24.Mar.19 :: Argentina
Muchas empresas fueron partícipes de la dictadura cívico-militar.
No solo fueron cómplices del exterminio sino que en muchos casos fueron
responsables directas de los secuestros, torturas y desapariciones de
centenares de trabajadores.
Antirrepresivo
Argentina
Pagar las ganancias con sangre: ¿Qué empresas fueron parte del genocidio?
Las notas de este
24 de marzo han sido producidas en años anteriores pero nos parece importante
recuperarlas porque tocan temas nodales para entender las caracteristicas
esenciales del golpe civico-militar de 1976. El terrorismo de estado y la
politica economica de Martinez de Hoz buscaron quebrar el alza de la
conflictividad que venia en franco crecimiento desde el cordobazo de 1969. Ese
disciplinamiento requeria desarticular las comisiones internas y cuerpos
delegados especialmente fuertes en las grandes empresas locales y
trasnacionales, de alli el papel central que juegan los empresarios más
poderosos en la represion, aspecto que se analiza en los articulos de Giuliana
Sordo y de Victoria Basualdo.
Pero el golpe es también un ataque a los cambios culturales y sociales, a las transformaciones en la subjetividad que venian creciendo desde fines de los 60. De alli la enorme cantidad de desaparecidos/as vinculados a practicas culturales radicales. El rescate de una pequeña parte de esa produccion en los poemas se relaciona con ese aspecto pero también evidencia que la capacidad de soñar mundos nuevos y la empatía con el “otre” es antagónica con la subjetividad neofascista que se manifiesta en las concepciones de quienes sostienen a la dictadura.
Pero el golpe es también un ataque a los cambios culturales y sociales, a las transformaciones en la subjetividad que venian creciendo desde fines de los 60. De alli la enorme cantidad de desaparecidos/as vinculados a practicas culturales radicales. El rescate de una pequeña parte de esa produccion en los poemas se relaciona con ese aspecto pero también evidencia que la capacidad de soñar mundos nuevos y la empatía con el “otre” es antagónica con la subjetividad neofascista que se manifiesta en las concepciones de quienes sostienen a la dictadura.
La nota de Laura Verdile pone de manifiesto que en pleno espacio del horror el
sistema patriarcal le reserva atrocidades especiales a las compañeras . Por
medio de ellas se sanciona no solo su compromiso sino atreverse con su
militancia y sus cuerpos a cuestionar aspectos básicos del patriarcalismo y los
patrones hetero normativos.
Continuamos acompañando un sentido social de los 24 que implica el rescate de la memoria de cara a nuevas generaciones pero a la vez actitud de lucha contra todas las formas de explotación y opresión existentes.
La dictadura fue
cívico-militar. El golpe del 24 de marzo de 1976 fue planificado entre
múltiples sectores de poder. Entre ellos, y fundamentalmente, los sectores
empresarios tuvieron un alto grado de responsabilidad y participación en el
genocidio. Muchas empresas han estado involucradas en los secuestros, torturas
y desapariciones de sus trabajadores. Ford, Mercedes Benz, Las Marías, Ledesma,
La Veloz del Norte y Molinos Río de la Plata son algunas de las empresas que
integran esta lista.
Muchas empresas
fueron partícipes de la dictadura cívico-militar. No solo fueron cómplices del
exterminio sino que en muchos casos fueron responsables directas de los
secuestros, torturas y desapariciones de centenares de trabajadores. Frente a
la organización de los obreros, la dictadura fue la excusa para eliminar los
derechos, “ordenar” las fábricas, instalar centros clandestinos dentro de las
plantas y realizar secuestros a la vista de todos sus trabajadores a modo de
disciplinamiento.
En el siguiente
listado, recopilado en el informe “Responsabilidad empresarial en delitos de
lesa humanidad: represión a trabajadores durante el terrorismo de Estado”*, se
encuentran las 25 principales empresas nacionales y filiales de compañías
internacionales radicadas en el territorio argentino que están involucrados en
secuestros, torturas y desapariciones. Estas empresas están implicadas en
violaciones de Derechos Humanos contra más de 900 víctimas del terrorismo de
Estado, dentro de las cuales 354 se encuentran desaparecidas y 65 fueron
asesinadas. La mayoría eran trabajadores activos en los procesos de conflicto y
organización obrera.
