Bolivia, pensamiento único izquierdista y
caza de brujas
Decoloniales, pero no mucho
Por Luz Stella Rodríguez Cáceres
22/11/2019
Si todavía existiera la caza
de brujas, Silvia Rivera Cusicanqui estaría ardiendo en la hoguera, llevada no
por la derecha que derrocó a Evo Morales, pero tal vez por una parcela de los
intelectuales de izquierda de América Latina.
Muchos estuvimos esperando
por un pronunciamiento suyo después de la renuncia obligada de Morales, al
final ha salido a circular un vídeo de 13 minutos con su intervención en el
Parlamento de las Mujeres, un espacio del que participaron otras bolivianas en
toda su diversidad para pronunciarse a respecto de los hechos del momento,
expusieron sus miedos, hicieron sus análisis de coyuntura, relataron los
antecedentes, describieron las distintas opresiones de género e hicieron
referencia a las paradojas y contradicciones del período Evo y las terribles
consecuencias del fascismo de derecha que se tomó el poder en Bolivia.
Bolivia y el Gobierno de Evo
Morales estaban entre las experiencias más transformadoras de América Latina y
ahora que todo parece tierra arrasada Bolivia duele y todos estamos intentando
entender lo que pasó.
Las palabras de SRC no me
sorprendieron, ella ha sido una gran crítica de las transacciones que Evo
efectuó con el neoliberalismo, la profundización de las políticas
extractivistas, la ampliación de la frontera agrícola y la expansión de la
producción extensiva con la consecuente traición de los pactos con los pueblos
indígenas que lo ayudaron a conquistar el poder.
Las pugnas por la carretera
que atravesará el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure TIPNICS
está en el medio de las muchas de las cobranzas que desde el medio ambiente y
el respeto a la autonomía indígena se le han hecho a Evo Morales y a las cuales
Silvia también subscribe. El posicionamiento de SRC desagradó a una parcela de
intelectuales de izquierda y eso no sería un problema, pues bienvenido el
debate y la discusión de ideas; pero del desacuerdo muchos partieron para los
insultos, las descualificaciones e improperios de toda orden.
En grupos de debate de la redes
sociales me ha asombrado el tono de los comentarios de muchos intelectuales que
opinan, acusan y emiten sentencias sin pudor. Hay unos que son tan dogmáticos
que dejan a Stalin en pañales.
Las perlas van desde los que
lamentan haber perdido el tiempo leyendo los libros de SRC, hasta los que desde
lo alto se su soberbia retrucan que sus textos sean quemados. Encontré un estudiante que
afirma que todo lo escrito por ella es “bazofia” y en otro comentario se dice que ella es “patética“. Después hay alguien más
que afirma que ella es una “piltrafa humana” y así el degradé de las
acusaciones va aumentando, como es típico de los debates en las redes sociales.
De comentarios sueltos
llegamos al escrito de Grosfoguel en su timeline de Facebook, donde él no tuvo
ningún reparo en descalificar a la autora como una “intelectualista,
mestiza y occidentalizada“, que habría dicho “tonterías
intelectualoides posmodernas“.
Segundo Grosfoguel, Silvia
haría parte de una “pseudo-izquierda”, “pro-imperialista”, y su discurso debería ser
titulado como “El encubrimiento del imperialismo estadounidense y la
complicidad izquierdista frente a un golpe derechista”.
Otros comentaristas se
sintieron entonces legitimados y fueron sumándose, exponiendo que ella era es
una “rata”, “pseudo-feminista”, “aliada de Trump y da CIA”, “intelectual
inutil” y voy ahorrarme el resto de atrocidades salidas de gente que se dice
pensante, pero que en realidad se ahoga en su verborragia balbuceando discursos
misóginos y racistas, convencidos de que están haciendo todo lo contrario.
Se dicen muy decoloniales,
pero en realidad son totalmente incapaces de ver su lugar de enunciación. Será
que ellos si leen las teorías que producen, o el pensamiento crítico sólo vale cuando es
hacia la derecha?
En esa avidez de
pronunciarse y salvar a toda costa la izquierda y sus caudillos uno encuentra
que para esos ilustres críticos los feminismos son útiles siempre y cuando no
maculen la imagen del caudillo. Y preocupa que en este momento para una parcela
de esa intelectualidad sea más importante Evo que el pueblo, que es la carne
del cañón.
