Reflexión profana
Cuando el virus pone en jaque un modelo
27 de marzo de 2020
Por Ricardo Arcos-Palma (Rebelión)
Cuando Michel Foucault hizo ese magistral estudio
sobre el encerramiento hablando sobre esas arquitecturas del poder que lo
materializan como los manicomios, los sanatorios y las cárceles, desarrollado
en su obra inaugural «La historia de la locura en la época clásica» (1961) o en
«Vigilar y castigar» (1975) o incluso en «Los anormales» (1976), lograba
demostrar que eso devela crisis muy profundas en la sociedad. Una
sociedad que encierra o aísla al enfermo, al demente, al delincuente, es porque
no es capaz de sanarle, de desalienarlo o de reinsertarlo socialmente pero no
siempre es así : los pacientes no siempre se curan, los alienados no siempre
recuperan la cordura y los prisioneros no siempre son resocializados, porque el
confinamiento no es suficiente. Durante la epidemia algo que nos has chocado es
la cuarentena.
Imaginarnos la casa por cárcel. Ver a la policía y al
ejército regulando nuestras libertades.
De otra parte, Giorgio Agamben en su texto reciente «Estado de excepción y pandemia» (2020) habla de la « pérdida de libertades », en un Estado de excepción decretado por gobiernos seudo-democráticos. El confinamiento aunque necesario lo ve el filosofo con sospecha y yo comparto ese punto de vista pues lo que está en juego aquí solo es la salvaguarda de un estado de salud y evitar el contagio, cosa legitima, sino a su vez la pérdida de libertades. Ya lo decía yo en mi emisión virtual titulada “Guerra y Terror en época de la pandemia”: Lo que está en juego es una nueva configuración del trabajo como lo he demostrado releyendo a Antonin Artaud en su famosa emisión radiofónica «Para terminar con el juicio de Dios» (1947): “ Los Americanos –decía el poeta-, no necesitan obreros, sino soldados (…) que de la guerra sólo conoció el miedo. ¡Y viva la guerra! ¿No es cierto? Porque fue así, ¿verdad? ¡Es la guerra! que los americanos prepararon y preparan paso a paso. Para defender esta fabricación insensata de las competencias que surgirán de inmediato en todas partes, se necesitan soldados, armadas, aviones, acorazados.» Esto actualizado hoy nos hace reflexionar sobre el papel de los juegos de guerra orquestados por y desde el Imperio, con el beneplácito de las potencias europeas Alemania y Francia para desplegar en pleno contexto de epidemia lo que se conoce como “Europe Defender
Al mismo tiempo que el filósofo italiano enunciaba
esto, imágenes conmovedoras nos llegaban de Italia donde familiares de presos
al frente de las cárceles pedían e imploraban que les dejaran salir: sin duda
esos presos encerrados en condiciones infrahumanas morirían (si ya no han
muerto) a causa del Coronavirus en sus celdas.
En Colombia durante la noche y la madrugada los presos de
¿Qué hace que un preso decida amotinarse y recobre su libertad así sea por unas horas, sino lo mata las fuerzas del orden o por unos días si no lo mata el virus que de todas maneras lo iba a matar allí encerrado?
La supervivencia y la libertad no tiene fronteras,
no conoce límite: el sálvese quien pueda generará este tipo de caos que ojo no
es anarquía, pues la ANARQUIA es cooperación.
¿Los reclusos recuperan su libertad para morir dignamente? ¿Es mejor morir afuera que en una celda inmunda con la letrina compartida? El régimen disciplinario e insalubre es puesto en jaque por quienes no pudo disciplinar. Ahora las cárceles mutarán en la era de la biotecnología a las casas, pues las universidades y los colegios ya lo están haciendo con el trabajo virtual y por supuesto y las fabricas. Es un nuevo orden mundial por la supremacía comercial que se dibuja: quienes han emprendido esta guerra biológica lo saben perfectamente. ¿Y nuestra libertad y el trabajo? La supresión de empleos precarios y otros que se creían estables como los de la función pública es pensarse seriamente.
Ayer fue noticia aquí en Francia que un individuo fue juzgado y condenado de intento de homicidio por haber mordido a un policía en el momento de un control de salida sin atestación. El individuo es portador del virus. ¿Qué pensara ese individuo? ¿Lo mismo que el recluso? Resistir a esta «limpieza social» orquestada por las grandes potencias. Ya lo habíamos evocado lo más inservible de la sociedad dice Zizek, viejos que cuestan con pensiones insostenibles para los negociantes, débiles que toca curar con medicina solidaria y costosa y lumpen de las cárceles incluidos presos políticos. Lo habíamos pensado, no me atrevía a enunciar a Zizek, nos ha quitado esa responsabilidad de encima, lo acaba de enunciar como «la ley de la selva o el comunismo» en su articulo «El coronavirus es un golpe al capitalismo a lo ‘Kill Bill’ que podría reinventar el comunismo» (2020). La humanidad está en crisis y muestra su lado más oscuro. ¿Ha comenzado el Apocalipsis Zombie para beneplácito del poder justo ahora que comenzaba la Primavera insurreccional en todo el planeta desde Hong Kong hasta Santiago pasando por Bogotá, Quito y Paris?
El capitalismo en su fase neoliberal ha tocado fondo y por salvar este modelo los señores de la guerra apoyados por las multinacionales incluso las farmacéuticas se juegan la supremacía del mundo. ¿Y nosotros ? ¿Que hacer? Sobrevivir, claro esta, pero organizadamente no individualmente, es decir, como nos invita Zizek es el momento de recoger experiencias e reinventar el comunismo! El acontecimiento de
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