La represión al
interior del movimiento obrero llevada adelante por las fuerzas armadas durante
la dictadura cívico-militar fue posible en el territorio de las fábricas porque
las empresas participaron activamente proveyendo información, señalando a
quienes debían eliminar y observando las torturas de sus trabajadores. Estas
tareas fueron cruciales para el éxito militar. En muchos casos el accionar
represivo se dio a partir del año 1974 o 1975 anticipando la brutalidad de los
años siguientes. Estas empresas maximizaron sus ganancias a costa de la sangre
de sus trabajadores.
Ingenio Concepción
Entre 1974 y 1983, la Compañía Azucarera
Concepción fue la propietaria del Ingenio Concepción. Ése era
el más importante de la provincia de Tucumán hasta la actualidad. Allí ,
al menos 26 trabajadores fueron víctimas de crímenes de lesa humanidad, de las
que 21 aún se encuentran desaparecidas y, por lo menos, 11 habían integrado la
comisión directiva y el cuerpo de delegados del sindicato que fue completamente
descabezado mediante la
represión. Por parte de la empresa se comprobó el
aprovisionamiento de camionetas del Ingenio y el suministro de información para
la represión y desaparición de los obreros. Esta situación, a la empresa
azucarera, le permitió disminuir a la mitad la planta de trabajadores y lograr
ganancias extraordinarias.
Ingenio La
Fronterita
El Ingenio La
Fronterita, propiedad de José Minetti & Cía. Ltda. SA, fue uno de los 16
ingenios azucareros que funcionó desde 1974 a 1983 en Tucumán. Al menos 25 obreros de
la empresa sufrieron delitos de lesa humanidad desde 1974: dos fueron
asesinados, nueve desaparecidos, 14 secuestrados y posteriormente liberados. Al
menos siete habían integrado la comisión directiva y el cuerpo de delegados del
sindicato. A su vez, Minetti y el administrador mandaron a secuestrar a un obrero.
También, la empresa otorgó parte de la propiedad a las fuerzas armadas para que
sea utilizada como centro clandestino de detención, con expreso conocimiento
por parte de los administradores de que allí se torturaba y se mantenía
cautivas a las personas. A su vez colaboraron en el señalamiento de obreros y
proveyeron medios de transportes para los secuestros. Sumado a esto, la empresa
aumentó considerablemente sus ganancias.
Ingenio Ledesma
Cientos de personas
resultaron víctimas del terrorismo de Estado en las localidades de Libertador
General San Martín y Calilegua, en Ledesma, Jujuy. Por lo menos 60 personas
eran empleados de la empresa, como operarios de fábrica o zafreros, o tenían un
rol activo en los sindicatos. También docentes, médicos, abogados y estudiantes
de dichas localidades fueron víctimas de la represión vinculadas a la compañía,
debido al extendido dominio que Ledesma Sociedad Anónima Agrícola Industrial
(SAAI) había construido en la zona a lo largo de varias décadas. Más de 30
personas continúan desaparecidas. La compañía no solo colaboró activamente,
sino que participó en la planificación de los hechos represivos. Numerosos
testimonios y documentos dan cuenta de cómo directivos y altos empleados de
Ledesma SAAI se involucraron en los secuestros de los trabajadores, algunos en
la misma fábrica. También se señala el uso de camionetas de la compañía, además
de las listas de personas a detener que fueron dadas por Ledesma.
Minera Aguilar
La Veloz del Norte
La Veloz del Norte es una compañía de transporte automotor de pasajeros de Salta que ofrece recorridos provinciales, nacionales e internacionales. Entre 1973 y hasta el golpe de 1976, los trabajadores vivieron un proceso de conflictividad ascendente para elevar el piso de derechos y en protesta frente a despidos arbitrarios e injustificados. La situación no cambió y, a partir de 1976, al menos 22 trabajadores de La Veloz del Norte resultaron víctimas de crímenes de lesa humanidad durante el terrorismo de Estado pero ninguno de ellos está desaparecido. Todos fueron detenidos durante enero de 1977, llevados a una comisaria de la capital de Salta y sometidos a torturas. Luego, fueron liberados. La evidencia señala que la empresa manejaba un elevado nivel de información acerca de las detenciones y que tuvo una directa responsabilidad: hubo provisión de vehículos personales, micros, listados y galpones para la ejecución de los secuestros. Al no haber desaparecidos, hay testigos directos que denuncian la participación del dueño, Marcos Levín, y de personal jerárquico que presenciaron los secuestros y las torturas a los trabajadores.
