Kirchnerismo y grupos económicos
17 de noviembre de 2014
Por Alejandro Gaggero, Martín Schorr y Andrés Wainer *
¿Qué participación tienen las
empresas argentinas entre las 200 compañías más importantes del país? ¿Cómo
evolucionó la extranjerización de la economía en la última década? Aquí, un
análisis con los ganadores y perdedores de los últimos diez años.
En estos años se han realizado varios análisis sobre el proceso de
extranjerización en las últimas dos décadas y sus principales impactos sobre el
funcionamiento de la economía argentina. Pero no se avanzó de
la misma manera sobre la evolución de otra de las fracciones del poder
económico: los grupos empresarios locales. A esa tarea nos
abocamos en “Restricción eterna. El poder económico durante el kirchnerismo”
(editorial Futuro Anterior). Aquí presentamos algunas conclusiones de dicho
estudio.
Como surge del cuadro, entre 2001 y 2012 los grupos
locales redujeron su presencia dentro cúpula empresaria (las 200 firmas más grandes del país):
tanto en lo referido a la cantidad de organizaciones (pasaron de 34 a 30), como en lo que
refiere al número de empresas controladas (de 47 a 40) y a lasignificación relativa de éstas en la facturación agregada del panel (del 22,6% al 20,9%).
Al analizar la evolución de la
presencia de los grandes holdings nacionales en el seno del poder económico del
país se constata un importante grado de rotación que se inscribe en el
despliegue de trayectorias disímiles.
Para identificar a los “perdedores” y los “ganadores” del período aludido se dividió a los
conglomerados en dos grandes universos. El primero está integrado por aquellos grupos que salieron
del panel de firmas líderes(tipología I) y los que redujeron su participación en los montos globales de facturación
(II). El segundo agrupa a las organizaciones que lograron mantener su
participación en
las ventas totales (III), las que la aumentaron(IV) y las que lograron ingresar a la cúpula (V).
Dentro de los “perdedores” se destacan, en primer lugar, catorce grupos que dejaron de
tener presencia en la elite entre 2001 y 2012. En la mitad de los casos la salida se produjo porque estas
organizaciones o sus empresas más importantes fueron vendidas a capitales foráneos, consolidando
el proceso de extranjerización. Esto sucedió con los grupos Fortabat, Bemberg,
Acevedo, Peñaflor, Rohm y Garovaglio y Zorraquín. En el resto de los casos la
salida se debió a la pérdida de posiciones de las firmas de su propiedad en el
rankingde ventas de las 200 compañías de mayor tamaño del
ámbito doméstico.
Como parte de los holdings “perdedores” figuran, en segundo lugar, los quelograron permanecer en la elite empresaria pero perdieron
importanciarelativa entre los años bajo estudio: Pérez Companc,
Eurnekián, Sancor, Temis Lostaló y Roemmers. En los casos más relevantes este
proceso también estuvo vinculado con la venta de firmas al capital
extranjero, aunque las operaciones no implicaron la enajenación
total del grupo en cuestión sino sólo una reducción de su tamaño (Pérez Companc
constituye el ejemplo más relevante).
En el agrupamiento de los “ganadores” de la posconvertibilidad se
encuentran, por un lado, aquellos grupos que lograron mantener prácticamente estable su significación en las
ventas de la elite. Se trata de tres conglomerados centrales
del poder económico de la Argentina (Techint, Clarín y Madanes) que en 2012
explicaron, de conjunto, el 3,5% de la facturación agregada
de la cúpula y el 17% de las ventas de los grupos locales que la integran. Cabe señalar que Techint entra en este
agrupamiento debido a que las ventas que figuran en los rankings empresarios
utilizados para construir la base corresponden sólo a las empresas locales y no
al total de las firmas que el holding posee a nivel internacional. Esto es importante porque la expansión del
conglomerado en la última década se produjo, en buena medida, allende las
fronteras nacionales.
A su vez, se comprueba que fueron doce los grupos empresarios que
aumentaron su ponderación dentro la cúpula. Se trata principalmente de conglomerados de base
agroindustrial especializados en la producción de aceites y harinas (Urquía,
Vicentín y Navilli), del sector lácteo (Mastellone), el azucarero y rubros
derivados (Ledesma) y golosinas y otros alimentos (Arcor).
