“Las respuestas a la
crisis climática no están en manos de la COP25 en Madrid, sino en manos de los
pueblos” – Carlos Vicente
5 diciembre 2019
¿Cómo enfrentamos el
cambio climático? Con sólo pensarlo nos vienen imágenes de grandes nubes,
corrientes marinas, inundaciones, huracanes y sequías frente a los cuales lo
que podamos hacer parece nulo. Frente a ellos no hay cartelitos con frases
piolas, ni marchas que sirvan. El poder responsable de esta crisis también se
ha encargado de eso: de ponernos la cancha lejos…
En Madrid
empieza la 25° Conferencia de las Partes o COP25 que es el órgano supremo de la Convención Marco
de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC). En ella, los gobiernos
debaten y se plantean medidas para mitigar los efectos de la crisis climática
derivados de la acción humana… y hasta ahora han fracasado rotundamente.
Mientras
las emisiones de gases de efecto invernadero no han parado de crecer, las
lógicas que sustentan los modelos de “desarrollo económico” responsables de
esta crisis gozan de buena salud. Aún más, las “soluciones” que se plantean
“por arriba” parten de las mismas lógicas que nos llevan al abismo. Si “cada
crisis es una oportunidad” el capital ha sabido aprovechar cada una, y en este
caso no es distinto: geoingeniería, bonos de carbono, etc. Los nuevos negocios
del capital con la crisis climática que generó.
Pero por
abajo los pueblos no sólo somos los que sufrimos con más crudeza los efectos
del cambio climático, sino que hemos ido instalando el debate sobre sus
verdaderas causas y construimos alternativas que abren horizontes nuevos para
todos y todas.
Aprovechando
el inicio de la COP25 conversamos con compañeros y compañeras sobre distintos
aspectos de un problema complejo, pero con causas y soluciones mucho más cerca
de lo que parece.
#COP25 | Conversamos
con Carlos Vicente – GRAIN y Acción
por la Biodiversidad
Mientras
las evidencias del cambio climático son cada vez más contundentes y se
reconocen niveles de emisiones que lejos de disminuir aumentan…
Huerquen: ¿Qué rol
tiene la agricultura industrial en la emisión de gases de efecto invernadero?
Carlos Vicente: Nosotros
hacemos el análisis contemplando todo el sistema agroalimentario industrial que
es más amplio que la agricultura industrial; que va desde la producción en los
campos y la deforestación hasta lo que significa el transporte de los alimentos
por el mundo: la refrigeración, la enorme cantidad de los alimentos que se tira
(el 30% del total), lo que son las cadenas de frío para llevar la carne del
otro lado del mundo, lo que significa las grandes procesadoras de alimentos y
toda la energía para que ellas consumen; lo que significan las grandes cadenas
de supermercados y todo el consumo de energía y de combustibles fósiles que
ellas tienen para empaquetar los alimentos y vendérnoslos con formas
comercializables aptas para la vista y no para la alimentación.
También
de todo lo que significa la cadena industrial ganadera que implica enormes
emisiones de gas metano. Lo que significa la industria de los fertilizantes que
se consumen en millones de toneladas y que implica la emisión por el sobre uso
de gases como óxido nitroso. Tanto este como el metano que son mucho más
potentes como gases de efecto invernadero que el dióxido de carbono.
Estos
tres son los gases de efecto invernadero más importantes, y nuestros estudios
demuestran que la mitad de las emisiones de estos tres gases, provienen del
sistema agroalimentario industrial. Entonces no estamos hablando de poca cosa.
Estamos hablando del principal factor. Porque uno siempre vincula a la emisión
de gases de efecto invernadero con los autos o con las fábricas, que por
supuesto son importantes, pero nunca miramos al sistema agroalimentario
industrial como el principal responsable: En nuestras investigaciones entre el
44 y el 57% de los gases de efecto invernadero provienen del sistema
agroalimentario industrial. Y uno de los grandes afectados por el avance de la
agricultura y la ganadería industrial son los ecosistemas más frágiles, por
ejemplo los incendios en el Amazonas de los últimos meses. Justamente hablamos
de incendios intencionales que se produjeron incitados por el mismo Bolsonaro
para que pudiera avanzar la frontera agrícola. Estamos hablando, literalmente,
de quemar el planeta.
