Cuando llegue el
mañana
26 de noviembre de 2019
Por Cristóbal León Campos (Rebelión)
Cantan los
pueblos rebeldía, sueñan otro mundo quienes han conocido el fondo del abismo en
los niveles infernales que el capitalismo engendra, pueblos enteros se
movilizan, las brechas generacionales quedan diluidas en las calles tomadas
para el porvenir, esperanza ondean las banderas de todo color, se han visto
pasearse por esas grandes alamedas llenas de dignidad a los fantasmas de las
viejas estructuras de la moral burguesa, otra vez los cimientos tambalean ante
la tormenta que los confronta, la ilusión no es únicamente romance, es
consciencia, es aprender que los estados organizan el poder de la clase
dominante, es reconocerse proletario en tierra de desposeídos, es velar a los
caídos por la represión luchando con mayor ahínco y dejando para luego las
naturales lágrimas del dolor y la tristeza. Las barricadas son escuelas cuya
metodología se funda en la solidaridad, es la vida lo que depende de cada
acción, es la fraternidad la aglutina los cansados brazos de overos y obreras
en huelga indefinida, son las sonrisas juveniles de quienes nacen al mundo
social y político en plena agitación, se vive sin reparos ni alardes una nueva
oleada cuya profundidad revolucionaria sobrepasará los propios resultados de
las demandas, el espíritu libertario que diera sentido al emblemático año de
1968 ronda las manifestaciones, ese aire de renovación impregnará los campos
por cultivar aún a pesar de que las noches oscuras alargarse indefinidamente
como buscan los neofascistas en Bolivia, al final, los pueblos restructurarán
cada cosa que ahora sea destruida, porque de esa misma destrucción harán
semilla las sociedades venideras, la flama se extiende a los rincones por años
aletargados, Colombia se ha sumado a faena, movilizaciones masivas repudien las
políticas neoliberales, el término del periodo y su modelo está cerca, mas la
consciencia anticapitalista tendrá que resurgir para dar efecto verdadero a lo
que vemos como la muestra fiel de la poesía enamorada.
La
emancipación es un acto consciente que se genera con el análisis de la realidad
históricamente determinada, la puesta en práctica de acciones concretas que
busquen superar las condiciones de vida específicas, los pasos por andar en el
camino de la liberación de los pueblos se nutren si son verdaderos garantes del
anhelo a construir de elementos conceptuales que ayudan a la compresión de
aquello que se quiere superar y a tejer la red que sirva de fondo para aquello
que se ha de construir, teoría y práctica, inseparables en la lucha por hacer
del mundo un lugar mejor, y es justamente eso lo que en estos momentos de
rebeldía es cuestionado en todo sentido, se van por la borda aquellas acciones
o actos que dijeron servir para el bien común y fueron solamente simulaciones
de interés o consciencia, también, se diluyen con los vientos de cambio
aquellas teorías que fueron el precepto central de lo que dijo sería mejor, la
crisis del capitalismo en su fase neoliberal en Latinoamérica demuestra lo
superfluo de la teoría que le dio razón, ya antes se había demostrado su fracaso
con el incremento de la pobreza y la desigualdad, con el aumento de la
violencia de estado y la falsa de democracia real en la sociedad aferrada a
este modelo, ya desde tiempo atrás, había agotado su discurso la metáfora
tramposa de la mentira mediática, la crisis neoliberal se veía en lo concreto desde sus inicios,
ahora, la esencia subjetiva de los pueblos pone en juicio ya no únicamente las
formas materiales de su imposición, las ideas están quebradas y siendo pisadas
en cada marcha que denuncia, combate y destruye el periodo agudizado de
opresión neoliberal.
La ruptura que vendrá de las luchas presentes, tendrá efectos
insospechados, cuestionamientos profundos subyacen como alternos por la
centralidad de la precariedad económica, pero junto al rechazo de los paquetes
económicos neoliberales impulsados por el Fondo Monetario Internacional y el
imperialismo estadounidense, están las demandas feministas, el resurgimiento
proletario como sujeto central de la liberación, está además, la vigencia de
ideales propuestos por grandes revolucionarios como el socialismo
indoamericano, esta ruptura en curso, es la nueva puesta en escena de elementos
transformadores que por uno u otro motivo habían sido relegado, porque al
interior de las grandes masas rebeladas, existen las clases sociales y con
ellas los proyectos sociales que las han de representar, y si bien en el seno
de las protestas lo heterogéneo da vida a la hermosa diversidad, igual se
ahíncan los elementos fundamentales del marxismo y el pensamiento latinoamericano,
que juntos hacen de la nación-patria-socialismo el tridente que ha de poner
abajo los oscuros tiempos del imperialismo-fascismo-capitalismo, el mañana
vendrá y cuando lo haga, la emancipación será el sentido dado a las nuevas
naciones humanas.
Cristóbal León Campos es integrante del
Colectivo Disyuntivas
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