Regreso al futuro: 13 de abril
13 de abril de 2016
Por Chris Gilbert y Cira
Pascual Marquina (Rebelión)
Cuanto más apreciemos
la Comuna de París de 1871, menos derecho tenemos a hablar de ella con
ligereza, sin examinar sus errores…
Lenin
Los hechos
del 11 al 13 de abril de 2002 –el golpe de Estado y el rescate de Chávez por el
pueblo– son recordados a menudo por la izquierda venezolana, y con razón. Estos
sucesos monumentales marcan nuestro presente, descollan en el imaginario
colectivo y seguramente lanzarán una larga sombra sobre el futuro de nuestro
país. Pero, ¿qué es lo que recordamos? ¿El 13 de abril representa una victoria
arrebatada de las garras de la derrota? ¿Fue un verdadero Ayacucho del
movimiento popular?Planteamos que el 13 de abril no debe recordarse como una victoria sin más; antes bien, es necesario resaltar también su carácter de oportunidad perdida. Lo que aconteció durante aquellos días fue sin duda heroico y extraordinario, como lo fueron un conjunto de momentos en los que el pueblo se alzó y mostró su potencia, pero desafortunadamente paró en el umbral de una revolución. Si no reconocemos que, en el laberinto de la historia latinoamericana, el 13 de abril representa un momento en el que hubiéramos podido entrar en una escalada revolucionaria, perdemos su significado más profundo.
Veamos. De la lectura correcta de un evento histórico, con mente fría y corazón caliente, puede depender el éxito o el fracaso de la revolución socialista. Un buen ejemplo es la mirada dialéctica (es decir, consciente de las contradicciones) con la que tanto Marx como Lenin celebraron el heroismo de la Comuna de París mientras reconocieron que su derrota fue también producto de graves errores internos. ¡Los comuneros no marcharon sobre Versalles! ¡Los comuneros no afianzaron su poder! Estos fueron algunos de los grandes errores que se pagaron caros.
El hecho de que Lenin mantuviese una lectura de la Comuna de París
como herida abierta –no sólo por la derrota a manos de la reacción, sino
también por lo que no hicieron los comuneros– explica, en gran medida, el éxito
de los bolcheviques en la Revolución de 1917. Gracias a esta interpretación de
la Comuna, entendieron que perder el momento preciso de la revolución sería un
crimen imperdonable. También entendieron que dejar de actuar con entrega
–luchar contra la barbarie con métodos a veces bárbaros, según la memorable
expresión de Lenin– implicaría perder la oportunidad de nuevo... Todo eso
porque los bolcheviques comprendieron (y sintieron) la oportunidad perdida que
representó la Comuna de París.
Lo mismo se
puede decir del 13 de abril. ¡Qué valentía la del pueblo y Ahora bien, cuando constatamos la oportunidad perdida que representa el 13 de abril no estamos afirmando que la destrucción del poder burgués fuese un hecho consumado, un pájaro en mano. ¡No es así en absoluto! Si bien el imperialismo estaba golpeado, éste mantuvo su capacidad de injerencia, con una presencia fuerte en algunos territorios vecinos. El sentido común burgués también persistía en el seno del pueblo y su dominio representaba un grave obstáculo. Aun admitiendo que las posibilidades de éxito no superasen el cincuenta por ciento, esto no es especialmente riesgoso en un contexto revolucionario. ¡Muchos revolucionarios han dado la vida por menos!
El teórico alemán Walter Benjamin argumentó a favor de una “revolución copernicana” en
Es así porque el futuro del socialismo en Venezuela depende de (re)encontrar un
13 de abril en el que, sin crucifijos, sin vacilación y sin perdón, logremos
vengar siglos de vidas truncadas que quedan en nuestro pasado. Escribiremos
entonces el capítulo final de la narrativa de nuestra independencia y
emancipación. La lectura correcta del 13 abril –la lectura que nos indica que
hay que golpear cuando el enemigo es débil, que hay que tomar riesgos, que hay que confiar en la
fuerza de un pueblo alzado– será nuestra mejor guía.
Nuestra
tarea, aún más evidente en los días de desidia y desmoralización que vivimos
donde no se vislumbra un horizonte revolucionario, es reencontrar la
bifurcación de rutas que se dio aquel 13 y tomar –esta vez sí– el camino
correcto.
Chris Gilbert y Cira Pascual Marquina son profesores de Estudios Políticos enla Universidad Bolivariana
de Venezuela.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=211075
Chris Gilbert y Cira Pascual Marquina son profesores de Estudios Políticos en
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=211075
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