Seis tesis sobre el Frente Ciudadano
y el nuevo escenario político
20 de abril de 2016
Por Fernando Rosso (La
Izquierda Diario )
La vuelta de Cristina Fernández y la nueva situación política. El
Frente Ciudadano, una mediación preventiva y un desafío para la izquierda.
1. La
propuesta de Frente Ciudadano que lanzó 2. Dos cálculos políticos están en el horizonte de CFK: uno se basa en que el gobierno de Macri y el ajuste están provocando un acelerado deterioro general de las condiciones de vida de la población y no puede descartarse la deriva hacia una crisis catastrófica. Todos los indicadores sociales muestran un pronunciado declive y (con más o menos operaciones) la imagen del Gobierno que asumió apenas hace cuatro meses, acompaña esta caída. En ese caso, hay que tener preparada una alternativa que evite “el caos y la anarquía”. La grave crisis que atraviesa Brasil, con el trasfondo de una difícil situación económica y un futuro incierto tras la aprobación del impeachment en Diputados, es un espejo cercano y latente. El otro cálculo complementario se basa en que por las posibilidades de un nuevo endeudamiento, la economía logre levantar (o por lo menos no caer de manera estrepitosa). Ante esta segunda hipótesis, el Frente Ciudadano le permitiría estructurar una oposición “cívica”, incorporando a su leguaje político conceptos amables a los oídos de los sectores sociales que apoyaron a Sergio Massa (al mismo Scioli y hasta a Macri) que con su Frente Renovador quiso dar nacimiento a la “avenida del medio” de un peronismo republicanizado. En ese caso, CFK se prepara para una eventual disputa “gradual”, es decir, meramente electoralista. Haría su aporte al objetivo de la reconstrucción de un régimen político que cumpla el sueño surgido de las conversaciones tempranas de Torcuato Di Tella y Néstor Kirchner: “articular un nuevo espacio político en el que confluyan la ‘izquierda racional’ y el ‘peronismo decente’, para dar vida a un ‘animal’ con cuerpo peronista y patas extrapartidarias” (Kirchner/Di Tella, “Después del derrumbe”. Galerna. 2003). Este “animal” complementado con la “nueva derecha” del PRO-Cambiemos, conformarían el ideal y utópico sistema constituido por una centroderecha y una centroizquierda que decreten el fin a la historia de
3. El empate peronista le permite a CFK competir con el PJ institucional por el liderazgo y la hegemonía de ese espacio político. Cristina es la madre de todas las derrotas, pero es a la vez la representante de un periodo de gobiernos de contención. Es decir, administraciones bajo las cuales hubo crecimiento económico (por el “trabajo sucio” de la crisis, la devaluación y el viento de cola), combinado con un obligado cambio de paradigma político que implicó incorporar demandas y realizar concesiones para la “normalización” del país que estalló en 2001. La “sobrevida” del esquema económico habilitó, además, llegar “con lo justo” para que no termine en catástrofe, pateando la pelota de los marcados desequilibrios al campo del siguiente gobierno. Todo eso le permite mantener un capital político y el apoyo de una minoría intensa que puede desarrollar su influencia de manera inversamente proporcional a la pérdida de “hegemonía” de Macri y Cambiemos.
4. El consultor kirchnerista Artemio López compara al Frente Ciudadano con el FRECILINA (Frente Cívico de Liberación Nacional) impulsado por Juan Domingo Perón para enfrentar a la dictadura del general Alejandro Agustín Lanusse y conducir al peronismo institucional y sindical desde afuera. La lógica general puede tener similitudes, la fisonomía concreta es muy diferente. La propuesta y la ubicación política del viejo líder contenían la posibilidad de cierto aliento a la lucha e incluso a las “formaciones especiales” que encararon la vía de la lucha armada. La propuesta de CFK excluyó toda referencia al conflicto, a la confrontación o a
5. La propuesta política del Frente Ciudadano (más allá de sus posibilidades de concreción o éxito) vino a modificar el escenario político y tiene especiales consecuencias para
6. El “mérito” indeseado de la propuesta política es que fija al blanco móvil del kirchnerismo y sus objetivos (siempre con elementos de “ambigüedad” que son la marca de fábrica del peronismo), y permite transparentar las distintas estrategias: si a la derecha se la enfrenta con una orientación política pasiva que vuelva a unificar a “traidores y traicionados” en pos de moderados objetivos que incluso se enmarcan en el campo político-discursivo del enemigo que dicen enfrentar, mientras el ajuste hace estragos en la Argentina trabajadora y popular. O si se le presenta batalla desarrollando la lucha actual para frenar el ajuste, que proponga un programa para derrotar a la CEOcracia, al gobierno de los ricos, atacando sus intereses, única manera realista de que la crisis no la paguen nuevamente las mayorías populares. Una resistencia que está en curso y que se manifiesta todos los días. Dicho de un tirón: permitir una nueva ruina sobre las espaldas de la mayoría nacional y preparar una moderada vuelta para una lenta “reconstrucción”; o enfrentar a la minoría de parásitos y sus gerentes directos que ocupan el gobierno y que la crisis la paguen ellos. O un pasivo y electoralista Frente Ciudadano o un Frente de los trabajadores, las mujeres y la juventud, para la lucha en las calles, para la organización y la disputa política estratégica.
Fuente original: http://www.laizquierdadiario.com/Seis-tesis-sobre-el-Frente-Ciudadano-y-el-nuevo-escenario-politico
Fuente: ww.rebelion.org/noticia.php?id=211401
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