La Veloz del Norte es una compañía de transporte automotor de pasajeros de Salta que ofrece recorridos provinciales, nacionales e internacionales. Entre 1973 y hasta el golpe de 1976, los trabajadores vivieron un proceso de conflictividad ascendente para elevar el piso de derechos y en protesta frente a despidos arbitrarios e injustificados. La situación no cambió y, a partir de 1976, al menos 22 trabajadores de La Veloz del Norte resultaron víctimas de crímenes de lesa humanidad durante el terrorismo de Estado pero ninguno de ellos está desaparecido. Todos fueron detenidos durante enero de 1977, llevados a una comisaria de la capital de Salta y sometidos a torturas. Luego, fueron liberados. La evidencia señala que la empresa manejaba un elevado nivel de información acerca de las detenciones y que tuvo una directa responsabilidad: hubo provisión de vehículos personales, micros, listados y galpones para la ejecución de los secuestros. Al no haber desaparecidos, hay testigos directos que denuncian la participación del dueño, Marcos Levín, y de personal jerárquico que presenciaron los secuestros y las torturas a los trabajadores.
Acindar
La empresa siderúrgica Acindar Industria Argentina de Aceros SRL instaló una segunda planta, en 1951, en la localidad de Villa Constitución. En 1974, la comisión interna se convirtió en uno de los exponentes más visibles del sindicalismo combativo a nivel nacional. Frente a esto, el gobierno nacional denunció la existencia de un complot subversivo y, el 20 de marzo de 1975, la ciudad fue ocupada por parte de un conjunto de fuerzas represivas. Este proceso es uno de los casos paradigmáticos de la represión a trabajadores antes del 24 de marzo de 1976. Casi 100 personas vinculadas conla empresa Acindar
fueron víctimas de delitos de lesa humanidad: 18 fueron asesinados, ocho aún
continúan desaparecidos y 69 estuvieron detenidos y luego fueron liberados. La
empresa cedió medios de transporte y legajos personales de los trabajadores,
permitió la militarización de la planta y la detención de trabajadores allí, y
la instalación de un destacamento policial dentro de ella que fue usado como
centro clandestino de detención. El presidente de Acindar en 1975 era José
Alfredo Martínez de Hoz, quien luego se convirtió en Ministro de Economía desde
marzo de 1976, demostrando así la fuerte vinculación de la empresa con las
fuerzas militares.
La empresa siderúrgica Acindar Industria Argentina de Aceros SRL instaló una segunda planta, en 1951, en la localidad de Villa Constitución. En 1974, la comisión interna se convirtió en uno de los exponentes más visibles del sindicalismo combativo a nivel nacional. Frente a esto, el gobierno nacional denunció la existencia de un complot subversivo y, el 20 de marzo de 1975, la ciudad fue ocupada por parte de un conjunto de fuerzas represivas. Este proceso es uno de los casos paradigmáticos de la represión a trabajadores antes del 24 de marzo de 1976. Casi 100 personas vinculadas con
Dálmine-Siderca
En los años ’70, la compañía de tubos de acero sin costura Dálmine-Siderca era una de las principales siderurgias integradas del país. Con la instalación del terrorismo de Estado, más de 80 trabajadores fueron secuestrados: 39 están desaparecidos, siete fueron asesinados y 34 son sobrevivientes. Además, 22 personas vivieron la represión antes del golpe de Estado de 1976. Muchos de ellos tenían militancia gremial y política y vínculos con organizaciones político-militares, y varios ejercían cargos formales como miembros de la comisión interna. La empresa organizó secuestros en la planta y fue partícipe del seguimiento de inteligencia de quienes resultaron víctimas. También, proveyó financiamiento para varios centros clandestinos que se conformaron en la zona de Campana y Zárate. Los mismos directivos instigaron o presenciaron secuestros de trabajadores.
En los años ’70, la compañía de tubos de acero sin costura Dálmine-Siderca era una de las principales siderurgias integradas del país. Con la instalación del terrorismo de Estado, más de 80 trabajadores fueron secuestrados: 39 están desaparecidos, siete fueron asesinados y 34 son sobrevivientes. Además, 22 personas vivieron la represión antes del golpe de Estado de 1976. Muchos de ellos tenían militancia gremial y política y vínculos con organizaciones político-militares, y varios ejercían cargos formales como miembros de la comisión interna. La empresa organizó secuestros en la planta y fue partícipe del seguimiento de inteligencia de quienes resultaron víctimas. También, proveyó financiamiento para varios centros clandestinos que se conformaron en la zona de Campana y Zárate. Los mismos directivos instigaron o presenciaron secuestros de trabajadores.
