Gasificación de Carbón en la Cuenca Claromecó :
Un proyecto viciado de origen
19 de junio de 2015
Por OPSur
El pedido de informes del diputado socialista Ricardo Vago renovó la atención sobrela Cuenca
Claromecó. La falta de información oficial respecto a un
proyecto de generación de energía a través de la gasificación subterránea de
carbón disparó la alerta.
Si bien el Gobierno provincial confirmó extraoficialmente que
está evaluando la propuesta del grupo australiano Delmo, las dudas sobre los
objetivos que persiguen la empresa y las autoridades bonaerenses no han sido despejadas.
La posibilidad de que el nuevo proyecto despierte tanto rechazo como el
fracking, genera preocupación en despachos oficiales.
El pedido de informes del diputado socialista Ricardo Vago renovó la atención sobre
A fines de mayo la Legislatura bonaerense aprobó una solicitud de
información al Poder Ejecutivo, impulsada por el diputado socialista Ricardo
Vago, sobre un proyecto de gasificación subterránea de carbón en la Cuenca Claromecó ,
en el centro sur de la
provincia. Tras la repercusión que el pedido tuvo en medios
periodísticos de la provincia, e incluso nacionales, fuentes gubernamentales
informaron a la agencia
DIB que el permiso de exploración y cateo tramitado por Delmo
Argentina / Claromecó Energy no
ha sido aprobado sino que aún está siendo analizado por la Dirección Provincial
de Minería. En caso de ser aceptado, aseguraron, se iniciará una “etapa de
estudio de campo que incluye impacto ambiental y económico” (iEco, 13/06/2015).
“Queremos saber si Delmo Group publica información falsa en su
página web para atraer inversores o dice la verdad”, sostuvo Vago, luego que la Legislatura provincial respaldara la
solicitud de informes. Planteó también que, en caso de existir el proyecto, se
precise cuáles de los quince distritos de la Cuenca Claromecó
se verían directamente afectados, si se realizaron estudios de impacto ambiental
y de factibilidad técnica y económica, y si tuvieron lugar audiencias públicas.
El diputado socialista advirtió además que existen antecedentes negativos
respeto a la técnica de gasificación subterránea de carbón, uno de ellos en
Queensland, Australia, donde en 2010 se contaminaron las napas de agua
(Parlamentario, 28/05/2015 y Nueva Era, 05/06/2015). [+ info sobre impactos ambientales]
El legislador señaló que le sorprende que la Delmo promocione un proyecto de esa magnitud del que no hay
información oficial, enfatizando que “no se sabe absolutamente nada”. Vago sostuvo
que podría tratarse también de una maniobra especulativa del grupo inversor, aunque advirtió que en general, detrás
de los anuncios siempre hay algo cierto. Por su parte el secretario de Gestión
Ambiental de Tres Arroyos, Ricardo D’Annunzio, aseguró a la agencia DIB que no
tiene información sobre el proyecto y que la solicitó a las autoridades
ambientales bonaerenses. En tanto el intendente de Laprida, Alfredo Fischer,
también negó conocer la existencia de tal emprendimiento (Nueva Era,
05/06/2015).
Más allá del
desconocimiento manifestado por autoridades de los diferentes municipios que
componen la cuenca, trascendió que en abril pasado en Tres Arroyos, personas
vinculadas a una consultora que impulsa un proyecto de aprovechamiento
energético similar en la provincia de Santa Cruz, promovieron una reunión con un
reducido grupo de referentes políticos de la Cuenca Claromecó. En
ese ámbito no sólo fue presentado el proyecto en términos técnicos, sino que
además se conversó sobre la decisión de las autoridades provinciales de manejar el tema con cautela,
para evitar repetir el rechazo cosechado por el fracking, especialmente en
un año electoral. También se planteó que el gobierno bonaerense evalúa dar
participación a los municipios –incluso a través de la creación de una empresa-
para garantizar su apoyo.
Por otra parte
queda flotando la duda sobre el objetivo del grupo inversor. Al no contar con
ningún tipo de experiencia en la materia, una posibilidad es la especulación inmobiliaria: conseguir la concesión del área, hacer
estudios de exploración, valorizar el recurso, y luego venderle el proyecto a
una empresa más grande. Una estratagema muy extendida en el
ámbito petrolero y minero donde suelen participar ex funcionarios públicos y
empresarios con buena llegada a ámbitos de decisión nacionales y provinciales.
El grupo argentino australiano asegura que construirá una planta
generadora de electricidad con capacidad instalada inicial de 300MW, ampliable
a 1.000MW, y afirma que está negociando con las autoridades las condiciones de
venta de energía al mercado mayorista. Cabe señalar que la encargada de
desarrollar la gasificación subterránea de carbón sería otra empresa
australiana, Carbon Energy, que según informa en su sitio web, tiene proyectos
en su país de origen, China y Chile. En el caso de la hermana república, se
trata del Proyecto Mulpun, ubicado en cercanías de la ciudad de Valdivia.
