Declaración Politica XI
Congreso Nacional de Fensuagro
Fortalecer la unidad y la resistencia
popular contra
las politicas neoliberarles, de despojo
y el capital transnacional.
13 de junio de 2015
Por Fensuagro
Con la presencia de numerosas delegaciones
campesinas y de trabajadores de la agroindustria, llegados de las diversas
regiones del territorio nacional, hemos realizado en la ciudad de Bogotá D.C. del
5 al 8 de junio el XI Congreso de la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria,
“FENSUAGRO”, con la consigna central VAMOS
POR LA PAZ, LOS DERECHOS CAMPESINOS Y LA SOBERANIA ALIMENTARIA. La Fuerza y Energía de Mujeres,
Hombres, Jóvenes y Niños del campo, se hizo sentir durante los cuatro días del
magno evento de los fensuagristas, el cual contó con el acompañamiento y
saludos de organizaciones hermanas del orden internacional y nacional.
Los delegados y delegadas asistentes al XI
Congreso Nacional de Fensuagro;
DECLARAMOS QUE:
Como consecuencia de la crisis de carácter
estructural en que se encuentra el campo colombiano debido a la aplicación de
políticas neoliberales, ajustes institucionales y fiscales impuestas por el
FMI, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo BID y la
Organización para la Cooperación y el desarrollo Económico OCDE, a su vez
sumisamente ejecutadas por el gobierno nacional, las cuales están llevando a
mayores niveles de empobrecimiento y mendicidad a vastos sectores de la
población colombiana, principalmente a quienes viven en los cinturones de
miseria de las principales ciudades y zonas rurales del país.
Los tratados de libre comercio, el proyecto de
ley sobre Zonas de Interés de Desarrollo Rural Económico y Social, ZIDRES; el
avance de los agro negocios, la concentración de la propiedad de la tierra, las
locomotoras minero-energéticas y del recién aprobado Plan Nacional de
Desarrollo en su referente a la Transformación del Campo, son complementarios a
las políticas que buscan una mayor concentración de la riqueza y consolidación
del capital financiero transnacional en nuestra nación y el despojo de nuestros
territorios.
La Guerra sigue siendo el principal
instrumento de despojo y concentración de riqueza por parte de la oligarquía Colombiana
en alianza con el capital transnacional y el poder destructor del imperialismo.
El campesinado, los pueblos indígenas, las comunidades afrodescendientes y en
general la clase trabajadora de nuestro país han venido siendo despojadas
sistemáticamente de sus derechos fundamentales. Hacen parte de esta maquinaria
de guerra y despojo, el poder ejecutivo, el legislativo y la rama judicial que
se conjugan rítmicamente al son de los intereses del capital transnacional y
nacional.
La violencia y persecución sistemática contra
los campesinos y pueblos indígenas, no es un hecho reciente; esta se remonta a
los primeros años del siglo pasado, que se prolongó durante todo el siglo XX y
lo que va del siglo XXI. El Actual Conflicto Armado tiene sus raíces en las
causas históricas de la violencia, la persecución política y despojo contra los
pobladores rurales. También a la abierta intervención e injerencia del
imperialismo Norteamericano en nuestro país.
Más de 9.900 presos políticos en Colombia
demuestra que un país como el nuestro con la “Democracia más
antigua” del continente es una solemne mentira, las cifras no mienten más de
siete (7) millones de desplazados, miles de desaparecidos, cerca de diez (10)
millones de hectáreas de tierra robadas al campesinado. En el caso particular
de FENSUAGRO, 130 de sus miembros se encuentran encarcelados con falsos
montajes, entre ellos su Vicepresidente HUBER DE JESUS BALLESTEROS GOMEZ.
Los diálogos de Paz que se desarrollan en la
ciudad de la Habana- Cuba ,
entre el Gobierno Colombiano y la guerrilla de las FARC- E.P, es la mayor
esperanza de la sociedad colombiana para que se alcance un acuerdo definitivo
que ponga fin a la confrontación armada y abra el camino a la solución
política, que posibilite la paz estable, duradera y la justicia social. Desde
nuestra Federación, llamamos a las partes a cumplir su palabra de no levantarse
de la mesa de negociación, hasta tanto no se haya firmado el acuerdo final. Al
mismo tiempo al Gobierno Nacional a poner en práctica de inmediato los acuerdos
hasta ahora alcanzados en materia de políticas agrarias y demás acuerdos que
contribuyan a generar confianza y apoyo social al proceso de negociación.
