias, que controlan yo diría, todo el proceso productivo controlan
desde la semilla, los abonos, el tipo de consumo y todo eso se va convirtiendo
en un nuevo imperialismo, que hay que llamarlo así porque explotan a las naciones,
donde explotan a los pueblos y los empobrecen.
EC- ¿Y en esto cuánto
tiene que ver las universidades o los saberes académicos?
NSG- Hay una batalla
muy fuerte y creo que va ir tomando cuerpo, porque cuando hablamos de
neo-colonialismo tenemos que hablar de colonialismo de los saberes, de
colonialismo de las ciencias sociales. Tradicionalmente las facultades de
Ciencias Sociales o también las facultades técnicas lo que han hecho es
reproducir lo que los centros de conocimiento producen, ahí hay una especie de
jerarquía. Mire lo que sucede a menudo en América Latina con las universidades,
se establecen rankings, se establece evaluaciones y acreditaciones. ¿Y cuál es
el modelo? El modelo son las universidades de los países centrales. Y en
América Latina tenemos nuestras propias formas de conocimiento y de ciencia, y
esto requeriría superar esta forma de sometimiento, de la ciencia y el
conocimiento y establecer una relación horizontal de igual a igual, un diálogo
de saberes. Es verdad, occidente, Europa, Estados Unidos, tienen mucho que
aportar a la ciencia, y lo reconocemos y hay que estudiar toda esa ciencia.
Pero en América Latina también tenemos nuestros saberes, tenemos nuestra propia
forma de conocimiento y tenemos conocimientos mucho más avanzados en algunos
aspectos.
EC-
Acá también es donde entra la importancia de las organizaciones sociales, de
los pueblos originarios y de sus saberes.
NSG- Mucho de esos
saberes están en germen, están en el estado práctico diríamos. Lo que hacen
nuestros pueblos, nuestras comunidades indígenas y originarias, en los
diferentes campos de la vida y conocimientos. Yo menciono un campo que habría
que tomar precisamente en este tema, del colonialismo del conocimiento, el
campo médico. ¿Acaso no estamos accediendo a una paradoja con toda la
tecnología que tenemos de occidente? Están regresando enfermedades que se
creían superadas, o nos enfrentamos a problemas como el ébola, a enfermedades
como la parasitosis. ¿Porqué? Porque la tecnología de occidente que es una
tecnología alopática, de no vida de penicilina, no da para eso. Y ahí aparecen
otros paradigmas de la vida y por lo tanto otros paradigmas médicos. Porque en
lugar de una dominación y de todo lo que ha sido este sometimiento y ésta
explotación, no es posible pensar y desde las universidades sobre todo aportar
a un diálogo de saberes en lo más avanzado. Así como exigimos a la ciencia
investigación, también exijamos a América Latina y a nuestras universidades,
investigar los saberes de nuestros pueblos y ello puede permitir salidas
diferentes sino vamos a estar condenados a transgénicos, a formas cada vez más
extremas, que debilitan la vida.
EC-
En la charla también se refirió a las políticas que llevan adelante los
gobiernos y no solo los de derecha (capitalistas) sino también los llamados
progresistas.
NSG-
Si mire, esto es algo que debería preocuparnos porque veíamos con mucha
esperanza ya, hace quince años, cuando sube el presidente Chávez a Venezuela la
propuesta de un cambio para el gobierno, pero después de que ha pasado quince
años, parecería que otra vez regresan proyectos únicamente de “modernización” y
proyectos otra vez de sometimiento. Y entonces tenemos fenómenos de sobre
explotación de la
naturaleza. Está América Latina sentada en una oleada de
megaminería, una nueva oleada de privatización y de entrega de las reservas de
petróleo, en el caso de Argentina. Conocemos el caso de Vaca Muerta, uno de los
grandes yacimientos históricos, sin embargo a quién se le entrega, a Chevrón.
Es decir incluso, las visiones nacionalista de soberanía empiezan a
debilitarse. Algunos sueños, le menciono en mi país el Ecuador, se propuso lo
que se conocía internacionalmente, como la iniciativa ITT Yasuní ,
que implicaba que en una zona en donde había petróleo, que era a su vez una
zona en donde había la más alta biodiversidad del mundo, no se explote
petróleo. Se llamó la
iniciativa Yasuní , para mantener el petróleo bajo tierra. Se
buscó un intercambio para que los países centrales financien un 50% de los que
el Ecuador no recibía, pero finalmente nuestro gobierno retrocedió, a pesar de
su discurso que propagandió mucho esto, y ahora a empezado la explotación. ¿Qué
implica la explotación de ITT Yasuní? Destruir la biodiversidad, el petróleo
nos puede durar treinta o cuarenta años, pero hemos perdido la posibilidad de
la vida para siglos.
EC- ¿Cuál es la
situación de las organizaciones sociales? Como parte de la esperanza que vemos
para adelante.
NSG- Las principales
luchas alternativas se están dando precisamente en el campo de la resistencia
al extractivismo y en la defensa del agua y la vida. En Ecuador
el movimiento indígena tiene mucha fuerza y está presidido por la CONAIE, la (Confederación de
Nacionalidades Indígenas), y no solo es una fuerza de oposición y de crítica,
sino de alternativa. Porque después de quinientos años de conquista, de dominio
sin embargo en germen, todavía hay posibilidad de alternativas. Hay luchas
también en otros terrenos de los trabajadores y creo que hay que mirar con
esperanza. En verdad los gobiernos llamados progresistas han cumplido su ciclo,
el peligro es que pueden retornar gobiernos otra vez de derecha, represivos.
Por lo tanto la alternativa está nuevamente desde abajo. La alternativa está en
los que pueden y podemos hacer, en una gran alianza los sectores indígenas, los
movimientos indígenas y sociales, las universidades críticas. Creo que esto
puede abrir una esperanza para detener esta voracidad que tiene el capital, de
explotar y sobre explotar a la naturaleza, que es lo que implica el extractivismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario