Llamamiento para la
creación de un Movimiento
Ecologista Ecuatoriano
30 de noviembre de 2019
Los incendios en la Amazonía y en
Siberia, las temperaturas altas del verano europeo, los diferentes informes
científicos internacionales sobre el estado de la biodiversidad, la sexta
extinción masiva de especies (primera por obra humana), el acelerado deshielo
en los polos, entre otros, representan eventos que evidencian la alarmante
crisis ecológica en nuestro planeta. El cambio climático es parte de las
discusiones a nivel internacional desde hace casi 30 años (Cumbre de Río en
1992) y desde hace una década se ha convertido en un tema central en las
cumbres internacionales. La huella de los seres humanos sobre las ecologías de
nuestro planeta es indiscutible, a tal punto que los geólogos han determinado
que nos encontramos en una nueva era geológica, el Antropoceno, en la cual el
ser humano se ha convertido en una fuerza geológica responsable de un cambio
sin precedente en la Tierra y sus ecosistemas, tal como lo muestra el
calentamiento climático evidenciado en los últimos años. Sin embargo, está
claro que no todos los seres humanos tenemos la misma responsabilidad frente a
esta crisis climática.
Esta disrupción ambiental es parte de
una crisis multidimensional que se expresa en lo económico y financiero desde
2008 pero también en lo ecológico, alimentario, energético, hídrico, cultural,
político, moral. Estas crisis están interconectadas y sus efectos cuestionan de
manera profunda los fundamentos y los valores sobre los cuales se ha construido
la sociedad capitalista basada en un productivismo y consumismo insaciable, así
como en una relación utilitarista entre el ser humano y la naturaleza. Existe
también una fuerte disminución de las reservas de todos los recursos naturales;
una contaminación generalizada del agua, del suelo, del aire; un aumento de la
deforestación y de la pérdida de hábitats y extinciones de especies; una crisis
de pérdida de fertilidad de los suelos.
La crisis multidimensional hace que las
empresas nacionales y transnacionales busquen expandirse a lugares cada vez más
alejados, frágiles y profundos, así como a territorios en los cuales el capital
aún no había penetrado, coincidiendo generalmente con territorios
pertenecientes a campesinos, poblaciones afrodescendientes o pueblos indígenas.
Una de las consecuencias de esta feroz extensión del capital es el aumento de
las amenazas y la cantidad de los conflictos socio-ambientales que en el
Ecuador se ha agravado por el avance de la frontera extractivista sea minera,
petrolera o agroindustrial. Sin embargo, los debates alrededor de la ecología
quedan relegados de la escena política nacional, a pesar de tener una
Constitución con avances como el reconocimiento de los derechos de la
naturaleza, del agua como derecho humano, la prohibición de la apropiación
privada de servicios ambientales, el territorio libre de transgénicos, entre
otros avances ecológicos importantes.
Frente a este contexto y con el
objetivo de influir en la política nacional y regional, llamamos a la creación
de un gran Movimiento Ecologista Popular en Ecuador.
Es evidente que el Estado ecuatoriano
está apostando claramente por políticas neoliberales y extractivistas que no
toman en cuenta ni el tema social, ni lo ambiental, como es el caso de la
minería a cielo abierto y a gran escala y la profundización y expansión de la
explotación petrolera. Así, frente a la pobreza del debate ambiental es
imperativo construir un ecologismo que rebase el campo de las ONG y abandone el
sectarismo; un ecologismo interseccional que abarque las luchas clasistas,
antineoliberales, feministas, culturales, antiespecistas, etc. Un ecologismo
que no se sea sólo una cultura de resistencia frente a los desastres
ambientales sino también un proyecto de sociedad con propuestas políticas
claras y precisas de transformación económica, social, ecológica y cultural. En
suma, un ecologismo que tenga como objetivo la emancipación individual y
colectiva y que trascienda las nociones particularistas y meramente
instrumentalistas del entorno ecológico hacia una sociedad en armonía con la
naturaleza.