FENSUAGRO se declara en proceso constituyente,
dedicando el tiempo necesario a promover y organizar la convocatoria de una
ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE, que posibilite materializar los acuerdos de la
Habana en una Nueva Constitución Política que garantice la paz como un
principio fundamental de los Colombianos/as, la justicia social, la
democratización de la Riqueza y de la vida política de la nación. La Asamblea
Nacional Constituyente deberá sentar las bases para la construcción de una
sociedad democrática, con autodeterminación, antiimperialista y con plenitud de
soberanía nacional. La paz deberá pasar a ser un principio fundamental del
pueblo colombiano, la cual deberá garantizar de manera gratuita a todos los
colombianos/as el derecho a la salud y la Educación; a gozar de una vivienda
digna, el acceso al agua potable, a los alimentos de buena calidad, al trabajo
digno, a la tierra para las comunidades campesinas y étnicas que no la posean y
demás componentes que permita el apoyo directo del estado a la Economía Campesina.
Las riquezas y bienes naturales deberán ser
declaradas patrimonio estratégico de los colombianos/as prohibiéndose su
privatización y extranjerización. La tierra tendrá una función social y
ecológica, será nula la gran propiedad monopólica en manos de particulares. Se
deberá desarrollar una legislación que garantice el control efectivo y eficaz
contra la evasión de impuestos de las empresas transnacionales, nacionales y
los capitales golondrinas. Se expulsaran del país aquellas empresas que violen
los derechos fundamentales de los trabajadores.
Los millones de campesinas/os que fueron
despojados de sus tierras, territorios y demás bienes, continúan esperando del
estado su devolución. La ley de Victima no ha pasado el examen después de sus
primeros cuatro años de vida; según el propio gobierno solo 86 mil hectáreas
han sido devueltas, de las 10 millones que según los propios campesinos/as les
han sido robadas por los narco latifundistas.
El reconocimiento
de los Derechos de los campesinos colombianos debe concretarse de forma
inmediata. La deuda social que tiene el estado con los campesinos debe ser
reconocida y pagada prontamente. Los campesinos/as alimentan a los
colombianos/as, al mismo tiempo son protectores de la naturaleza, los
ecosistemas, el medio ambiente, son productores de cultura y vida.
Desde FENSUAGRO impulsaremos y nos
movilizaremos por la implementación de Políticas Agrarias Democráticas que
tengan como eje central la REFORMA AGRARIA INTEGRAL Y POPULAR. Políticas
Agrarias que fortalezcan la producción de la economía campesina, que recupere
la soberanía alimentaria de los colombianos y que garantice la seguridad social
y pensiones para los pequeños y medianos productores campesinos, que
democratice los latifundios permitiendo el acceso gratuito a la tierra de los
campesinos que no la poseen, que prohíba la transnacionalización de la tierra,
los grandes agro negocios, que favorezca la defensa de la producción de
alimentos, que de impulso a las Zonas de Reservas Campesinas. En general la
puesta en práctica de una reforma agraria que permita vida digna para las
millones de familias campesinas de nuestra patria.
El recién aprobado Plan Nacional de Desarrollo
por el Congreso de la Republica se convierte en un nuevo instrumento de
exclusión y desarraigo contra el campesinado, los pueblos indígenas y
comunidades afro descendientes. Las verdaderas intensiones del Plan es
continuar consolidando en el caso del campo los agro negocios, la venta de la
biodiversidad y bienes genéticos y en general convertir la naturaleza en el
gran negocio atreves de la denominada economía verde. De otra parte se trata de
dar continuidad a las locomotoras del desarrollo en lo atinente a la gran
minería, a la producción energética y la explotación petrolera. Como lo han
denunciado otros sectores de la sociedad Colombiana el Plan Nacional de
Desarrollo está dirigido a garantizar una nueva etapa de acumulación de
capital, estrechamente relacionado con la profundización del modelo neoliberal.
