MARA, Movimiento
Antinuclear de la República Argentina
EL RIESGO DEL DOMO RADIACTIVO
DE LAS
ISLAS MARSHALL
REPLICADO EN ARGENTINA
El mundo justificadamente preocupado
por el colapso del "tapón" de cemento que oculta el basurero
radiactivo de las islas Marshall.
Pero en Argentina tenemos nuestros
"propios" tapones nucleares que amenazan a ésta y decenas de
generaciones de Argentinos.
Con impunidad la Autoridad
Regulatoria Nuclear de Argentina confiesa que los reactores nucleares solo
pueden resistir el impacto de un pequeño avión comercial. Y omiten decir que
pasaría si golpease contra Atucha I, Embalse o los silos secos de combustible
agotado un avión comercial de gran porte.
Dura advertencia del MARA al electo
presidente de Argentina, Alberto Fernández, por convalidar el contrato firmado
con China por Mauricio Macri para construír en Lima-Zárate el reactor nuclear
Hualong One.
Argentina, 19 de noviembre 2019
El “domo de Runit” de las Islas
Marshall
es sólo una pequeña parte de la insensatez
nuclear
Se lee en los medios
acerca del ataúd nuclear, la “Tumba” en el archipiélago del Pacífico: una
estructura de concreto construida encima del hoyo que dejó la explosión de una
bomba de 18 KT llamada “Cactus”, sitio elegido para ocultar material
radioactivo producto de las pruebas nucleares realizadas en Micronesia por
Estados Unidos entre 1946 y 1958.
Dentro de ese gran hoyo
hay más de 87000 metros cúbicos de desechos radiactivos de alta, media y baja
actividad, recolectados por miles de soldados estadounidenses en los diferentes
emplazamientos de las pruebas nucleares realizadas.
Hoy, el colapso del domo
que cubre ese cementerio nuclear debido a desgastes acumulados en el tiempo y
al cambio climático global que está elevando, muestra cómo está comenzando a
filtrarse agua y drenando materiales radiactivos hacia el océano. Ese colapso
tiene enormes implicancias ambientales tanto para el ecosistema marino como
para los habitantes que allí viven. "La tumba" es uno de los antiguos
campos de pruebas nucleares de Estados Unidos, hoy está resquebrajándose, y amenaza
no solamente a las generaciones actuales sino miles de generaciones futuras.
Ha sido, es y será una tragedia.
Pero, ¿es el único riesgo
nuclear que hoy existe, como afirman algunos
medios de comunicación? Claramente no.
En Argentina, décadas de
combustible nuclear agotado altamente radiactivo se almacena en las centrales
nucleares de Atucha I y de Embalse increíblemente próximas a los grandes complejos
urbanos de las provincias de Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba, y de un país
vecino, Uruguay, dentro del radio de 500 kilómetros alrededor de ambas centrales
nucleares y de Atucha II.
"Ese radio de 500 kilómetros no
es caprichoso. Es el área que se vería afectada si una o más centrales
nucleares sufrieran el peor accidente, o el peor evento posible, por ejemplo
impacto de avión comercial de gran porte cargado de combustible".
Indicó Silvana Buján.
Hasta el año 2012 Atucha I
almacenaba en piletas húmedas casi 12.000 elementos combustibles gastados,
mientras que Embalse en Córdoba –además de lo almacenado transitoriamente en húmedo,
en su sistema PACG- tenía acumulados en seco, en grandes silos de cemento,
91.800 elementos combustibles gastados. Todo este material es altamente
radiactivo, y peligroso por más de 2.400 siglos.
"Si un avión Boeing 767 o un Airbus 380 golpearan contra los depósitos
secos de Embalse podría liberarse un equivalente a 25-30 Chernobiles. Los silos
de cemento ubicados a cielo abierto tienen un espesor de hormigón de apenas 90
centímetros y una capa interna de acero de solamente 9 milímetros. De los 216
silos disponibles en 2012, antes de que se ampliara ilegal e irresponsablemente
la vida útil de Embalse, 170 ya estaban colmados", indicó Raúl
Montenegro, de FUNAM.
Montenegro agregó que esos
silos "no tienen en absoluto la
resistencia que muestra, por ejemplo, el edificio de contención de un reactor
nuclear de potencia, que a su vez –es necesario decirlo- tampoco resistiría el
impacto de un gran avión Airbus 380 cargado de combustible. En el trabajo publicado
por la Autoridad Regulatoria Nuclear en 2012 sobre resistencia de las centrales
nucleares de Argentina se consideran y aun así con poca seriedad, terremotos e
inundaciones, pero omiten analizar –irresponsablemente- qué pasaría ante el
impacto accidental o deliberado de un avión de gran porte por acto de
terrorismo".
