México.“No
necesitamos permiso
para luchar por la
vida”
7 de marzo de 2020
Publicado xResumen Latinoamericano
Publicado x
Ciudad de México |
Desinformémonos. Las
mujeres indígenas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)
anunciaron que se unirán al paro nacional de mujeres del próximo 9 de marzo,
convocado por el colectivo veracruzano Brujas del Mar, y criticaron el
oportunismo político de las empresas y “los machitos y machitas patriarcales
que hay en el mal gobierno” sobre la iniciativa contra la violencia de género.
“Los poderosos y sus
capataces políticos están, por un lado, haciéndose los muy conscientes y
sensibles y ni siquiera pueden quitarse su modo patriarcal porque hasta dicen
que les dan ‘permiso’ a las mujeres para que protesten porque las matan”,
señalaron las zapatistas en un comunicado, en el que aseguraron que “lo que les
interesa (a los de arriba) es montarse encima de ese dolor y, borrándolo,
pelearse por quién es más chingón”.
“Nosotras no le estamos
pidiendo permiso a los mandos y autoridades, ni a padres, hijos, novios,
maridos o amantes, sino que lo vamos a hacer porque no de balde nos alzamos en
armas desde el primero de enero de 1994” , explicaron las mujeres, quienes hicieron
un llamado a las integrantes del Congreso Nacional Indígena – Concejo Indígena
de Gobierno, de la
Sexta Nacional e Internacional, y de las Redes en Resistencia
y Rebeldía a que analicen la propuesta del colectivo Brujas del Mar y discutan
si también la implementarán en sus propios espacios.
Igualmente, recordaron
que el 8 de marzo llevarán a cabo una manifestación contra la violencia hacia
las mujeres y ante el incremento de los feminicidios, las desapariciones y la
desigualdad en México.
“Nomás sepan que no nos
importa si nos dicen que somos conservadoras o golpistas o derechistas o
izquierdistas”, agregaron las zapatistas.
A continuación el comunicado
completo:
A las Mujeres que
luchan en México y el Mundo.
De: Las Mujeres indígenas zapatistas del EZLN.
De: Las Mujeres indígenas zapatistas del EZLN.
Compañera y hermana:
Te saludamos a nombre
de las mujeres indígenas zapatistas de todas las edades, tanto desde las
pichitas hasta las de más juicio, que sea de edad. Esperamos que te encuentres
bien y luchando en compañía de tus familias, hermanas y compañeras.
Acá tenemos muchos
problemas por razón de los paramilitares que ahora son del partido Morena, y
antes fueron del PRI, el PAN, el PRD y el Verde Ecologista.
Pero no es de eso que
te queremos platicar, sino de algo que es más urgente y más importante. Que sea
de las grandes violencias que hay contra las mujeres y que se ve que no se
detienen, sino que aumentan y también aumenta la crueldad. Los
asesinatos y desapariciones de mujeres ya son una locura que antes no se podía
imaginar. Ninguna mujer, de cualquier edad, clase social, militancia política,
color, raza o creencia religiosa, está a salvo. Tal vez podríamos pensar que
las mujeres ricas, las gobernantes y las famosas, que tienen cómo protegerse
con sus guardias y policías, podrían decir que están seguras, pero ni ellas,
porque no son pocas las veces que la violencia que nos desaparece, nos
secuestra y nos asesina, viene de familiares, amistades y conocidos.
Hay que acabar con esas
violencias, vengan de donde vengan. Por eso hicimos antes un llamado a
manifestarnos, como mujeres que somos, el día 8 de marzo del 2020. Cada quien
según su modo, su lugar y su tiempo. Y llamamos a que la demanda principal de
esas manifestaciones sea detener la violencia contra las mujeres. Y ahí también
decir claro que no olvidamos a las desaparecidas y asesinadas en todos los
gobiernos, sean tricolores, azules, verdes, amarillos, guindas, naranjas, cafés
o cualquiera que sea su color, porque son los mismos. Y para recordarles a los
malos gobiernos y a ellas que nos faltan, propusimos que llevemos una señal de
color negro en nuestra ropa. Porque estamos de luto por tanta matazón que hay
de mujeres en todo el mundo. Y peor todavía que ya ni las pichitas están seguras.
Hermana y compañera:
Hace unos días, lo
supimos que un grupo de hermanas feministas de Veracruz, del colectivo “Brujas
del Mar”, se pensó una buena idea y llamó a una iniciativa de movilización de protesta
contra la violencia. Su
idea es hacer el día 9 de marzo una movilización de ausencia, o sea que se vea
y se sienta qué pasa sin mujeres, que sea un Paro de Mujeres.
