Los vuelos del coronavirus
Estados
Unidos deporta hacia
América
Latina y el Caribe
a
migrantes con Covid-19
4 de mayo de 2020
Por Jorge Elbaum El Cohete a la Luna
El gobierno de Donald Trump declaró la emergencia nacional el 13 de marzo pero desde febrero aplica un programa de deportación de latinoamericanos residentes en Estados Unidos, algunos de los cuales fueron trasladados compulsivamente a diversos países pese a ser portadores del virus.
La oficina de Inmigración y Control de Aduanas (Immigration and Customs Enforcement, ICE) realizó desde mediados de marzo 72 vuelos de destierro hacia 11 países de América Latina y el Caribe, incluidos Brasil y Ecuador, dos de los Estados más contaminados de
Desde el 15 de marzo hasta el 24 de abril, la ICE efectivizó 21 deportaciones a Guatemala;
La mayoría de los vuelos detectados en el informe del CEPR partieron de dos aeropuertos: Brownsville, situado en Texas, y Alexandria, en Louisiana. Ambas pistas son administradas por
El 20 de marzo de 2020, el CDS –oficina federal de monitoreo epidemiológico de los Estados Unidos– encargó a la agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) la expulsión de miles de personas migrantes previamente detenidas. Según el informe oficial de dicho organismo, se llevaron a cabo 2.985 deportaciones en los primeros 11 días de abril. Entre esos deportados, 375 habían dado positivo en los testeos previos a su extradición impuesta. El informe subraya, además, que luego de detectar que muchas de esas personas se encontraban infectadas, se decidió interrumpir los controles para evitar evidencias de que se estaba exportando
Exportación de la peste hacia
patio trasero
Relevamiento de los vuelos
realizados desde el 3 de febrero hasta el 24 de abril contratados por la
agencia gubernamental de migraciones de Estados Unidos hacia destinos en
América Latina y el Caribe.
La expulsión de migrantes haitianos,
llevada a cabo desde mediados de marzo, provocó un contagio generalizado. Dicha
situación motivó la airada protesta de 27 miembros del Capitolio, quienes
demandaron la interrupción de las deportaciones a Puerto Príncipe, antes de que
las mismas generaran un catástrofe de proporciones, dadas las
deficitarias condiciones de atención sanitaria que posee el país
caribeño [6]. El
supremacismo xenófobo impulsado por Trump no se limitó únicamente a la
exportación virológica, sino que se amplió al negarle la ayuda estatal de 1.200
dólares, conocida como CARES, aprobada en el Congreso para enfrentar la
cuarentena instituida por la pandemia, a 15 millones de desempleados. Dicho
aporte tampoco podrá llegar a quienes poseen un reconocimiento de residencia
provisorio, que pagan sus impuestos de forma directa en el marco del Individual
Taxpayer Identification Number (ITIN). La exclusión alcanza, además, a 1 millón
de inmigrantes que se encuentran en el país bajo los programas de Acción
Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).La lógica brutal del neoliberalismo de exportación –combinado con supremacismo doméstico– fue puesta en evidencia el último 22 de abril por la alcaldesa de Las Vegas, Carolyn Goodman, quien propuso reabrir los casinos y dejar que el libre mercado determinara quién está más apto para sobrevivir y quién en riesgo de enfermarse. Esta misma impronta, atizada por el trumpismo, es la que llevó el último viernes a que grupos armados ingresaran al Capitolio de Michigan, mientras se discutía la extensión de declaración de emergencia en el Estado, para exigir el fin de
El sociólogo franco-brasileño Michel Lowy caracterizó las políticas de Trump y Bolsonaro como generadoras de crímenes de lesa humanidad, sustentadas en un fundamentalismo de mercado. En referencia a Trump y Bolsonaro, refiere que ambos utilizan una retórica falsamente nacionalista pero se subordinan al capital monopólico financiarizado [8]. “Lo que Bolsonaro tiene en común con el fascismo clásico es el autoritarismo, una preferencia por las formas dictatoriales de gobierno, el culto al Jefe («Mito») Salvador da Patria y el odio a la izquierda y al movimiento obrero”. Según Lowy, los cuestionamientos e impedimentos realizados por ambos Presidentes contra las cuarentenas y los ejercicios de distanciamiento planificado, suponen un claro acto de genocidio: “Por un delito equivalente –subraya el sociólogo franco-brasileño– varios dignatarios nazis fueron ahorcados por el Tribunal de Nuremberg».
El desplazamiento forzado de migrantes, la contaminación inducida y/o planificada a través de personas infectadas con el virus, la asfixia económico-financiera sobre la población más vulnerable al interior de los Estados Unidos (específicamente entre los denominados latinos y la población afrodescendiente), la intensificación del bloqueo a Venezuela y Cuba –en momento de álgida emergencia sanitaria– y la cotidiana subestimación por quienes luchan desde la ciencia contra la pandemia, actualiza la recordada frase de Vasili Grossman: “Una vez que el espíritu del hombre se somete al fascismo, se pasa a creer que la esclavitud –ese mal absoluto portador de la muerte— es pasible de convertirse en valor legítimo”.
Fuente: https://rebelion.org/estados-unidos-deporta-hacia-america-latina-y-el-caribe-a-migrantes-con-covid-19/
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