Nosotros
desde hace más de 10 años que venimos denunciando la enorme emisión de gases de
efecto invernadero por el sistema agroalimentario industrial. Ahora el IPCC en
su informe para esta COP, pone en el centro del debate la emisión de gases de
efecto invernadero a partir de la agricultura industrial, a partir de la
destrucción de los bosques, a partir de la destrucción de los suelos que son
uno de los grandes afectados por este modelo de agricultura. Además de los bosques,
el suelo es el principal captador de carbono ya que los suelos son organismos
vivos. En cada gramo de suelo hay millones de microorganismos y esos millones
de microorganismos son los que procesan la materia orgánica que cae y fijan
nitrógeno. Cuidar el suelo es uno de los grandes desafíos a futuro.
Hqn: Mientras las corporaciones
apellidan “sustentable” a todo lo que hacen y toda su propaganda es en la gama
de los verdes. Distintas voces de la agroindustria empiezan a hablar (de nuevo)
del mercado de bonos de carbono. Brevemente ¿de qué se trata?
CV: Bueno, las organizaciones
sociales desde hace décadas… ya en 1992 denunciábamos el maquillaje verde de
las corporaciones planteando que había todo un discurso “ambiental” y
“sustentable”. Me acuerdo que en aquel momento había un periódico que salía
cada día en la ECO´92 en el cual Leonardo Boff en un reportaje decía “no
queremos desarrollo sustentable, queremos una sociedad sustentable”; en ese
momento se necesitaba romper con el mito del desarrollo, y hoy en día también
la “sustentabilidad” ha caído en las manos de las corporaciones y en la
realización de negocios. Quizá el Convenio de Cambio Climático es de los
principales afectados por esta mercantilización total de las ”alternativas” a
la crisis climática y al hecho de que lo único que buscan las corporaciones con
la complicidad de los gobiernos es realizar nuevos “negocios verdes”. Ahí nace
lo de la “economía verde”, nace todo este tema de los bonos de carbono, nacen
todas las falsas soluciones tecnológicas como son la “agricultura
climáticamente inteligente” o la geoingeniería como respuestas a la crisis
climática. En todos los casos de lo único que se trata es de negocios y de
ninguna manera se va responder de fondo a los verdaderos desafíos que tenemos enfrente.
Los
bonos de carbono simplemente son mecanismos para compensar la emisión de gases
de efecto invernadero en alguna parte del mundo, de industrias contaminantes,
con la protección de bosques o cultivo de árboles en el sur de manera de
ponerle un precio a la captura de carbono y se hacen negocios. Con ellos
alguien puede seguir contaminando mientras supuestamente se captura carbono en
otra parte del mundo. El mecanismo más perverso de todo este sistema implica lo
que acá viene difundiendo Aapresid (asociación de productores en siembra
directa) que pretende cobrar bonos por la supuesta captura de carbono que
significa a siembra directa. Simplemente negocios, falsas soluciones y la
sustentabilidad del poder corporativo.
qn: ¿Por qué
desde GRAIN y La Vía
Campesina dicen “nosotros y nosotras podemos enfriar el
planeta”?
CV: Bueno la
afirmación de “juntos y juntas podemos enfriar el planeta” nace en primer lugar
de una declaración y un convencimiento de las organizaciones campesinas de que
ellas tienen la solución para responder a la crisis climática a partir de la
agricultura campesina, a partir de la producción agroecológica de base
campesina. Cuidar los ecosistemas, promover mercados locales, hacer una
agricultura y cuidar los suelos manteniendo el carbono ahí. Nosotros desde
GRAIN lo que hicimos fue simplemente investigar qué es lo que pasaba en números
concretos y las conclusiones fueron contundente. Es muy claro que cuidando el
suelo, que haciendo prácticas agroecológicas que convivan
y coexistan con la biodiversidad, fomentando mercados locales, se puede hacer
agricultura y producir alimentos para todos sin destruir el clima.
Nosotros en algunos de los cálculos que hicimos veíamos que
simplemente el cuidado del suelo, el volver a recuperar el carbono en el suelo
durante los próximos 30 años, podría absorber el 50% de los gases de efecto
invernadero que están en exceso en la naturaleza. Pero
bueno, para eso es muy claro que hacen falta políticas que apunten en esa
dirección: hace falta una redistribución global de las tierras y hace falta
cuestionar todas las falsas soluciones que hoy se están imponiendo. Es evidente
que ninguna manera los gobiernos del mundo están dispuestos a frenar ese poder
corporativo e impulsar esto que las organizaciones campesinas están haciendo en
la práctica en distintas partes del planeta.