Que sea no ir a
trabajar, no comprar, no movernos, que no nos vean. Porque, lo dicen claro,
parece como que las mujeres somos el enemigo principal y el sistema nos quiere
liquidar, o sea aniquilar.
Después lo miramos lo
que pasó con los machitos y las machitas patriarcales que hay en el mal
gobierno, los partidos políticos y los grandes empresarios. Ya no les importa
la desgracia maldita que viven y mueren las mujeres en México. Lo que les
interesa es montarse encima de ese dolor y, borrándolo, pelearse por quién es
más chingón.
Los poderosos y sus
capataces políticos están, por un lado, haciéndose los muy conscientes y
sensibles y ni siquiera pueden quitarse su modo patriarcal porque hasta dicen
que les dan “permiso” a las mujeres para que protesten porque las matan. Ahora
sí que les dan permiso de que luchen por vivir. Son unos sinvergüenzas ellos y
las mujeres que tienen el mismo pensamiento de machos, aunque sean mujeres.
Y por el otro lado,
pues está el supremo gobierno, que se encabrona porque ya la gente no está
discutiendo lo que dice o eructa o vomita en sus palabras. Porque resulta que
unas mujeres, jóvenas para
más peor, le quitaron el micrófono y están gritando lo que el mal gobierno
calla. Si sí es ridículo que los mal llamados opositores y opositoras políticas
se hagan como buenas gentes que dan “permiso” de vivir, es más ridículo que el
mal gobierno y sus fanáticos y fanáticas acuse de “golpista” la lucha por la
vida de las mujeres. Ahora sí que está más peor, porque así mandan que nadie
puede vivir o sobrevivir sin su permiso, y nadie puede luchar hasta que el mal
gobierno lo diga en una de sus ocurrencias. De por sí así son los machistas
patriarcales, que creen que todo el mundo gira alrededor de su ése-cómo-se-llama y sus coyolitos. Si alguien está luchando sin permiso,
entonces es que está en contra del mal gobierno. Si asesinan a las mujeres, si
las desaparecen, si las secuestran, si las torturan, si las marcan, entonces es
que esas mujeres víctimas son parte de un plan que quiere quitar a un gobierno.
Ya de plano no tienen vergüenza.
Y todavía los
sinvergüenzas patriarcales de gobiernos y patrones dan sus consejos machitos a
las mujeres: que no se dejen manipular, que se porten bien, que no rayen las
piedras y las puertas, que no rompan los vidrios, que se vistan bien, que no
levanten la mirada, que no den de qué mal hablar, que cuiden lo que dicen,
escriben y piensan. O sea que no hagan nada sin permiso de ellos. Que sea que
estamos maduras para que nos maten, nos desaparezcan y nos violen, pero no para
pensar, analizar y decidir. De plano son unos babosos… y babosas, porque
también hay mujeres que hasta les aplauden.
Lo que dicen es que
para todo hay que pedirle permiso al mal gobierno o al patrón, hasta para
sobrevivir. Porque así está de cabrona la cosa, compañera y hermana, que las
mujeres en México y en el mundo están sobreviviendo. O sea viviendo con miedo.
Y eso no es vivir, sino apenas es no morirse… hasta que nos asesinen o nos
desaparezcan, y todo con una violencia terrorista.
Y también están
quienes, supuestamente de izquierda, miran divertidos cómo el mal gobierno está
mostrando que o es un baboso o un ignorante. Como si fuera necesario mirar los
berrinches que hacen los malos gobiernos para saber que son las dos cosas.
Esas personas también
valoran según si le sirve o no a los malos gobiernos, o si les sirve o no a
quienes lo critican. Pero tampoco les importa si la iniciativa es buena o mala
para la lucha por la vida que hacen las mujeres. Miran los asesinatos, las
desapariciones, las violaciones, y se alegran porque eso demuestra que el mal
gobierno es, además de malo, un inútil. Esas personas debieran mejor
preguntarse si sus valores como de izquierda que dicen que son, les permiten
mirar las luchas como si fueran verduras en un mercado y a ver qué compran o
nomás mallugan.
Y en todos esos dimes y
diretes que se traen allá arriba los malos gobiernos, los grandes medios de
comunicación, los partidos políticos y los cabezas grandes, se olvida lo más
importante que va a marcar esos días 8 y 9 de marzo, y que no es que nos están
matando como mujeres que somos, sino es que vamos a luchar por nuestra vida con
todos los medios y según nuestro modo, tiempo y lugar de cada quien.
Y si no les importa la
vida, pues entonces ni son de derecha, ni de izquierda, ni de centro. Ni
humanos son, pues.
