Transnacionales de
dominación
3 de
noviembre de 2018
Por Hedelberto López
Blanch (Rebelión)
¿Usted ha
pensado por un momento el poder que tienen las transnacionales que incursionan
en los diferentes países y que hasta en muchos de ellos son capaces de
presionar a los gobiernos y en ocasiones ayudar a derrocarlos?Claro que sus matrices o sedes casi siempre se hallan en naciones desarrolladas como en Estados Unidos,
Sus abundantes capitales y movilidad le permiten lanzarse como tenazas sobre las ventajas que les ofrecen diversos países del mundo y de esa forma obtener pingües ganancias. Entre las facilidades que exigen y obtienen son, bajos salarios; impuestos y obligaciones tributarias bajas o nulas; acceso fácil y barato a recursos naturales y energías; normas ambientales, laborales y financieras permisivas o inexistentes en algunos Estados con sistemas judiciales débiles y vulnerables.
Estas compañías operan en todos los sectores de las naciones y en
los ámbitos de nuestras vidas. Destacadas en la producción, distribución y
venta de alimentos se hallan, Cocacola, Walmart, Monsanto, Cargill, Nestlé,
PepsiCo, Mars, Unilever. En la elaboración y expendio de medicamentos e insumos
para la salud: Johnson and Johnson, Bayer, Novartis, Pfizer, Roche, Merk.
En las energías y petróleo sobresalen, Exxon-Mobil, BP, Chevron,
Shell, Petrobrás, Gazprom, Total y en comunicaciones y tecnología, Telefónica,
Apple, Samsung, Microsoft, Facebook.
En la rama del transporte se pueden citar, Daimiel, GM,
Volkswagen, Toyota, Alstom, y en Educación y libros, Kroton, Alfaguana, Person,
Amazon.
En la industria extractiva y minera, Glencore, BHP Bilinton, Anglo
American, y en la banca y fondo de inversiones, HSBC, JP Morgan Chase, Bank of
America, Wells Fargo, Citigroup.
Ciertamente
que en la mala política social que aplican algunos Estados y los beneficios que
le otorgan a estas transnacionales las cuales extraen las ganancias hacia sus
sedes principales, se encuentran los orígenes de la pobreza, exclusión,
impunidad, violación de derechos humanos, deterioro del medio ambiente e
incertidumbre laboral.
Quien niegue que las inversiones extranjeras son necesarias para
el desarrollo está equivocado pero deben realizarse con estricto control y sin
permitir convenios leoninos en contra de la mayoría de la población.
La propaganda
a favor de esas empresas, provenientes de organismos financieros
internacionales y de las naciones donde se hallan sus matrices, y asegura que
el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en los países donde se
asientan, está relacionado con la satisfacción de las necesidades de los
pueblos.
Pero en realidad las políticas de globalización neoliberal
impuestas en las últimas décadas, que permitieron amplias dádivas, facilidades
y un descontrol total de los gobiernos sobre esas compañías, abrieron las
puertas para el saqueo de sus riquezas.
Veamos
algunos ejemplos de las abundantes ganancias obtenidas por algunas de esas
compañías en 2017. Facebook reportó beneficios por 12 260 millones de dólares,
gracias al aumento tanto de los ingresos publicitarios como de los usuarios.
Unilever, la multinacional holandesa de productos de consumo y
alimentación, llegó a 6 500 millones de euros, mientras facturó 53 700 millones
de euros. Shell reportó que duplicó sus ganancias ese año hasta 16 000 millones
de dólares, el nivel más alto desde 2014 y operaciones por 35 650 millones
superior a la alcanzada por la Exxon-Mobil que se situó en 32 600 millones. La
compañía estadounidense AT&T (conocida también por sus acciones para
derrocar gobiernos democráticos que le son incómodos a sus negocios) registró
un beneficio neto de 19 000 millones de dólares.
La automotriz alemana Daimler consiguió dividendos netos por 10 500 millones de euros, un 23 % más que en el ejercicio precedente.
Datos de
organismos internacionales indican que solo en los primeros 12 años del siglo
XXI el volumen del capital financiero transnacional creció en 105 % (en
dólares) o sea, 2,6 veces más que el Producto Interno Bruto de mundial que lo
hizo solo en 39,8 %, lo que para muchos consolidó su capacidad para orientar en
función de sus intereses y reducir el margen de maniobra de agentes sociales
como gobiernos, sindicatos, movimientos sociales y organizaciones de
consumidores.La automotriz alemana Daimler consiguió dividendos netos por 10 500 millones de euros, un 23 % más que en el ejercicio precedente.
En los últimos años, con la imposición en América Latina de gobiernos dóciles a Estados Unidos se han incrementado las privatizaciones a favor de esas poderosas compañías que lejos de ayudar a los ciudadanos los impulsan al desempleo, al hambre y
Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=248560
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