La tormenta sistémica
ya está aquí
13 de junio de 2015
Por Raúl Zibechi(La Jornada)
El Gran São Paulo tiene 22 millones de habitantes,
distribuidos en 39 municipios. Es la mayor ciudad de América Latina y una de
las más pobladas del mundo. El verano pasado los reservorios de agua que la
abastecen cayeron a mínimos históricos de 5 por ciento de su capacidad. Hubo
cortes de agua en algunas regiones y restricciones en otras. La región vive lo
que los especialistas denominan un ciclo
de escasez de agua que puede durar 20 o 30 años, algo bien diferente a una
sequía puntual, como era habitual en otros periodos históricos en que no
existía lo que conocemos como cambio climático ( Opera Mundi, 6 de mayo de 2015).
Lo que indican estos datos es que con casi
total certeza en algún momento de los próximos años habrá un drástico corte de
agua en una de las megaciudades del mundo, a pesar incluso de las obras que el
gobierno estatal está realizando a las apuradas, antes que comience un nuevo
verano.
Ante una situación tan grave como ésta, el Comando Militar del
Sureste se viene movilizando, realiza debates y operaciones militares. No para
proveer agua a la población, sino para prevenir el caos social ante un posible
corte de agua, ya que consideran la sequía como un caso de seguridad pública.
El 27 de mayo un comando de entre 70 y 100
militares armados con ametralladoras ocupó las dependencias de la compañía Sabesp
(Saneamento Básico de São Paulo), previendo una
eventual necesidad de ocupación en caso de crisis, según el comunicado del
ejército (El País, 27 de
mayo de 2015). Toda el área del complejo de la empresa es considerada estratégica y la acción
forma parte de las actividades militares preventivas para la preservación del
orden público y protección de las personas y del patrimonio, sigue el
comunicado.
Un mes antes, el 28 de abril, el Comando
Militar organizó un debate destinado a un público de oficiales, soldados y profesores universitarios
simpatizantes de los militares, en cuya mesa estaba el director de Sabesp, una
delegada de la Federación de Industrias de São Paulo, un profesor de ingeniería
y el jefe militar del sureste. El objetivo era trazar un panorama técnico,
político y social sobre la crisis hídrica. La crónica señala que la posibilidad
de un corte de agua “provoca escalofríos en la cervical del establishment del estado”, que los militares
consideran que la población ideal de la ciudad debería ser de sólo 4 millones y
que el conglomerado urbano puede quedarse sin agua a partir de julio de este
año.
El director de Sabesp, Paulo Massato, fue muy
claro al considerar las consecuencias sociales: Será el terror. No habrá alimentación
ni energía eléctrica. Será un escenario de fin del mundo. Son millones de
personas y estallará el caos social. No será sólo un problema de
desabastecimiento de agua. Será mucho más serio que eso (Opera Mundi, 6 de mayo de 2015).
Pero el que dio el campanazo fue el general
João Camilo Pires de Campos, el comandante militar del sureste, quien citó al
ex presidente de la dictadura militar Ernesto Geisel (1974-1979): En época de vacas flacas es necesario
atar el ternero. Para ellos, el ternero somos los sectores populares, como
vemos.
Las revistas militares abordaron también el
tema. Una de las más importantes destaca que en noviembre pasado la tensión era
tan grande que la policía militar
está llevando los camiones pipa con escolta hacia algunos puntos de la ciudad,
sobre todo en la periferia, porque sectores populares apoyados por milicias
están atacando los camiones de abastecimiento para saquear el agua (Defesanet, 30 de noviembre de 2014).
Citando a cientistas sociales, Defesanet asegura que grandes cambios fueron precedidos por
alteraciones climáticas como la historia nos muestra en la Revolución Francesa ,
a la vez que asegura que São Paulo muestra
que las convulsiones sociales son una constante en las grandes ciudades.
Pero uno de los hechos más sintomáticos que
revela la publicación es que desde octubre del año pasado, cuando la sequía
hacía temer cortes de agua, el gobierno estaba enviando militares para cursos
con la SWAT (Special Weapons and Tactics), policía militar especializada en
manifestaciones en Estados Unidos. Y agrega que existe la posibilidad “de
grandes flujos migratorios hacia regiones donde aún existe agua (…) lo que
llevaría al agotamiento de los recursos naturales, con gravísimos conflictos
sobre el agua y la tierra, incluyendo la propiedad privada” (Defesanet, 27 de mayo de 2015).
Finalmente, la revista alerta que la crisis hídrica puede provocar
insurrecciones, levantamientos
sociales graves y hasta
revoluciones armadas que podrían extenderse a todo el estado de São Paulo y a
estados vecinos como Río de Janeiro y Minas Gerais, donde viven 100 millones de
personas.
Hasta ahí el relato periodístico sobre el pensamiento de los
militares y de la burocracia estatal. Sólo cabe agregar que en plena crisis,
Sabesp difundió una lista de 537 clientes privilegiados que pagan menos cuanto
más agua consumen (industrias, shoppings, redes como Mc Donald’s), que en su
conjunto consumen 3 por ciento del agua de la ciudad y tienen descuentos de 75
por ciento. Ellos consumen el
equivalente al agua utilizada por 115 mil familias y fueron los mayores
responsables por el aumento de 5.4 por ciento del consumo anual de agua (El País, 10 de marzo de 2015).
Lo anterior muestra dos cuestiones. Una, que ellos están preparados para una situación
muy grave, que tienen previstas acciones militares y políticas para salir
adelante en medio de un caos tremendo como sería la falta de agua.
Dos, que el acceso al agua es insultantemente
desigual: desde 2005 el agua disponible para grandes
clientes aumentó 92 veces en São
Paulo.
¿Qué vamos a hacer? Es la pregunta que nos
formuló el subcomandante
insurgente Moisés durante el
semillero El pensamiento
crítico frente a la hidra capitalista. Es
necesario que los movimientos tomen en serio este tipo de debates, en vez de
plegarse a las agendas electorales, ya que es ahora cuando podemos hacer algo
para cambiar el mundo.
Fuente original: http://www.jornada.unam.mx/2015/06/12/index.php?section=opinion&article=019a2pol
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=199940
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