La lucha por la vida es
esencial a toda la humanidad, y no necesita el permiso de nadie porque lo
traemos en la sangre. Y
si alguien piensa que la lucha por la vida de las mujeres es golpista o de
derecha o gobiernista o izquierdista o antigubernamental o es de un color,
pensamiento o religión, pues entonces es que defiende la muerte. Si se enteran
de otra asesinada, primero preguntan de qué color es su piel, su partido, su
religión: y según si es su contrario pues entonces mal hablan, pero no de los
asesinos, sino de la mujer víctima.
Nosotras no entendemos
cómo es que el mundo llegó a eso, y que todavía dicen que nosotras las
indígenas zapatistas estamos atrasadas y no conocemos el desarrollo y progreso
que traen los megaproyectos y el dinero y el consumo. Eso es su progreso:
malbaratar la vida de las mujeres, porque resulta que es muy barato
desaparecer, secuestrar o asesinar una mujer, porque no hay castigo. Al revés,
hasta no faltará quien aplauda y diga “una enemiga menos”, “un estorbo menos”,
“una pecadora menos”, “una radical menos”, “una conservadora menos”, “una mujer
menos”.
No entendemos por qué
hay personas así, pero sí entendemos que no podemos quedarnos sin hacer nada,
pensando que esos dolores y esas rabias son ajenas, que sea que no nos tocan…
hasta que nos toquen.
-*-
Como mujeres zapatistas
que somos esto es lo que pensamos y sentimos cuando analizamos sus palabras y
acciones de las hermanas brujas:
Primero.- Nosotras
saludamos su iniciativa. La miramos como algo valioso, bueno, noble, honesto y
legítimo. Y la apoyaremos según nuestros modos. Porque cualquier mujer, sea
una, o unas cuantas, o muchas, que luchen por la vida, deben saber que no están
solas. Porque nuestro pensamiento es que, si las ausentes, las asesinadas, las
desaparecidas y las encarceladas deben saber que no están solas, pues con mayor
razón las vivas que luchan.
Pensamos que es buena
idea, porque el día 8 de marzo, van a mirar y a sentir nuestros dolores y
nuestras rabias. Y el día 9 los machistas patriarcales se van a preocupar de
qué estamos pensando o planeando o sintiendo, porque no lo van a saber, que sea
no nos van a mirar. ¿Qué tal que nos organizamos más y mejor? Porque a veces,
del dolor y la rabia no sigue la desesperación o la resignación. Puede
ser que siga la organización.
Segundo.- Por eso, según
nuestro modo de cómo mujeres indígenas zapatistas que somos, es que platicamos
con nuestras demás compañeras zapatistas de las comunidades. Les preguntamos si
es buena idea eso del paro nacional el 9 de marzo. Y si sí es buena idea, pues
no sólo decir que es buena idea, sino de hacer algo para apoyarnos como mujeres
que luchan que somos.
Y les propusimos la
idea de que ese día 9 de marzo, las compañeras que tienen cargo, sea de
autoridad autónoma, sea de mando organizativo o de mando militar o de comisiones
de educación, salud, tercias y de todos los trabajos que hacemos como mujeres
zapatistas que somos, pues nomás no nos presentemos a nuestros trabajos.
Y eso porque así será
nuestro modo de decirles que apoyamos esa idea del 9 de marzo sin mujeres, como
una iniciativa más de las mujeres que luchan por la vida. Y como las mujeres
indígenas somos mayoría en la autonomía zapatista, pues ese día se va a parar
la autonomía zapatista.
Lo pensamos y lo
platicamos y salió que las
compañeras de las diferentes zonas zapatistas estuvimos de acuerdo de sumarnos
al paro del día 9 de marzo del 2020, convocado por las
hermanas Brujas del Mar.
Tercero.- El día 8 de
marzo, miles de mujeres zapatistas nos reuniremos en nuestros caracoles y
hablaremos de los dolores y las rabias que escuchamos en los dos encuentros de
mujeres que hemos tenido, pero también hablaremos de luchas, de las nuestras y
de las de ustedes, compañeras y hermanas que nos leen. Y llevaremos una señal
de color negro en nuestras ropas.
Y el día 9 de marzo
muchas no nos iremos a nuestros pueblos, sino que quedaremos y, en la madrugada
de ese día 9 de marzo, encenderemos miles de luces. En los caracoles y en los
pueblos zapatistas la luz de las mujeres brillará.
No sólo para que las
mujeres que hagan ese día un día de lucha sepan que las miramos, que las
admiramos, que las respetamos y que las saludamos. Que no están solas pues.