Hqn: En tu
opinión de qué depende que podamos revertir el rumbo de abismo que representa
el aumento de la temperatura global.
CV: Vamos a
estar en la Cumbre de los Pueblos en Chile diciendo que juntas y juntos podemos
enfriar el planeta. En la COP25 en Madrid (ya que Piñera desistió de hacerla en
Chile frente a las movilizaciones) no hay ninguna posibilidad de avanzar. De
ninguna manera los gobiernos están a la altura de tomar las decisiones que
hacen falta para enfrentar realmente la crisis climática.
No hay duda que en los próximos 10 años esto se va a
agudizar y muy probablemente sea esta agudización de la crisis la que lleve a
profundizar las movilizaciones de los pueblos y continúen haciendo escuchar sus
voces reclamando dar los pasos que hacen falta para revertir el desastre… el
desastre que estamos viviendo. Pero probablemente (y lamentablemente) esto va a
ocurrir cuando se agudice la crisis.
Esto va a traer mucho sufrimiento, muchos problemas para los
sectores más vulnerables, los pueblos originarios, las comunidades campesinas,
a los pobladores rurales de distintas partes del planeta. Y esto es
imperdonable. Esto es un crimen, un crimen climático el que están cometiendo.
Los informes de estos mismos días de las Naciones Unidas le dicen a la COP25
que no son suficientes las decisiones que se tomaron en el marco del Acuerdo de
París, que no sirven, porque el aumento de las emisiones de gases de efecto
invernadero son mucho mayores a lo esperado y cada año se va confirmando que la
crisis va a ser mayor, por lo tanto estoy convencido que lo que nos espera de
la cumbre de Madrid es más show, poco compromiso, mayor presencia corporativa,
y que está claramente en manos de los pueblos en la calle donde van a estar las
respuestas y las posibles transformaciones a futuro.
Hqn: Desde
GRAIN acaban de publicar un informe
importante sobre los
efectos del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea en
términos de crisis climática.
CV: La Unión Europea que
aparece en el mundo como el gran abanderado de la lucha contra la crisis
climática, que plantea los compromisos más firmes, etc… es quién firmó con el
Mercosur un tratado de libre comercio. En las últimas investigaciones que
estamos difundiendo esta semana, donde hemos hecho una auditoría climática del
acuerdo Mercosur-UE con la información que ellos mismos difunden, hemos
descubierto que para 8 productos para los que se va a liberalizar el comercio
(algunos de exportación del Mercosur a la UE y otros de la UE para el Mercosur)
las emisiones van crecer un tercio. Un 34%. Esto demuestra claramente qué poco
le importa a la UE el cuidado del clima.
Con este acuerdo se va a profundizar la deforestación en la
Amazonía y va a avanzar la frontera agrícola. Se estima que va a aumentar un
50% la de carne vacuna de exportación. Más producción industrial de carne con
sus emisiones de gases y más plantaciones de soja y maíz transgénico para
alimentar al ganado. Es claro entonces que todo eso de “la presión de la UE
sobre Bolsonaro para que Brasil se mantenga en el Acuerdo de París” bueno, es
simplemente un show. En la práctica lo que va a ocurrir es que de concretarse
la aprobación del acuerdo Mercosur-UE por los parlamentos, la emisión de gases
de efecto invernadero va a aumentar significativamente.
Y vinculado al tema de la ganadería
reforzar que la ganadería industrial, no el consumo de carne por la gente, es
decir, este modelo de producción de carne industrializada, ya sea en feed lot o
deforestando grandes extensiones también va a tener un fuerte impacto a nivel
global. Nosotros hemos comprobado que todos los grandes frigoríficos juntos
producen más gases de efecto invernadero que lo que producen las grandes
compañías petroleras. Entonces tenemos que poner la mira ahí. Y como digo, no
se trata de no consumir carne sino de volver a lo que fue históricamente la
producción de carne para la alimentación de los pueblos por los campesinos y
campesinas; en la cual la producción de carne siempre estuvo integrada a la
producción agrícola aportando abonos a los suelos y otros bienes para las
familias. Hay un problema con la carne industrializada, sea de cerdo, gallinas
o vacas, que también el último informe del IPCC diagnostica como un problema
grave como venimos denunciando.
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