Astilleros Astarsa
y Mestrina
Astarsa y Mestrina eran los dos astilleros más grandes existentes en la zona norte del conurbano bonaerense a mediados de la década del ’70. En sus talleres se fabricaban grandes, medianas y pequeñas embarcaciones. Sus trabajadores protagonizaron unos de los capítulos más conflictivos, con tomas de fábricas y convergencia de reclamos obreros y organización armada. Con la llegada de la dictadura, al menos 51 de ellos sufrieron la represión empresarial-estatal. En total hay 10 asesinados, 21 desaparecidos y 20 liberados. La responsabilidad empresarial se pone de manifiesto al ocurrir detenciones en las fábricas incluso en presencia de directivos. A su vez, aportaron listados con los domicilios dado que otros fueron secuestrados en sus casas.
Astarsa y Mestrina eran los dos astilleros más grandes existentes en la zona norte del conurbano bonaerense a mediados de la década del ’70. En sus talleres se fabricaban grandes, medianas y pequeñas embarcaciones. Sus trabajadores protagonizaron unos de los capítulos más conflictivos, con tomas de fábricas y convergencia de reclamos obreros y organización armada. Con la llegada de la dictadura, al menos 51 de ellos sufrieron la represión empresarial-estatal. En total hay 10 asesinados, 21 desaparecidos y 20 liberados. La responsabilidad empresarial se pone de manifiesto al ocurrir detenciones en las fábricas incluso en presencia de directivos. A su vez, aportaron listados con los domicilios dado que otros fueron secuestrados en sus casas.
Lozadur y Cattaneo
Lozadur y Cattaneo eran dos de las fábricas más grandes de ceramistas en la zona norte de la provincia de Buenos Aires. Las condiciones de trabajo en la industria ceramista se caracterizaron por la extrema precarización, por eso hubo una ola de conflictos que comenzaron antes del 24 de marzo de 1976 y siguieron en 1977. Por ello, los obreros más activos fueron secuestrados. Al menos 16 trabajadores fueron detenidos durante el terrorismo de Estado: 14 están desaparecidos y dos fueron asesinados. Las pruebas señalan el conocimiento de ambas empresas acerca de las desapariciones y que pusieron a disposición distintos recursos para ejecutarla represión. Por otro
lado, el Ejército se mantenía dentro de la fábrica amedrentando a los
trabajadores en situaciones de conflicto laboral. Allí se llevó acabo el
secuestro de obrers mientras ocupaban sus puestos de trabajo.
Lozadur y Cattaneo eran dos de las fábricas más grandes de ceramistas en la zona norte de la provincia de Buenos Aires. Las condiciones de trabajo en la industria ceramista se caracterizaron por la extrema precarización, por eso hubo una ola de conflictos que comenzaron antes del 24 de marzo de 1976 y siguieron en 1977. Por ello, los obreros más activos fueron secuestrados. Al menos 16 trabajadores fueron detenidos durante el terrorismo de Estado: 14 están desaparecidos y dos fueron asesinados. Las pruebas señalan el conocimiento de ambas empresas acerca de las desapariciones y que pusieron a disposición distintos recursos para ejecutar
Ford
Ford es una de las empresas automotrices más importantes en el país. Durante la década del 70 se vio atravesada por la crisis del sector, mientras sus trabajadores fueron protagonistas en distintas jornadas de lucha. Se ha constatado la existencia de 37 víctimas que fueron empleados de la empresa en General Pacheco, represión centrada particularmente en el cuerpo de delegados. Del total de secuestrados, 24 trabajadores detenidos han señalado la participación de los directivos de Ford en los secuestros, detenciones y torturas. Además, en el mismo predio de la empresa se destinó el espacio del quincho como centro clandestino de detención: allí se alojaba y torturaba por varias horas a los delegados detenidos. Muchos testimonios señalan la fuerte vinculación que la empresa mantenía con fuerzas militares, así como el aporte de una lista de nombres de trabajadores, información y recursos logísticos al servicio del genocidio.
Ford es una de las empresas automotrices más importantes en el país. Durante la década del 70 se vio atravesada por la crisis del sector, mientras sus trabajadores fueron protagonistas en distintas jornadas de lucha. Se ha constatado la existencia de 37 víctimas que fueron empleados de la empresa en General Pacheco, represión centrada particularmente en el cuerpo de delegados. Del total de secuestrados, 24 trabajadores detenidos han señalado la participación de los directivos de Ford en los secuestros, detenciones y torturas. Además, en el mismo predio de la empresa se destinó el espacio del quincho como centro clandestino de detención: allí se alojaba y torturaba por varias horas a los delegados detenidos. Muchos testimonios señalan la fuerte vinculación que la empresa mantenía con fuerzas militares, así como el aporte de una lista de nombres de trabajadores, información y recursos logísticos al servicio del genocidio.