También para que, con
esas luces, las hermanas ausentes, las asesinadas, las desaparecidas, las
encarceladas, las migrantes, las violentadas, sepan que acá, en estas montañas
en resistencia y rebeldía, hay quienes se preocupan por ellas y por sus
familiares, por su dolor y por su rabia. Y no importa si esa hermana que está
luchando es blanca o negra o amarilla o del color de la tierra. No importa si
cree o no cree en una religión. No importa si se viste bien o mal. No importa
si tiene paga o no. No importa si es partidista o no partidista. No importa si
es amiga o enemiga.
Lo que importa es que
esté viva y libre. Porque así, vivas y libres, pues entonces sí nos podemos
criticar, mal hablar, pelear, o debatir, discutir, analizar y tal vez hacer un
acuerdo: luchar contra la violencia que se hace contra las mujeres.
Porque con tanta
matazón nomás vamos de un luto a otro, de un dolor a otro, de una indignación a
otra. Tal vez es ése su plan del maldito sistema. Que sea que es estarnos
matando y desapareciendo para que no tengamos tiempo ni modo para organizarnos
y luchar contra el sistema patriarcal y capitalista.
Pero, como de por sí
pasa en la historia del mundo, pues lo que va a pasar es que nos vamos a
organizar precisamente para detener esa matazón. Y ya después, pues habrá quien
diga que hasta ahí nomás. Pero habremos otras que nos seguiremos más allá,
hasta terminar con la raíz del árbol de nuestro dolor: el sistema capitalista
patriarcal, racista, explotador, represivo, robador y antihumano.
Porque, cuando al fin
conquistemos el derecho a vivir, habrá quien diga que la esclavitud es buena y
la abrace y la defienda como destino, mandato divino, mala suerte o hasta buena
suerte.
Habrá quien diga que lo
que sigue es tener buena paga. O sea que la explotación que tenemos hombres y
mujeres tenga el mismo salario.
Habrá quién necesite la
libertad como se necesita el aire y luche por conquistarla.
Habrá quien sea libre y
luche por defender su libertad.
Habrá quien diga que se
puede solas, como mujeres que somos.
Y habrá quien diga que
hay que destruir a la bestia del sistema, y que para eso se necesita luchar con
todas, con todos… y con todoas.
Y en lugar de muchas
asesinadas, muchas desaparecidas, muchas secuestradas, muchas violentadas, tal
vez habrá muchas ideas, muchos pensamientos, muchos modos de la lucha de como
mujeres que somos.
Y tal vez entonces se
entienda que la diferencia es buena, pero para que exista esa diferencia tiene
que vivir.
Cuarto.- Por lo tanto,
hacemos un llamado respetuoso a las hermanas y compañeras del Congreso Nacional
Indígena – Concejo Indígena de Gobierno, de la Sexta Nacional e
Internacional, y de las Redes en Resistencia y Rebeldía, a que analicen y
discutan si está bien o mal esa propuesta de las hermanas brujas o si hay
otras. Y si piensan que está bien, pues que le entren y sin pedir permiso. Y si
piensan que está mal y que más mejor otra cosa, que sea otra iniciativa, pues a
darle pues, y tampoco pedir permiso.
Así como nosotras no le
estamos pidiendo permiso a los mandos y autoridades, ni a padres, hijos,
novios, maridos o amantes, sino que lo vamos a hacer porque no de balde nos
alzamos en armas desde el primero de enero de 1994.
Entonces ahí lo vean.
Nomás sepan que no nos importa si nos dicen que somos conservadoras o golpistas
o derechistas o izquierdistas.
Y a esos malos
gobiernos que dicen que la sociedad se divide en liberales y conservadores,
pues si es que dicen que están contra el neoliberalismo, entonces les viene
tocando que se llaman “neoconservadores”.
Así pensamos y así
vamos a hacer como mujeres indígenas zapatistas que somos.
Y lo vamos a hacer SIN
PEDIR PERMISO A NINGÚN HOMBRE, sea malo, o bueno, o ni modos.
Es todo.
Desde las montañas del
Sureste Mexicano.
Por las mujeres
indígenas zapatistas del EZLN.
Marisol, Yeny, Rosa
Nery, Yojari, Lucia, Sol, Elizabet, otra Elizabet, Yolanda, Natalia, Susana,
Adela, Gabriela, Anayeli, Zenaida, Cecilia, Diana, Alejandra, Carolina, Dalia,
Cristina, Gabriela, Maydeli, Jimena, Diana, Kelsy, Marisol, Luvia, Laura.
Comandantas y
Coordinadoras de Mujeres Zapatistas del EZLN.
México,
1 de marzo del 2020
Desinformémonos
Fuente:
http://www.resumenlatinoamericano.org/2020/03/07/mexico-no-necesitamos-permiso-para-luchar-por-la-vida/
No hay comentarios:
Publicar un comentario