Comunicado del
EZLN y
apoyo a los
nuevos Caracoles
3 de octubre de 2019
Por
Rebelión
Comunicado del Comité Clandestino
Revolucionario Indígena-Comandancia general del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional. México.
Con nosotras, nosotros, zapatistas, en nuestros
corazones caminó también la palabra, la historia y el ejemplo de nuestros
pueblos, de nuestros niños, ancianos, hombres y mujeres. Fuera encontramos casa,
alimento, oído y palabra. Nos entendimos como sólo se entienden entre sí quienes
comparten no sólo el dolor, también la historia, la indignación, la rabia.
Entendimos, así, no sólo que los cercos y muros
sólo sirven para la muerte, también que la compra-venta de conciencias de los
gobiernos cada vez es más inútil. Ya no engañan, ya no convencen, ya se oxidan,
ya se rompen, ya fracasan.
Así salimos. El Mandón quedó atrás, pensando
que su cerco, cercados nos mantenía. De lejos vimos sus espaldas de Guardias
Nacionales, soldados, policías, proyectos, ayudas y mentiras. Fuimos y
regresamos, entramos y salimos. 10, 100, 1000 veces lo hicimos y el Mandón
vigilaba sin mirarnos, confiado en el miedo que su miedo daba.
Como una mancha sucia quedaron los cercadores,
cercados ellos dentro en un territorio ahora más extendido, un territorio que
contagia rebeldía.
Nos presentamos ante ustedes con nuevos
Caracoles y más municipios autónomos rebeldes zapatistas en nuevas zonas del
sureste mexicano.
Ahora tendremos también Centros de Resistencia
Autónoma y Rebeldía Zapatista. En la mayoría de los casos, estos centros serán
también sede de caracoles, Juntas de Buen Gobierno y Municipios Autónomos
Rebeldes Zapatistas (marez).
Aunque con lentitud, como debe ser según su
nombre, los 5 caracoles originales se reprodujeron después de 15 años de trabajo
político y organizativo; y los MAREZ y sus Juntas de Buen Gobierno también
tuvieron que hacer crías y ver que crecieran. Ahora serán 12 caracoles con sus
Juntas de Buen Gobierno.
Este crecimiento exponencial, que hoy nos
permite salir nuevamente del cerco, se debe fundamentalmente a dos cosas:
Una, y la más importante, es el trabajo político organizativo y el ejemplo de las mujeres, hombres, niños y ancianos bases de apoyo zapatistas. De manera destacada, de las mujeres y jóvenes zapatistas. Compañeras de todas las edades se movilizaron para hablar con otras hermanas con o sin organización. Los jóvenes zapatistas, sin abandonar sus gustos y querencias, aprendieron de las ciencias y las artes, y así contagiaron a más y más jóvenes. La mayoría de esa juventud, principalmente mujeres, asumen cargos y los empapan de su creatividad, ingenio e inteligencia. Así que podemos decir, sin pena y con orgullo, que las mujeres zapatistas no sólo van delante para, como el pájaro Pujuy, marcarnos el camino y no nos perdamos: también a los lados para que no nos desviemos; y atrás para que no nos retrasemos.
La otra es la política gubernamental destructora de la comunidad y la naturaleza, particularmente la del actual gobierno autodenominado “Cuarta Transformación”. Las comunidades tradicionalmente partidistas han sido lastimadas por el desprecio, el racismo y la voracidad del actual gobierno, y han ido pasando a la rebeldía abierta o escondida. Quien pensó que con su política contrainsurgente de limosnas, dividiría al zapatismo y compraría la lealtad de los no-zapatistas, alentando la confrontación y el desánimo, dio los argumentos que faltaban para convencer a esos hermanos y hermanas de que es preciso defender la tierra y la naturaleza.
El mal gobierno pensó y piensa que lo que la
gente espera y necesita son limosnas monetarias.
Ahora, los pueblos zapatistas y muchos pueblos
no zapatistas, así como los pueblos hermanos del CNI en el sureste mexicano y en
todo el país, le responden y demuestran que está equivocado.
Entendemos que el actual capataz se formó en el
PRI y en la concepción “indigenista” en la que los originarios anhelan vender su
dignidad y dejar de ser lo que son, y que el indígena es pieza de museo,
artesanía multicolor para que el poderoso oculte lo gris de su corazón. Por eso
su preocupación de que sus muros-trenes (el del Istmo y el mal llamado “Maya”)
incorporen al paisaje las ruinas de una civilización, para que deleiten al
turista.
Gracias a las hermanas, hermanos y hermanoas de México y del mundo
que participaron en los encuentros y semilleros a los que convocamos en este
tiempo, nuestra imaginación y creatividad, así como nuestro conocimiento, se
abrieron y se hicieron más universales, es decir, más humanos. Aprendimos a
mirar, escuchar y hablar lo otro sin burla, sin condena, sin etiquetas.
Aprendimos que un sueño que no abarque el mundo, es un sueño pequeño.
Lo que ahora se da a conocer y es público, fue
un largo proceso de reflexión y búsqueda. Miles de asambleas comunitarias
zapatistas, en las montañas del sureste mexicano, pensaron y buscaron caminos,
modos, tiempos. Desafiando el desprecio del poderoso, que nos tacha de
ignorantes y tontos, usamos la inteligencia, el conocimiento y la imaginación.
(...)
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=261100
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