Mercedes-Benz
Mercedes-Benz inicia sus actividades en Argentina en septiembre de 1951. Durante la década de 1970 se incrementó la conflictividad en cuanto a temas salariales y vinculados a las condiciones de trabajo. Con la llegada de la dictadura cívico-militar, más de 20 trabajadores fueron detenidos: hay 15 que continúan desaparecidos. La mayoría de ellos realizaba una militancia gremial en la fábrica o había participado activamente en los conflictos laborales. La empresa contaba con un alto nivel de información acerca de las desapariciones y colaboró en gran medida conla represión. Algunos directivos tuvieron una
directa responsabilidad en los secuestros y en el aporte de información
detallada sobre el desempeño laboral, las direcciones y los datos de las
víctimas.
Mercedes-Benz inicia sus actividades en Argentina en septiembre de 1951. Durante la década de 1970 se incrementó la conflictividad en cuanto a temas salariales y vinculados a las condiciones de trabajo. Con la llegada de la dictadura cívico-militar, más de 20 trabajadores fueron detenidos: hay 15 que continúan desaparecidos. La mayoría de ellos realizaba una militancia gremial en la fábrica o había participado activamente en los conflictos laborales. La empresa contaba con un alto nivel de información acerca de las desapariciones y colaboró en gran medida con
Grafa y Grafanor
Grandes Fábricas Argentinas (Grafa) de Bunge & Born, contaba con una enorme planta enla
Capital Federal. Por estrategia empresarial generaron las
Grandes Fábricas del Norte (Grafanor) que fueron ubicadas en Santiago del
Estero y Tucumán. En los 70, la actividad fue una de las más perjudicadas por la crisis. Con la
represión, 40 trabajadores de estas textiles fueron secuestrados: 20 permanecen
desaparecidos y tres fueron asesinados. Varios casos ocurren antes del golpe de
Estado y en Tucumán, donde el terrorismo de Estado hizo sus primeros pasos. Una
de las principales pruebas de la responsabilidad empresarial en los crímenes de
lesa humanidad es que el coronel José María Menéndez es nombrado en septiembre
de 1976 como Gerente General de Grafa y Grafanor. Sumado a ello, distintas
pruebas dan cuenta del involucramiento empresarial: el destacado rol gremial de
las víctimas, la participación de la empresa en dar información sobre los
trabajadores y en tareas de inteligencia con las fuerzas represivas, los
secuestros inmediatamente posteriores a conflictos laborales y en simultáneo
mediante el uso de listas aportadas por la empresa. Además de
la presencia de oficiales militares en las fábricas.
Grandes Fábricas Argentinas (Grafa) de Bunge & Born, contaba con una enorme planta en
Astillero Río
Santiago
Creado en 1953 y puesto bajo la órbita de la empresa estatal Astilleros y Fabricaciones Navales del Estado (AFNE), el astillero estimulaba el desarrollo de la industria pesada y militar industrial. En esta empresa ubicada en el partido bonaerense de Ensenada, al menos 70 trabajadores han sido secuestradas: 13 fueron asesinados y 32 personas continúan desaparecidas. A su vez, el astillero despidió a trabajadores de forma masiva y también produjo el autoexilio de otros, perseguidos y atemorizados, que optaron por no ingresar a la planta cuando se militarizó brutalmente, incluso desde antes del golpe de marzo de 1976. La empresa vinculada con la Armada argentina, comenzó a operar como una unidad más de la represión: la militarización de la fabrica, los secuestros en la puerta de ingreso y la cesión de un predio para la permanencia de detenidos en la planta, fueron algunas de las medidas que tuvieron como víctimas a los trabajadores del astillero y en las que tuvo responsabilidad directa la dirección de la empresa.
Creado en 1953 y puesto bajo la órbita de la empresa estatal Astilleros y Fabricaciones Navales del Estado (AFNE), el astillero estimulaba el desarrollo de la industria pesada y militar industrial. En esta empresa ubicada en el partido bonaerense de Ensenada, al menos 70 trabajadores han sido secuestradas: 13 fueron asesinados y 32 personas continúan desaparecidas. A su vez, el astillero despidió a trabajadores de forma masiva y también produjo el autoexilio de otros, perseguidos y atemorizados, que optaron por no ingresar a la planta cuando se militarizó brutalmente, incluso desde antes del golpe de marzo de 1976. La empresa vinculada con la Armada argentina, comenzó a operar como una unidad más de la represión: la militarización de la fabrica, los secuestros en la puerta de ingreso y la cesión de un predio para la permanencia de detenidos en la planta, fueron algunas de las medidas que tuvieron como víctimas a los trabajadores del astillero y en las que tuvo responsabilidad directa la dirección de la empresa.
