Rogelio Verón: “Nos van a matar
porque nosotros queremos trabajar”
24 de octubre de 2015
24 de octubre de 2015
El lunes 19 de octubre se difundía
por los medios de comunicación el
fallecimiento de Ángel Verón, referente del MTD “No al desalojo” de la
provincia del Chaco. Su muerte fue consecuencia de la brutal represión
perpetrada el pasado 24 de septiembre por la policía de la provincia a la vera
de la ruta 11, tan solo cuatro días después de haber ratificado la continuidad
electoral del gobierno kirchnerista, de la mano de la fórmula Domingo
Peppo-Daniel Capitanich. En el Enredando las Mañanas del 21
de octubre, Rogelio Verón, hermano de Ángel y quien lo acompañaba en el momento
del ataque, brindó una detallada descripción de lo sucedido esa noche.
Por RNMA
El relato de Rogelio Verón deja en evidencia que la
represión y el ensañamiento sobre el referente obedeció a una decisión política
de acallar las luchas luego de las elecciones y de imponer el miedo y el
silencio. El MTD se encontraba cortando la ruta en reclamo por el cumplimiento
de promesas electorales oficialistas y por planes sociales caídos cuando, ya de
noche, la policía provincial arremetió contra lxs manifestantes, realizando una
verdadera caza a varios metros de la ruta. El viernes 25, a la mañana, Ángel estaba
internado en el Hospital Perrando, esposado y a disposición de la fiscalía. 25
días después fallecía en la terapia intensiva.
“Yo no entiendo mucho de política
–arrancó hablando Rogelio- ni me interesa tampoco. Yo puedo comentar lo que
pasó aquí en el Chaco. Ahora estamos en el acto, pidiendo justicia por la
muerte de mi hermano, porque la policía lo mató”.
Y con la crudeza de esas palabras, dio
lugar a un relato que dejó en evidencia las prácticas clientelares y represivas
del estado chaqueño: “Ese día, el 24 de septiembre, a las 18, nosotros tomamos
el control en la ruta 11 entre los kilómetros 997 y 998, pidiendo por vivienda,
algunas herramientas para empezar a trabajar y pidiendo la reincorporación de
20 becas que nos habían cortado, porque se gastaron toda la plata acá en el
Chaco con el tema de las elecciones. Entonces los primeros dañados, fuimos
nosotros, los pobres, los más débiles. (…) Empezamos a las 18, todo pacífico
como siempre lo hicimos, de una manera muy tranquila, esperando que baje algún
ministro, algún mediador. Pero nada de eso sucedió. (…) Ya llevábamos dos horas
de corte y en el momento en que vimos que la policía y la infantería empiezan a
tomar control de la ruta, ya en posición de represión, nosotros nos bajamos tranquilamente
al costado de la ruta, nos retiramos aproximadamente a 70 metros de la ruta y
nos quedamos ahí en el lugar”.
“Entonces –continuó–, la policía toma el control de la ruta, saca todas las ramas que nosotros habíamos puesto y nosotros nos quedamos ahí mirando, expectantes, a ver qué pasaba. Nos empezaron a correr los vehículos, los camiones, todo bien. Pero la intención de la policía, de la Cuarta de acá del Chaco, no era solamente sacarnos dela ruta. Yo ahora me doy cuenta de que la intención
de la policía del Chaco, con mi hermano Ángel Verón, era exterminarlo, sacarlo
de la lista, eliminarlo”. Las razones por las que Rogelio sostiene esta
afirmación se desprenden del detalle de los hechos, y de la violencia de la
golpiza: “la policía avanza, abandona la ruta y empieza a caminar por un camino
de tierra que es una entrada que va al otro campo que tenemos ahí. Entonces,
ellos avanzaron unos 70, 80
metros y se posicionaron ahí. Cuando nosotros vemos que
viene la infantería, nos retiramos ya a 140 metros más o menos
de la ruta, yendo siempre para el campo. Entonces, ¿qué es lo que estaba
tramando la policía? La policía estaba preparando una emboscada, porque
justamente donde se posiciona la infantería en ese momento hay una especie de
arbustos, unos árboles, ya era de noche, cerca de las 21. En ese momento, la
policía de la Cuarta viene por el costado y se empiezan a esconder entre los
árboles y entre las ramas. La infantería deja apostada a la policía de la
Cuarta y se retira nuevamente a la ruta. Entonces nosotros decimos listo, se están
yendo los policías. Volvemos al lugar que se encontraba a 70 u 80 metros de la ruta y
allí el desenlace fue terrible. Ahí empieza la corrida, ahí empieza la cacería,
empiezan las balas de goma, ahí comenzó la persecución, de tal manera que había
un zanjón de más o menos 2
metros y medio (…) saltamos y empezamos a correr entre
medio del monte, de las ramas, entre los tacuru que hacen las hormigas,
corrimos, la policía estaba por todos lados, la infantería tirando tiros desde
la ruta, alumbrando con linternas de largo alcance, y nosotros corriendo hasta
que a mi hermano se le atraviesa una espina de corona, de más o menos 10 cm ., y eso hace que él se
caiga. Cuando él se cae, me caigo yo también, porque estuvimos juntos siempre”.
“Entonces –continuó–, la policía toma el control de la ruta, saca todas las ramas que nosotros habíamos puesto y nosotros nos quedamos ahí mirando, expectantes, a ver qué pasaba. Nos empezaron a correr los vehículos, los camiones, todo bien. Pero la intención de la policía, de la Cuarta de acá del Chaco, no era solamente sacarnos de
Es entonces, con Ángel Verón en el
suelo, que la violencia policial se descarga sobre él, sobre quien tenían
identificado como un referente del Movimiento, tal como Rogelio explicó: “ahí
fue la aprehensión, cuando vinieron tres o cuatro policías, lo agarraron a él,
le pusieron rodillas arriba de su estómago, le dieron vuelta, le torcieron los
brazos, le pusieron las esposas, eran golpes, agarrada de pelo, sacudido contra
el suelo, ‘¡quedate quieto! ¡ahora te tenemos! ¡ahora vas a ver!’ Entonces lo
levantaron, él tenía la espina atravesada en el pie, imagínese el dolor que ya
había, el maltrato, lo llevaron a la rastra. A mí no me hicieron nada, me trataron muy
bien, con mucho cuidado, ni siquiera me hablaron mal. Pero a mi hermano lo
reventaron, la bronca era con mi hermano. El odio que tenían era con mi
hermano. A mi hermano lo reventaron como a un sapo”.
Durante la charla con Enredando las
mañanas, Rogelio Verón descartó la información oficial, que pretendía instalar
en los medios que la muerte de Ángel
se debió a una intervención quirúrgica anterior: “Él tenía una operación de
hace 18 años, pero él no estaba enfermo, como dicen, él estaba sano. Él venía
de un corte en General San Martín, que está a unos 120 kilómetros de la
ciudad de Resistencia, llegó a las cuatro de la tarde y a las seis estábamos
cortando la ruta 11, acelerando el trámite porque queríamos nosotros que nos
bajen el dinero para empezar a trabajar. Y él les dijo a los policías, ‘nos van
a matar porque nosotros queremos trabajar’. Al gobernador mismo le dijo ‘señor
gobernador, nosotros necesitamos que usted nos dé trabajo, necesitamos el
trabajo, deme las cuatro viviendas, las ocho viviendas para levantar y nosotros
vamos a estar ocupados, no nos vas a ver más en la ruta’, le decía. Pero no, se
adelantaron y lo eliminaron”.
Fuente:
http://www.anred.org/spip.php?article10912
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