Es evidente que en un país como el
Ecuador no es fácil hablar desde la ecología debido a la importancia que tiene
el extractivismo en la economía, el espacio que ocupa el petróleo en el Estado
rentista ecuatoriano, o el sentido común de la población frente a este modelo
económico. Sin embargo, frente a la expansión agresiva de la minería, cuyas
consecuencias van a ser desastrosas, es necesario hoy en día replantear un
debate ecológico y social que busque responder a la siguiente interrogante:
¿Cómo vincular lo ecológico y lo social
en un país con un gran porcentaje de su población que ni siquiera tiene sus
necesidades básicas satisfechas, con una alta biodiversidad –natural y cultural
– y cuyo régimen de acumulación está basado en la explotación y exportación de
sus recursos naturales?
En otras palabras: ¿cómo se puede
defender los derechos de la naturaleza, luchar contra su degradación y al mismo
tiempo buscar el bienestar de su población, la extensión de los derechos
sociales y el fin de la pobreza?
La salida del extractivismo es compleja
y por lo mismo debería estar en el centro de los debates políticos. La
discusión sobre alternativas a este sistema explotador es una oportunidad para
construir un proyecto político renovado cuyo objetivo es ir hacia una sociedad
más justa, más equitativa, más ecologista.
A partir de estas premisas, proponemos
construir un ecosocialismo ecuatoriano que tenga los siguientes principios:
1.
Un
ecosocialismo que vuelve a pensar la emancipación individual y colectiva
poniendo en el centro la satisfacción de las necesidades humanas, de los
animales no humanos y de la
naturaleza. El ser humano es un ser social dependiente de su
entorno natural. Crear más sociedad y respetar los ciclos de reproducción de la
naturaleza deben ser centrales para esta emancipación.
2.
Un
ecosocialismo necesariamente anticapitalista que busque articular la justicia
social y la justicia ambiental como bases de una sociedad post-extractivista.
La ecología no es compatible con el capitalismo y sus valores (acumulación de
capital, consumismo, productivismo). Un ecosocialismo que luche contra todo
tipo de opresión, desigualdad e injusticia, a favor de la redistribución de la
riqueza y de cambiar los hábitos de producción y consumo.
3.
Un
ecosocialismo feminista ya que la explotación de la naturaleza es igual de
perversa que la explotación de las mujeres, en sus cuerpos y sus roles de
cuidado asignados y perpetuados por el sistema patriarcal que sostiene el
sistema capitalista. El feminismo debe ser transversal a esta lucha para dar
espacios seguros de militancia a las mujeres, visibilizarlas como actoras
políticas legítimas y reconocer sus formas de resistencia como válidas para
pensarnos fuera de lógicas utilitarias y mercantiles.
4.
Un
ecosocialismo antiespecista que reconozca a los animales no humanos no sólo
como parte de un ecosistema sino también como seres sintientes que deben ser
protegidos y dejar de ser considerados como objetos, materia prima de todo tipo
de industrias (sobre todo la cárnica, principal causa de la destrucción de la
Amazonía), o daño colateral de políticas extractivistas y neoliberales.
5.
Un
ecosocialismo profundamente participativo que implique una ética democrática
que no deje el futuro de la sociedad y las decisiones importantes en manos de
la oligarquía o de tecnócratas. Estas decisiones democráticas deben tomarse a
partir de los objetivos de la sociedad, las metas y las necesidades de la
población.
6.
Un
ecosocialismo popular, anti-clasista y no sectario. Hay que romper con la idea
de que la ecología no es para todo el mundo, que está reservada a las clases
medias y altas: ser ecologista no debe ser un privilegio social puesto que las
personas más afectadas por los problemas ambientales son las más pobres. Para
esto, hay que construir un nuevo sentido común, partir de la vida cotidiana de
la gente y articularla con problemas nacionales y globales.
7.
Un
ecosocialismo plurinacional, anti-racista y anti-colonialista que reconozca y
denuncie el racismo ambiental del sistema capitalista. El cambio climático es y
será responsable de un nuevo tipo de migración, la migración climática, que ya
está generando refugiados climáticos. No se pueden cerrar las fronteras. La
solidaridad con todos los tipos de migraciones es un principio fundamental del
ecosocialismo, como también lo es el rechazo de todo tipo de xenofobia y
racismo.