Todos los caminos conducen a ninguna parte
Delmo desembarcó en el país hace casi una década, dice poseer
derechos de exploración sobre 600 mil hectáreas de la provincia de Buenos
Aires, información desmentida por el gobierno bonaerense. En su página web,
además de promocionar el proyecto que pretende desarrollar en territorio
bonaerense, a través de Claromecó Energy S.A., anuncia obras faraónicas como la
construcción de una línea ferroviaria que conectaría las provincias de
Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, La Pampa y Neuquén, y permitiría sacar
la producción minera por el puerto patagónico de San Antonio Este. También
publicita uno de recuperación urbana, en el barrio porteño de Parque Patricios,
y además dice tener permiso de cateo sobre 56 mil hectáreas en Salta, para
minería de oro y cobre. Extrañamente, salvo algunas referencias aisladas, como
en Cronista Comercial -anunciando su llegada al país- o Clarín -sobre un cuestionado
proyecto inmobiliario en tierras ferroviarias-, la prensa masiva no se ocupó de
este grupo inversor.[1]
Delmo fue fundado en 1979 en Australia por José de la Vega,
ciudadano argentino, quien detenta el cargo de director; en tanto Guillermo de
la Vega, ciudadano australiano que reside en Argentina, es el representante a
nivel sudamericano; y David Barty, el Finance Controller y administrador.
“Delmo se especializa en desarrollos de alto perfil que tienen el potencial de
cambiar el paisaje urbano, como ser proyectos de gran escala sobre la costa o
proyectos de planeamiento residencial. (…) El rol principal de Delmo en estos
proyectos incluye: Comprar/asegurar la tierra; Coordinar los aspectos
comerciales, de diseño y planeamiento del proyecto; Negociar contratos; Obtener
las aprobaciones necesarias de las autoridades pertinentes; Coordinar programas
de venta y alquiler; Dialogar con grupos de interés, en particular con
residentes locales, autoridades de preservación histórica, etc.”, asegura
(Delmo PTY. Limited, s/d: 24-25). Con respecto a su desembarco en la
región y el clima de negocios, en el sitio web corporativo afirman: “Dados los
vínculos culturales de la compañía con América del Sur, su amplia red de
contactos en el gobierno y el sector privado y el crecimiento potencial de la
región, el Grupo Delmo está explorando nuevas oportunidades de inversión con
socios locales e internacionales” (Delmo Group b, s/d).[2]
El 24 de julio de 2007 Delmo PTY. LTD. Argentina fue inscripta en
la Ciudad de Autónoma de Buenos Aires, con domicilio en un edificio de la calle Posadas al
1200, en el barrio porteño de Recoleta. Guillermo de la Vega figura como
director titular y José de la Vega como director suplente, la firma está
habilitada para intervenir en los rubros: constructora e inmobiliaria[3]; representaciones y mandatos[4]; y financiación[5] (Dateas.com, 24/07/2007). En tanto
Claromecó Energy S.A., fue creada en diciembre de 2012 y su constitución fue
publicada en el Boletín Oficial de la provincia de Buenos Aires el 25 de enero
de 2013; tiene domicilio en La Plata, en un estudio de abogados de la calle 47, a la altura del 900, y su
finalidad es la fabricación de gas y distribución de combustibles gaseosos por
tuberías (Trade Nosis, s/d), extracción de gas natural y explotación de minas y
canteras (Cuit Online, s/d).
Banderitas y globos
Lo anecdótico en torno a la gasificación subterránea de carbón en la
provincia de Buenos Aires -y al mismo tiempo preocupante- es que mientras las
autoridades municipales y los legisladores bonaerenses aseguran desconocer el
proyecto, éste era mencionado en un artículo publicado por una revista de
ingeniería de la
británica Universidad de Leeds[6]. También es llamativo que
mientras en diferentes esferas públicas bonaerenses carecen de información
oficial sobre la
Cuenca Claromecó : los proyectos de aprovechamiento energético y la técnica que se aplicaría, en un
manual digital sobre energía publicado por el Ministerio de Educación de la
Nación -dirigido a docentes de nivel medio- se hace referencia a la misma y a
la posibilidad de que en un futuro se desarrolle la gasificación subterránea de
carbón. “Esta tecnología que ya se aplica en muchos países del mundo, pronto se
utilizará en el sur de Chile y se podría usar en Argentina. Por otra parte en
la cuenca de Claromecó, en la provincia de Buenos Aires (si bien aún no se
conocen estimaciones acerca del volumen del recurso), se considera muy
significativo un estudio de reservas de antracita que podría aportar, con
tecnologías modernas como la citada, volúmenes importantes de syngas (gas de
síntesis) y probablemente de metano” (Martínez, 2013: 57).