La autorización al Presidente de la República
por un periodo de seis (6) meses para que reestructure, cree o suprima las
instrucciones del sector agropecuario se puede convertir en un abuso de poder,
de no tenerse en cuenta la participación en la toma de decisiones de las
comunidades y organizaciones campesinas, indígenas, afro descendientes,
raizales y trabajadores del sector, en lo atinente al tipo de institucionalidad
que se requiere para desarrollar una política agraria, que recoja las
exigencias del movimiento campesino representada en la CUMBRE AGRARIA ETNICA
Y POPULAR y los acuerdos de la HABANA. Una
Institucionalidad con adecuados recursos económicos, con
talento humano y con una amplia participación y poder de decisión de las
organizaciones y comunidades campesinas y étnicas, quienes deberán ser
consultadas por la Institución del caso, de manera obligatoria e incorporar sus
propuestas en los planes a desarrollar.
Nos comprometemos a continuar consolidando la Cumbre Agraria ,
Campesina, Étnica y Popular conjuntamente con las fuerzas sociales y populares
que la integran como un espacio de unidad en la diversidad pero comprometido
con la movilización y la lucha permanente contra las transnacionales, por la
recuperación de la tierra, el territorio y la vida digna. De igual manera, a
organizar y preparar unitariamente las acciones de protestas populares hacia el
PARO AGRARIO Y POPULAR, ante los incumplimientos por parte del Gobierno
Nacional a los acuerdos pactados en el 2013 y 2014 con el Movimiento campesino
y los pueblos indígenas que hacemos parte de la Cumbre.
De igual manera llamamos a redoblar esfuerzos
desde los sectores agrarios, campesinos, étnicos, populares, sociales y
políticos a fortalecer el Frente Amplio por la Paz que permita alcanzar de
manera inmediata el Cese al Fuego Bilateral, el desescalamiento de las acciones
militares y la pronta firma de un acuerdo que le ponga fin a la confrontación
armada, hacia una paz estable, duradera y con justicia social; cerrando de paso
el camino a las fuerzas reaccionarias que pretenden condenar a la mayoría de la
sociedad colombiana al escabroso y doloroso camino de la guerra y la violencia
sistemática a la que han sido sometidas las organizaciones sociales y populares
del país.
La realización de la Primera Asamblea
de mujeres campesinas, de la Primera Asamblea de jóvenes campesinos y el
Primer Congresito de niños y niñas FENSUAGRISTAS, después de un proceso de
fortalecimiento local y regional, es una muestra de los avances organizativos y
políticos de nuestra Federación. Las Mujeres y Jóvenes Fensuagristas, han
contribuido de forma práctica, dinámica y entusiasta en el XI Congreso de
Fensuagro a la construcción de los lineamientos políticos de la misma para los
próximos cuatro (4) años, al mismo tiempo sus aportes han enriquecido el
Programa Agrario para la acción y transformación democrática del campo colombiano.
Los Niños y Niñas campesinas Fensuagristas, que desarrollaron su Primer
Congresito dejaron impregnadas las huellas de la ternura y el amor en cada uno
de los corazones de los delegados asistentes al XI Congreso.
Entendiendo que la actual coyuntura política
nos coloca ante nuevos retos y dinámicas locales, municipales, departamentales,
regionales y nacionales, que no podemos desconocer como integrantes
Fensuagristas del Movimiento Político Marcha Patriótica y la Unión Patriótica ,
la cual nos llama a convocar a nuestros afiliados a trabajar por la más amplia
CONVERGENCIA PROGRAMATICA de cara a las elecciones del próximo 26 de octubre.
Siempre con la claridad que la construcción de una nueva democracia va más allá
de la elección de unos individuos a determinados cargos de elección popular, es
necesario también ejercer el Control Político sobre los Elegidos y de éstos no
cumplir el mandato para el cual fueron designados por las mayorías, se debe
tener la capacidad de revocar los mandatos de los mismos. Es necesario de igual
manera aclarar que las elecciones no son un fin en sí mismo, sino un medio que
permita cambiar la actual correlación de fuerzas a favor de los cambios que
requiere la
Sociedad Colombiana.
VAMOS POR LA PAZ
LOS DERECHOS CAMPESINOS Y LA SOBERANIA ALIMENTARIA.
Fuente original: http://fensuagro.org/index.php/2015-06-03-20-00-04/nacional/741-declaracion-politica-xi-asamblea-nacional-federal-xi-congreso-de-fensuagro
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