Propulsora
Siderúrgica
Propulsora Siderúrgica (actual Siderar Ensenada) se encuentra radicada en la ciudad de Ensenada y es propiedad del Grupo Techint. Durante los años de dictadura, el Estado les brindó facilidades crediticias, exenciones impositivas y tarifarias, hasta la absorción de deudas privadas en 1982. En 1975, los trabajadores más comprometidos sindicalmente sufrieron la persecución yla muerte. Llegado el
año 1976, la lista de trabajadores perseguidos, secuestrados y asesinados o
desaparecidos se incrementó fuertemente: 6 asesinatos, 19 desapariciones y al
menos 11 ex detenidos desaparecidos o ex presos políticos que fueron liberados.
La empresa tenía conocimiento sobre lo que sucedía, entregó documentación que
facilitó la represión y además hay pruebas que señalan una participación más
activa en los hechos represivos.
Propulsora Siderúrgica (actual Siderar Ensenada) se encuentra radicada en la ciudad de Ensenada y es propiedad del Grupo Techint. Durante los años de dictadura, el Estado les brindó facilidades crediticias, exenciones impositivas y tarifarias, hasta la absorción de deudas privadas en 1982. En 1975, los trabajadores más comprometidos sindicalmente sufrieron la persecución y
Petroquímica
Sudamericana
Petroquímica Sudamericana era una fábrica textil fundada en 1959 por Jorge Curi. En 1971, los trabajadores realizaron una “gran huelga” que terminó con el despido de todos los que integraban la comisión interna. Paralelamente, la empresa tenía un fuerte vínculo con las fuerzas de seguridad. En la dictadura cívico-militar, casi 20 víctimas de crímenes de lesa humanidad tenían vinculación laboral directa o indirecta con Petroquímica: 1 de ellos fue asesinado y 10 continúan desaparecidos. La mayoría tenía un reconocido activismo gremial dentro de la fábrica y militancia política en organizaciones políticas o políticas-militares. La responsabilidad de directivos y personal jerárquico tiene que ver con la vinculación con agentes de inteligencia policial, los secuestros dentro y fuera de la fábrica y la ferviente defensa del genocidio por el dueño de la empresa.
Petroquímica Sudamericana era una fábrica textil fundada en 1959 por Jorge Curi. En 1971, los trabajadores realizaron una “gran huelga” que terminó con el despido de todos los que integraban la comisión interna. Paralelamente, la empresa tenía un fuerte vínculo con las fuerzas de seguridad. En la dictadura cívico-militar, casi 20 víctimas de crímenes de lesa humanidad tenían vinculación laboral directa o indirecta con Petroquímica: 1 de ellos fue asesinado y 10 continúan desaparecidos. La mayoría tenía un reconocido activismo gremial dentro de la fábrica y militancia política en organizaciones políticas o políticas-militares. La responsabilidad de directivos y personal jerárquico tiene que ver con la vinculación con agentes de inteligencia policial, los secuestros dentro y fuera de la fábrica y la ferviente defensa del genocidio por el dueño de la empresa.
Swift
La planta del frigorífico Swift que se ubicaba en Berisso contaba con 5000 obreros aproximadamente al momento del golpe. Durante la dictadura, se operó un drástico recorte, empleando a solo 836 trabajadores. Esto se sumo a la situación de que muchos formaban parte de una importante militancia sindical y política de la región, que denunciaban las malas condiciones de trabajo y salario, hasta la represión que estaban sufriendo. Esto derivó en que los empleados del frigorífico se convirtieran en uno de los objetivos principales a reprimir por el poder dictatorial y los sectores empresarios. Al menos 41 víctimas del terrorismo de Estado señalan la responsabilidad de esta empresa: 6 fueron asesinadas y 15 desaparecidas. De este número, 13 eran delegados y al menos otros 5 tenían algún tipo de actividad político-gremial. La responsabilidad empresarial puede verse en: la presencia militar y detenciones en la propia planta, trabajadores en cautiverio y sometidos a torturas, participación en la logística ilegal, empleo de personal militar o de seguridad en puestos claves y los secuestros e interrogatorios vinculados a la actividad gremial.
