Conferencia Internacional de
la Reforma Agraria :
Declaración de Marabá
21 de abril de 2016
"Nos
reencontramos con miles de hombres y mujeres que defienden el derecho a la
vida, que luchan por conquistar una sociedad más justa, en lucha permanente por
los derechos de los pueblos a la tierra y el territorio, la promoción de la
soberanía alimentaria y la producción agroecológica, para erradicar el hambre y
la pobreza."
¿Quiénes somos? Luchadores y luchadoras por
territorio(...)
Contexto actual: La ofensiva del capital sobre
nuestros territorios en todo el mundo y golpes a la democracia
Hemos escuchado a compañeros y compañeras de
organizaciones de América, Asia, África, Europa y Medio Oriente, y nos damos
cuenta que en todas partes el enemigo y los problemas son los mismos. Hay
creciente acaparamiento de tierra, bosques y agua, golpes contra la democracia
y la voluntad popular, presos políticos, etc., no solo en en América Latina,
Asia y África, sino también en Europa y Norteamérica. En el actual periodo
histórico somos testigos de una alianza emergente entre el capital financiero,
las empresas trasnacionales, el imperialismo, amplios sectores de los estados
nacionales (casi sin importar su aparente ‘ideología’), en particular pero no
solamente, los poderes judiciarios y policiales, el sector privado del sistema
agro-pesca-alimentario (agronegocio), de la minería, la construcción, la
explotación forestal, etc., o sea, del extractivismo, y con los medios de comunicación. En su conjunto esta nueva
alianza impulsa una avalancha de privatización, acaparamiento y concentración
de bienes comunes y públicos, como la tierra, el agua, los bosques, las
semillas, las áreas de pastoreo y de pesca, los glaciares, y territorios
enteros. Utilizan la financierización y mercantilización de todo, los tratados
de libre comercio y inversión, la corrupción de nuestros políticos y élites, su
control de los medios de
comunicación y del sistema financiero, y la concentración empresarial para
lograr sus fines.
Últimamente hemos observado, con creciente
alarma, como esta alianza en particular, y el capital en general, ya no toleran
casi ninguna muestra, más tibia que sea, de políticas mínimamente
independientes implementadas por gobiernos democráticamente electos. Se ha
convertido en la fuerza principal detrás de una oleada de golpes de estado,
consumados o en marcha, desde los golpes “técnicos,” “parlamentarios,”
“judiciarios,” “blandos,” o “blancos,” hasta los más “duros,” que pasan por
encima de la ley, las constituciones y las voluntades populares. Esto es el
caso de Brasil, en donde nos encontramos reunidos ahora. Nosotros unimos
nuestras voces a las voces del pueblo brasileño, que lucha para defender la
democracia en su conjunto, contra un intento ilegítimo de golpe y para impulsar
las reformas políticas necesarias para que la democracia salga del callejón
aparentemente sin salida en donde se encuentra actualmente.
¿Por qué luchamos contra el agronegocio?
Las consecuencias de esta ofensiva del capital
ponen en peligro la vida rural, las sociedades enteras, la salud, la
naturaleza, la Madre
Tierra , el clima, la biodiversidad, y a nuestros pueblos y
culturas. La migración masiva, la destrucción del tejido social de nuestras
comunidades, el crecimiento desenfrenado de las periferias urbanas, la
inseguridad, los agrotóxicos, los transgénicos, la mala alimentación y la homogenización
de los hábitos de consumo, el calentamiento global, la destrucción de los
manglares, la acidificación del mar, el agotamiento de la pesca, la pérdida de
cualquier rasgo de la “democracia,” y mucho más, son todos síntomas de lo que
está pasando
La emergencia de esta nueva alianza entre el
capital financiero, el agronegocio, los estados, los medios ,
y otros, y su capacidad de disputa tanto de los territorios como por los
estados, hasta los estados “progresistas,” y por la opinión pública, nos ha obligado
una vez más a un necesario proceso de reflexión y reformulación de conceptos,
propuestas, proyectos alternativos, y estrategias, formas y prácticas de lucha.
Aquí en Brasil hemos visto cómo el capital
financiero ha transformado al viejo enemigo de los campesinos y trabajadores
sin tierra, el latifundio improductivo, en un agronegocio capitalizado, en una
minería, en una pesca y acuicultura industrial, y en un sector energético,
todos aparentemente “productivos” -- aunque lo que más producen son miseria y
devastación ambiental. Con esta transformación, el capitalismo ya no requiere
una reforma agraria ‘clásica’ para elevar la producción. Esto
imposibilita las alianzas del pasado, a favor de la reforma agraria, entre los
sin tierra y algunas fracciones del estado que representan al capital
productivo, dejando el tema de la reforma agraria directamente en el campo de
la lucha de clases. A la vez resta utilidad al viejo argumento de la injusticia
de mucha tierra en manos de pocos, quienes casi ni la utilizan, frente a una
masa de personas sin tierra. Pero a la vez da validez al cuestionamiento,
frente a toda la sociedad, y en toda la clase trabajadora, rural y urbana, de
la conveniencia en su conjunto del proyecto de capital para el campo.
