El no al fracking en las presidenciales del norte
22 de abril de 2016
Los no convencionales se cuelan en los debates, tanto en
Estados Unidos como en España. Durante las primarias de Nueva York, el
demócrata Bernie Sanders señaló sus intenciones de prohibir la técnica en todo
el país, mientras que Hillary Clinton, reforzó su discurso de “fracking
seguro”. En el Estado español las fuerzas progresistas y de centro izquierda
avanzan en un acuerdo de prohibición. Aunque la posibilidad cierta es que estas
frases se hagan humo después de las campañas, es evidente que el discurso
antifracking se hace cada vez más popular en todo el mundo, incluso en EEUU.,
el supuesto paraíso de los no convencionales.
Dentro del largo proceso de primarias que se vive en
Estados Unidos, esta semana tocó el turno del Estado de Nueva York. Durante el
debate de los demócratas una estudiante les preguntó a los dos candidatos si
apoyarían el fracking. Interpelada, Clinton señaló; “Sabes, yo no apoyo cuando
cualquier localidad o Estado se encuentran en contra de él, en primer lugar. No
lo apoyo cuando la liberación de metano o la contaminación del agua están
presentes. Tampoco lo apoyo, número tres, a menos que podamos asegurarnos de
que quien sea que lo lleve a cabo nos diga exactamente qué químicos está
usando. Así que mientras no se cumplan todas mis condiciones no creo que haya
muchos lugares en América [se refiere a Estados Unidos] en donde el fracking
pueda tener lugar.”[1] Por
su parte Sanders señaló que su respuesta “es mucho más corta: no, no apoyo el
fracking”.
Durante su gestión como Secretaría del Departamento de Estado del
actual gobierno de Barack Obama, Hillary Clinton fue llamada la “Dama del fracking”. Las
filtraciones de los cables de Wikileaks mostraron dos controvertidas caras de
la ex primera dama norteamericana, por un lado el papel de lobbista a favor del
fracking en varias giras por países y por otro su carácter guerrerista y su rol
en la invasión a Libia en el 2011. Para Julian Assange, fundador de Wikileaks,
“Hillary es un halcón de guerra” y con sus malas decisiones en Libia cumplió su
objetivo de dejarle un paraíso al Estado Islámico[2].
En 2012 Clinton viajó a promocionar la fractura hidráulica ante
los gobiernos de Bulgaria, Rumania y de Polonia. Allí expuso que el uso del
fracking formaba parte de un esfuerzo para combatir el cambio climático, de
aumentar el suministro mundial de energía, y de socavar el poder de adversarios
como Rusia. Por donde la Secretaría anduvo, Chevron hizo negocios ampliando la
frontera de extracción de no convencionales a escala global, en particular en
Europa del este. Por otra parte el papel de Hillary y su Departamento de
Estado, fue determinante en México para garantizar la histórica reforma
energética de Peña Nieto, que liberalizó el mercado petrolero de ese país,
abriéndole la puerta al fracking masivo[3].
Además la
ex Secretaría de Estado quedó en las últimas semanas envuelta
en denuncias que vinculan el financiamiento de su campaña a empresas del mundo
del fracking y lobistas asociados a compañías como Chevron y Cheniere[4].
España y una opción contra el fracking
Por su parte, el Estado español vive también un largo proceso de
campaña presidencial, tras la fallida investidura de Pedro Sánchez, líder del
Partido Socialista Obrero Español (PSOE). España se encuentra a pasos de
realizar un nuevo llamado a elecciones y los debates ponen en agenda temas
acuciantes y promesas varias en medio de una crisis política y económica.
Durante el debate de investidura, en el que no consiguió la mayoría
necesaria para acceder al cargo, Sánchez manifestó que “proponemos un Pacto de
Estado de Energía con el cierre progresivo de las centrales nucleares al
cumplir los 40 años de vida útil y no permitir prácticas lesivas para el
entorno como el fracking”[5]. Esta prohibición de la fractura
hidráulica contaría con el apoyo de otras fuerzas como Podemos y Ciudadanos, no
así del actual partido de gobierno el Partido Popular.
Los dichos de Sánchez sin embargo, contrastan con la acción de su
partido en numerosos territorios del Estado español, como Vitoria, donde el
PSOE se opuso a una moratoria al fracking. Esto se lo recordó en el mismo
debate la representante de la izquierda nacionalista vasca Marian
Beitialarrangoitia; “señor Sanchez, tiene un problema con el diccionario.
Moratoria y prohibición no es lo mismo. La moratoria la descartó su propio
partido en Vitoria y la moratoria supone no renunciar al fracking. Por tanto no
intente confundir, no es lo mismo”[6], señaló la representante abertzale.
La diputada vasca dio en el clavo. ¿Cuánto de los discursos
presidenciales en contra del fracking no son más que eso, palabras? La decidida
acción en favor del fracking de supuestos sectores progresistas cuando han sido
gobierno -como los demócratas en EEUU. y los socialistas en el Estado español- contrasta con
sus discursos electorales y programas políticos. Decir una cosa para hacer otra
distinta. Lo que queda bastante claro que el fracking dejó de ser una promesa
popular para pasar a ser cuestionado por las masas. Mientras en el norte ya es
piantavotos, en Argentina Vaca Muerta fue un botín de campaña.
Notas
[1] Regeneración
(20/04/2016), Hillary Clinton financiada por petroleras que realizan Fracking.
[2] RT
(16/02/2016), Assange: “Hillary es un halcón de guerra a la que le emociona
indecentemente matar a la gente”.
[3] Sin Embargo
(13/09/2014), De cómo Washington impulsó el fracking por el mundo, y ahora su
enviado especial da bendición a reforma de EPN.
[5] RADI (01/03/2016),
Líder socialista apuesta por prohibir el fracking en España en su discurso de
investidura.
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