La planta del frigorífico Swift que se ubicaba en Berisso contaba con 5000 obreros aproximadamente al momento del golpe. Durante la dictadura, se operó un drástico recorte, empleando a solo 836 trabajadores. Esto se sumo a la situación de que muchos formaban parte de una importante militancia sindical y política de la región, que denunciaban las malas condiciones de trabajo y salario, hasta la represión que estaban sufriendo. Esto derivó en que los empleados del frigorífico se convirtieran en uno de los objetivos principales a reprimir por el poder dictatorial y los sectores empresarios. Al menos 41 víctimas del terrorismo de Estado señalan la responsabilidad de esta empresa: 6 fueron asesinadas y 15 desaparecidas. De este número, 13 eran delegados y al menos otros 5 tenían algún tipo de actividad político-gremial. La responsabilidad empresarial puede verse en: la presencia militar y detenciones en la propia planta, trabajadores en cautiverio y sometidos a torturas, participación en la logística ilegal, empleo de personal militar o de seguridad en puestos claves y los secuestros e interrogatorios vinculados a la actividad gremial.
Alpargatas
En la década del 70, en las plantas de la empresa se incrementó la presencia de militantes de izquierda y se profundizaron los reclamos laborales, salariales y por condiciones dignas de trabajo. Bajo el gobierno militar, a la vez que obtenía grandes beneficios económicos, la empresa se valió del accionar represivo de las fuerzas de seguridad para contrarrestar el descontento y la conflictividad generados por la caída de los salarios. Soldados ingresaron a la fábrica, se produjeron secuestros de obreros y los directivos complementaron ese accionar iniciando un lockout. Se conocen por lo menos 18 trabajadores de Alpargatas que fueron detenidos: nueve están desaparecidos. Hay evidencia que demuestra el conocimiento de los ejecutivos sobre los secuestros de operarios y que la empresa colaboró conla represión. Algunos directivos tuvieron una
directa responsabilidad en los crímenes.
En la década del 70, en las plantas de la empresa se incrementó la presencia de militantes de izquierda y se profundizaron los reclamos laborales, salariales y por condiciones dignas de trabajo. Bajo el gobierno militar, a la vez que obtenía grandes beneficios económicos, la empresa se valió del accionar represivo de las fuerzas de seguridad para contrarrestar el descontento y la conflictividad generados por la caída de los salarios. Soldados ingresaron a la fábrica, se produjeron secuestros de obreros y los directivos complementaron ese accionar iniciando un lockout. Se conocen por lo menos 18 trabajadores de Alpargatas que fueron detenidos: nueve están desaparecidos. Hay evidencia que demuestra el conocimiento de los ejecutivos sobre los secuestros de operarios y que la empresa colaboró con
Molinos Río de La Plata
Al menos 27 personas vinculadas a la empresa Molinos Río
de la Plata fueron detenidas: 21 se encuentran desaparecidas, cuatro fueron
asesinadas, una sobrevivió y una niña fue víctima de apropiación. El 7 de julio
de 1976, varios integrantes de las fuerzas armadas ingresaron a la fábrica,
ubicada en Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, y secuestraron a un grupo de
trabajadores, previamente señalados en listas proporcionadas por la empresa. Al menos
siete obreros fueron secuestrados a partir de ese mismo día en su domicilio, en
la vía pública o en el camino a la fábrica. Todas las víctimas tenían en común un
fuerte protagonismo sindical. Las pruebas demuestran la participación de la
empresa: por operativos realizados en la fábrica y por los allanamientos y
secuestros que sucedieron en domicilios que solo la empresa tenía registrados.
Molinos era una empresa muy importante del grupo económico Bunge & Born, y
después de la dictadura se convirtió en una de las empresas más grandes del
país.
Al
Fiat
Al menos 118 trabajadores pertenecientes a las distintas plantas fabriles y oficinas dela
Fábrica Italiana de Automóviles Torino (Fiat) asentadas en
Argentina fueron secuestradas por el terrorismo de Estado: 52 están
desaparecidos o fueron asesinados. La mayoría de estos trabajadores fueron delegados
gremiales, participaron activamente en la comisión interna de la fábrica o
incluso formaron parte del sindicato. Hubo estrechos vínculos entre la empresa
y las fuerzas armadas, principalmente, entre áreas de seguridad de la empresa
con dependencias de inteligencia y operativas de las fuerzas armadas para
lograr el control y vigilancia en los centros fabriles. Tanto directivos como
personal jerárquico de la firma tenían un elevado nivel de conocimiento acerca
de las violaciones a los Derechos Humanos que se cometían contra sus
trabajadores. Además, Fiat vendió equipamiento bélico (aeronaves) que fueron
utilizadas a durante la dictadura con el objetivo de desaparecer los cuerpos de
las personas detenidas-desaparecidas mediante los “vuelos de la muerte”.