En su breve declaración
Silvia propone salir del falso binarismo. No habría habido golpe, pues para
ella Morales de alguna forma habría contribuido con su propia caída. Uno puede
concordar o no con SRC (Abajo una trasncripción de su discurso) En lo
particular no estoy de acuerdo con todo lo que ella dice en esa intervención,
pero me parece pertinente escucharla y ahora más nunca leerla es fundamental. Y
es que para comprender lo que pasa en Bolivia es esencial oír con atención lo
que las personas en Bolivia tienen a decir en este momento, aunque eso
signifique que sus testimonios no corroboren las expectativas teóricas de los
intelectuales o no se aliñen a una izquierda dogmática. Quien quiera escuchar
verdades domésticas que no salga de casa. Pero el espectáculo de apedreamiento
que estamos asistiendo es lamentable, pensadores que desde lo alto de la
autoridad intelectual que se han auto-atribuido pasan a la autoridad moral anulando
y ridiculizamdo las voces contrarias al MAS. No, ellos no quieren escuchar,
ellos apenas quieren hechos que comprueben sus certezas.
Le dicen que a SRC que no es
momento de críticas, sino el de la defensa de la democracia; y cual es ese
momento oportuno se pregunta uno si las críticas no empezaron el 12 de
noviembre de 2019. Feministas populares le venían diciendo a Evo de muchas
maneras que se estaba equivocando en asuntos cruciales, como el control y la
cooptación de las organizaciones indígenas. Las mismas le pidieron mantener una
visión más ecológica, no desarrollista, no machista pautándose en el “Vivir
bien” y no fueron escuchados. Ustedes me disculpen pero las represiones de
Chaparina y Tariquía esta ahí como lamentable ejemplo de como pasarse por encima
de las organizaciones para favorecer una OAS brasileña.
La crítica que SRC es la
misma que organizaciones como la Conamaq han estado haciendo y que señalan que
Evo con sus políticas extractivistas y de represión le sirvieron el país a la
derecha en bandeja de plata. O alguien imagina que la derecha va a deshacer
estos pacto por que eran de la izquierda y le va a devolver a los indígenas la
tierra que Evo Morales les arrebató y que estas horas se prepara para la
consolidación del agro-negocio de la soja, ya empezada con Evo.
No pretendo emprender aquí
una defensa de SRC .Qué defensa va a necesitar una mujer que ya fue encarcelada
y exiliada, que perteneció del movimiento cocalero, que tuvo un muy breve paso
por el gobierno del MAS, que aprendió Aymara y piensa en Aymara, y que ha
escrito libros e artículos que reflexionan sobre a cosmología andina y
justamente sobre el colonialismo interno.
Tal vez lo que hay que hacer
ahora con SRC es leerla. Es preciso señalar que la primera traducción al
castellano de los debates poscoloniales se hizo en Bolivia, en una compilación
de la que Silvia
participó. Justamente su entendimiento del colonialismo interno y de las
cosmologías nativas son una invitación a pensar en términos no lineales, y
opuestos, a activar zonas de conflicto y a encontrar nuevos puntos de partida.
Ella, al igual que otras
voces que se pueden leer por la internet hacen énfasis en que la derrota de Evo no debe ser leída como la derrota de las
estructuras de autogobierno de los campesinos e indígenas y del sujeto
colectivo construido al calor de las luchas contra el imperialismo y la
desigualdad neoliberal. Por detrás de Evo hubo un amplio conglomerado de
movimientos sociales que impulsó los cambios desde abajo. El camino que surge
para garantizar la permanencia democrática y pluralista de los campesinos e
indígenas en el Estado es una radical reinvención de la izquierda.
Eso para nada niega el intervencionismo extranjero de Estados Unidos, Rusia y China, la sevicia del golpe, el racismo fascista de la derecha y mucho menos coloca a todos los detractores de Morales del lado de los golpistas o de los intereses de las multinacionales. Es totalmente sectario y equivocado colocar a Silvia en ese lugar. Hacerlo revela soberbia y arrogancia y es intelectualmente deshonesto, tanto como decir que el imperialismo es sólo norteamericano y no chino y ruso y que el problema del extractivismo es que lo haga la derecha pero que está bien cuando lo hace la izquierda.
Fuente: https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2019/11/23/bolivia-pensamiento-unico-izquierdista-y-caza-de-brujas/
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