"Es tal la impunidad con que se maneja la Autoridad Regulatoria Nuclear de
Argentina (ARN) que al analizar los eventos externos que podría sufrir Embalse,
Atucha I y Atucha II, y tras enumerar los 'puntos débiles y las situaciones
límites' de esas centrales la ARN hace la siguiente confesión: "Al
edificio del reactor no se lo considera crítico ya que está diseñado para
resistir el impacto de un avión de pequeño porte" (1)
Los integrantes del MARA
nos preguntamos ¿Cómo puede el organismo regulador de la energía nuclear en
Argentina, ARN, omitir considerar, en un planeta cada vez más violento y
crítico, la catástrofe que podría implicar que un avión comercial de gran porte
golpeara cargado de combustible contra el edificio principal de los reactores
nucleares? Y ni que hablar, contra los más de 170 silos llenos de combustible
nuclear agotado altamente radiactivo en Embalse.
Desde el MARA manifestamos
nuestra profunda preocupación por el
endeble "tapón" de las islas Marshall", pero no podemos
dejar de señalar
que tenemos un conjunto de “tapones” monstruosamente ingobernables a las
puertas de nuestras ciudades.
Argentina es un país que
no está preparado para asumir (si acaso algún
país lo estuviese) una tragedia radiactiva, producto por ejemplo del peor
accidente o evento nuclear Nivel 7 en la escala INES del Organismo
Internacional de Energía Atómica (OIEA). Para ese tipo de evento tipo Chernobyl
no se han realizados simulacros (los organismos nucleares solo lo hacen para
accidente menor y hasta 10 kilómetros alrededor de las centrales, cuando lo
hacen, así no asustan a la población). Además no se ha preparado a la sociedad,
ni están preparados los hospitales ni el personal médico para atender gran
cantidad de afectados.
Ante este panorama
desolador e inexplicable, el nuevo gobierno anuncia el proyecto de agregar a
las ya existentes Atucha I, Atucha II, el Carem 25 en construcción y sus
depósitos de combustible nuclear agotado un reactor chino Hualong One. Que
además –por si todo lo anterior fuera poco- es una tecnología en pleno proceso
de prueba.
Cuatro reactores nucleares
juntos. Cuatro “Domos de Runit” uno al lado
del otro. "Sería el único parque
nuclear de esta magnitud en América Latina y el
Caribe, y además, la mayor
concentración de riesgos intergeneracionales de
toda la región. Sería la peor amenaza
tecnológica del cono sur, a distancia
crítica y aguas arriba de uno de los
complejos urbanos más grandes del
mundo, Buenos Aires", sostuvo Montenegro. Y en un país con una crisis socio-económica tan
colosal que ante un accidente o evento nivel 7 en la escala del INES no tenemos
capacidad suficiente de respuesta. No solamente no estamos preparados, sino que
no tenemos suficientes recursos económicos para enfrentar sus consecuencias.
Es clave recordar que un
país que tenga reactores nucleares de potencia "nunca dejará de ser un país nuclear peligroso aunque decidiera abandonar
esta absurda tecnología. Porque cada central nuclear es una fábrica de residuos
radiactivos de alta actividad que transforma el uranio fisible del combustible,
de riesgo comparativamente menor, en cientos de isótopos radiactivos altamente
peligrosos por más de 2.400 siglos, como el Plutonio 239", indicó
Cristian Basualdo, de Embalse, Córdoba.
Tendrá en cuenta el actual
presidente electo, Alberto Fernández, que la energía nuclear de potencia apenas
ha venido proveyendo en promedio menos del 6% de toda la energía eléctrica
generada en Argentina, pero con un riesgo descomunal? ¿Es justo que las
actuales y futuras generaciones de Argentinos debamos pagar el cuantioso precio
de tener futuros Chernobyl o Fukushima Daiichi para satisfacer los sueños
nuclearistas forjados durante gobiernos de facto? ¿Tiene sentido aumentar tamaño
riesgo para que China pueda probar en territorio Argentino sus peligrosos
reactores Hualong One?
Sí, las islas Marshall
tienen su "tapón" nuclear, su "domo de Runit” sin fecha de vencimiento.
Pero nosotros tenemos hoy nuestros propios "tapones", y la nueva
gestión presidencial quiere consolidar el acuerdo firmado por Mauricio Macri
con el gobierno de China para construir el reactor nuclear Hualong One en
Lima-Zárate.
No estamos ni preparados
ni dispuestos a aceptar tamaños desatinos.
(1) Página 101 del "Informe de
evaluación de resistencia realizada a las centrales nucleares de Argentina"
que la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) presentó en 2012 ante el "Foro
Iberoamericano de Organismos Reguladores Radiológicos y Nucleares".
Para mayor información contactar a:
Raúl Montenegro 0351-155 125 637 biologomontenegro@gmail.com
Silvana Buján 0223-155-019 937 ecosil@copetel.com.ar
Cristian Basualdo 0351-153 396755 noqueremosinundarnos@gmail.com
Pablo Lada 0280 154-630754 pabloladarenace@gmail.com
Movimiento Antinuclear Zárate Campana
011-1562587625 contacto@movimientoantinuclear.com
Alicia Calendino 02920-473188 aliciacalendino@yahoo.com.ar
María Gladis Bobadilla 0370-4570540 gladis_bobadilla@hotmail.com
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