También aparece un actor vinculado a la construcción y los servicios públicos
(Roggio), un fabricante de electrodomésticos (BGH), uno que presta servicios de
medicina prepaga (Osde), uno centrado en actividades comerciales (Braun), un
productor de cueros (Sadesa) y uno especializado en
maquinarias y grandes obras de infraestructura (Pescarmona). La inserción sectorial anclada
en la producción de bienes industriales de origen agropecuario marca un punto
de continuidad con ciertas transformaciones del capital concentrado nacional
durante la década de 1990 y se articula con algunos rasgos distintivos del
patrón de acumulación de la posconvertibilidad asociados a la ausencia de cambio
estructural en la pauta de especialización e inserción internacional del país.
Un perfil diferente presentan los grupos que pasaron a formar
parte de la cúpula empresaria entre 2001 y 2012. Se trata de
diez holdings “ganadores” entre los que sobresalen los vinculados a la construcción y los servicios
públicos (fundamentalmente
a la producción y distribución de energía). Los conglomerados ODS (Calcaterra),
Caputo, José Cartellone e IRSA son actores destacados en el rubro de la
construcción (privada y pública). Por su parte, Pampa Holding,
Electroingeniería e Indalo (Cristóbal López) lograron expandirse gracias a la política de “argentinización”
del sector energético que propició el gobierno nacional y, en los dos últimos casos, a
instancias de ciertos “nichos de acumulación de privilegio” que se concedieron
en los últimos años desde el sector público (grandes obras, concesiones, medios de comunicación, juegos de azar). Además
figuran dos grupos del rubro farmacéutico. El primero, Bagó, es un actor
relevante en el sector y ha tenido una presencia intermitente en la cúpula
empresaria en las últimas décadas, mientras que el segundo, Insud, ha
experimentado un crecimiento importante en la posconvertibilidad. En
2012 todos estos conglomerados controlaban 13 compañías dentro de la cúpula, las cuales
explicaron, de conjunto, aproximadamente el 4% de la facturación global.
Así, luego del abandono de la convertibilidad se redujo aún más la
presencia global de los grupos locales dentro de la elite empresaria de la Argentina. Esto constituye una continuidad con el punto
de inflexión que, en lo atinente a la trayectoria de
esta fracción del poder económico, se comenzó a manifestar en la
segunda mitad del decenio de 1990. Sin embargo, no se debería
soslayar que tuvo lugar un recambio importante dentro de este estamento del
gran capital local. Básicamente, ello se asoció al afianzamiento estructural de un
puñado de grupos especializados en el procesamiento y la comercialización de
materias primas (se
trata, en su mayoría, de actores muy volcados a los mercados externos), y a la irrupción de actores
“nuevos” cuya expansión reciente (en algunos casos notable) se vinculó, en
lo sustantivo, con su inserción, vía las distintas empresas de su propiedad, en sectores no transables y/o
con una vinculación estrecha con el sector público. En este
sentido, no se trata de un nuevo conjunto de “campeones nacionales” fomentados
desde el aparato estatal para disputar una porción del mercado mundial en
sectores dinámicos y/o intensivos en conocimiento, sino que se vinculan con el
aprovechamiento de espacios de acumulación a resguardo de la competencia
externa.
Más allá de las diferencias que puedan establecerse entre estos
capitales y los anteriores, es claro que, vistos en conjunto, su crecimiento en los últimos
años no ha contribuido a impulsar una reindustrialización basada en el
desarrollo de nuevas capacidades productivas que puedan potenciar las ventajas
competitivas dinámicas de la economía argentina. Los pocos avances en esta materia han venido mayormente de la mano del Estado y no del sector privado.
*La nota fue publicada originalmente
en el periódico Miradas al Sur y fue escrita por los autores de “Restricción
eterna. El poder económico durante el kirchnerismo” (editorial Futuro Anterior).Fuente: http://chequeado.com/el-explicador/kirchnerismo-y-grupos-economicos/
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