Cualquier resistencia que oponemos los pueblos
rurales es respondida con demonización mediática, la persecución y
criminalización de organizaciones, líderes y luchadores/as sociales, represión,
asesinato, desaparición forzada, encarcelamiento ilegítimo, detención administrativa,
acoso sexual y violación. Hay una modificación de leyes para permitir cada vez
más criminalización, y una impunidad creciente y casi total en muchos casos.
Frente a este panorama terrible, los pueblos
rurales y nuestras organizaciones, movimientos, alianzas y convergencias, son
en este momento la principal esperanza que tiene la humanidad y el Planeta
Tierra. Nosotros estamos en la primera línea de la disputa territorial y
política con esta alianza oscura. Nuestras propuestas de soberanía alimentaria,
reforma agraria popular, construcción de territorios agroecológicos de
producción de alimentos, de agricultura campesina para enfriar el planeta,
ofrecen soluciones y alternativas reales a los problemas generados por el
sistema capitalista, y en particular por esta nefasta alianza.
¿Qué defendemos y proponemos? Nuestra reforma
agraria popular
En La Vía Campesina y la Campaña Global por
la Reforma tenemos una historia de más de 20 años con la lucha por la tierra y
la defensa de tierra y territorio. En 2012 in Bukit Tinggi, Indonesia, hicimos un
recuento de esta historia, y de cómo ha evolucionado nuestra lucha en respuesta
al mundo cambiante y a nuestras propias experiencias y diálogos acumulados.
Pero en 2012 estábamos apenas percibiendo el alcance del reciente auge global
del capital financiero y su dominio sobre otras fracciones del capital. Esto ha
cambiado una vez más la naturaleza del juego, y como convocamos a la sociedad
en cuanto al tema de los territorios rurales.
Ahora preguntamos: ¿Es mejor un campo sin
campesinos, sin árboles, sin biodiversidad, de monocultivo y producción
confinada de animales, de agrotóxicos y transgénicos, que produce exportaciones
y alimentos no saludables, que genera cambio climático y mina la capacidad de
las comunidades para adaptarse a ello, contaminación, enfermedades, y migración
masiva a las ciudades? ¿o un campo compuesto por los territorios
agroalimentarios de campesinos y campesinas, de pueblos indígenas, de
agricultores familiares, pescadores artesanales, y otros pueblos rurales, con
vida digna, cosmovisiones y saberes diversos, árboles, biodiversidad,
producción agroecológica de alimentos saludables, que enfría el planeta, que
produce soberanía alimentaria, y que cuida la Madre Tierra ?
En este sentido, los compañeros y compañeras
de Brasil nos han enseñado su propuesta de una Reforma Agraria Popular, una
reforma agraria no sólo para los campesinos sin tierra, sino para toda la clase
trabajadora y toda la sociedad, un concepto de reforma agraria con
agroecología, con un enfoque territorial, que sólo será conquistada a través de
la lucha de clases y del enfrentamiento directo al proyecto del capital, a sus
ganancias, a sus medios de
comunicación, y a sus otros agentes nacionales e internacionales. Una reforma
agraria para potencializar la agricultura, economía y territorios campesinos.
En el mismo sentido, en toda América, Asia,
África, Europa y Medio Oriente, nuestras organizaciones, movimientos y
convergencias están en la disputa territorial con el capital, con propuestas
similares, basados en enfoques territoriales, en la convergencia entre nuestra
diversidad, cosmovisiones, saberes populares y tradicionales, en la
agroecología, pesca artesanal y pastoralismo tradicional, y en nuestros
diversos modos y estrategias de vida. Las propuestas aunque similares, también
son distintas según la naturaleza de nuestras diferentes realidades. En donde
está concentrada la tierra, luchamos por su redistribución y en algunos países
se habla de hacer una “revolución agraria.” En donde nuestros pueblos aun
controlan sus tierras y territorios, luchamos por su defensa, en donde la
tierra fue nacionalizada, y ahora es concesionada por los gobiernos a entes
extranjeras, luchamos por su retorno a nuestras comunidades y derechos
consuetudinarios, y los y las pescadores/as entre nosotros habla de la lucha
por los territorios de pesca artesanal. En Europa hemos retomado las
ocupaciones de tierras y organizados luchas contra los cambios en el uso de la
tierra, logrando visibilizar los problemas de acaparamiento y concentración,
que hoy día es un problema creciente en los países del norte también. En
Palestina luchamos contra la ocupación brutal, y llamamos al boicot de los
productos israelíes. Y en todos lados se arde la lucha de la juventud por el
acceso a la tierra y otros recursos.(...) Leer
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