Más allá de la falta de publicidad de ciertas políticas, en 2010
el Ministerio de Producción bonaerense ejecutó el Estudio de
Tecnologías “Limpias” para la Explotación y Utilización del Carbón Mineral (EE.478/10),
en el marco Programa Multisectorial de Preinversión III[7] de la Dirección Nacional
de Preinversión, Ministerio de Economía de Nación. El objetivo era permitir al
Gobierno provincial “desarrollar las políticas y fijar las normas y
regulaciones de aplicación en la explotación y utilización de carbón mineral de
su propio territorio, con tecnologías ‘limpias’ respetuosas del medio
ambiente”. A tal fin se destinaron 387.500 pesos, de los cuales el Banco
Interamericano de Desarrollo aportó $310 mil (Ministerio de Producción,
2013). A cargo de la redacción del informe final estuvo el geólogo Isidoro
Schalamuk, director del Instituto de Recursos Minerales (Universidad Nacional
de La Plata). Cabe señalar que ya en 2010, cuando Pan American Energy anunció
el descubrimiento de carbón en Laprida y se planteó la preocupación por el
impacto ambiental que podría tener la explotación a cielo abierto del mineral,
Schalamuk afirmó que el método alternativo y limpio era combustión in situ; y
años más tarde recomendó aplicarlo en reservorios de la cuenca de Río Turbio
(Clarín, 11/06/10 y Página/12, 18/05/13).
A fines de 2014 el
secretario de Servicios Públicos bonaerense, Franco La Porta, aseguró que el gobernador Daniel Scioli estaba
interesado en explotar gas y carbón de la cuenca Claromecó ,
y así sumar a Buenos Aires al grupo de provincias petroleras. En declaraciones
a la prensa sostuvo que “el recurso efectivamente existe pero hay que
transformarlo en reserva y hay que evaluar el flujo y el tipo de inversión”, y
en ese sentido señaló que la provincia no podría afrontar las inversiones
necesarias por lo que se baraja la conformación de una empresa estatal que
apunte a motivar a inversores privado (La Verdad Online.
05/12/2014). Esquema público privado muy en boga en tiempos de Vaca Muerta.
En noviembre, en una nota que incluye testimonios de La Porta, La Política Online
afirma que la veta de carbón se encuentra a una profundidad de 450 metros y tiene un
espesor que varía entre los 100 y 300 metros . Dato, este último, subrayado como
una característica que la vuelve “muy superior [respecto] a otras explotaciones
similares”. Una condición de excepcionalidad que parece extenderse por toda la
geografía argentina, ya que en su momento se hizo una aseveración similar
respecto al espesor de la formación de lutitas Vaca Muerta. En el artículo no
se hace referencia al origen de esa información -se entiende que surgió de la
Secretaría de Servicios Públicos, pero no se cita un estudio en particular-,
por lo que no puede ser verificada ni contrastada con otras fuentes. El
funcionario aclaraba que era necesario realizar “estudios complementarios de
cuantificación y calificación de recursos de los yacimientos, información
básica para definir rápidamente la primera etapa de extracción de gas
intersticial para proseguir con la etapa de gasificación subterránea, sobre
todo para diseñar la ingeniería, y los módulos de las plantas pilotos que
permitirán el desarrollo de la explotación de todo el recurso” (LPO.
28/11/2014).
El objetivo de “poner en valor la capacidad energética” y sumar a
Buenos Aires al cártel de provincias hidrocarburíferas, como la intención de
crear una empresa energética, había sido manifestado años atrás, cuando el
gobernador Scioli suscribió un convenio de exploración con YPF, y Pan American
Energy anunció el hallazgo de carbón en Laprida (OPSur, 07/03/2014). Sin
embargo, las declaraciones de La Porta generaron extrañeza dado que reinstalaba
un tema que YPF, con mucho ahínco, se había esforzado por cerrar.La
movilización contra la posible aplicación de la técnica de fracturación
hidráulica o fracking en tierras bonaerense no favorecía al clima de negocios
de la empresa, cuya apuesta fuerte no estaba en la Cuenca Claromecó
sino en la
formación Vaca Muerta. En ese momento no se podía tener la
certeza, hoy sí, de que se trataba del lanzamiento de un nuevo globo de ensayo.
Notas relacionadas: Claromecó, la cuenca fallida.
Fuentes consultadas
Bibliografía
(…)Fuente: http://www.opsur.org.ar/blog/2015/06/19/gasificacion-de-carbon-en-la-cuenca-claromeco-un-proyecto-viciado-de-origen
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