8.
Un
ecosocialismo que apuesta por la rearticulación de los territorios, con énfasis
en las zonas rurales y urbanas. Repensar los territorios y sus dinámicas para
lograr la soberanía alimentaria y energética, el desarrollo de economías que
tomen en cuenta a la naturaleza y a las diferentes prácticas eco-culturales de
cada espacio, y que apunte hacia una organización descentralizada del
territorio nacional. Como parte de esta lógica, vemos como necesaria una
reforma agraria cuyo eje central debería ser la redistribución equitativa de
las tierras, del agua y la agroecología.
9.
Un
ecosocialismo que busca articular el desarrollo de experiencias locales y la
toma del poder nacional para cambiar las estructuras del poder. Las
experiencias locales son fundamentales para formular y avanzar alternativas al
capitalismo que no se queden como experiencias periféricas, lo que requiere la
transformación del Estado y de las estructuras de poder.
10.
Un
ecosocialismo internacionalista e integracionista. Para un país como el
Ecuador, que es muy dependiente de la geopolítica internacional, no es factible
salir del capitalismo solo. Para salir del extractivismo es necesario retomar
el camino de la integración regional latinoamericana que vaya más allá de la
integración económica y el libre-mercado. La integración regional debe fundarse
en la cooperación entre países y no la competencia. También
se debe apoyar el reconocimiento de una Declaración Universal de los Derechos
de la Naturaleza que sea al mismo nivel que la de los Derechos Humanos como
pilar de una paz internacional.
El ecologismo – como un marco de
principios éticos, políticos, sociales, culturales y económicos – debe
organizarse, incidir y participar en la política nacional ecuatoriana. No se
puede sólo denunciar la inacción del Estado y de los diferentes actores
políticos y sociales. Tampoco podemos conformarnos con el llamamiento a que
actúen solamente quienes tienen el poder de decidir. Además de develar las
correlaciones de fuerzas que se disputan el poder político materializado en el
Estado, quienes nos reconocemos como ecologistas tenemos que construir un
proyecto de sociedad con propuestas políticas claras que puedan hablar a la
gran mayoría de los y las ecuatorianas, especialmente a jóvenes, estudiantes,
feministas, campesinas y campesinos, trabajadores y trabajadoras, defensores y
defensoras de derechos humanos, etc. En este sentido, el ecosocialismo es una
urgencia y una apuesta política no sólo para salvaguardar a la naturaleza y la
biodiversidad, sino para garantizar el sostenimiento digno de la vida de los
seres humanos y no humanos que habitamos esta tierra.
Este llamamiento es solo el inicio en
la conformación de un Movimiento
Ecologista Popular , un
espacio amplio de acciones y debates alrededor de los temas tratados más arriba
con el objetivo de incidir en una transición social, ecológica, cultural hacia
otro tipo de sociedad. Para esto, llamamos a las personas interesadas a
juntarse con nosotras y nosotros, así como a militantes y organizaciones
sociales y políticas a participar en el encuentro nacional que organizaremos
los días 14 y 15 de diciembre en Quito.
Correo electrónico de contacto: movep@pm.me
Primeras firmas
Lisseth Castañeda
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Matthieu Le Quang
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Luis Medina
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Sofia Torres
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Christian Contreras
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Bolívar Lucio
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Adriana Mejía
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Diana Vela Almeida
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Natalia Cordero
|
Gabriel Lucio
|
Melissa Moreano
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Tamia Vercoutère
|
Gonzalo Criollo
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Antonio Malo Larrea
|
Jeremy Rayner
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Verónica Vivar
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Mohamed El Khatib
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Camilo Martínez I.
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Andrés Román Morales
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Andrei Hidrovo
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Joaquín Martínez
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Geovanna Lasso
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Juan Sebastián Martínez
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David Suárez Ch.
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Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=262995
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