Al menos 118 trabajadores pertenecientes a las distintas plantas fabriles y oficinas de
Las Marías
Las Marías es un establecimiento agroindustrial ubicado en las cercanías de Gobernador Virasoro, en la Provincia de Corrientes, y su principal actividad es la producción de yerba mate. En la década del 70, los trabajadores rurales e industriales de la empresa forzaron a mejorar los salarios y las precarias condiciones de trabajo. Sin embargo, la dictadura cívico-militar cortó el proceso de movilización obrera mediante la represión de toda actividad política y gremial y con el secuestro de más de una decena de trabajadores, casi todos con participación en los sindicatos. Estos delitos de lesa humanidad dan cuenta de la responsabilidad empresaria y, particularmente, de quien era en ese entonces su presidente: Adolfo Navajas Artaza. Además de proveer información y recursos logísticos y materiales a las fuerzas que secuestraron, miembros del personal directivo y jerárquico del establecimiento motivaron las detenciones sufridas por los trabajadores. También había presencia policial en la empresa y hay casos de secuestros de trabajadores en viviendas de la firma.
Las Marías es un establecimiento agroindustrial ubicado en las cercanías de Gobernador Virasoro, en la Provincia de Corrientes, y su principal actividad es la producción de yerba mate. En la década del 70, los trabajadores rurales e industriales de la empresa forzaron a mejorar los salarios y las precarias condiciones de trabajo. Sin embargo, la dictadura cívico-militar cortó el proceso de movilización obrera mediante la represión de toda actividad política y gremial y con el secuestro de más de una decena de trabajadores, casi todos con participación en los sindicatos. Estos delitos de lesa humanidad dan cuenta de la responsabilidad empresaria y, particularmente, de quien era en ese entonces su presidente: Adolfo Navajas Artaza. Además de proveer información y recursos logísticos y materiales a las fuerzas que secuestraron, miembros del personal directivo y jerárquico del establecimiento motivaron las detenciones sufridas por los trabajadores. También había presencia policial en la empresa y hay casos de secuestros de trabajadores en viviendas de la firma.
Loma Negra
En la década de los 70 Loma Negra tenía fábricas en distintas provincias del país. Los trabajadores se organizaron y lograron importantes conquistas pero con la llegada del gobierno militar, muchas fueron revertidas. En la planta de Olavarría, al menos seis trabajadores de la empresa fueron detenidos y procesados por subversión y violación de la ley prohibitiva de acción gremial por una denuncia realizada por los propios directivos dela empresa. Estuvieron
detenidos durante diez días, hasta que fueron liberados y pudieron regresar al
trabajo. Otros seis trabajadores de una contratista que trabajaba en la fábrica
también resultaron detenidos por denuncias empresarias y fueron acusados de
sabotaje. Dos abogados laboralistas fueron secuestrados y torturados, y uno de
ellos fue asesinado. En la planta de Barker, varios directivos de aquella
seccional sindical sufrieron la persecución y las presiones
empresariales-militares. En todos estos casos, hay evidencias de la
responsabilidad empresarial: denuncia de los empresarios ante autoridades
militares, amenazas con el uso de la fuerza e intervenciones militares en las
fábricas, además del aprovechamiento de las nuevas relaciones laborales.
En la década de los 70 Loma Negra tenía fábricas en distintas provincias del país. Los trabajadores se organizaron y lograron importantes conquistas pero con la llegada del gobierno militar, muchas fueron revertidas. En la planta de Olavarría, al menos seis trabajadores de la empresa fueron detenidos y procesados por subversión y violación de la ley prohibitiva de acción gremial por una denuncia realizada por los propios directivos de
La
El informe fue
presentado en el año 2105 y realizado en conjunto por el Programa Verdad y Justicia del
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, la Secretaría de
Derechos Humanos, el CELS y el Área de Economía y Tecnología de la Facultad Latinoamericana
de Ciencias Sociales (FLACSO-Argentina).
Fuente: http://www.dariovive.org/pagar-las-ganancias-con-sangre-que-empresas-fueron-parte-del-genocidio/
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